Un nuevo monstruo en París

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"Solo lo vi por un par de segundos y con eso bastó para que su horrenda figura quedara impregnada en mi retina por el resto de mis días.
Tenía el porte de un ser humano y compartía la cualidad de ser bípedo. Contaba con un par de brazos, que arqueaba como garras, terminados en uñas afiladas como cuchillos. Sin embargo, hasta ahí llega la comparación con nuestra especie, catalogar a ese ser como humano sería un acto profano e inmoral.
La luz que se colaba entre los rincones del callejón le daba un color blanquecino, pálido, como si si careciese de piel y su carne estuviese muerta. Además era bastante alto, eso hacía que la figura fuese mas imponente.
Su rostro, una combinación de facciones murcielago y de hombre. Dotado por el mismo diablo de unos ojos sin vida, sin alma. Orejas picudas, casi hundidas en el cráneo.
Esa noche, volviendo a casa, conseguí salir vivo gracias a que tal engendro de quimera ya había comido; bajo su garra goteante yacía el cuerpo sin vida de una niña, destripada. Tal vez, su carne era lo que colgaba de las fauces abiertas de esa abominación.
Después del encuentro con eso no me atreví a seguir viviendo en la ciudad, por lo que a la mañana siguiente empaqué mis cosas y me marché. Lo que mas temo...es que nadie ha creído nunca mi historia."
-Anonimo

Ocasionalmente Mefisto utiliza sus poderes para adoptar forma humana, lo mas similar posible a como el recuerda que fue, convirtiéndose entonces en un varón con una edad aproximada de 40 años y de 1'90 metros de altura. Sus ojos, esta vez de un brillo verde muy claro, derivan en una mirada agresiva y pensativa. Con el ceño normalmente fruncido a causa del dolor interno que soporta, lucirá como un hombre mayor malhumorado. Si bien físicamente aunque no sea especialmente musculoso si se encuentra en buena forma.

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Se podría decir que dentro de la psique de Mefisto hay dos seres diferentes. El humano y el nosferatu.

-El humano: La calificación de humano es un tanto generosa, pero es que su carácter no era especialmente diferente antes de ser convertido en el monstruo que es ahora. Un hombre ambicioso, muy ambicioso, que anhela ante todo el poder. Sin escrúpulos, hará cualquier cosa que sea necesario para cumplir sus objetivos de dominación, sacrificar a quien sea incluso. Disfruta sintiéndose poderoso, teniendo a gente a su merced. Por ello, a diferencia del resto de nosferatus, no siente odio y asco hacia la vida mortal, los considera la herramienta mas común del mundo, imprescindible para alcanzar sus metas, y bueno, al fin y al cabo, los dioses deben reinar sobre las hormigas, ¿no?. Con todo eso no es de extrañar que sea alguien extremadamente egocéntrico, el cual solo da la justa importancia a los demás, si son para su beneficio, de lo contrario, no tendrá ningún problema en acabar con la vida de quien deje de resultarle útil. Gusta de dejar hablar a la gente y escuchar, para así poder analizar a quien tiene delante, gracias a su experiencia a la hora de tratar con gente y a sus poderes mentales. Así una vez haya aprendido lo suficiente, podrá arremeter dialecticamente contra su interlocutor, sometiéndole sin el uso de la fuerza, y así poder usarlo como un eslabón más en sus redes de conspiraciones.

-El nosferatu: Cuando el dolor del abrazo de Caín es demasiado fuerte en su interior, insoportable, cuando su hambre acrecenta demasiado, es entonces cuando deja a relucir al verdadero monstruo. Su personalidad se reduce entonces a la de un ser primario y salvaje cuya única ocupación es el matar y comer. Disfruta de los gritos, de la muerte, de la sangre. Esos instantes le hacen rebosar de placer, que por momentos desactiva el dolor de su maldición. Deja auténticos baños de sangre a su lado y salvajes carnicerías. Por eso mientras esta consciente procura estar siempre bien alimentado, para que sus planes no se puedan ver truncados por una perdida total de la cordura. Pero para su desgracia no puede evitar sentir el profundo dolor de su propia existencia.

-Mi historia comienza hace tanto tiempo que apenas conservo demasiados recuerdos de mi vida humana, además, no me gusta hablar demasiado - hace el nosferatu una pequeña mueca de desagrado mientras te mira - Pero bueno, tu eres especial, así que por ti, te contare aquellos recuerdos que conserve.

Mefisto toma asiento y mantiene su mirada fija en ti, esperando hasta que estés lo mas cómodo posible para prestar atención a la historia.
-Procedo del valle de Chemchemal - se queda mirando tu cara de incredulidad - imagino que no sabes donde esta...para que te hagas una idea, actualmente es parte del Imperio Otomano, por aquel entonces origen de las primeras civilizaciones de Sumeria, en la Baja Mesopotamia, ¿Te sabes situar ahora? - ante tu gesto afirmativo el nosferatu continua - No recuerdo el nombre que mis padres me dieron - se queda pensando - pero es que me han dado tantos nombres a lo largo de las eras que sería estúpido recordarlos. No tengo la mente enquistada en el pasado, yo solo miro hacia el futuro.

El nosferatu saca una copa y se sirve la bebida, claramente sangre, dando un trago y saboreando durante un momento, haciendo una leve pausa.
-Dado que no hay nombre...la infancia es realmene irrelevante, mi familia igual - te mira fijamente mientras relame la sangre de entre sus afilados dientes - No habrás venido hasta mi para saber como era la vida de un chiquillo hace miles de años, te interesara saber como me convertí en esto y para eso tenemos que saltar hasta mi adultez. Como hombre adulto del pueblo de Jarmo siempre demostré ser mas inteligente que el resto de mis vecinos. Tanto es así que no tarde en hacerme con el poder político del pueblo, así como del vecino Zarzi...- se te queda mirando - Son las primeros pueblos del llamado Neolítico de esa zona - explica - no te pierdas.

-Nunca fui un verdadero devoto de los dioses y su poder sobre los humanos, siempre pensé que un dios es aquel que tiene el poder, y yo podía ser un dios. Tan solo me encontraba con un serio problema al respecto, cada vez mas asentamientos florecían por la región y...yo no tenia tiempo material para hacerme con el poder de todos. Así que aunque suene algo ilógico en mi, confié en una leyenda para solucionar mi problema. Y es que entre el pueblo existía la leyenda de que mucho mas al sur, cercano a la desembocadura del Tigris, se encontraba la puerta al inframundo, lugar donde habitaba Nergal y Ereshkigal. Había muchos rumores al respecto, lo típico, que si nadie volvía con vida, que si en realidad estaba habitado por demonios...fuese lo que fuese, valía la pena intentarlo, no encontraba otra forma de solucionar mi problema, así que me embarqué en un viaje para confrontar al Dios del inframundo.

Mefisto se levanta con la copa de sangre acercándose a la ventana, dubitativo durante cerca de un minuto. Resulta evidente que los recuerdos a los que esta accediendo le resultan especialmente doloros, el cual es visible por las quejas del nosferatu. - Y en efecto, los encontré - se da la vuelta volviendo a mirarte - a los dos... - se queda callado - Dos nosferatus, una pareja. No se que vieron en mi, pero decidieron no matarme, me dieron su abrazo - lleva su mano al cuello, con claro gesto de dolor, reviviendo la sensación y el dolor insufrible que soporta - Me prometieron la vida eterna, la inmortalidad...me la dieron - dice furioso y dolorido - pero no me dijeron cual sería el precio a pagar - eleva el tono de voz con claro tono de furia, tras el cual intenta relajarse y respirar hondo.

Sus movimientos, ahora mas lentos, se dirigen hacia una estantería, de la que saca una segunda copa y una botella de vino, sirviéndola y dandotela - Toma, se que todos disfrutáis de el - Relaja el gesto volviendo a sentarse a su lado del escritorio - Como podrás comprender, desde entonces la sociedad me tomó por un demonio, y ya no podía gobernar sobre los humanos, al menos no de la forma en que querría. Tendría que hacerlo, desde la sombra, sembrando el terror entre aquellos que me contradijesen, matando objetivos que me entorpeciesen, sometiendo a gente bajo mi poder. Y claro, al final, no soy del todo inmortal. Si soy descubierto me veo obligado a huir, no me sirve de nada borrar del mapa una ciudad, no habría sobre quien mandar. Y a lo largo de la historia se ha repetido una y otra vez, que hay mas gente como yo, gente ambiciosa que desea el poder y a menudo su ambición se enfrenta a la mía, hacen revoluciones, destronan reyes, cambian el sistema establecido. Los humanos son hormigas muy molestas, sin contar con que hay mas seres, a menudo en mi contra. Y el nacimiento de sociedades humanas hechas para matar seres sobrenaturales no me beneficia.

-Al final siempre ha terminado igual, con un reguero de sangre allá por donde paso y conmigo desplazándome a un nuevo lugar donde tejer una nueva red - Sus palabras se empiezan a entorpecer, el ritmo decrece, su rostro muestra un dolor punzante y molesto - Pero aquí todo será diferente...Un país debilitado tras una revolución...aagg...una ciudad donde hay florecientes sociedades de vampiros...es el - para, comenzando a hiperventilar - lugar...perfecto para empezar...para tomar el control...¡para dominar! - grita con ira, haciendo que del susto rompas la copa sobre tu mano, la cual comienza a sangrar - Debería...aaggg - se relame - irse - te apresuras a levantarte rápido cuando un gutural rugido del nosferatu te alerta del inminente ataque, provocando que salgas a toda prisa del lugar, dirigiéndote a otro sitio, rezando por que aquel monstruoso ser no sea mas rápido que tu.

► HABILIDADES Y ATRIBUTOS INNATOS:


→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.

→ Atributos: Colmillos afilados, uñas afiladas, piel y cuerpo resistentes e inmortalidad.


► PODERES INNATOS Y/O ADQUIRIDOS:

→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.

→ Visión compartida y visión remota: Habilidad de poder ver a través de los ojos de los demás o en otros casos, hacer que los demás puedan ver lo que estamos viendo en ese momento. Esta habilidad funciona únicamente cuando se toca a la persona.

→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.

→ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.

→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.

→ Levitar: Habilidad para alzarse desde el suelo, para navegar las corrientes de aire. Permite mejor ángulo para patadas y demás golpes.

→ Telepatía: Habilidad para sondear los pensamientos superficiales de cualquier sujeto cercano y escucharlos como escucharía hablar a esa persona. Con el tiempo suficiente, puede enterarse casi de cualquier cosa sobre el sujeto.

→ Clarividencia: Habilidad para ver y oír sucesos a distancia. Este poder se activa de forma instantánea y sólo tiene que concentrarse en un lugar o persona para ver y oír lo que sucede a su alrededor. Las visiones pueden ser pasadas o presentes.

→ Seducción: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o emocionalmente a la persona poseedora del poder. El vampiro seduce a los demás hasta lograr controlar las emociones de su adversario a su antojo. Funciona en cualquiera de los dos sexos. Este poder funciona únicamente como atracción.

→ Persuasión: Habilidad para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona. Este poder logra que otras personas realicen acciones, sin que éstas puedan negarse o incluso darse cuenta, mediante palabras con entonación imperativa, es decir, ordenándolas.

→ Confusión: El vampiro puede hacer que su víctima se sienta completamente desorientada sin más que mirarle a los ojos y hablar con él. La víctima sólo será consciente de fragmentaos sueltos de sus propios recuerdos. Se sentirá confuso constantemente y vagará de un lado a otro, aturdido y sin saber que hacer exactamente. La confusión es temporal.

→ Inflingir dolor por medio de la mente: Capacidad que consiste en infringir dolor a una persona. Esto sólo funciona por medio de la concentración mental y el contacto visual.

→ Manipulación de la memoria: Concede la amnepatia y la recuperación mental, además ver los recuerdos de la gente y si se quiere proyectarlos en imágenes visibles para todos. También se puede aturdir a la gente mediante confusiones mentales dejándolos como "Enfermos mentales", pero solo temporalmente. Es muy difícil usar esta capacidad sin contacto ya que se requiere de mucha experiencia.

→ Ilusión: Capacidad para alterar la relativamente la realidad por medio de alguna ilusión, algo no real para confundir a las personas. Este poder les sirve para alterar su apariencia física y lucir como cualquier otra persona. No obstante, son MUY contadas veces en las que lo hacen y siempre por periodos muy cortos, por lo cual no pueden abusar de esto y andar por ahí con su apariencia normal y dejar de lado la horrible ya que el vampiro Nosferatu perdería su esencia.

→ Capacidad para soportar la luz solar: El Nosferatu puede exponerse al sol sin miedo a morir, ya que sus poderes se lo permiten. No obstante, no suelen hacerlo porque son seres que prefieren ocultarse del ojo humano para ocultar su naturaleza (que resulta obvia por su fea apariencia). Lo hacen contadas veces, únicamente cuando les es necesario, rara vez por simple placer.

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► DATOS EXTRA:

-No le gustan demasiado los animales, especialmente aquellos que distintas culturas han considerado como divinos, a estos últimos tiende a matarlos.

-Para dominar a las culturas es imprescindible una óptima comunicación, por ello Mefisto habla incontables idiomas, que ha aprendido a lo largo de miles de años de las culturas entre las que ha habitado.

-Lleva un viejo colgante de la época en que era humano. No recuerda su origen, pero por algún motivo, no desea deshacerse de el, lo quiere cerca.

-Nunca ha sentido algo parecido al amor por alguien, eso le estorbaría en su camino. No por ello ha renunciado a los placeres carnales.

-A pesar de ser manipulador y no sentir nada por sus subordinados es generoso con aquellos que le sirven bien. Sabe que si les hace felices le serviran mucho mejor.

-Su nombre actual, Mefisto, o Mefistófeles, se lo ha puesto el mismo a raíz de leer la obra de Fausto de Johann Wolfgang von Goethe.