Forget the pain and enjoy (Baby Doll)

por **Casper Kaarkarogf** Miér Dic 28, 2016 8:30 pm

Forget the pain and enjoy

Esa noche no tenía ganas de salir del hotel, no porque le intimidara el invierno que recién había llegado a París, Casper provenía de un país cuyos inviernos duraban casi medio año y estaba tan acostumbrado al frío como un oso polar. Para él, ese invierno Parisíno que apenas comenzaba le recordaba a las primeras semanas de primavera en Estocolmo. La razón por la que no quería salir, era porque era perezoso. Esa era la absoluta verdad.

Nunca iba preferir hacer algo que representara esfuerzo mental o físico, si podía pagar por alguien que lo hiciera por él ¿O sino para que tenía todo el dinero de su familia? Su padre le había dicho que durante su estadía en Francia, podía contar con los recursos de la familia, pues su misión en esa ciudad era mucho más importante. Resopló molesto aún recostado en la enorme cama de su suite en el hotel, sus padres esperaban que consiguiera una distinguida mujer Francesa como su prometida y con distinguida por supuesto, se referían a ridículamente adinerada.

Tenía que aceptar que la idea de casarse, le asustaba. Independientemente del tipo de mujer con el que se casara, era la idea de estar unido bajo un juramento ante Dios con otra persona, lo que lo hacía querer desistir de la idea. Sabía que una vez casado, tendría hijos y sería responsable por una familia y aunque ya tuviera edad para ser padre, no quería tener ese tipo de responsabilidad en su vida.

Por eso se encontraba esperando a que llegara la cortesana que había ordenado en la tarde, había hablado con uno de los mayordomos del hotel y este le había informado que el prestigioso hotel tenía ese tipo de servicios, con las mujeres más hermosas de todo París. Había costado bastante dinero, por lo que Casper realmente tenía altas expectativas sobre la chica que se presentaría en su suite.

Vestido con unos pantalones verdes olivo , una camisa blanca de algodón pulcramente planchada y una corbata negra con diminutos bordados verdes que hacían juego con el pantalón, Casper esperaba poder alejar todos esos pensamientos sobre el matrimonio que tanto estrés le causaban, por lo menos por esa noche y ¿Qué mejor remedio para el olvido que una atractiva mujer a su servicio?.

Escuchó que golpeaban la puerta de su Suite, se apresuró a abrirla y en ella apareció el mayordomo con el que había hablado en la tarde informándole que la señorita había llegado y pidiéndole permiso para dejarla pasar. Casper asintió y el Mayordomo se retiró, el joven dejó la puerta abierta y comenzó a buscar en las estanterías de la sala, aún buen vino para ofrecerle a la mujer.