Like a stone - Priv.

por **Zaya** Lun Dic 26, 2016 3:47 pm

Corriendo, la maleza a mis pies se veía afectada por mis botas pesadas y mi incansable necesidad de correr ¿Por qué creí que sería una buena idea? Lo había leído por ahí pero jamás me había tocado ver tal despliegue de ira incontrolada. La noche estaba helada para ser otoño, unos grados más y bien podría comenzar a nevar, lo cual sería malo para mi y mi cabello castaño, asi que correr era mi mejor opción; pare mi andar sopesando mis posibilidades, sabía que estaba cerca y que un movimiento mal hecho y terminaría entre sus dientes, pero debía analizar las cosas… ya había actuado por impulso una vez y ahora corria por mi vida gracias a ello, debía analizar.

“Ok ok ok ok…a la derecha, 20 grados…”

Intentaba recordar mi mapa improvisado, pero todo había explotado tan deprisa que no solo había olvidado donde estaba acampando, sino mi forma de salir del bosque. Escuché un sonido que me recordaba al crujir de los huesos ¿o solo eran ramas? Tal vez solo eran ramas, asi que me puse en marcha de nuevo, sacando mi pequeño cuaderno de notas –el cual ya estaba manchado con barro y sangre- buscando algo que me diera algo de tiempo para el amanecer. En cierto punto, mi bota resbalo con el suelo húmedo haciéndome caer a un costado, perdiendo mi cuaderno y golpeando mi brazo contra un viejo tronco –bueno, pues claro que debía suceder… vamos Zaya, avísale a todo el bosque que estas aquí…ug- levantarse después de ello me pareció lo más ruidoso que había hecho en mi existencia y eso era malo, significaba que el bosque estaba muy callado y que, por ende, él estaba cerca.

Jadeante y alerta, repasé cada rincón que mis humanos ojos pudieron observar, viendo solo el azul resplandor de la luna sobre los árboles y mi aliento en vapor; el calor caía en un fino sudor sobre mi frente y mi cabello agarrado en una cola alta comenzaba a desprenderse de su improvisado agarre, no la mejor imagen de mi he de admitir. Un crujir mando mi mano hacia el frente conjurando a los vientos invernales y lanzando una fuerte ráfaga en esa dirección hacia lo que sea que se acercaba a mi, si este sujeto iba a intentar devorarme no caería sin una pelea y merlín sabe que puedo darla.