[Winter Van der Faye] ID

por **Winter Van der Faye** Jue Nov 10, 2016 2:21 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Winter Van der Faye.

▲EDAD▲

24 años

▲ESPECIE▲

Humana

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

Si tu personaje es inquisidor, escribe aquí la facción a la que pertenece.

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Holanda.

▲HABILIDADES/PODERES▲

Escribe aquí las habilidades o poderes que posee tu personaje.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Winter Van der Faye es una mujer fría, calculadora, metódica, perfeccionista, cruel con cualquiera que no sea su hermana. Una mujer sin corazón que jugará a su antojo contigo y con tus sentimientos si con ello consigue sus metas.

Ya de pequeña apuntaba maneras siendo el pequeño dolor de cabeza de sus progenitores. Las travesuras, las malas contestaciones y el hacer cuanto le venía en gana desde pequeña han ido madurando hasta convertirla en una mujer que hace lo que ella desea, sin importarle qué opine el resto y si esto es políticamente incorrecto. Es tozuda, cuando se fija un objetivo no parará hasta alcanzarlo y no dudará ni un segundo, ni le temblará el pulso si tiene que hacer cosas que otros considerarían desagradables para conseguirlo. Sabe lo que quiere, y tiene lo que quiere; así de sencillo.

Todo esto haría pensar que es una persona impulsiva, sin un plan trazado, pero no es así, no al menos cuando a la caza se refiere. Se toma el ser cazadora muy en serio. Se levanta al alba cada mañana para entrenar, mantenerse en forma y no perder ni uno sólo de los reflejos que ha ido ganando con los años. Y así, tras estar activa, con la adrenalina por las nubes y el cuerpo molido, vuelve después a su habitación a escondidas, para meterse en la cama y no dormir, pero fingir así que no entrena tan duro como lo hace, que el ser una buena cazadora, la mejor, no es su principal objetivo, su único objetivo.

Otro aspecto con el que también es en extremo metódica y perfeccionista es con sus armas. No soporta que nadie las toque sin su permiso, es más, no deja que nadie las use. Las limpia y afila cada día para que, cuando las use estén como recién salidas de la herrería: listas para clavarse y cercenar la carne de vampiros y hombres lobo sin tener que pasar el filo dos veces por el mismo segmento de piel.

El único momento en el que se permite que su helado corazón se derrita, solo un poco, es cuando su hermana Summer y ella están a solas. Tan diferentes y tan unidas. A pesar de que son mellizas, el hecho de haber nacido minutos antes, ha creado en Winter la responsabilidad de cuidar siempre de ella, de ejercer ese papel de hermana mayor que, en realidad no le corresponde a ninguna. Es por eso que, desde niña, ha cargado con todas las culpas de las fechorías que ha cometido su hermana. Poco le importan los castigos o las miradas reprobadoras de sus tutores. Su único anhelo es que su hermana no sufra y por ella, está dispuesta a asumir cualquier carga y destino y, por supuesto, matar si fuera preciso.

HISTORIA

Todo comenzó aquella noche de Otoño. El día había sido cálido recordando a los casi olvidados días de verano pero, la noche hacía su entrada triunfal con un velo de niebla y escarcha sobre las ventanas. Un augurio de lo que serían las dos hermanas que nacerían aquella noche de Otoño, a medio camino entre el verano y el invierno.

La mujer que esperaba tener un hijo varón en aquella gélida noche, se encontró con la sorpresa de dos pequeñas. La primera en nacer apenas lloró al salir de su vientre y la otra, lo hizo con un llanto dulce que hizo que su padre la acunara con ternura entre sus brazos. Y desde aquel instante en que se hizo patente que ambas serían tan diferentes como el verano y el invierno, Summer y Winter comenzaron su historia juntas pues, a pesar de sus diferencias, había algo que ambas compartían, la devoción que sentían la una por la otra.

Winter Van der Faye creció en el seno de una familia de cazadores de la alta sociedad de Holanda mas, ni la responsabilidad que este oficio exigía ni el decoro que exigía su apellido la hicieron ser diferente. Díscola, empeñada en hacer travesuras desde niña y en desafiar a sus padres, todo lo contrario de lo que Summer era. Pese a que siempre habían sido diferentes la una de la otra, siempre habían cuidado la una de la otra. Winter sacaba lo peor de Summer, animándola a cometer aquellas travesuras que ella nunca cometería por temor a las regañinas y decepción en el rostro de sus padres. Summer sacaba lo mejor de Winter, hacía que el corazón de Winter se derritiera un poco, como la escarcha de los árboles en los días cálidos de primavera que anticipaban lo que sería el verano.

Tal era la devoción que sentía Winter por su hermana "pequeña" que siempre cargaba con las culpas de las trastadas que ambas cometían, sin importarle apenas el castigo si con ello conseguía que la sonrisa de su hermana no se borrara de su rostro. Con los años Winter convirtió su carácter arisco y travieso en un corazón helado, metódico y en el que sólo había lugar para las risas si estaba su hermana de por medio. Su vida se resumía en entrenar. Entrenar hasta que le doliera respirar, hasta que sus manos sangraran y sus ojos vieran dobles las flechas y los puñales que lanzaba sin piedad contra el tronco de los árboles. Era buena, sería una buena cazadora pero su hermana era igual de buena sin dedicarle ni la mitad de tiempo y eso, en cierta medida, irritaba a Winter. La irritaba porque para Summer las prácticas para convertirse en cazadoras eran un juego, algo que veía como un hobby más que una responsabilidad y Winter no.

Winter hacía creer a los demás que le importaba bien poco ser lo que se esperaba de ella como cazadora, que ella siempre sería esa joven atrevida, de mal carácter y puñal rápido y que poco le importaba si sus actos no siempre eran los que el resto de cazadores aprobaban, pero en realidad ansiaba ser buena, tan buena como cualquier otro hombre de su oficio, tan buena que no hiciera falta tener un corazón de hielo para que la tomaran en serio y la temieran. Pero de nuevo, sus esfuerzos por ser mejor se hicieron añicos por salvar a su hermana.

Un mes atrás ambas estaban en el bosque practicando, luchando entre ellas con dagas y puñales que luego tiraban al suelo para practicar sus habilidades de lucha cuerpo a cuerpo. Ambas peleaban sintiendo como el instinto salvaje y asesino de los cazadores iba apoderándose de sus venas; ambas pelearon hasta que Winter se hizo un pequeño corte en el muslo. Winter se separó de su hermana tan sólo unos minutos, los justos para ir al arroyo y lavarse la herida, pero esos minutos cambiarían para siempre la vida de las hermanas Van der Faye.

A su vuelta al claro Winter se encontró con una visión aterradora. Su hermana Summer inconsciente y cubierta de sangre y, a su lado, el cadáver de un licántropo, un cachorro, un niño. No sabía bien qué era lo que había pasado, sólo que Summer había matado a aquel cachorro y que su manada la

perseguiría por asesinar a un niño y Winter no podía permitir aquello. Por eso cambió su ropa limpia por la ensangrentada de Summer, por eso, cuando todos preguntaron qué era lo que había ocurrido en el claro, Winter volvió a ser la que se echó las culpas sobre los hombros.

Afirmó ante todos que ella había matado al cachorro, al fin y al cabo era un licántropo y en unos años podía haber matado a gente. Observó como miradas de decepción de su gente se clavaban sobre su persona, observó la mirada reprobadora de sus padres e, incluso, detectó algo de miedo en los ojos de Summer cuando ella relató cómo había asesinado a aquel niño a sangre fría y su hermana se había desmayado al contemplarlo.

Poco le importaba si la consideraban una mujer sin escrúpulos. Lo único en lo que había pensado al contemplar a su hermana con sangre en las manos y desmayada era que, su dulce corazón no había resistido aquella realidad que manchaba de sangre sus ropas. Y si su cuerpo había sido lo suficientemente inteligente para caer inconsciente y conservar así su dulce esencia, no sería ella quien la volviera una mujer atormentada y con un corazón tan frío como el de Winter.

Tuvo que partir a toda prisa, en la noche, con la mirada de odio de sus padres clavada en la nuca y los primeros vientos fríos del otoño azuzando su rostro. Cabalgó hasta que la montura quedó exhausta, cabalgó y sólo se permitió descansar sus molidos huesos en una posada cuando el alba venció la batalla a la noche. Lo que no esperaba era encontrarla a ella en la posada.

-¿Qué haces aquí?- Fue cuanto pudo articular al verla. Este sería el comienzo de una nueva y fría historia en una ciudad plagada de bestias: París.

DATOS EXTRA

-No soporta en la cara cuando entrena o lucha, por lo que siempre lo lleva recogido en una trenza.
-ünicamente la verás con vestido si hay una reunión social (en la que seguro destacará por su mal comportamiento) o si la situación requiere que sea una frágil dama antes de clavarte un puñal en las entrañas.
-Por si aún no lo habías adivinado, sus armas preferidas son los puñales. Le permiten contemplar la muerte de su adversario bien de cerca.
-Habla con fluidez el Flamenco, inglés, francés y alemán.
-Cuando no quiere pensar da largas caminatas a caballo o practica el tiro con arco.
- Practica cada día hasta que le duele hasta el respirar. La mediocridad no es una opción, debe ser la mejor.
-Adora los libros.

por **Nigel Quartermane** Vie Nov 11, 2016 1:44 pm

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