A beginning [Antje Schleswig-Holstein]

por **Fleur de Lune** Dom Dic 04, 2016 10:33 pm

Aquella mañana Fleur había amanecido radiante, no era muy común, su frágil estado mental se había deteriorado este último tiempo lo cual la mantenía en un círculo vicioso de sentirse triste y angustiada por ello, y la angustia le hacía empeorar su "enfermedad". Pero aquella mañana era distinta, despertó sintiéndose renovada, dejando sus demonios dormidos y sacando a flote su dulce sonrisa; su ama de llaves, la señorita Ada, pudo notarlo cuando le llevó el desayuno a su habitación, sonrió aliviada, ese día tendría una preocupación menos. "Espero que esta chica no huya y se pierda por el bosque otra vez" pensó la mujer de avanzada edad mientras le preparaba su vestido rojo.

El día estaba fresco y soleado, por ello Fleur decidió pasar el tiempo en el jardín junto a su violín y las rosas, siempre deseó tener más espectadores que las flores o su maestra de música, le parecía triste tener que manejar tan maravilloso instrumento en soledad y le gustaba imaginar que alguien le escuchaba a la distancia. Apoyó el instrumento en su barbilla, tomó el arco y comenzó a deslizar suavemente sobre las cuerdas.

Absorta en su instrumento sentía alrededor aquellos "seres de luz" que ella decía ver con frecuencia y le llenaban de calidez y tranquilidad...sus mágicos guardianes.

por **Antje Schleswig-Holstein** Mar Dic 06, 2016 3:00 pm

—Olvidé el regalo en la mesa de la entrada— con solo esas palabras la mujer de edad avanzada fue corriendo para llevarle la caja llena de biscochos y galletas que había ordenado con anticipación. No tenía la más mínima idea que clase de vecinos eran los suyos, sus gustos o intereses y la idea de una botella de vino se le hacía demasiado común así que prefirió irse por algo arriesgado pero que esperaba no fuera un error del todo. De su residencia a la residencia más cercana que eran aproximadamente 15 o 20 minutos, dependiendo de las condiciones o la velocidad. No había avisado a nadie pues deseaba que fuera sorpresa su visita pero poco antes de llegar comenzó a pensar que había sido una terrible idea no hacerlo ¿Qué tal que no había nadie? Se tendría que regresar con el regalo con el peligro de tal vez acabárselo en el camino.

Su carruaje se detuvo, la ayudaron a bajar con cuidado por el vestido que portaba. Se acercó al lugar algo indecisa, pronto la recibieron con algo de confusión. —Solo venía a presentarme, acabo de mudarme—señaló hacía dónde vivía con una mano. —También traje un pequeño presente que espero disfruten... ¿Hay alguien en casa? Me gustaría entregar esto personalmente—su voz fue perdiendo fuerza mientras la persona que le abría le instaba también a pasar para que saludara a la chica que vivía allí. No quería robarles demasiado tiempo así que no planeaba quedarse demasiado pero se vio de pronto caminando hacía el jardín en dónde pudo escuchar música que conforme avanzaba inundaba sus oídos.

La mujer que la guió le dio algunos datos cosa que Antje agradeció pero en vez de animarse a interrumpir se quedó esperando a que la chica terminara de tocar la pieza, una vez esta lo hizo aplaudió tranquilamente. —Eso fue verdaderamente hermoso, espero no le moleste que esté aquí, en verdad me gustó. —poco a poco se fue acercando a la contraría hasta quedar a su lado. —Vine a entregar esto, no sabía que podría gustarles así que me aventuré—tendió el regalo esperando la muchacha lo tomara. —Mi nombre es Antje Schleswig, vengo desde Dinamarca—a veces por cuestiones practicas cortaba su apellido. —[color=#a7d4db]Es un placer, seré su vecina de ahora en adelante[color=#a7d4db]—

por **Fleur de Lune** Dom Dic 25, 2016 10:49 am

Fleur tocaba absorta su instrumento moviendo sus blancos dedos con habilidad, tantos años de instrucción habían dado sus frutos, era un buen músico, y los dulces acordes siempre le traían paz. Un poco más lejos de donde se encontraba se oía movimiento, escuchaba un carruaje cerca y los pasos apresurados de la señorita Ada -¿Es que habrá venido alguien? no creo que sea padre, no le espero hasta dentro de unos meses- pensó la joven mientras hacía cantar su instrumento; pasaron tan solo unos segundos cuando su ama de llaves apareció en el jardín con una hermosa muchacha que escuchaba con emoción la pieza que interpretaba; Fleur sonrió ante la idea de tener un invitado en casa. Al terminar de tocar la pieza la chica aplaudió y se le acercó haciendo entrega de unos obsequios, Fleur los recibió con una gran sonrisa, tomó a la chica de las manos mientras le respondía el saludo.

-Mucho gusto señorita Antje- dijo sonriendo y con un tono que no ocultaba felicidad -Mi nombre es Fleur y no sabe cuanto me alegra que seamos vecinas; en esta zona como se habrá dado cuenta hay pocas mansiones, y las chicas de nuestra edad que vivían acá ya se han ido debido a sus matrimonios, espero de todo corazón que nos llevemos muy bien y que su estancia en la ciudad sea placentera.

-Señorita Ada, atienda a nuestra invitada como es debido y traiga una merienda por favor- le dijo a su ama de llaves. -No se preocupe joven dama, la cocinera ya se está ocupando de ello, mientras tanto pueden pasar a la sala de estar- la mujer les hizo un gesto indicando el camino al interior de la mansión mientras Fleur tomaba del brazo a su nueva vecina; a veces, Fleur podía parecer imprudente por esa tendencia a a tocar a las personas, dejándose llevar por la emoción del momento, no lo hacía con mala intención, era una mujer muy llevada a sus sentimientos y actuaba a la par con ellos.

-Y cuénteme señorita Antje ¿qué le hizo elegir Paris como su nueva locación? también me gustaría que me contara del lugar de donde viene...perdón, me emociona tener invitados en casa, se está muy en solitario aquí- dijo tranquilamente mientras tomaban sus lugares en la sala de estar mientras esperaban los bocadillos.

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