AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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A Stone in His Shoe (Privado)
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A Stone in His Shoe (Privado)
Últimamente había estado trabajando en las afueras de la carpa del Circo, tras un pequeño desencuentro y múltiples quejas de la mala imagen que causaban los estafadores a la comunidad gitana ya no podía atender clientes dentro de la caravana, principalmente porque le habían echado de ahí, ni en cualquier instalación que le conectara con los gitanos, aunque fuera inaudito considerando que de sólo ver su atuendo y actitud se le podía identificar como miembro de dicha comunidad. Pero sin darle mucha importancia a las amenazas recibidas decidió sólo cambiar un poco de ambiente, quizás ese no fuera el lugar ideal con todos esos niños y payasos amigables pero había resultado el más rentable por mucho.
Estaba asegurándole a la última mujer del día que en su futuro se veían un esposo y algunos niños para que finalmente se fuera, recientemente había descubierto que si le decías a la gente lo que deseaban escuchar con solo un poco de misticismo y suspenso las propinas eran mucho más complacientes, quizás le quitara un poco del respeto que se había ganado con sus lecturas bien acertadas, la necesidad de más francos en su bolsillo era prioritario.
Tras finalmente recoger sus cosas se acercó un poco más a la carpa del circo observando como el público se iba tras la última función, sin percatarse su vista se centró en un joven de rasgos asiáticos que no tardó en reconocer y se encontró en el dilema de si reír por lo inaudito de su suerte o maldecir tan extraña coincidencia. Le vio alejarse de la multitud y sin dudarlo decidió seguirlo, demasiado perdida en su curiosidad como para hacer uso del sentido común.
Tras los vestidores y las jaulas de los animales, él seguía su camino, sin embargo la curiosidad de Ker continuaba intacta, sin importarle lo indiscreto del ruido de sus accesorios al caminar o lo mucho que se estaban alejando de la multitud de asistentes.
Caminando por el laberinto que las instalaciones del circo habían creado Ker no se detuvo hasta que finalmente Hyun Seung también se detuvo, es pero en su lugar a unos cinco metros de él tras algunos implementos olvidados por alguno de los domadores de animales, expectante ante lo que él estuviera haciendo ahí, quizás se encontraría con alguien
Estaba asegurándole a la última mujer del día que en su futuro se veían un esposo y algunos niños para que finalmente se fuera, recientemente había descubierto que si le decías a la gente lo que deseaban escuchar con solo un poco de misticismo y suspenso las propinas eran mucho más complacientes, quizás le quitara un poco del respeto que se había ganado con sus lecturas bien acertadas, la necesidad de más francos en su bolsillo era prioritario.
Tras finalmente recoger sus cosas se acercó un poco más a la carpa del circo observando como el público se iba tras la última función, sin percatarse su vista se centró en un joven de rasgos asiáticos que no tardó en reconocer y se encontró en el dilema de si reír por lo inaudito de su suerte o maldecir tan extraña coincidencia. Le vio alejarse de la multitud y sin dudarlo decidió seguirlo, demasiado perdida en su curiosidad como para hacer uso del sentido común.
Tras los vestidores y las jaulas de los animales, él seguía su camino, sin embargo la curiosidad de Ker continuaba intacta, sin importarle lo indiscreto del ruido de sus accesorios al caminar o lo mucho que se estaban alejando de la multitud de asistentes.
Caminando por el laberinto que las instalaciones del circo habían creado Ker no se detuvo hasta que finalmente Hyun Seung también se detuvo, es pero en su lugar a unos cinco metros de él tras algunos implementos olvidados por alguno de los domadores de animales, expectante ante lo que él estuviera haciendo ahí, quizás se encontraría con alguien
Ker Ahkbar- Gitano
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 21/06/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Adaptarse a las circunstancias jamás fue asunto de preocupación, cuando se vive a merced de deseos de terceros poco importan las cruzadas personales…, ¿no es acaso como debería correr su mente, a donde deben dirigirse sus pensamientos? Cuando la agonía de Hyun decidió aceptar por voluntad propia acuerdos con los muertos estuvo consciente de la eterna vida llena de desgracia que le aguardaba mas ¿no era la desgracia un huésped de costumbre con él? Sin embargo, nunca pudo estar preparado para enfrentarla a ella, no de nuevo. No a sabiendas que no restaba recuerdo alguno en los ojos de ella, constantemente se repetía que era aquello lo mejor, suficiente daño le había causado en sus vidas pasadas, algunas noches no necesitaban ser revividas mas allí estaba cazandola a través de los años, infligiendo aún más dolor…, un peón bastardo del maldito universo que encontraba deleite en su desdicha.
¿Será posible que el demonio se encuentre rindiendo cuentas a su conciencia muerta? Era aquel claramente porque no podía él doblegarse ante tal estúpido sentimiento como el amor, el porqué le insistía a su hermano que tampoco debía subyugarse ante tal debilidad de los hombres y las bestias. A sus ojos, la gitana representaba el mismo tormento para Teayang, por consecuente era su deber impedir tal atrocidad, llevaba consigo la responsabilidad que apartar cualquier tormento de su hermano menor meta que se veía sustentada tanto por compromiso como por afecto. La lealtad de Huyn ha sabido a quien rendirle sus servicios, pretende hacerlo hacia los muertos mas sabe que a la hora de la verdad siempre ha de elegir su sangre, su otra mitad…, aunque signifique aniquilar la fuente de sus preocupaciones con sus propias manos. La pequeña gitana estaba destinada a morir de todas formas; habría de ser por el halo de calamidad que siempre ha arrastrado con él, la llaga en su inexistente corazón que se reabre una vez más…en definitivo era el alma prestada que Taeyang le había cedido que no concebía la idea de permanecer sereno, de brazos cruzados mientras su único a lazo a lo que fue o pudo haber sido se mantenía de pie frente al dolor.
Sin detenerse en casa sigue directo hacia el circo, los vivos siempre han sido insufriblemente predecibles. Tras tantos años de caza Hyun ha aprendido una que otras cosas, paciencia no es una de ellas. Atraer a sus víctimas, posiblemente.
Tan pronto acaba la función decide iniciar su propio entretenimiento. Leer las intenciones de su hermano requería un esfuerzo significante, persuadirlo aún mayor, pero, calar en la mente de su pequeña amiga no debería ser tan difícil. Permitió que lo siguiera a través de los artilugios del lugar, alejándose cada vez más de la multitud, una vez sintió que solo quedaba la presencia de ambos, lo bastante alejados del circo y su público mas no lo suficiente como para adentrarse en el bosque detuvo sus pasos y gentil mente, cruzado de brazos, recostó todo el peso de su cuerpo contra un viejo árbol que trazaba el límite entre la maleza que ocultaba a las bestias y el claro de luna que iluminaba a quienes se acercaban al circo en busca de entretenimiento.
Aguardó paciente a ojos cerrados, escuchando el tintineo de las prendas de la gitana que anunciaban su llegada.
—Si vas a seguirme deberías procurar, al menos, esconder tus pasos. Hasta un simple mortal podría escucharte a kilómetros de distancia —dijo, sin abrir los ojos, una vez la gitana llegó a su encuentro.
¿Será posible que el demonio se encuentre rindiendo cuentas a su conciencia muerta? Era aquel claramente porque no podía él doblegarse ante tal estúpido sentimiento como el amor, el porqué le insistía a su hermano que tampoco debía subyugarse ante tal debilidad de los hombres y las bestias. A sus ojos, la gitana representaba el mismo tormento para Teayang, por consecuente era su deber impedir tal atrocidad, llevaba consigo la responsabilidad que apartar cualquier tormento de su hermano menor meta que se veía sustentada tanto por compromiso como por afecto. La lealtad de Huyn ha sabido a quien rendirle sus servicios, pretende hacerlo hacia los muertos mas sabe que a la hora de la verdad siempre ha de elegir su sangre, su otra mitad…, aunque signifique aniquilar la fuente de sus preocupaciones con sus propias manos. La pequeña gitana estaba destinada a morir de todas formas; habría de ser por el halo de calamidad que siempre ha arrastrado con él, la llaga en su inexistente corazón que se reabre una vez más…en definitivo era el alma prestada que Taeyang le había cedido que no concebía la idea de permanecer sereno, de brazos cruzados mientras su único a lazo a lo que fue o pudo haber sido se mantenía de pie frente al dolor.
Sin detenerse en casa sigue directo hacia el circo, los vivos siempre han sido insufriblemente predecibles. Tras tantos años de caza Hyun ha aprendido una que otras cosas, paciencia no es una de ellas. Atraer a sus víctimas, posiblemente.
Tan pronto acaba la función decide iniciar su propio entretenimiento. Leer las intenciones de su hermano requería un esfuerzo significante, persuadirlo aún mayor, pero, calar en la mente de su pequeña amiga no debería ser tan difícil. Permitió que lo siguiera a través de los artilugios del lugar, alejándose cada vez más de la multitud, una vez sintió que solo quedaba la presencia de ambos, lo bastante alejados del circo y su público mas no lo suficiente como para adentrarse en el bosque detuvo sus pasos y gentil mente, cruzado de brazos, recostó todo el peso de su cuerpo contra un viejo árbol que trazaba el límite entre la maleza que ocultaba a las bestias y el claro de luna que iluminaba a quienes se acercaban al circo en busca de entretenimiento.
Aguardó paciente a ojos cerrados, escuchando el tintineo de las prendas de la gitana que anunciaban su llegada.
—Si vas a seguirme deberías procurar, al menos, esconder tus pasos. Hasta un simple mortal podría escucharte a kilómetros de distancia —dijo, sin abrir los ojos, una vez la gitana llegó a su encuentro.
Hyun Seung- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 34
Fecha de inscripción : 22/09/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Salió de su escondite sonriendo con sorna, debió haber esperado algo así proveniente de él, casi como una emboscada la había llevado justo a donde él quería y ella se lo había permitido, más curiosa que asustada, puesto que jamás sintió miedo ni terror ante la presencia de Hyun Seung; era más como una profunda expectación ante lo que el otro diría o haría, porque ante cada frase se escondía un propósito, él no se acercaría por el único motivo de atormentarle. Tras tomar la decisión mantener el amuleto consigo día y noche no había anticipado su presencia en el circo y se encontraba ciega ante lo que pudiera ocurrir en el transcurso de su visita, lo cual le intranquilizaba más de lo que ella estaría dispuesta a admitir. Se acercó manteniendo un porte indiferente ante la fiereza en la mirada del otro.
—Lo siento, supongo que mi entusiasmo evito que encubriera mi presencia, debes comprender que rara vez tengo el placer de coincidir con mi querido cuñado—Dijo con fingida inocencia pronunciando con especial sorna las últimas dos palabras.
Ker sabía que estaba jugando con el diablo mismo, pero era inútil creer que eso le haría retroceder, conocía bien las diferencias entre los hermanos Seung, y que lejos de entretener a Hyun con sus respuestas audaces, como lo hacía con Taeyang, sólo lo estaba provocándolo, tentándolo a perder el poco autocontrol que el vampiro poseía, jugaba un juego muy peligroso y muy en el fondo le encantaba. Pero por más que disfrutara retar al vampiro su presencia le inquietaba por motivos diferentes, al parecer los hechos en sus sueños sucedían mucho más rápido de lo que esperaba, el tiempo parecía estarle jugando una mala pasada, el encuentro con Taeyang fue el preludio de todo, como si fuera el detonante para un futuro que aún no estaba dispuesta a afrontar, apenas unos días después se encontró con Kyros, otra pieza en el desastre que les rodeaba, la siguiente semana vio a la joven hechicera llegar a la caravana en la que solía vivir, y no necesito un segundo vistazo para confirmar que era otro rostro recurrente en sus sueños. Luego, los hombres lobos que ya había conocido, los veía a través de las calles, entre las personas, pero sin dejar de resaltar entre ellas. Todos estaban muy cerca, como si un imán los atrajera al ojo de la tormenta.
—Sé muy bien que esto no es una coincidencia ni una casualidad, no creo que seas el tipo de persona que disfrute de los actos de payasos y la esclavización de los animales— Dijo mucho más seria ahora —Dime, ¿A qué has venido?
Ahora estaba más determinada a seguir el plan que había trazado en su mente, como si del guion de una obra se tratara, debía asegurarse de que los sucesos se dieran como debían, no le gustaban las sorpresas, desde que descubrió su don todo lo que vivía había sido previsto, pero este encuentro con Hyun no estaba en sus planes y debía ser cuidadosa, no sabía que efectos podría tener en el futuro que tenía planeado. No dejaría que él se entrometiera cuando no debía, había un tiempo y un momento para su participación, sólo debía ser una pieza en el rompecabezas que había armado.
—Lo siento, supongo que mi entusiasmo evito que encubriera mi presencia, debes comprender que rara vez tengo el placer de coincidir con mi querido cuñado—Dijo con fingida inocencia pronunciando con especial sorna las últimas dos palabras.
Ker sabía que estaba jugando con el diablo mismo, pero era inútil creer que eso le haría retroceder, conocía bien las diferencias entre los hermanos Seung, y que lejos de entretener a Hyun con sus respuestas audaces, como lo hacía con Taeyang, sólo lo estaba provocándolo, tentándolo a perder el poco autocontrol que el vampiro poseía, jugaba un juego muy peligroso y muy en el fondo le encantaba. Pero por más que disfrutara retar al vampiro su presencia le inquietaba por motivos diferentes, al parecer los hechos en sus sueños sucedían mucho más rápido de lo que esperaba, el tiempo parecía estarle jugando una mala pasada, el encuentro con Taeyang fue el preludio de todo, como si fuera el detonante para un futuro que aún no estaba dispuesta a afrontar, apenas unos días después se encontró con Kyros, otra pieza en el desastre que les rodeaba, la siguiente semana vio a la joven hechicera llegar a la caravana en la que solía vivir, y no necesito un segundo vistazo para confirmar que era otro rostro recurrente en sus sueños. Luego, los hombres lobos que ya había conocido, los veía a través de las calles, entre las personas, pero sin dejar de resaltar entre ellas. Todos estaban muy cerca, como si un imán los atrajera al ojo de la tormenta.
—Sé muy bien que esto no es una coincidencia ni una casualidad, no creo que seas el tipo de persona que disfrute de los actos de payasos y la esclavización de los animales— Dijo mucho más seria ahora —Dime, ¿A qué has venido?
Ahora estaba más determinada a seguir el plan que había trazado en su mente, como si del guion de una obra se tratara, debía asegurarse de que los sucesos se dieran como debían, no le gustaban las sorpresas, desde que descubrió su don todo lo que vivía había sido previsto, pero este encuentro con Hyun no estaba en sus planes y debía ser cuidadosa, no sabía que efectos podría tener en el futuro que tenía planeado. No dejaría que él se entrometiera cuando no debía, había un tiempo y un momento para su participación, sólo debía ser una pieza en el rompecabezas que había armado.
Ker Ahkbar- Gitano
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 21/06/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
"Let's play a little game called Truth..."
Sonrió mezquinamente ante la respuesta de su interlocutora.
—Con que por eso le gustas —bufó, mostrándose más complacido de lo que debería. Acortó deliberadamente el espacio que le distanciaba de la gitana.
En cuanto supo sobre los sentimientos de Taeyang hacia la muchacha lo concedió a la posición en que se encontraba la misma, de todos ella era la única consciente del peligro que les acechaba y su hermano siempre ha sido atraído por lo peculiar, intuyó que era el misterio lo que le había captado su atención, ahora lo comprendía.
—Cuñado —dijo con desbordante cinismo en sus labios. Observó a la joven en toda su extensión y sin pedir permiso o la intensión de hacerlo, tal como ha hecho siempre, atrapó el rostro de Ker en una de sus manos, cubriendo con la palma la refinada cara de la dama en cuestión—. Claro que has de gustarle. Mi querido hermanito siempre supo ver algo en ustedes…, incluso en nuestros sirvientes. Así es él —llevó un mechón de cabello que pendía fuera de lugar de regreso detrás de la oreja de su acompañante en un acto que se tornó más perturbador que tierno.
Impone distancia apenas lo suficiente y brinda su mejor impresión de un rostro a merced de la confusión. El alma que habitaba en él, perteneciente a Taeyang, podría manifestar breves atisbos de empatía mas el demonio disfrutaba los juegos, predominaba por sobre el hombre desalmando cualquier intensión fugaz de ir en dirección contraria a las visiones de sangre y dolor que permanecían bajo sus parpados.
—¿Qué no puede un buen hermano interesarse en aquello que mantiene el cejo fruncido de su pequeño hermanito? —respondió la pregunta con otra, levantando los hombros como quien solo carga buenas acciones. Sin embargo, sabía que frente a Ker las cartas estaban claras sobre la mesa, las tretas tan solo dilataban lo inevitable, pronto la media sonrisa maliciosa reemplazó la expresión inocente y, recargándose gentilmente en el árbol donde había esperado, a su ez fue sucedida tal sonrisa con una mirada severa cargada de odio y los haullidos de centenares de almas perdidas.
—Vine —dijo apacible—, porque debía comprobarlo con mis propios ojos, qué también había crecido nuestra pequeña gitana como para frenar a uno de los hijos favoritos del diablo —pausó, clavó los ojos sbre el amuleto que se mezclaba con las diversas prendas sobre el cuerpo de Ker—. Diría que me sorprendes, aunque estoy un poco decepcionado, aun así… —en un abrir y cerrar de ojos se acercó una vez más, acarició el contorno del rostro de la muchacha—…, me intriga saber cómo llegaste hasta él, resultaste más ordinaria de lo que esperé. Siempre lo fuiste.
Las palabras se desvanecieron en falsa incertidumbre.
Hyun no buscaba asustarla, estaba al tanto que simple trucos no eran suficientes para erizar su piel. No, era necesario más, cruzar la línea que yace entre ellos y los llamados condenados, más importante la línea impuesta por su hermano; planeaba cruzarlas ambas si es lo que ameritaba para hacerle ver las verdaderas intenciones de Ker, quien juraba permanecía cerca de Taeyang en busca de su propia e inmunda supervivencia.
—¿Acaso fue algún sucio truco? —inquirió, en esta ocasión esperando respuesta, de la mano de una terrorífica expresión iluminada apenas con el fuego rojo sangre en su mirada.
Las historias sobre Hyun abundaban en los rincones del mundo, con el correr del tiempo han sido muchos los nombres que ha recibido: la bestia, el demonio, lucifer…, Ker estaba a punto de conocerlos a todos. Es lo que sucede cuando alborotas a los hermanos Seung. Y a Hyun, lo han llamado con insistencia.
—Con que por eso le gustas —bufó, mostrándose más complacido de lo que debería. Acortó deliberadamente el espacio que le distanciaba de la gitana.
En cuanto supo sobre los sentimientos de Taeyang hacia la muchacha lo concedió a la posición en que se encontraba la misma, de todos ella era la única consciente del peligro que les acechaba y su hermano siempre ha sido atraído por lo peculiar, intuyó que era el misterio lo que le había captado su atención, ahora lo comprendía.
—Cuñado —dijo con desbordante cinismo en sus labios. Observó a la joven en toda su extensión y sin pedir permiso o la intensión de hacerlo, tal como ha hecho siempre, atrapó el rostro de Ker en una de sus manos, cubriendo con la palma la refinada cara de la dama en cuestión—. Claro que has de gustarle. Mi querido hermanito siempre supo ver algo en ustedes…, incluso en nuestros sirvientes. Así es él —llevó un mechón de cabello que pendía fuera de lugar de regreso detrás de la oreja de su acompañante en un acto que se tornó más perturbador que tierno.
Impone distancia apenas lo suficiente y brinda su mejor impresión de un rostro a merced de la confusión. El alma que habitaba en él, perteneciente a Taeyang, podría manifestar breves atisbos de empatía mas el demonio disfrutaba los juegos, predominaba por sobre el hombre desalmando cualquier intensión fugaz de ir en dirección contraria a las visiones de sangre y dolor que permanecían bajo sus parpados.
—¿Qué no puede un buen hermano interesarse en aquello que mantiene el cejo fruncido de su pequeño hermanito? —respondió la pregunta con otra, levantando los hombros como quien solo carga buenas acciones. Sin embargo, sabía que frente a Ker las cartas estaban claras sobre la mesa, las tretas tan solo dilataban lo inevitable, pronto la media sonrisa maliciosa reemplazó la expresión inocente y, recargándose gentilmente en el árbol donde había esperado, a su ez fue sucedida tal sonrisa con una mirada severa cargada de odio y los haullidos de centenares de almas perdidas.
—Vine —dijo apacible—, porque debía comprobarlo con mis propios ojos, qué también había crecido nuestra pequeña gitana como para frenar a uno de los hijos favoritos del diablo —pausó, clavó los ojos sbre el amuleto que se mezclaba con las diversas prendas sobre el cuerpo de Ker—. Diría que me sorprendes, aunque estoy un poco decepcionado, aun así… —en un abrir y cerrar de ojos se acercó una vez más, acarició el contorno del rostro de la muchacha—…, me intriga saber cómo llegaste hasta él, resultaste más ordinaria de lo que esperé. Siempre lo fuiste.
Las palabras se desvanecieron en falsa incertidumbre.
Hyun no buscaba asustarla, estaba al tanto que simple trucos no eran suficientes para erizar su piel. No, era necesario más, cruzar la línea que yace entre ellos y los llamados condenados, más importante la línea impuesta por su hermano; planeaba cruzarlas ambas si es lo que ameritaba para hacerle ver las verdaderas intenciones de Ker, quien juraba permanecía cerca de Taeyang en busca de su propia e inmunda supervivencia.
—¿Acaso fue algún sucio truco? —inquirió, en esta ocasión esperando respuesta, de la mano de una terrorífica expresión iluminada apenas con el fuego rojo sangre en su mirada.
Las historias sobre Hyun abundaban en los rincones del mundo, con el correr del tiempo han sido muchos los nombres que ha recibido: la bestia, el demonio, lucifer…, Ker estaba a punto de conocerlos a todos. Es lo que sucede cuando alborotas a los hermanos Seung. Y a Hyun, lo han llamado con insistencia.
Hyun Seung- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 34
Fecha de inscripción : 22/09/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
El toque de Hyun no le inspiró temor, al contrario le produjo un pequeño sentimiento de diversión, él necesitaría mucho más para desestabilizarla. Ker le temía a muy pocas cosas, la soledad, la locura, y el sentimiento de pérdida tras la ruptura de una relación; si él deseaba atemorizarla necesitaría más que un par de palabras rudas, porque si de discusiones verbales se trataba ella siempre se sentiría como una campeona, había recibido elogios y amenazas por su lengua viperina, su humor enfermizo y la rapidez de su mente, sin embargo, debería tener cuidado con el vampiro frente a ella, pues, era sumamente volátil y no dudaría en llevar la discusión a algo más físico donde ella claramente tendría desventaja. Pero no es necesario decir que tomar precauciones no era lo suyo y haría caso omiso a las consecuencias que sus palabras pudieran causar, sin miramientos respondería cada uno de los retos de Hyun con todo lo que tuviera.
En definitiva era una mujer celosa, ni insegura, las palabras del vampiro tienen poco impacto mientras la pequeña sombra de diversión que le causa su irritación cruza por sus ojos y le hace preguntarse qué es lo que realmente él desea tratar con ella, más que un intercambio de palabras su visita inesperada debía tener un trasfondo y averiguarlo era la prioridad, por mientras mantendría la guardia alta ante su acompañante.
— Al menos tu hermano sabe algo de variedad ¿Me podrías recordar cuanto tiempo llevas tras la misma vampiresa? —Dijo en un tono falsamente pensativo. — A estas alturas cualquiera pensaría que ya habrías aceptado su rechazo.
Se mantuvo firme en su lugar todo el tiempo que mantuvieron el contacto, jamás retrocedería ante él, no le daría el gusto ni la oportunidad de que se regodeara por esa pequeña victoria. Ker conocía muchos detalles de la vida, si se le puede llamar de esa forma, de Hyun algunas cosas las vio a través de cartas o sueños, otras venían de los comentarios esporádicos que su hermano hacia sobre él, lo suficiente para conocer ese pequeño punto débil que aún en su alma prestada conservaba. Pero cuando notó sus ojos clavarse en el amuleto gran parte de su valentía se esfumo, pero él no podría saberlo, lo que esa pequeña cadena podría causar debía estar fuera de sus conocimientos, pero aun así la incertidumbre le cayó como un golpe, quizás ella no era la única en conocer el punto débil de su contrincante.
—Pues, si lo que quieres saber es porqué Taeyang se fijó en mí quizás deberías preguntárselo a él, sería un mejor proceder que venir aquí a incordiarme la noche —Dijo petulantemente. —Pero debo decir que resulta sumamente tierno que te preocupes por tu hermano, pero tranquilo que está en buenas manos — Su tono entre sardónico y retador era capaz de exasperar a cualquiera y eso ella lo sabía muy bien.
No se sorprendió de saber que Hyun estaba intrigado por su relación con Taeyang, pero realmente ella no tenía muchas respuestas que dar al respecto, es difícil determinar el momento donde sus encuentros esporádicos se hacían más frecuentes y las charlas tomaron profundidad dando paso a los sentimientos que ahora comparten. Cuando comenzó o con qué propósito se dio aquella pseudorelación que poseían era inexplicable, si bien al principio había intentado convencerse a sí misma de que sus reuniones no eran más que el resultado de los mutuos intereses que compartían, él tras el conocimiento sobre el futuro que ella poseía y ella buscando un poco más de tiempo de vida, sin embargo, a medida que pasaba el tiempo los sentimientos se volvían abrumadores y le fue imposible negar lo que empezaba a sentir, ese anhelo que sentía cada que se separaba de Taeyang no podría ser más que atisbos de ese amor que se formaba entre ellos, una lástima que semejantes sentimientos se vieran oscurecidos por las circunstancias en las que se encontraban.
Se acercó aún más para susurrarle al oído: —Conozco muchos trucos, es cierto, pude usar uno o dos con él, también lo es. — Sonrió ladinamente —Pero eso no será lo que lo lleve a dudar cuando deba elegir entre tú y yo, no le subestimes Hyun recuerda que tu excusa de vida depende de él.
Si bien ella jamás interferiría entre el vínculo de los hermanos Seung porque destruir a uno era hacer lo mismo con el otro, Hyun no necesitaba saberlo, era mejor que él siguiera considerándola una enemiga por sobre una aliada, aunque ella realmente nunca interferiría en sus planes sobre los otros condenados, ella siempre se inclinaría ante el lado donde se encontrara Taeyang, sin importar cuan inocentes y benévolos los otros resultaran ser.
En definitiva era una mujer celosa, ni insegura, las palabras del vampiro tienen poco impacto mientras la pequeña sombra de diversión que le causa su irritación cruza por sus ojos y le hace preguntarse qué es lo que realmente él desea tratar con ella, más que un intercambio de palabras su visita inesperada debía tener un trasfondo y averiguarlo era la prioridad, por mientras mantendría la guardia alta ante su acompañante.
— Al menos tu hermano sabe algo de variedad ¿Me podrías recordar cuanto tiempo llevas tras la misma vampiresa? —Dijo en un tono falsamente pensativo. — A estas alturas cualquiera pensaría que ya habrías aceptado su rechazo.
Se mantuvo firme en su lugar todo el tiempo que mantuvieron el contacto, jamás retrocedería ante él, no le daría el gusto ni la oportunidad de que se regodeara por esa pequeña victoria. Ker conocía muchos detalles de la vida, si se le puede llamar de esa forma, de Hyun algunas cosas las vio a través de cartas o sueños, otras venían de los comentarios esporádicos que su hermano hacia sobre él, lo suficiente para conocer ese pequeño punto débil que aún en su alma prestada conservaba. Pero cuando notó sus ojos clavarse en el amuleto gran parte de su valentía se esfumo, pero él no podría saberlo, lo que esa pequeña cadena podría causar debía estar fuera de sus conocimientos, pero aun así la incertidumbre le cayó como un golpe, quizás ella no era la única en conocer el punto débil de su contrincante.
—Pues, si lo que quieres saber es porqué Taeyang se fijó en mí quizás deberías preguntárselo a él, sería un mejor proceder que venir aquí a incordiarme la noche —Dijo petulantemente. —Pero debo decir que resulta sumamente tierno que te preocupes por tu hermano, pero tranquilo que está en buenas manos — Su tono entre sardónico y retador era capaz de exasperar a cualquiera y eso ella lo sabía muy bien.
No se sorprendió de saber que Hyun estaba intrigado por su relación con Taeyang, pero realmente ella no tenía muchas respuestas que dar al respecto, es difícil determinar el momento donde sus encuentros esporádicos se hacían más frecuentes y las charlas tomaron profundidad dando paso a los sentimientos que ahora comparten. Cuando comenzó o con qué propósito se dio aquella pseudorelación que poseían era inexplicable, si bien al principio había intentado convencerse a sí misma de que sus reuniones no eran más que el resultado de los mutuos intereses que compartían, él tras el conocimiento sobre el futuro que ella poseía y ella buscando un poco más de tiempo de vida, sin embargo, a medida que pasaba el tiempo los sentimientos se volvían abrumadores y le fue imposible negar lo que empezaba a sentir, ese anhelo que sentía cada que se separaba de Taeyang no podría ser más que atisbos de ese amor que se formaba entre ellos, una lástima que semejantes sentimientos se vieran oscurecidos por las circunstancias en las que se encontraban.
Se acercó aún más para susurrarle al oído: —Conozco muchos trucos, es cierto, pude usar uno o dos con él, también lo es. — Sonrió ladinamente —Pero eso no será lo que lo lleve a dudar cuando deba elegir entre tú y yo, no le subestimes Hyun recuerda que tu excusa de vida depende de él.
Si bien ella jamás interferiría entre el vínculo de los hermanos Seung porque destruir a uno era hacer lo mismo con el otro, Hyun no necesitaba saberlo, era mejor que él siguiera considerándola una enemiga por sobre una aliada, aunque ella realmente nunca interferiría en sus planes sobre los otros condenados, ella siempre se inclinaría ante el lado donde se encontrara Taeyang, sin importar cuan inocentes y benévolos los otros resultaran ser.
Ker Ahkbar- Gitano
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 21/06/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Cansado de las palabras venenosas de la muchacha llevó el dedo índice y corazón a la sien y tan pronto el acto se dio un grito agudo se abrió paso en la garganta de Ker. Dejar marcas en la piel de la joven sería un inconveniente con Taeyang, dado que no tenía interés en despertar la bestia que yacía en su hermano menor se limitó ante el dolor infligido. Solo lo suficiente para callarla durante algunos segundos.
—Tenemos un problema, pequeña, tal parece me cansas con rapidez —entró las manos en sus bolsillos en un vano intento de no atrapar el frágil cuello de la gitana en ellas—. Veraz, puedo ser tan condescendiente como Tae si me lo propongo —dijo sin cesar el dolor que causaba en las articulaciones de la muchacha—, digamos que es la excusa que me mantiene con vida; deberías agradecerle —dice de cuclillas, a la altura de su interlocutora que ahora yace de rodillas en el polvo. Al instante se reincorpora. Es cierto, ha golpeado un nervio sensible, más de lo que ella pudiese pensar, sin embargo, poco sabía de creer que invocar su ira era lo más avezado.
Da un paso atrás hastiado. No podía matarla, aún.
—¿Ves lo que provocas, Ahkbar? —bufa frustrado—. Podrías vivir en paz hasta que llegue tu hora, pero no —lucha por no perder el control, denotando la principal diferencia entre él y su hermano. Hyun era más dado a sucumbir ante la violencia, contenerse por no desmembrarla requería de la paciencia que no tenía. Suspira aburrido en un parpadear, como si de alguna forma fuese más difícil para él que para quien recibe el castigo. Libera la mente de la muchacha concediéndole pocos minutos para recuperar la respiración y volver a sus pies. Sus asuntos con ella eran otros.
Cuatro noches atrás Taeyang llegó a la residencia presa de la frustración, agraviado como nunca; desesperado. No fue hasta la noche anterior que contó sus intenciones, la solución que predicaba por los pasillos y aunque haría lo que fuese sin objeción por ayudarlo, necesitaba saber en quien se había convertido la condenada como para eximirla de su destino.
—He sabido que tienen ustedes una… ¿situación? —se detuvo en seco ante la tos de la gitana que rasgaba por un poco de aire—. ¡Oh, vamos! No te he lastimado tanto. Eres más fuerte que eso, Ker —pronuncia su nombre con familiaridad. La observó por encima del hombro y cayó lo suficiente para que la gitana recuperase el aliento. Tenían estrictas ordenes de no interactuar con ellos —los condenados—, no solo por encargo de los demonios que les cazaban sino como ley propia de ellos, lo aprendió la noche que orquestó la muerte de Enaylen, lo recordó varias noches atrás cuando volvió a verla pero ahora no era él quien se veía involucrado, era Taeyang de quien se trataba, Tae que siempre procuró guardar distancia y advertirle las consecuencias de seguir sus inestables sentimientos hacia la vampira, hoy le pedía ayudarlo a exentar a Ker del destino que aguardaba por los demás…. “Si muere podemos ocultar…” rememoró le decía la noche en que regresó luego de verla, con una peculiar daga en sus manos y decidido a salirse con la suya.
¿Cuántas veces había sido su hermano menor lo bastante egoísta para reclamar algo para sí mismo? Nunca. Siendo esta la primera y quizás última vez que se daba la ocasión no podía negarle semejante petición por más descabellada que se planteara. No era capaz de negarse cuando de él se trataba; era su deber ayudarlo. Ninguno de los dos ha sido capaz de emitirlo en voz alto mas saben que él siente una enorme deuda mientras Tae sabe que de haber tenido el privilegio de elegir hubiese cedido su alma una y otra vez sin dudar.
Necesitaba asegurarse por si mismo qué perseguía la gitana, sobre todo, si estaba realmente dispuesta abandonar la mortalidad y seguirlos, a Taeyang para ser más específicos, en la retorcida vida que habían escogido.
—Hagamos algo, prometo ser civilizado por los siguientes diez minutos y tú te limitarás a los asuntos que te conciernen. Después de todo he de suponer que tenemos un tema en común que discutir —alzó las manos en señal de paz, sin evitar aquella sonrisa maquiavélica que le caracteriza—. O puedo acabar con tu inutil vida aquí y así mi querido hermano no tendrá que elegir a ninguno de los dos; tengo la eternidad para enmendarme..., tal como lo hice luego de descuartizar a nuestros padres.
—Tenemos un problema, pequeña, tal parece me cansas con rapidez —entró las manos en sus bolsillos en un vano intento de no atrapar el frágil cuello de la gitana en ellas—. Veraz, puedo ser tan condescendiente como Tae si me lo propongo —dijo sin cesar el dolor que causaba en las articulaciones de la muchacha—, digamos que es la excusa que me mantiene con vida; deberías agradecerle —dice de cuclillas, a la altura de su interlocutora que ahora yace de rodillas en el polvo. Al instante se reincorpora. Es cierto, ha golpeado un nervio sensible, más de lo que ella pudiese pensar, sin embargo, poco sabía de creer que invocar su ira era lo más avezado.
Da un paso atrás hastiado. No podía matarla, aún.
—¿Ves lo que provocas, Ahkbar? —bufa frustrado—. Podrías vivir en paz hasta que llegue tu hora, pero no —lucha por no perder el control, denotando la principal diferencia entre él y su hermano. Hyun era más dado a sucumbir ante la violencia, contenerse por no desmembrarla requería de la paciencia que no tenía. Suspira aburrido en un parpadear, como si de alguna forma fuese más difícil para él que para quien recibe el castigo. Libera la mente de la muchacha concediéndole pocos minutos para recuperar la respiración y volver a sus pies. Sus asuntos con ella eran otros.
Cuatro noches atrás Taeyang llegó a la residencia presa de la frustración, agraviado como nunca; desesperado. No fue hasta la noche anterior que contó sus intenciones, la solución que predicaba por los pasillos y aunque haría lo que fuese sin objeción por ayudarlo, necesitaba saber en quien se había convertido la condenada como para eximirla de su destino.
—He sabido que tienen ustedes una… ¿situación? —se detuvo en seco ante la tos de la gitana que rasgaba por un poco de aire—. ¡Oh, vamos! No te he lastimado tanto. Eres más fuerte que eso, Ker —pronuncia su nombre con familiaridad. La observó por encima del hombro y cayó lo suficiente para que la gitana recuperase el aliento. Tenían estrictas ordenes de no interactuar con ellos —los condenados—, no solo por encargo de los demonios que les cazaban sino como ley propia de ellos, lo aprendió la noche que orquestó la muerte de Enaylen, lo recordó varias noches atrás cuando volvió a verla pero ahora no era él quien se veía involucrado, era Taeyang de quien se trataba, Tae que siempre procuró guardar distancia y advertirle las consecuencias de seguir sus inestables sentimientos hacia la vampira, hoy le pedía ayudarlo a exentar a Ker del destino que aguardaba por los demás…. “Si muere podemos ocultar…” rememoró le decía la noche en que regresó luego de verla, con una peculiar daga en sus manos y decidido a salirse con la suya.
¿Cuántas veces había sido su hermano menor lo bastante egoísta para reclamar algo para sí mismo? Nunca. Siendo esta la primera y quizás última vez que se daba la ocasión no podía negarle semejante petición por más descabellada que se planteara. No era capaz de negarse cuando de él se trataba; era su deber ayudarlo. Ninguno de los dos ha sido capaz de emitirlo en voz alto mas saben que él siente una enorme deuda mientras Tae sabe que de haber tenido el privilegio de elegir hubiese cedido su alma una y otra vez sin dudar.
Necesitaba asegurarse por si mismo qué perseguía la gitana, sobre todo, si estaba realmente dispuesta abandonar la mortalidad y seguirlos, a Taeyang para ser más específicos, en la retorcida vida que habían escogido.
—Hagamos algo, prometo ser civilizado por los siguientes diez minutos y tú te limitarás a los asuntos que te conciernen. Después de todo he de suponer que tenemos un tema en común que discutir —alzó las manos en señal de paz, sin evitar aquella sonrisa maquiavélica que le caracteriza—. O puedo acabar con tu inutil vida aquí y así mi querido hermano no tendrá que elegir a ninguno de los dos; tengo la eternidad para enmendarme..., tal como lo hice luego de descuartizar a nuestros padres.
Hyun Seung- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/09/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Tras la breve tortura cegadora Ker ya no sentía sus extremidades, su cabeza sumida en una especie de letargo tras el dolor abrumador, e hizo falta toda su fuerza de voluntad en conjunto con el impulso del orgullo propio para levantarse e ignorar las punzadas de dolor residuales que le aquejaban con cada palabra que el otro pronunciaba. Sabía bien cuáles eran las consecuencias de entrar en terreno peligroso cuando de Hyun se trataba, pero muchas veces su forma de ser se interponía entre el pensamiento lógico, su atracción hacia las situaciones conflictivas que atentaban contra su vida misma eran demasiado fuertes y muchas veces le hacía olvidar lo frágil que era frente a ellos, una humana frente a tales demonios. Pero cada día se convencía con más fuerza de que ella podía serlo también, sólo que de una forma completamente diferente, porque cuando Taeyang le contó todo aquello que había hecho ella solo sintió fascinación, porque cuando Hyun le amenazaba ella solo quería retarlo de vuelta y ganar, como sí una pequeña parte de sí misma quisiera demostrarle que él no es ni de cerca a quién deberían todos temer, que siempre habrían demonios mucho más poderosos, mucho más crueles.
Fue necesario apoyar su peso en el árbol cerca de ella para mantener el equilibrio, pero no dejó que eso le restara control en la situación. Dejó escapar una carcajada maliciosa hacia su acompañante, porque dentro de la locura del mayor de los Seung aún existían pequeños atisbos de emociones y sentimientos, no tan claros como en Taeyang, pero sin duda estaban ahí, ella podía verlos con claridad. Y la vampiresa era una de sus debilidades, pero ella estaba segura de que había más y estaba dispuesta a encontrarlas, de una en una.
—Lo siento, fue cruel de mi parte tocar un tema que te afecta tanto— La fingida compasión salió de sus labios con una facilidad propia de una embaucadora y alzo las manos en señal de paz. —Mi culpa, lo merecía.
La sonrisa pícara se mantuvo en su rostro aun cuando sus músculos seguían tensos por el ataque sorpresivo, no le dejaría ver cuánto le afecto, aún con el amuleto seguía sintiendo como algo dentro de ella se empezaba a descontrolar, como si las visiones hubieran sido el preludio de algo mucho más grande, las noches ahora sin sueños también era sin descanso alguno, algo le atormentaba, muy dentro de ella sabía que el futuro no debía ser modificado, que Taeyang debía matarla y acabar con su creciente locura, lo que estaban construyendo en estos instantes era imposible de adivinar ahora que había renunciado a su habilidad, pero bien le habían dicho las mujeres que le cuidaron en Italia que las tarotistas debían ver, no cambiar, debían contar sólo lo que ayudara a cumplir una predicción. Las consecuencias quizás fueran mucho más grandes de lo que podrían soportar.
—Para tu creciente fama de desalmado eres muy sensible ¿No lo crees, Hyun?— Dijo con tono burlón —Tienes toda mi atención, después de todo casi somos familia, y por ende debemos tener una buena comunicación— Le hizo un guiño y una pequeña risa maniática se le escapó.
A veces parecía que cuanto más le provocaran, más ella se iba deshaciendo de su cordura, se volvía más temeraria e impulsiva. Ker no era más que una bomba de tiempo esperando el momento justo para explotar. Todos parecían verlo, menos los hermanos Seung.
Fue necesario apoyar su peso en el árbol cerca de ella para mantener el equilibrio, pero no dejó que eso le restara control en la situación. Dejó escapar una carcajada maliciosa hacia su acompañante, porque dentro de la locura del mayor de los Seung aún existían pequeños atisbos de emociones y sentimientos, no tan claros como en Taeyang, pero sin duda estaban ahí, ella podía verlos con claridad. Y la vampiresa era una de sus debilidades, pero ella estaba segura de que había más y estaba dispuesta a encontrarlas, de una en una.
—Lo siento, fue cruel de mi parte tocar un tema que te afecta tanto— La fingida compasión salió de sus labios con una facilidad propia de una embaucadora y alzo las manos en señal de paz. —Mi culpa, lo merecía.
La sonrisa pícara se mantuvo en su rostro aun cuando sus músculos seguían tensos por el ataque sorpresivo, no le dejaría ver cuánto le afecto, aún con el amuleto seguía sintiendo como algo dentro de ella se empezaba a descontrolar, como si las visiones hubieran sido el preludio de algo mucho más grande, las noches ahora sin sueños también era sin descanso alguno, algo le atormentaba, muy dentro de ella sabía que el futuro no debía ser modificado, que Taeyang debía matarla y acabar con su creciente locura, lo que estaban construyendo en estos instantes era imposible de adivinar ahora que había renunciado a su habilidad, pero bien le habían dicho las mujeres que le cuidaron en Italia que las tarotistas debían ver, no cambiar, debían contar sólo lo que ayudara a cumplir una predicción. Las consecuencias quizás fueran mucho más grandes de lo que podrían soportar.
—Para tu creciente fama de desalmado eres muy sensible ¿No lo crees, Hyun?— Dijo con tono burlón —Tienes toda mi atención, después de todo casi somos familia, y por ende debemos tener una buena comunicación— Le hizo un guiño y una pequeña risa maniática se le escapó.
A veces parecía que cuanto más le provocaran, más ella se iba deshaciendo de su cordura, se volvía más temeraria e impulsiva. Ker no era más que una bomba de tiempo esperando el momento justo para explotar. Todos parecían verlo, menos los hermanos Seung.
Ker Ahkbar- Gitano
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 21/06/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Maldad brotó de sus ojos, oscuridad en su risa. Entonces realmente supo porque su hermano había quedado unido a ella: no era como los demás Condenados y Taeyang lo había confirmado. Le conocía desde antes que fuese siquiera concebida. No. Generaciones antes de ella; nunca fue como sus hermanos de magia. En formas que no se había detenido a analizar, los Ancestros de aquello niños jugando a ser demonios tenían una estima diferente en cuanto a Ker: le permitieron tener una vida así fuese en el más retorcido sentido. Nunca fue como los demás, mientras ellos iban y venían la gitana no parecía inmutarse en quedarse sumergida en el abismo.
—Por eso le gustas —enfatizó más para sí mismo. Seguro de lo que veía. Taeyang buscaba completar el demonio que habitaba en la muchacha; no cabía lugar para la duda, después de todo él tomó la decisión de observarla todos estos años. Fue entonces cuando creyó que la gitana no estaba destinada a morir junto a los Condenados, quizás sus Ancestros o sabían ya o tal vez solo era un souvenir que le brindaban a su hermano menor.
Sonrió ante la idea. Ellos dos bien podría saber lo que se avecinaba, él apenas descubría otra pieza del acertijo. No iba a cuestionar las razones de Taeyang, jamás. No reclamaría. Confiaba en Tae, estaba seguro de que ya había irrumpido en la mente de Ker y, sin importar lo que aquellos dos se trajeran entre manos, a la larga lo usaría en su beneficio. A la larga, el alma que comparten jugaría a su favor. Introdujo ambas manos en los bolsillos delanteros del pantalón pardo que vestía, lo más cercano a una señal de alto el fuego que conocía y era capaz de brindar.
—Estás demente, Ahkbar. No trates de ocultarlo, Tae suele tener cierta atracción por almas perdidas como nosotros —sugirió. Siempre yendo al punto, tanto como jugara a su favor—. No tengo interés alguno en interponerme. Es más, he decidido que los ayudaré...
Dejó las últimas palabras flotar en el aire. El plan era simple, sin fallas como cada artimaña ideada por el menor. No era su deber explicarle los detalles a la gitana, no ganaría nada, a fin de cuentas; no ahora. Sin embargo, y aunque Teayang le había pedido lo hiciese él, aunque estaba más que dispuesto ayudarle, dejaría que su compañero de alma efectuara el cambio por sí solo. De tal modo confirmaría si el lazo que creció entre ambos era lo bastante fuerte para frenarlo de matarla. Y era aquel uno de los tantos secretos que callaban los Seung, el menor se mostraba más paciente, menos devoto a derramar sangre y sujetar el demonio que se revolcaba en su interior mas era aquella la exacta razón para hacerlo: Taeyang nunca ha saciado su sed. Encadenar a la vil criatura que nació mucho antes de permitir entrar el vampirismo en sus vidas, adjudicar el auto denominado control le separaba en mera ilusión de la vil criatura que para su mala suerte dio a parar en un huésped inhóspito, cayado y apático con el mundo que le rodea. Le daba poder sobre el pecado, le permitía escoger cuando sucumbir..., a menos que fuera él quien perdiera el control. Situación poco creíble si ha de ser contado de mano del mayor. Y, ciertamente había visto Ker fragmentos de la bestia.
—Dime algo, Ker ¿realmente conoces a mi querido hermano? —ladeó la cabeza. Paso delante de otro paso como león que rodea a su presa—. No eres el tipo de mujer que cae por la caballerosidad. Y no vayas a entonar el discurso de que no te conozco porque ambos sabemos que lo hago. No tanto como intimé con Marianna, que por cierto, jamás tuve oportunidad decirte cuanto lo siento —se detiene junto a ella—. Es una lástima que herederas tan poco de ella.
Escudriña tanto como puede el aura siniestra que expide. En honor a la verdad Hyun recuerda haber sentido simpatía ante la madre de Ker tanto como acepta no haber prestado la atención debida a su hija, a quien vio como el desecho que quedó atrás.
—Dime ¿Qué tanto has visto del verdadero Taeyang? —regresa a su posición anterior, de frente a la mirada altiva de la gitana—. Ya sabes, el demonio de un metro ochenta y seis, con ojos inyectados en sangre y poca tolerancia, ¿uh? Sus hermanos dirían que incluso menos paciencia que la de un servidor. Seguro lo has conocido.
—curvó los labios en media sonrisa ladina que apenas y llegaba a cumplir con su existencia. Frunció las cejas como un niño intrigado.
No espera remordimiento, mucho menos sorpresa o algún fingido intento de mentira por parte de Ahkbar. Sabe que las cartas yacen sobre la mesa y la bocota de la muchacha se deleita con alardear de ir un paso delante. De jugar a infligir dolor y ser más fuerte que un humano promedio. Se jacta de la oscuridad que le brota por los poros.
—Después de todos, nosotros los pecadores nos encontramos con facilidad. No es que seamos muy diferentes.
—Por eso le gustas —enfatizó más para sí mismo. Seguro de lo que veía. Taeyang buscaba completar el demonio que habitaba en la muchacha; no cabía lugar para la duda, después de todo él tomó la decisión de observarla todos estos años. Fue entonces cuando creyó que la gitana no estaba destinada a morir junto a los Condenados, quizás sus Ancestros o sabían ya o tal vez solo era un souvenir que le brindaban a su hermano menor.
Sonrió ante la idea. Ellos dos bien podría saber lo que se avecinaba, él apenas descubría otra pieza del acertijo. No iba a cuestionar las razones de Taeyang, jamás. No reclamaría. Confiaba en Tae, estaba seguro de que ya había irrumpido en la mente de Ker y, sin importar lo que aquellos dos se trajeran entre manos, a la larga lo usaría en su beneficio. A la larga, el alma que comparten jugaría a su favor. Introdujo ambas manos en los bolsillos delanteros del pantalón pardo que vestía, lo más cercano a una señal de alto el fuego que conocía y era capaz de brindar.
—Estás demente, Ahkbar. No trates de ocultarlo, Tae suele tener cierta atracción por almas perdidas como nosotros —sugirió. Siempre yendo al punto, tanto como jugara a su favor—. No tengo interés alguno en interponerme. Es más, he decidido que los ayudaré...
Dejó las últimas palabras flotar en el aire. El plan era simple, sin fallas como cada artimaña ideada por el menor. No era su deber explicarle los detalles a la gitana, no ganaría nada, a fin de cuentas; no ahora. Sin embargo, y aunque Teayang le había pedido lo hiciese él, aunque estaba más que dispuesto ayudarle, dejaría que su compañero de alma efectuara el cambio por sí solo. De tal modo confirmaría si el lazo que creció entre ambos era lo bastante fuerte para frenarlo de matarla. Y era aquel uno de los tantos secretos que callaban los Seung, el menor se mostraba más paciente, menos devoto a derramar sangre y sujetar el demonio que se revolcaba en su interior mas era aquella la exacta razón para hacerlo: Taeyang nunca ha saciado su sed. Encadenar a la vil criatura que nació mucho antes de permitir entrar el vampirismo en sus vidas, adjudicar el auto denominado control le separaba en mera ilusión de la vil criatura que para su mala suerte dio a parar en un huésped inhóspito, cayado y apático con el mundo que le rodea. Le daba poder sobre el pecado, le permitía escoger cuando sucumbir..., a menos que fuera él quien perdiera el control. Situación poco creíble si ha de ser contado de mano del mayor. Y, ciertamente había visto Ker fragmentos de la bestia.
—Dime algo, Ker ¿realmente conoces a mi querido hermano? —ladeó la cabeza. Paso delante de otro paso como león que rodea a su presa—. No eres el tipo de mujer que cae por la caballerosidad. Y no vayas a entonar el discurso de que no te conozco porque ambos sabemos que lo hago. No tanto como intimé con Marianna, que por cierto, jamás tuve oportunidad decirte cuanto lo siento —se detiene junto a ella—. Es una lástima que herederas tan poco de ella.
Escudriña tanto como puede el aura siniestra que expide. En honor a la verdad Hyun recuerda haber sentido simpatía ante la madre de Ker tanto como acepta no haber prestado la atención debida a su hija, a quien vio como el desecho que quedó atrás.
—Dime ¿Qué tanto has visto del verdadero Taeyang? —regresa a su posición anterior, de frente a la mirada altiva de la gitana—. Ya sabes, el demonio de un metro ochenta y seis, con ojos inyectados en sangre y poca tolerancia, ¿uh? Sus hermanos dirían que incluso menos paciencia que la de un servidor. Seguro lo has conocido.
—curvó los labios en media sonrisa ladina que apenas y llegaba a cumplir con su existencia. Frunció las cejas como un niño intrigado.
No espera remordimiento, mucho menos sorpresa o algún fingido intento de mentira por parte de Ahkbar. Sabe que las cartas yacen sobre la mesa y la bocota de la muchacha se deleita con alardear de ir un paso delante. De jugar a infligir dolor y ser más fuerte que un humano promedio. Se jacta de la oscuridad que le brota por los poros.
—Después de todos, nosotros los pecadores nos encontramos con facilidad. No es que seamos muy diferentes.
Hyun Seung- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/09/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Marianna, el nombre resonando en su cabeza, no recordaba a su madre puesto que ésta murió poco después del parto, solo sabía lo que su padre le había contado, que fue una esclava y que lo único que quería era que ella tuviera un mejor futuro. Sin embargo, eso distaba mucho de la realidad, hace poco había descubierto que su madre y ella compartían las mismas habilidades: veían el futuro y manipulaban sentimientos con facilidad, pero era lo único en lo que se parecían puesto que Marianna fue un alma cálida y benevolente hasta que su padre y la daga maldita se entrometieron en su camino. Por un momento se preguntó qué más había en esa historia que aún no supiera, quiso preguntarle a Hyun pero prefirió callar sus dudas, el vampiro podría aprovecharse de cualquier debilidad que ella mostrara, a pesar de su aparente aprobación hacia la gitana, la misma había estado jugando con fuego toda la noche y no se arriesgaría a pensar que él lo dejaría pasar así de fácil.
Pero eso no fue lo único que caló en su mente ¿Realmente había visto a la bestia dentro de Taeyang? Recordó las visiones que tuvo cuando aún era una niña de un monstruo que iba a buscarla con ninguna otra intención más que matarla, las pesadillas la invadieron por aquella época pero solo fue hasta que finalmente lo vio, porque a pesar de que en su mente él no podría haber sido más que la parca misma buscando por ella le fue imposible alejarse, debió de alertar a sus cuidadoras o huir y esconderse lejos pero en su lugar se acercó, le saludó y se maravilló, aun siendo una niña vio una peculiar hermosura en su aura agresiva, su mirada amenazante y la sensación de peligro que le causaba estar cerca de él. Aun cuando debió temerle no pudo y era fácil dilucidar que nunca lo haría, Tae podría ser el peor de los demonios pero nunca dejaría de ser hermoso ante sus ojos, había un encanto en su oscuridad que lo volvía casi un asunto poético y muchas veces se preguntó como la mayoría era incapaz de verlo, si siempre había sido tan evidente para ella. Esa parte dentro de sí que a veces le asustaba y últimamente arremetía contra la superficie de su ser tan fuertemente que era indetenible parecía concordar con ella, no importa que tan loca Ker estuviera o que tan despiadado Taeyang se volviera porque ellos parecían siempre estar acercándose nuevamente sin importar cuanto intentaran separarse y nada podría cambiarlo.
Ante estos pensamientos logra calmarse un poco suavizando esas ansias destructivas que a veces se adueñan de ella, pero permanece alerta no queriendo dejar que el otro la ataqué fácilmente nuevamente.
— Si lo conozco o no lo suficiente es lo de menos, Hyun, tú deberías saberlo bien—Dijo condescendientemente. —Podrán ser despiadados, crueles y demoniacos; pero si sigo aquí es porque no he visto nada que me atormente o me dé pavor, al contrario cada día, tras cada acto, me acerco más y más como Ícaro sigo acercándome al sol.
Para qué mentir, no estaba segura de sí había visto lo peor de Tae, pero estaba segura de eso no evitaría que ella se mantuviera a su lado. No necesitaba de sus visiones para asegurarlo. Si ignorar las muertes que ensuciaban sus manos o los pecados que haya cometido le hacía tan culpable como él no le importaba, ni le importaría nunca, por más que intentara encontrar algo que podría alejarle del vampiro no lo hallaba, si eso no era suficiente prueba para cualquiera, entonces nada lo seria.
—Tienes razón, Hyun, quizás no somos tan diferentes.
Quizás la verdadera razón por la cual jamás podría temerle a los hermanos era porque dentro de ella había demonios mucho peores, ansiosos por salir a destruir todo lo que ella ha construido.
Pero eso no fue lo único que caló en su mente ¿Realmente había visto a la bestia dentro de Taeyang? Recordó las visiones que tuvo cuando aún era una niña de un monstruo que iba a buscarla con ninguna otra intención más que matarla, las pesadillas la invadieron por aquella época pero solo fue hasta que finalmente lo vio, porque a pesar de que en su mente él no podría haber sido más que la parca misma buscando por ella le fue imposible alejarse, debió de alertar a sus cuidadoras o huir y esconderse lejos pero en su lugar se acercó, le saludó y se maravilló, aun siendo una niña vio una peculiar hermosura en su aura agresiva, su mirada amenazante y la sensación de peligro que le causaba estar cerca de él. Aun cuando debió temerle no pudo y era fácil dilucidar que nunca lo haría, Tae podría ser el peor de los demonios pero nunca dejaría de ser hermoso ante sus ojos, había un encanto en su oscuridad que lo volvía casi un asunto poético y muchas veces se preguntó como la mayoría era incapaz de verlo, si siempre había sido tan evidente para ella. Esa parte dentro de sí que a veces le asustaba y últimamente arremetía contra la superficie de su ser tan fuertemente que era indetenible parecía concordar con ella, no importa que tan loca Ker estuviera o que tan despiadado Taeyang se volviera porque ellos parecían siempre estar acercándose nuevamente sin importar cuanto intentaran separarse y nada podría cambiarlo.
Ante estos pensamientos logra calmarse un poco suavizando esas ansias destructivas que a veces se adueñan de ella, pero permanece alerta no queriendo dejar que el otro la ataqué fácilmente nuevamente.
— Si lo conozco o no lo suficiente es lo de menos, Hyun, tú deberías saberlo bien—Dijo condescendientemente. —Podrán ser despiadados, crueles y demoniacos; pero si sigo aquí es porque no he visto nada que me atormente o me dé pavor, al contrario cada día, tras cada acto, me acerco más y más como Ícaro sigo acercándome al sol.
Para qué mentir, no estaba segura de sí había visto lo peor de Tae, pero estaba segura de eso no evitaría que ella se mantuviera a su lado. No necesitaba de sus visiones para asegurarlo. Si ignorar las muertes que ensuciaban sus manos o los pecados que haya cometido le hacía tan culpable como él no le importaba, ni le importaría nunca, por más que intentara encontrar algo que podría alejarle del vampiro no lo hallaba, si eso no era suficiente prueba para cualquiera, entonces nada lo seria.
—Tienes razón, Hyun, quizás no somos tan diferentes.
Quizás la verdadera razón por la cual jamás podría temerle a los hermanos era porque dentro de ella había demonios mucho peores, ansiosos por salir a destruir todo lo que ella ha construido.
Ker Ahkbar- Gitano
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 21/06/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Retomó postura inicial, espalda recargada en el viejo árbol detrás ambas manos en los bolsillos, recordando que por más fácil que fuese matarla en aquel instante, no podía, no a Taeyang.
Maldice en su interior, después de tantos siglos, con un sin fin de opciones tenía que encapricharse con ella…, con uno de ellos. Deja salir un bufido hastiado; sin más remedio de darles lo que su hermano pedía. Lleva ahora una mano a la punta de la nariz, examinando a precisión a la gitana que bien lucía tan desequilibrada como ellos.
—No —dice de azote, las palabras brotan bruscas y secas. Ya no habita el tono juguetón o mortificador en su voz—, no lo haz visto, es palpable en tus palabras, pequeña gitana. Ambos sabemos que no seguirías con vida de ser así.
Aspira una vez más como si sus pulmones necesitan tal cosa: intenta controlarse. Ker no había presenciado lo que él y sus hermanos han visto por más de tres mil años. Por supuesto que no ha contemplado el demonio que Taeyang mantiene sedado, ese que ya una vez fue libre, capaz de extinguir poblaciones y regodearse junto al mayor. No, ella ha sido testigo de los años buenos y benevolentes del menor.
Quedar con el alma fragmentada acarrea un precio mucho más grande de lo que especulan las leyendas. Para Taeyang que ha preferido vivir en el silencio y abrazar la quietud, es cargar con las memorias de aquellos a quienes ha arrebatado la vida sin importar que tan culpable so inocentes sean. Es la canción de cuna que aprecia en sus momentos de soledad, la obra que se muestra solo para él; para Hyun, cuya vida está ligada a la del menor le es inevitable negarle aquello, y es que es la primera vez que Tae ha decidido ser tan egoísta como sus hermanos siempre le han exhortado que sea.
—Sin embargo, ya has de saber en qué te estás metiendo. Después de todo haz convivido con él durante toda tu inútil mortal existencia —pausa, media sonrisa fragmenta la línea recta en sus labios. Tiene más que claro que sus palabras no la inquietan, no es su trabajo después de todo.
—Digamos que vine a dar mi bendición —dijo, con un ademán descuidado de la mano—, ya comprobé lo que necesitaba saber.
Se reincorpora erguido sobre sus pies.
—Será interesante tenerte con nosotros —deliberadamente acorta los pasos que le separan de Akbar y le alborota el cabello —Quién diría que ibas a ser la primera en dejar a los demás atrás —dice más para sí mismo que para su interlocutora.
Extrañamente la gitana no le resultaba tan agria de tratar. Si esta muchacha servía para traer tranquilidad a su hermano entonces él no iba a interponerse. Siempre ha sido el asunto con Hyun, a pesar de su naturaleza salvaje y despiadada valoraba a sus hermanos, a pesar de dar tan horrendo fin a sus padres, apreciaba la retorcida familia que le quedaba, a su propia psicótica manera en especial Taeyang quien es el único que entiende su existencia, que comparte suite en el infierno con él.
—Para que veas que me agradas, te daré un amistoso consejo: no te hagas la lista con Seol, puede que yo lo deje pasar de vez en cuando pero ella no —puntualiza con poco interés, imponiendo distancia entre ambos—. Es un poco celosa en cuanto respecta a Tae —camina junto a ella mas de tiene la marcha a pocos centímetros de distancia y voltea en su dirección una vez más —Y yo que tú también me alejaría de Kill, hace más de un siglo que se trae algo por él —sacude levemente la cabeza entretenido. Luego no digas que no he hecho nada por ti, pequeña.
Maldice en su interior, después de tantos siglos, con un sin fin de opciones tenía que encapricharse con ella…, con uno de ellos. Deja salir un bufido hastiado; sin más remedio de darles lo que su hermano pedía. Lleva ahora una mano a la punta de la nariz, examinando a precisión a la gitana que bien lucía tan desequilibrada como ellos.
—No —dice de azote, las palabras brotan bruscas y secas. Ya no habita el tono juguetón o mortificador en su voz—, no lo haz visto, es palpable en tus palabras, pequeña gitana. Ambos sabemos que no seguirías con vida de ser así.
Aspira una vez más como si sus pulmones necesitan tal cosa: intenta controlarse. Ker no había presenciado lo que él y sus hermanos han visto por más de tres mil años. Por supuesto que no ha contemplado el demonio que Taeyang mantiene sedado, ese que ya una vez fue libre, capaz de extinguir poblaciones y regodearse junto al mayor. No, ella ha sido testigo de los años buenos y benevolentes del menor.
Quedar con el alma fragmentada acarrea un precio mucho más grande de lo que especulan las leyendas. Para Taeyang que ha preferido vivir en el silencio y abrazar la quietud, es cargar con las memorias de aquellos a quienes ha arrebatado la vida sin importar que tan culpable so inocentes sean. Es la canción de cuna que aprecia en sus momentos de soledad, la obra que se muestra solo para él; para Hyun, cuya vida está ligada a la del menor le es inevitable negarle aquello, y es que es la primera vez que Tae ha decidido ser tan egoísta como sus hermanos siempre le han exhortado que sea.
—Sin embargo, ya has de saber en qué te estás metiendo. Después de todo haz convivido con él durante toda tu inútil mortal existencia —pausa, media sonrisa fragmenta la línea recta en sus labios. Tiene más que claro que sus palabras no la inquietan, no es su trabajo después de todo.
—Digamos que vine a dar mi bendición —dijo, con un ademán descuidado de la mano—, ya comprobé lo que necesitaba saber.
Se reincorpora erguido sobre sus pies.
—Será interesante tenerte con nosotros —deliberadamente acorta los pasos que le separan de Akbar y le alborota el cabello —Quién diría que ibas a ser la primera en dejar a los demás atrás —dice más para sí mismo que para su interlocutora.
Extrañamente la gitana no le resultaba tan agria de tratar. Si esta muchacha servía para traer tranquilidad a su hermano entonces él no iba a interponerse. Siempre ha sido el asunto con Hyun, a pesar de su naturaleza salvaje y despiadada valoraba a sus hermanos, a pesar de dar tan horrendo fin a sus padres, apreciaba la retorcida familia que le quedaba, a su propia psicótica manera en especial Taeyang quien es el único que entiende su existencia, que comparte suite en el infierno con él.
—Para que veas que me agradas, te daré un amistoso consejo: no te hagas la lista con Seol, puede que yo lo deje pasar de vez en cuando pero ella no —puntualiza con poco interés, imponiendo distancia entre ambos—. Es un poco celosa en cuanto respecta a Tae —camina junto a ella mas de tiene la marcha a pocos centímetros de distancia y voltea en su dirección una vez más —Y yo que tú también me alejaría de Kill, hace más de un siglo que se trae algo por él —sacude levemente la cabeza entretenido. Luego no digas que no he hecho nada por ti, pequeña.
Hyun Seung- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 34
Fecha de inscripción : 22/09/2016
Re: A Stone in His Shoe (Privado)
Taeyang y Hyun tenían algo en común a ambos les gustaba hablar de lo horrible que el primero podría ser a pesar de su naturaleza tranquila, ella no llevaba dos días conociendo al vampiro pero en todos los años que llevaban conociéndose nunca había visto el demonio que el otro se suponía era. Aunque no era imposible de ver como en aquellos primeros años en Sicilia él podría cambiar la mirada de devoción que le dedicaba por una completamente contraria cuando algún idiota cometía la estupidez de siquiera mirarla de mal modo. Ker en ese entonces fingía no verlo, ocultando un poco la sonrisa traviesa que esas acciones le causaban.
Aun así seguía sin perturbarle el hecho de que él pudiera tornarse en un demonio, por más amenazador que pudiera ser frente a sus ojos seguiría siendo su mayor protector, ella sabía bien que Taeyang jamás le dañaría y quizás el otro no lo supiera pero ella tampoco le haría daño, le robaría o estafaría y eso era decir mucho.
—Debes saber que no tengo ningún interés en obtener tu aprobación— Hizo una pausa. —Pero lo agradezco.
A pesar de todo Hyun seguía siendo el apreciado hermano del hombre que amaba, no le mataría llevarse bien con él, por contrariada que la pusiera tan solo pensar en ello.
—Un poco tarde han llegado tus advertencias.
Pensó en el desastre de los últimos días, donde había estado intentando sobrevivir a las ansias de ver a Taeyang que se apoderaban de ella constantemente. Observó al vampiro alejarse y cerró los ojos, recostando su espalda en el árbol se dejó caer hasta sentarse sin importarle mucho como quedarían sus prendas luego de eso, como era costumbre.
Ker era astuta, ingeniosa y embustera, para cada insulto ella tenía una respuesta, para cada robo ella ideaba un plan, pero a veces fallaba.
Y esta vez falló estrepitosamente cuando debido a las suaves palabras del vampiro bajó la guardia.
Ahí con sus ojos cerrados, tomando un descanso y dejando que su pulso desacelerara sólo pudo sentirlo, como en su cuello se creaba una erosión y escuchar la cadena del amuleto romperse. Sólo pudo abrir sus ojos en asombro antes de que las imágenes invadieran su mente despojándola rápidamente de su cordura.
Escuchó un grito desgarrador y no logró saber si había sido ella misma, porque ahora estaban todos los fantasmas de un futuro que no quiso ver invadiéndola, recordándole que por más que quisiera difícilmente encontraría un final feliz para ella y Taeyang. Recordándole, que sus sueños son solo eso.
No podía ver nada más, tampoco escuchar o sentir. Camino a ciegas, intentó estabilizarse pues parecía que había perdido el equilibrio, intento encontrar algo a que aferrarse mientras su mente se desgarraba. Siguió oyendo gritos ¿Acaso era ella? Sonaba como un animal herido, lleno de miedo.
Aun así seguía sin perturbarle el hecho de que él pudiera tornarse en un demonio, por más amenazador que pudiera ser frente a sus ojos seguiría siendo su mayor protector, ella sabía bien que Taeyang jamás le dañaría y quizás el otro no lo supiera pero ella tampoco le haría daño, le robaría o estafaría y eso era decir mucho.
—Debes saber que no tengo ningún interés en obtener tu aprobación— Hizo una pausa. —Pero lo agradezco.
A pesar de todo Hyun seguía siendo el apreciado hermano del hombre que amaba, no le mataría llevarse bien con él, por contrariada que la pusiera tan solo pensar en ello.
—Un poco tarde han llegado tus advertencias.
Pensó en el desastre de los últimos días, donde había estado intentando sobrevivir a las ansias de ver a Taeyang que se apoderaban de ella constantemente. Observó al vampiro alejarse y cerró los ojos, recostando su espalda en el árbol se dejó caer hasta sentarse sin importarle mucho como quedarían sus prendas luego de eso, como era costumbre.
Ker era astuta, ingeniosa y embustera, para cada insulto ella tenía una respuesta, para cada robo ella ideaba un plan, pero a veces fallaba.
Y esta vez falló estrepitosamente cuando debido a las suaves palabras del vampiro bajó la guardia.
Ahí con sus ojos cerrados, tomando un descanso y dejando que su pulso desacelerara sólo pudo sentirlo, como en su cuello se creaba una erosión y escuchar la cadena del amuleto romperse. Sólo pudo abrir sus ojos en asombro antes de que las imágenes invadieran su mente despojándola rápidamente de su cordura.
Escuchó un grito desgarrador y no logró saber si había sido ella misma, porque ahora estaban todos los fantasmas de un futuro que no quiso ver invadiéndola, recordándole que por más que quisiera difícilmente encontraría un final feliz para ella y Taeyang. Recordándole, que sus sueños son solo eso.
No podía ver nada más, tampoco escuchar o sentir. Camino a ciegas, intentó estabilizarse pues parecía que había perdido el equilibrio, intento encontrar algo a que aferrarse mientras su mente se desgarraba. Siguió oyendo gritos ¿Acaso era ella? Sonaba como un animal herido, lleno de miedo.
Ker Ahkbar- Gitano
- Mensajes : 49
Fecha de inscripción : 21/06/2016
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