AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
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Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
La noche estaba oscura ese día Selene había decido abandonar a sus hijos, por las calles de la zona comercial un cuerpo moribundo se movía entre las sombras avanzando como le era posible, tambaleándose de un lado otro, se traba de un hombre muy mal herido este tenia todo su rostro manchado de sangre sus ropas dañas cortadas desgarradas por algo o alguien que le estaba siguiendo este giro la vista mirando desde donde venia no era capaz de divisar mucho las cosas las veía doble, una gota de sangre cubría su ojo derecho, obligando le a cerrarlo, la gente se alejaba de el los pocos parisinos que aun andaban en las calles veían aquello horrorizado y solo salían en dirección contraria. Este trompezo con una piedra prácticamente estrellándose contra un poste de iluminación un jadeo de dolor como de una bestia herida a punto de morir salio de sus labios, el metal había pegado con su hombro izquierdo, parecía un borracho pero era algo peor un moribundo. Este escucho voces escondiéndose en un callejón, pegando su espalda en la fría pared para respirar y recuperar el aliento, cerrando sus ojos para concentrarse y lograr pasar desapercibido de sus perseguidores, no fueran capaz de sentir su olor o su sangre, este camino varios pasos mas pegado a la pared saliendo en la otra calle al mirar adelante, podía ver como veía unas veinte versiones de la misma casa, pero logro reconocerla era el lugar que estaba buscando parecía un simple comercio, pero sabia que la dueña era una bruja, esperaba que ella tuviera algo para poder ayudarlo.
Apenas le daban ya las fuerzas sentía que se desmayaba, pero clamaba a Selene tener aun el poder para llegar, sus piernas parecían dos vigas de metal moviéndose su cuerpo comenzaba a perder el control, estaba totalmente destruido su regeneración no era capaz de compensar tanto dolor, tenia gran parte de su cuerpo entumecido, logro llegar hasta la puerta estrellándose casi con esta, pero no era capaz de sentirlo, el color perdía sentido en sus ojos cada vez todo era mas oscuro, sintiendo como su brazo izquierdo se desgarraba este golpeo con fuerza tres veces la puerta rogando a Selene que hubiera alguien aun a aquellas altas horas de la noche.
Recordando el combate que tuvo contra aquellos esclavos, podía a verlos vencido pero no los quería matar eran personas que quizás fueron viciadas, su mente apago haciendo que su cuerpo se desplomara frente a la puerta.
Apenas le daban ya las fuerzas sentía que se desmayaba, pero clamaba a Selene tener aun el poder para llegar, sus piernas parecían dos vigas de metal moviéndose su cuerpo comenzaba a perder el control, estaba totalmente destruido su regeneración no era capaz de compensar tanto dolor, tenia gran parte de su cuerpo entumecido, logro llegar hasta la puerta estrellándose casi con esta, pero no era capaz de sentirlo, el color perdía sentido en sus ojos cada vez todo era mas oscuro, sintiendo como su brazo izquierdo se desgarraba este golpeo con fuerza tres veces la puerta rogando a Selene que hubiera alguien aun a aquellas altas horas de la noche.
Recordando el combate que tuvo contra aquellos esclavos, podía a verlos vencido pero no los quería matar eran personas que quizás fueron viciadas, su mente apago haciendo que su cuerpo se desplomara frente a la puerta.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Las noches eran los mejores momentos para dos cosas que suelo hacer... la primera es la recolección de ingredientes en lugares algo extraños como la orilla de caminos y el cementerio, la otra era la preparación de pociones más elaboradas que necesitan mi magia, a estas horas es casi nula la gente que anda por la zona comercial lo que me permite hacer un poco más de ruido sin temor a que se vea o escuche algo desde fuera.
En este momento estaba preparando un poco de una poción somnífera que no solo ayudaba a conciliar el sueño, si no que aseguraba una noche de descanso tranquila, sin sueños, sin pesadillas, solo descanso para despertar al día siguiente con las energías recargadas. Claro que todo esto se le atribuía a las plantas que utilizaba.
Estaba en medio de los toques finales cuando me di cuenta que había olvidado las raíces en el primer piso de la tienda, aquella que era totalmente normal para los clientes que llegaran a mi botica; fue entonces cuando iba bajando las escaleras que oí tres débiles pero claros golpes en la puerta. Apenas pude pensar de quién podría tratarse cuando se escuchó un nuevo golpe sobre la puerta, casi como si algo hubiera caído sobre ella.
Me apresuré a abrir la puerta para encontrar a un muchacho que aparentaba más menos mi edad tirada sobre esta para acabar desplomándose en la entrada.
- ¿Quién eres tú, joven desconocido? -dije con una sonrisa en el rostro hasta que me fijé en sus ropas completamente desgarradas y las manchas de sangre que se esparcían a lo largo.
Me apresuré a jalar de él completamente dentro del lugar para poder cerrar nuevamente la puerta, no sin antes asegurarme de mirar a ambos lados de que nadie lo había visto entrar.
- Creo que ahora la pregunta es otra... a ti ¿qué te pasó? -dije mientras lo miraba tendido en el piso a la vez que comenzaba a revisar mis estanterías- Lo primero será limpiar esas heridas antes de poder hacer nada por ellas.
No sabía quien era este hombre así que no podía arriesgarme a ocupar mis poderes, tendría que hacer todo una cosa a la vez... La poción que preparaba en el segundo piso tendrá que esperar.
- ¿Puedes escucharme? Si no pierdes la conciencia me ayudarías bastante... a cambio haré lo posible para que no mueras -le dije mientras me arrodillaba a su lado y humedecía un paño para comenzar a limpiar las heridas.
En este momento estaba preparando un poco de una poción somnífera que no solo ayudaba a conciliar el sueño, si no que aseguraba una noche de descanso tranquila, sin sueños, sin pesadillas, solo descanso para despertar al día siguiente con las energías recargadas. Claro que todo esto se le atribuía a las plantas que utilizaba.
Estaba en medio de los toques finales cuando me di cuenta que había olvidado las raíces en el primer piso de la tienda, aquella que era totalmente normal para los clientes que llegaran a mi botica; fue entonces cuando iba bajando las escaleras que oí tres débiles pero claros golpes en la puerta. Apenas pude pensar de quién podría tratarse cuando se escuchó un nuevo golpe sobre la puerta, casi como si algo hubiera caído sobre ella.
Me apresuré a abrir la puerta para encontrar a un muchacho que aparentaba más menos mi edad tirada sobre esta para acabar desplomándose en la entrada.
- ¿Quién eres tú, joven desconocido? -dije con una sonrisa en el rostro hasta que me fijé en sus ropas completamente desgarradas y las manchas de sangre que se esparcían a lo largo.
Me apresuré a jalar de él completamente dentro del lugar para poder cerrar nuevamente la puerta, no sin antes asegurarme de mirar a ambos lados de que nadie lo había visto entrar.
- Creo que ahora la pregunta es otra... a ti ¿qué te pasó? -dije mientras lo miraba tendido en el piso a la vez que comenzaba a revisar mis estanterías- Lo primero será limpiar esas heridas antes de poder hacer nada por ellas.
No sabía quien era este hombre así que no podía arriesgarme a ocupar mis poderes, tendría que hacer todo una cosa a la vez... La poción que preparaba en el segundo piso tendrá que esperar.
- ¿Puedes escucharme? Si no pierdes la conciencia me ayudarías bastante... a cambio haré lo posible para que no mueras -le dije mientras me arrodillaba a su lado y humedecía un paño para comenzar a limpiar las heridas.
Arianrhod Dankworth- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 01/06/2014
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Entre el ultimo golpe y la apertura de la puerta que le permitió terminar de derribarse, para el chico pareció una eternidad de dolor y confusión, su cuerpo cada minuto mas dejaba de obedecerle y mas oscuro se volvía todo a su entorno, trataba de usar su olfato u oído para mantenerse despierto por lo que estaba a su alrededor, apenas pudo sentir como era movido y una voz distorsionada hablaba con el, sonaba demasiado aguda casi para poder entender lo que decía, aparte que parecía a ver tres personas ayudando le, de a poco su vista comenzaba a punzar, lo que complicaba aun mas poder ver a la joven, este alzaría su mano temblando demasiado, parecía para el imposible hacer todas las heridas de su lado derecho parecían querer destrozar su cuerpo cuando movía su mano ladeo la cabeza escupiendo sangre intentando decirle algo.
-ba ba ba... la.... plaaa taa coff
Mas sangre salia de su mano, logrando después de varios intentos y cree que ella le facilito tomar su mano la llevo a su costado derecho, bajo las costillas haciendo que ella posara sobre una herida redonda de bala, lo que hizo que el se arqueara de dolor y diera un rugido casi, de ira con dolor poseía en su cuerpo aun una bala de plata que complicaba su poder regenerativo, por eso aun no era capaz de curar del todo sus heridas. Su mano cayo al costado de su cuerpo, mientras veía como perdía la conciencia una luz al fondo de un túnel comenzó a apagarse y tanto los sonidos como los olores, desaparecieron lo único bueno que también el dolor indescriptible también había desaparecido en ese instante.
Creía que finalmente se encontraría con sus verdaderos padres como también con su mentor, quien le había enseñado todo lo que sabia quizás ese era su momento para morir y partir hacia donde fuera que iban los seres como el, por un minuto estuvo recordando como fue para allí, el error que había cometido al enfrentar al inmortal solo, sin a verse puesto a pensar que podía tener aliados.
-ba ba ba... la.... plaaa taa coff
Mas sangre salia de su mano, logrando después de varios intentos y cree que ella le facilito tomar su mano la llevo a su costado derecho, bajo las costillas haciendo que ella posara sobre una herida redonda de bala, lo que hizo que el se arqueara de dolor y diera un rugido casi, de ira con dolor poseía en su cuerpo aun una bala de plata que complicaba su poder regenerativo, por eso aun no era capaz de curar del todo sus heridas. Su mano cayo al costado de su cuerpo, mientras veía como perdía la conciencia una luz al fondo de un túnel comenzó a apagarse y tanto los sonidos como los olores, desaparecieron lo único bueno que también el dolor indescriptible también había desaparecido en ese instante.
Creía que finalmente se encontraría con sus verdaderos padres como también con su mentor, quien le había enseñado todo lo que sabia quizás ese era su momento para morir y partir hacia donde fuera que iban los seres como el, por un minuto estuvo recordando como fue para allí, el error que había cometido al enfrentar al inmortal solo, sin a verse puesto a pensar que podía tener aliados.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
¿Qué acababa de decir? ¿Ba ba ba... la... pla ta? ¡¿Bala de Plata?! Esto era algo serio, él era un Licántropo y una bala de plata era algo serio.
- Tienes que estar bromeando -pensé mientras suavemente su mano guiaba la mía para mostrarme donde se encontraba la herida que por el material se volvía la más grave de todas.
- De acuerdo lobo, habrá que hacer algo al respecto -dije poniéndome de pie de inmediato. Había que actuar rápidamente si aquella herida era de una bala de plata, más aún si la bala seguía dentro de él-. Corporis Locomotor -susurré suavemente el hechizo que me ayudaría a moverlo hacía una habitación dentro de la botica que fuera más adecuada para realizar una curación- Potionibus imitatoras -de paso aprovecharía de llevar inmediatamente algunas pociones y material necesario para comenzar a trabajar en esas heridas.
No había tiempo de explicarle lo que iba a hacer, el tiempo era oro, por lo que intenté entrar en su mente creando una ilusión de él recostado en la arena sin nadie a su alrededor mientras una lluvia relajante lo bañaba. Aquello sería más rápido que algo que anestesiara la zona para retirar la bala. Aunque no lograba entrar en su mente para poder crear el efecto deseado.
- Pues así tendrá que ser, creo que esto le dolerá un poco... bueni, bastante
Lo siguiente sería buscar algo con lo que envolver la bala a la vez que la sacaba, o si no acabaría dañando nuevamente la piel a medida que salia. Tomé una hoja de hierba, hice un pequeño tubo y lo unté con un ungüento antes de introducirlo con una pinza en la herida. Claro que se necesitaría algo de ayuda mágica para que el tubo se mantuviera en su forma y atrapara la bala. Y algo más de ayuda para sacar la bala de su lugar.
Tras varios minutos de trabajo con conjuros, ungüentos, hojas y pinzas... finalmente logré sacar la bala envuelta de la hoja. Ahora habría que limpiar la herida, pero al menos la plata ya estaba fuera de su cuerpo; si bien le seguiría doliendo ya no sería tanto como antes.
- Tienes que estar bromeando -pensé mientras suavemente su mano guiaba la mía para mostrarme donde se encontraba la herida que por el material se volvía la más grave de todas.
- De acuerdo lobo, habrá que hacer algo al respecto -dije poniéndome de pie de inmediato. Había que actuar rápidamente si aquella herida era de una bala de plata, más aún si la bala seguía dentro de él-. Corporis Locomotor -susurré suavemente el hechizo que me ayudaría a moverlo hacía una habitación dentro de la botica que fuera más adecuada para realizar una curación- Potionibus imitatoras -de paso aprovecharía de llevar inmediatamente algunas pociones y material necesario para comenzar a trabajar en esas heridas.
No había tiempo de explicarle lo que iba a hacer, el tiempo era oro, por lo que intenté entrar en su mente creando una ilusión de él recostado en la arena sin nadie a su alrededor mientras una lluvia relajante lo bañaba. Aquello sería más rápido que algo que anestesiara la zona para retirar la bala. Aunque no lograba entrar en su mente para poder crear el efecto deseado.
- Pues así tendrá que ser, creo que esto le dolerá un poco... bueni, bastante
Lo siguiente sería buscar algo con lo que envolver la bala a la vez que la sacaba, o si no acabaría dañando nuevamente la piel a medida que salia. Tomé una hoja de hierba, hice un pequeño tubo y lo unté con un ungüento antes de introducirlo con una pinza en la herida. Claro que se necesitaría algo de ayuda mágica para que el tubo se mantuviera en su forma y atrapara la bala. Y algo más de ayuda para sacar la bala de su lugar.
Tras varios minutos de trabajo con conjuros, ungüentos, hojas y pinzas... finalmente logré sacar la bala envuelta de la hoja. Ahora habría que limpiar la herida, pero al menos la plata ya estaba fuera de su cuerpo; si bien le seguiría doliendo ya no sería tanto como antes.
Arianrhod Dankworth- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 01/06/2014
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
El chico había caído en coma de forma casi automática luego de indicarla a la bruja donde tenia la herida mas grave, era demasiado ya el dolor para mantenerse despierta por mas que lo deseara, que luchara con todas sus fuerzas estas desaparecían, debido a la plata sus heridas no podían ser tratadas con sus poderes sobrenaturales, este estuvo un par de minutos a ciegas, sin ver nada en una especie de vació, cuando finalmente se vio parado frente a un espejo, viendo como su cuerpo comenzaba a cambiar, a este le comenzaba a salir pelo y a crecer, como se desgarraba en ese momento logro sentir el dolor que todo lincantropo sentía en una noche de luna llena, su cuerpo se arqueo por el dolor, mientras comenzaban sus huesos a estirarse el de sus piernas y manos, asomando garras y su cráneo convirtiéndose en los de una bestia sus ojos cambiaron a dorado y su tamaño creció, cuando se miro en el espejo, recordó cuando su pequeña hermana le había dibujado, el nunca se había visto como bestia hasta aquel día en el que la mas pequeña de los Romanovs, le acompaño en su transformación, dibujando su aspecto durante tiempo se sintió una bestia un monstruo, al mirar al espejo este se partió a la mitad trincándose, el dolor aun lo sentía el era una bestia una criatura maldita.
El espejo se hizo trizas cuando este abrió la boca de lobo y sintió como algo frió se le clavaba en la mitad de la espalda, luego enseguida sintió un ardor y un dolor insoportable haciéndolo aullar de lo doloroso que era, otras lanzas fueron clavadas en distintas partes de su cuerpo, miraba como las puntas eran de plata, aullaba de dolor quedando clavado por unas diez de estas, eran sujetadas por figuras oscuras, que no podía verle el rostro. Cuando la joven bruja toco sus heridas este se arqueo sobre el lugar donde estaba acostado, abriendo sus ojos destellando los mismos dorados y aullando del dolor que sintió por a ver tocado la plata que estaba dentro de su cuerpo, derrotado en su interior y sin mas fuerzas dejo caer su rostro, cuando sintió una presencia familiar alzando la mirada. Se encontró con el ser mas odiado por Vladimir el vampiro responsable por la muerte de su padre, este sonreía mostrando sus colmillos y destellando sus ojos rojos como la misma sangre, el lobo intento moverse pero aquellas lanzas se clavaban con mas fuerza en su cuerpo, se sentía impotente y débil cuando de repente se hicieron humo algunas lanzas despareciendo el dolor que le causaban. El no sabia lo que era pero había sido el éxito de la bruja quien logro quitar la plata, de a poco las lanzas iban desapareciendo y el lobo recuperaba su fuerza, su rabia interna iba creciendo golpeando el suelo poniéndose de pie, para encarar al vampiro viendo como nuevamente incluso en su subconsciente aparecían los aliados de este para defenderle, el no podría llegar al vampiro solo debía conseguir una jauría, eso lo tenia claro mientras retrocedía.
Finalmente sus ojos comenzaron a abrirse logrando ver el techo del lugar donde se encontraba, intento moverse pero su cuerpo se lo dejo claro no debía hacerlo aun la regeneración no estaba del toda completa, soltando un leve jadeo el no lo sabia pero llevaba durmiendo mas de dos días desde que llego a la puerta de la bruja que le había salvado la vida, su cuerpo aun tenia problemas para acostumbrase a sanar las heridas y no sentir la plata en su interior, este girando la cabeza y con un esfuerzo sobrehumano de dolor, logro sentarse buscando con la mirada a su salvadora.
El espejo se hizo trizas cuando este abrió la boca de lobo y sintió como algo frió se le clavaba en la mitad de la espalda, luego enseguida sintió un ardor y un dolor insoportable haciéndolo aullar de lo doloroso que era, otras lanzas fueron clavadas en distintas partes de su cuerpo, miraba como las puntas eran de plata, aullaba de dolor quedando clavado por unas diez de estas, eran sujetadas por figuras oscuras, que no podía verle el rostro. Cuando la joven bruja toco sus heridas este se arqueo sobre el lugar donde estaba acostado, abriendo sus ojos destellando los mismos dorados y aullando del dolor que sintió por a ver tocado la plata que estaba dentro de su cuerpo, derrotado en su interior y sin mas fuerzas dejo caer su rostro, cuando sintió una presencia familiar alzando la mirada. Se encontró con el ser mas odiado por Vladimir el vampiro responsable por la muerte de su padre, este sonreía mostrando sus colmillos y destellando sus ojos rojos como la misma sangre, el lobo intento moverse pero aquellas lanzas se clavaban con mas fuerza en su cuerpo, se sentía impotente y débil cuando de repente se hicieron humo algunas lanzas despareciendo el dolor que le causaban. El no sabia lo que era pero había sido el éxito de la bruja quien logro quitar la plata, de a poco las lanzas iban desapareciendo y el lobo recuperaba su fuerza, su rabia interna iba creciendo golpeando el suelo poniéndose de pie, para encarar al vampiro viendo como nuevamente incluso en su subconsciente aparecían los aliados de este para defenderle, el no podría llegar al vampiro solo debía conseguir una jauría, eso lo tenia claro mientras retrocedía.
Finalmente sus ojos comenzaron a abrirse logrando ver el techo del lugar donde se encontraba, intento moverse pero su cuerpo se lo dejo claro no debía hacerlo aun la regeneración no estaba del toda completa, soltando un leve jadeo el no lo sabia pero llevaba durmiendo mas de dos días desde que llego a la puerta de la bruja que le había salvado la vida, su cuerpo aun tenia problemas para acostumbrase a sanar las heridas y no sentir la plata en su interior, este girando la cabeza y con un esfuerzo sobrehumano de dolor, logro sentarse buscando con la mirada a su salvadora.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Los conocimientos que tenía sobre Licántropos no eran especialmente extensos, creo que incluso podían limitarse a "Son lobos en la luna llena, la plata es su punto débil", claramente hay mucho que aprender al respecto pero en cuanto a curaciones y pociones ahí si tenía una larga lista de conocimiento gracias a mi madre y a los libros que suelo estudiar en mis tiempos libres.
En cuanto logré sacar la bala el lobo se arqueó y su respiración se normalizó un poco más, el orificio de bala seguía allí, la piel seguía sensible por el tacto que había tenido con aquel metal preciado, pero no tenía cómo saber si era necesario algo más. Otra cosa que sabía sobre los licántropos era que tienden a sanar más rápido, pero creo que aún así tendría que hacer algo al respecto.
Finalmente lo dejé descansar mientras realizaba una búsqueda de información que no fue demasiado exitosa, pero si estuve trabajando en limpiar el resto de sus heridas y por el momento le coloqué un vendaje simple en la herida de bala. De esta forma pasaron dos días completos en que el hombre seguía tirado en la cama que lo dejé sin reaccionar, pronto el sol se escondería y llegaría así la tercera noche desde que irrumpió en la tienda, durante ese tiempo lo mantuve hidratado dándole agua a gotero para que no terminara ahogado y de paso agregaba un par de gotas de mis pociones para que le entregaran las fuerzas que no estaba recibiendo al comer. Mientras dormía su ceño se fruncía y soltaba a ratos, probablemente estaba teniendo algún sueño, algo que su subconsciente creó intentando distraerlo del dolor.
Si bien gran parte de las heridas con las que había llegado habían mejorado y las más leves hasta desaparecido, la herida de bala seguía casi en el mismo estado que cuando logré sacar la bala, aunque si ha mejorado algo es un cambio demasiado leve.
- Creo que tendré que comenzar a encargarme de ella -pensé mientras revisaba la herida para luego dejar sobrepuesto el vendaje e ir en busca de lo necesario para realizar una limpieza profunda y si era necesario eliminar esa carne tocada por la plata para que de esta forma sacar completamente el rastro del metal de su cuerpo.
Llegué al vestíbulo de la botica, o lo que para clientes normales se ve como el corazón de la tienda y recolecté nuevamente pociones y ungüentos junto con otro par de hojas, pero al volver a la habitación me topé con la sorpresa de que finalmente había despertado. Me lo encontré sentado en la cama cuando crucé la puerta de la habitación.
- Buenas tardes, finalmente despiertas. ¿Cómo te sientes? -pregunto dándome cuenta que ahora que despertó probablemente no necesite todo lo que estoy acarreando en este momento.
En cuanto logré sacar la bala el lobo se arqueó y su respiración se normalizó un poco más, el orificio de bala seguía allí, la piel seguía sensible por el tacto que había tenido con aquel metal preciado, pero no tenía cómo saber si era necesario algo más. Otra cosa que sabía sobre los licántropos era que tienden a sanar más rápido, pero creo que aún así tendría que hacer algo al respecto.
Finalmente lo dejé descansar mientras realizaba una búsqueda de información que no fue demasiado exitosa, pero si estuve trabajando en limpiar el resto de sus heridas y por el momento le coloqué un vendaje simple en la herida de bala. De esta forma pasaron dos días completos en que el hombre seguía tirado en la cama que lo dejé sin reaccionar, pronto el sol se escondería y llegaría así la tercera noche desde que irrumpió en la tienda, durante ese tiempo lo mantuve hidratado dándole agua a gotero para que no terminara ahogado y de paso agregaba un par de gotas de mis pociones para que le entregaran las fuerzas que no estaba recibiendo al comer. Mientras dormía su ceño se fruncía y soltaba a ratos, probablemente estaba teniendo algún sueño, algo que su subconsciente creó intentando distraerlo del dolor.
Si bien gran parte de las heridas con las que había llegado habían mejorado y las más leves hasta desaparecido, la herida de bala seguía casi en el mismo estado que cuando logré sacar la bala, aunque si ha mejorado algo es un cambio demasiado leve.
- Creo que tendré que comenzar a encargarme de ella -pensé mientras revisaba la herida para luego dejar sobrepuesto el vendaje e ir en busca de lo necesario para realizar una limpieza profunda y si era necesario eliminar esa carne tocada por la plata para que de esta forma sacar completamente el rastro del metal de su cuerpo.
Llegué al vestíbulo de la botica, o lo que para clientes normales se ve como el corazón de la tienda y recolecté nuevamente pociones y ungüentos junto con otro par de hojas, pero al volver a la habitación me topé con la sorpresa de que finalmente había despertado. Me lo encontré sentado en la cama cuando crucé la puerta de la habitación.
- Buenas tardes, finalmente despiertas. ¿Cómo te sientes? -pregunto dándome cuenta que ahora que despertó probablemente no necesite todo lo que estoy acarreando en este momento.
Arianrhod Dankworth- Hechicero Clase Media
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Sentado ya en aquel lugar aun con todos sus sentidos desorientados, si una persona luego de ser lastimada y despertar de su inconsciencia le cuesta sentirse ubicado en el lugar todo da vueltas los sonidos regresando, un hombre lobo era mas complicado todavía ya que sus sentidos realzados estaban dándole toda la información de golpe, se toco la frente mientras regresaba todo a su lugar, escuchando pasos de alguien que cargaba bastantes cosas, elevando la vista vio entrar a la misma mujer que había visto hacia días atrás, cuando pasaba por allí, su instinto lincantropo le hizo entender de que se trataba de una bruja, al parecer no estaba equivocado, suspiro levemente al escuchar lo que ella le decía mientras observaba su propio cuerpo en busca de sus heridas.
-Aun algo desorientado, pero mucho mejor de cuando llegue gracias agg aun molesta un poco...
Dijo refiriéndose a la herida mas complicada la plata, pero que al regresar su conciencia esta debería terminar de sanar, intento bajar pero perdió el equilibrio al intentar bajar y se sujeto de una repisa, poniéndose de pie enseguida con ayuda del lugar donde estaba sentado recién.
-Perdona por eso, hace cuanto tiempo estoy así y perdona no presentarme me llamo Vladimir Romanovs
Menciono tranquilamente sentándose de nuevo donde estaba con una leve sonrisa en los labios, esperando conocer a quien había salvado su vida, en ese acto estúpido de rabia que había tenido al aver encontrado al culpable de la muerte de su mentor, se dejo llevar por el odio y la rabia, se habia incluso olvidado de extender su mano lo que se acordo luego extendiendola para saludar a la joven frente a el.
-Aun algo desorientado, pero mucho mejor de cuando llegue gracias agg aun molesta un poco...
Dijo refiriéndose a la herida mas complicada la plata, pero que al regresar su conciencia esta debería terminar de sanar, intento bajar pero perdió el equilibrio al intentar bajar y se sujeto de una repisa, poniéndose de pie enseguida con ayuda del lugar donde estaba sentado recién.
-Perdona por eso, hace cuanto tiempo estoy así y perdona no presentarme me llamo Vladimir Romanovs
Menciono tranquilamente sentándose de nuevo donde estaba con una leve sonrisa en los labios, esperando conocer a quien había salvado su vida, en ese acto estúpido de rabia que había tenido al aver encontrado al culpable de la muerte de su mentor, se dejo llevar por el odio y la rabia, se habia incluso olvidado de extender su mano lo que se acordo luego extendiendola para saludar a la joven frente a el.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Poco a poco el hombre iba recuperando los sentidos aunque al intentar ponerse de pie casi acaba en el suelo.
- Hazlo con calma, acabas de despertar. Yo que tú intentaría evitar los movimientos bruscos si no quieres reabrir heridas. -digo ocupándome de dejar todo lo que traía entre manos en el escritorio que estaba a mi lado. Acomodé todo para que quedara estable y ordenado para luego apoyar mi peso en el mismo escritorio y quedar de frente al quien había pasado cuidando los últimos días.
- Tal parece que esta comenzando a orientarse -pienso mientras lo veo volver a sentarse.
- Un placer Vladimir -respondo aceptando la mano que me ofrecía para agitarla levemente y volver a mi lugar-, llevas dos días completos inconsciente, ya casi ibas para la tercera noche -explico mirando por la pequeña ventana de la habitación como el cielo se encuentra en aquel tono entre rosados y naranjos que se puede ver cuando el sol comienza a esconderse para dar inicio al atardecer-. Mi nombre es Arianrhod Dankworth y soy la dueña de esta botica.
La verdad es que tenía muchas preguntas que hacerle a Vladimir, soy una joven curiosa, ¿qué se le puede hacer? Pero decidí esperar a que estuviera mejor tanto de salud como de ánimo para hacerlas; aunque hay una pregunta que no me pude guardar.
- ¿Cómo supiste llegar acá? Y no me refiero a la ubicación dentro de la ciudad, sino a ¿cómo supiste que yo te podría ayudar?
Me interesaba saber quién lo había enviado acá o como se había enterado. Si bien tengo todo habilitado para curaciones de gente conocedora del mundo sobrenatural, tampoco se podía difundir demasiado aquello o me pondría en peligro y también a quienes asistían a verme.
- Hazlo con calma, acabas de despertar. Yo que tú intentaría evitar los movimientos bruscos si no quieres reabrir heridas. -digo ocupándome de dejar todo lo que traía entre manos en el escritorio que estaba a mi lado. Acomodé todo para que quedara estable y ordenado para luego apoyar mi peso en el mismo escritorio y quedar de frente al quien había pasado cuidando los últimos días.
- Tal parece que esta comenzando a orientarse -pienso mientras lo veo volver a sentarse.
- Un placer Vladimir -respondo aceptando la mano que me ofrecía para agitarla levemente y volver a mi lugar-, llevas dos días completos inconsciente, ya casi ibas para la tercera noche -explico mirando por la pequeña ventana de la habitación como el cielo se encuentra en aquel tono entre rosados y naranjos que se puede ver cuando el sol comienza a esconderse para dar inicio al atardecer-. Mi nombre es Arianrhod Dankworth y soy la dueña de esta botica.
La verdad es que tenía muchas preguntas que hacerle a Vladimir, soy una joven curiosa, ¿qué se le puede hacer? Pero decidí esperar a que estuviera mejor tanto de salud como de ánimo para hacerlas; aunque hay una pregunta que no me pude guardar.
- ¿Cómo supiste llegar acá? Y no me refiero a la ubicación dentro de la ciudad, sino a ¿cómo supiste que yo te podría ayudar?
Me interesaba saber quién lo había enviado acá o como se había enterado. Si bien tengo todo habilitado para curaciones de gente conocedora del mundo sobrenatural, tampoco se podía difundir demasiado aquello o me pondría en peligro y también a quienes asistían a verme.
Arianrhod Dankworth- Hechicero Clase Media
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Este sacudió unas veces mas la cabeza, para luego recuperar finalmente su orientación, sentía como su cuerpo comenzaba nuevamente a recuperar sus heridas claro que le estaba solamente faltando alimentarse, si estaba tanto tiempo ausente alguno podría preguntarse a donde había estado el conde de Rusia, que no hacia mas de unas semanas que llegaba a la ciudad, este hizo sonar levemente su cuello, estirando todo su cuerpo prestando especial atención en la pregunta de la joven mientras acariciaba sus propios hombros sonriendo levemente mientras cerraba sus ojos y suspiraba levemente.
-He estado aquí hace un par de días, cuando venia detrás de alguien pude notar tu presencia y tu naturaleza, sabia que si algo me pasaba, de seguro aquí seria un buen lugar para regresar seria esto o en el lugar donde me estoy quedando y no creo que fuera buena idea aparecer allí en mi estado, cuanto le debo??
Menciono ya que se imaginaba que algún costo tenia, ella era dueña de dicho lugar por lo tanto probablemente aquello no fuera mas que algo normal en su tienda o tal vez no tanto, ya que se imaginaba que no estaba tan acostumbrada a recibir a lobos de noche moribundos en su puerta, este logro ponerse de pie pero con mas cuidado aunque aun le dolía el cuerpo para moverse con total libertad como esperaba.
-Disculpad la molestia por todo esto, os molestaría si os pido algo para alimentarme, Así lograre acelerar levemente mi periodo de curación...
Dijo mientras se ponía a caminar un poco moviendo su cuerpo y sacando sus vestimentas que apenas quedaba parte de ella o restos se podría decir por el hecho de los ataques sufridos aquella noche, se sacudió los restos de ropa de su cuerpo perfectamente entrenado, suspirando levemente esperando que ella pudiera ayudarle con eso o tendría que encontrar algo de ropa y esperar para comer en sus aposentos, realmente tenia hambre incluso le pareció escuchar su estomago hacer ruido, ya que tenia un metabolismo mas rapido que un humano y estaba casi tres noches sin alimentarse y herido sobre todo.
-He estado aquí hace un par de días, cuando venia detrás de alguien pude notar tu presencia y tu naturaleza, sabia que si algo me pasaba, de seguro aquí seria un buen lugar para regresar seria esto o en el lugar donde me estoy quedando y no creo que fuera buena idea aparecer allí en mi estado, cuanto le debo??
Menciono ya que se imaginaba que algún costo tenia, ella era dueña de dicho lugar por lo tanto probablemente aquello no fuera mas que algo normal en su tienda o tal vez no tanto, ya que se imaginaba que no estaba tan acostumbrada a recibir a lobos de noche moribundos en su puerta, este logro ponerse de pie pero con mas cuidado aunque aun le dolía el cuerpo para moverse con total libertad como esperaba.
-Disculpad la molestia por todo esto, os molestaría si os pido algo para alimentarme, Así lograre acelerar levemente mi periodo de curación...
Dijo mientras se ponía a caminar un poco moviendo su cuerpo y sacando sus vestimentas que apenas quedaba parte de ella o restos se podría decir por el hecho de los ataques sufridos aquella noche, se sacudió los restos de ropa de su cuerpo perfectamente entrenado, suspirando levemente esperando que ella pudiera ayudarle con eso o tendría que encontrar algo de ropa y esperar para comer en sus aposentos, realmente tenia hambre incluso le pareció escuchar su estomago hacer ruido, ya que tenia un metabolismo mas rapido que un humano y estaba casi tres noches sin alimentarse y herido sobre todo.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
— Supiste identificarme bien, además de tener la suerte de que tuviera un par de habitaciones adecuadas para casos como estos. Tal parece que tus instintos están en excelentes condiciones —alabé.
Asentí tras sus palabras y le hice unas señas para que me esperara allí, bajé en busca de algo de comida y de paso tomé las prendas que había comprado en el mercado la tarde anterior, aquellos harapos en los que se habían convertido sus ropas no serán de mucha utilidad ahora que ha vuelto a su estado de consciencia, aún si la tela no estuviera tan rasgada las manchas de sangre seguirían estando presente en sus ropas y eso seguiría llamando demasiado la atención.
Separé rápidamente una porción de comida y preparé algo para que bebiera, nada demasiado producido, simplemente agua con un par de hierbas que ayudarían tanto para el dolor como para ayudarle a recuperar sus energías, además de obviamente afirmar su estómago, pues tras dos días sin comer el alimentarse demasiado puede causar molestias y en este caso aquello no ocurriría.
Al volver a la habitación dejé la bandeja con comida sobre el velador a su lado, una gran porción de arroz acompañado con verduras y algo de carne. De paso le tiré las ropas sobre la cama.
— De acuerdo lobo, las ropas costaron 150 Francos las cuales espero que te queden bien y en cuanto a tu cuidado podemos dejarlo en 550 por los dos días completos —hice rápidas cuentas—. Quedando todo en 700 Francos, de paso te daré un ungüento por si esa herida —señale la entrada de la bala— te causa un poco más de problemas para sanar. El ungüento debería ayudarte a mantener tu velocidad normal de curado a pesar de la plata... o eso espero, la verdad es que es primera vez que lo intento. Digamos que es un regalo por estar en periodo de prueba.
Asentí tras sus palabras y le hice unas señas para que me esperara allí, bajé en busca de algo de comida y de paso tomé las prendas que había comprado en el mercado la tarde anterior, aquellos harapos en los que se habían convertido sus ropas no serán de mucha utilidad ahora que ha vuelto a su estado de consciencia, aún si la tela no estuviera tan rasgada las manchas de sangre seguirían estando presente en sus ropas y eso seguiría llamando demasiado la atención.
Separé rápidamente una porción de comida y preparé algo para que bebiera, nada demasiado producido, simplemente agua con un par de hierbas que ayudarían tanto para el dolor como para ayudarle a recuperar sus energías, además de obviamente afirmar su estómago, pues tras dos días sin comer el alimentarse demasiado puede causar molestias y en este caso aquello no ocurriría.
Al volver a la habitación dejé la bandeja con comida sobre el velador a su lado, una gran porción de arroz acompañado con verduras y algo de carne. De paso le tiré las ropas sobre la cama.
— De acuerdo lobo, las ropas costaron 150 Francos las cuales espero que te queden bien y en cuanto a tu cuidado podemos dejarlo en 550 por los dos días completos —hice rápidas cuentas—. Quedando todo en 700 Francos, de paso te daré un ungüento por si esa herida —señale la entrada de la bala— te causa un poco más de problemas para sanar. El ungüento debería ayudarte a mantener tu velocidad normal de curado a pesar de la plata... o eso espero, la verdad es que es primera vez que lo intento. Digamos que es un regalo por estar en periodo de prueba.
Arianrhod Dankworth- Hechicero Clase Media
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Este al ver que la joven se aleje a buscar algo se acuesta en la cama mirando al techo ,observando tranquilamente este mientras sentía como todo su cuerpo comenzaba a sentir como este comenzaba a regenerarse a sellar y eliminar todo tipo de rastro de sus heridas, claro estaba que aquella herida de plata, quedaría unos días mas, este puede sentir los pasos de la joven y este se levanta mirando por donde la mujer estaría entrando elevando la ceja mirándola y sonriendo levemente al ver lo que la muchacha entra con alimento, elevando la ceja y su estomago casi gruñe al sentir con su olfato aquel alimento, observa como la joven deja la comida y también una ropa para el, pero su interés era saciar su hambre, así que en cuanto esta dejo aquel plato el cual no tomo ni un minuto para analizar, decidió probarlo, dejando de lado todas las etiquetas que había aprendido como conde, de Rusia, como miembro de una de las familias mas aristocráticas de su país, pero ahora lo que importaba era saciar su apetito.
Se mantuvo unos minutos en silencio, terminándose por completo la comida, no lo negaría su cuerpo aun pedía mas alimento, pero no seria a ella que se lo pediría, ya había hecho la bruja bastante por el, en esos días que había estado inconsciente y en darle comida tanto como vestimentas, escucho tranquilamente el precio que la joven tenia por sus servicios prestados, limpiando su boca de los restos de comida.
Este se levanto encarando de frente a la joven bruja, viendo como esta señalaba su herida asintiendo levemente para luego tomar la vestimenta que esta había dejado sobre la cama para ver que tal le quedaba, debía admitir que la joven no tenia mal ojo para la talla.
-No hay problema por el costo, sera abonada a la brevedad, aunque como podrá imaginar en este momento no tengo ni un franco conmigo, con el estado en el que me encontró.
Menciono, tranquilamente escapando su acento claro ruso al hablar el francés, el solía tener cuidado con aquello pero en ese momento se le había escapado este se coloco rápidamente la remera comprobando que no tenia mal ojo la joven después de todo, pero quedaba ajustada sobre su cuerpo, escucho algunos ruidos en el primer nivel al parecer la bruja comenzaba a tener sus clientes y este menciono levemente observando hacia por donde entraron las personas.
-Ya no os molesto mas habéis hecho un increíble trabajo muchas gracias se os soy grato.
Se mantuvo unos minutos en silencio, terminándose por completo la comida, no lo negaría su cuerpo aun pedía mas alimento, pero no seria a ella que se lo pediría, ya había hecho la bruja bastante por el, en esos días que había estado inconsciente y en darle comida tanto como vestimentas, escucho tranquilamente el precio que la joven tenia por sus servicios prestados, limpiando su boca de los restos de comida.
Este se levanto encarando de frente a la joven bruja, viendo como esta señalaba su herida asintiendo levemente para luego tomar la vestimenta que esta había dejado sobre la cama para ver que tal le quedaba, debía admitir que la joven no tenia mal ojo para la talla.
-No hay problema por el costo, sera abonada a la brevedad, aunque como podrá imaginar en este momento no tengo ni un franco conmigo, con el estado en el que me encontró.
Menciono, tranquilamente escapando su acento claro ruso al hablar el francés, el solía tener cuidado con aquello pero en ese momento se le había escapado este se coloco rápidamente la remera comprobando que no tenia mal ojo la joven después de todo, pero quedaba ajustada sobre su cuerpo, escucho algunos ruidos en el primer nivel al parecer la bruja comenzaba a tener sus clientes y este menciono levemente observando hacia por donde entraron las personas.
-Ya no os molesto mas habéis hecho un increíble trabajo muchas gracias se os soy grato.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Apenas le dejé la comida a su disposición el hombre comió todo rápidamente casi tragándolo, en cuanto terminó pensé en ofrecerle algo más, pero no sabía si realmente aquello le sentaría bien, apesar de que en el agua le agregué algo para ayudar a asentar su estómago, puede haber un límite para ella, aunque probablemente su "autocuración lobuna" lo puede ayudar en ello.
- Comprendo claramente su situación, pero usted comprenderá que solo por precaución no puedo dejarlo marchar y ya, apenas lo conozco -le explico calmadamente, sin querer faltarle el respeto, pero debía exponer mi caso como él lo había hecho-, aún así comprendo tu situación por lo que propongo una solución que nos puede ayudar a ambos.
Le hago señas para que me espere un momento mientras bajo al primer piso por unos papeles, pluma y tinta para volver a subir y comenzar a escribir en el papel. Estuve un par de minutos simplemente haciendo aquello hasta que terminé y susurré un pequeño conjuro a la hoja, algo simple.
En general aquello era una especie de contrato, algo más como un compromiso, dejé un par de espacios en blanco para que él rellenara con sus datos, en él se pedía su nombre y firma, se podía leer que quien se inscribiera se comprometía a volver en un plazo de __ días -era una sección punteada para que él mismo decidiera el tiempo límite, el cual aprobaría yo al firmar- a pagar su deuda y luego firmar. Se lo expliqué rápidamente al hombre.
- El papel tiene un conjuro el cual aceptas al firmar, este consta en que si en el tiempo límite que decidas poner no has vuelto a cumplir con tu palabra, al día siguiente no importa cómo o donde, podré rastrearte en caso de ser necesario.
Le tendí el papel para que él decidiera si aceptaba mi propuesta o si es que tenía alguna otra sugerencia para mi sería toda oídos. Volví a mirar la bandeja de comida que se encontraba vacía.
- ¿Puedo ofrecerte más comida? -pregunté.
- Comprendo claramente su situación, pero usted comprenderá que solo por precaución no puedo dejarlo marchar y ya, apenas lo conozco -le explico calmadamente, sin querer faltarle el respeto, pero debía exponer mi caso como él lo había hecho-, aún así comprendo tu situación por lo que propongo una solución que nos puede ayudar a ambos.
Le hago señas para que me espere un momento mientras bajo al primer piso por unos papeles, pluma y tinta para volver a subir y comenzar a escribir en el papel. Estuve un par de minutos simplemente haciendo aquello hasta que terminé y susurré un pequeño conjuro a la hoja, algo simple.
En general aquello era una especie de contrato, algo más como un compromiso, dejé un par de espacios en blanco para que él rellenara con sus datos, en él se pedía su nombre y firma, se podía leer que quien se inscribiera se comprometía a volver en un plazo de __ días -era una sección punteada para que él mismo decidiera el tiempo límite, el cual aprobaría yo al firmar- a pagar su deuda y luego firmar. Se lo expliqué rápidamente al hombre.
- El papel tiene un conjuro el cual aceptas al firmar, este consta en que si en el tiempo límite que decidas poner no has vuelto a cumplir con tu palabra, al día siguiente no importa cómo o donde, podré rastrearte en caso de ser necesario.
Le tendí el papel para que él decidiera si aceptaba mi propuesta o si es que tenía alguna otra sugerencia para mi sería toda oídos. Volví a mirar la bandeja de comida que se encontraba vacía.
- ¿Puedo ofrecerte más comida? -pregunté.
Arianrhod Dankworth- Hechicero Clase Media
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
El lycan observo a la bruja y como esta se iba y regresaba ofreciéndole un trato, una especie de contrato que establecía que el al firmar si no cumplía su parte podría ser rastreado hasta los confines del universo, algo que le causo cierta curiosidad para usarlo en otro momento pero no seria eso lo que el aceptaría, para nada le gustaba jugar con la magia o meterse voluntariamente siempre había sido reacio a la magia quizás por ser criado en una familia de cazadores, donde la magia es algo que poco o nada se usa, mas bien se utiliza en contra de los que la practicaban, pero una bruja había salvado su vida, por unos instantes mientras comía, pensó en acceder a su propuesta pero se acordó de algo que quizás podría servir como moneda de cambio, hasta que regresara a donde se estaba quedando para levantar un poco de francos.
Este comenzó a meter mano en sus bolsillos hasta encontrar un pequeño pendiente que tenia el símbolo de la familia noble romanovs, de la cual era parte y encima era el cabecilla, extendió esta hacia la joven podía tener una gran valor para algunas personas ya que significaba ser parte de una familia noble.
-Os parece si os dejo esto hasta que pueda regresar lo cuidaríais por mi y os podría servir para aseguraros que volveré, seria una vergüenza para mi darlo por perdido.
Menciono mientras dejaba que ella notara lo que era y pudiera revisarlo, quizás entendía algo de aquello y asegurarse que era genuino, sino de seguro le preguntaría por si era parte de una familia noble, ademas el lobo no había pensado en eso de presentarse como el conde, era algo que era tan nuevo para el y difícil de creer que a veces se le pesaba por altos y los que conocían su apellido quedaban sorprendidos por el no ejercer la influencia debida por su renombre, este giro la vista hacia ella con una leve sonrisa.
-Seria pedirle mucho si un poco mas de comida, mi metabolismo avanzado sumado a mi la necesidad de regenerar las heridas que recibí creo que me han hecho tener mucha hambre jejeje
Menciono riéndose restando le algo de importancia a lo que decía, realmente tenia bastante hambre creía que era capaz de comerse a un cordero o dos enteros, pero no lo diría ya que sonaría quizás algo desubicado tratándose de que el era un hombre lobo que devora carne.
Este comenzó a meter mano en sus bolsillos hasta encontrar un pequeño pendiente que tenia el símbolo de la familia noble romanovs, de la cual era parte y encima era el cabecilla, extendió esta hacia la joven podía tener una gran valor para algunas personas ya que significaba ser parte de una familia noble.
-Os parece si os dejo esto hasta que pueda regresar lo cuidaríais por mi y os podría servir para aseguraros que volveré, seria una vergüenza para mi darlo por perdido.
Menciono mientras dejaba que ella notara lo que era y pudiera revisarlo, quizás entendía algo de aquello y asegurarse que era genuino, sino de seguro le preguntaría por si era parte de una familia noble, ademas el lobo no había pensado en eso de presentarse como el conde, era algo que era tan nuevo para el y difícil de creer que a veces se le pesaba por altos y los que conocían su apellido quedaban sorprendidos por el no ejercer la influencia debida por su renombre, este giro la vista hacia ella con una leve sonrisa.
-Seria pedirle mucho si un poco mas de comida, mi metabolismo avanzado sumado a mi la necesidad de regenerar las heridas que recibí creo que me han hecho tener mucha hambre jejeje
Menciono riéndose restando le algo de importancia a lo que decía, realmente tenia bastante hambre creía que era capaz de comerse a un cordero o dos enteros, pero no lo diría ya que sonaría quizás algo desubicado tratándose de que el era un hombre lobo que devora carne.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
El lobo tenía un nuevo trato en mente, y en cuanto ofreció aquella pieza de joyería extendí inmediatamente mis manos para inspeccionarlo de mejor forma. Era un artículo maravilloso, que de seguro tenía mucho valo -y no me refiero a solo sentimental-, aunque en casos como este el valor sentimental es lo mejor que se puede recibir ya que asegurará la vuelta de la persona en busca de su tan preciado objeto.
Con un simple chasquido de dedos el papel con el documento se quemó en el aire para no dejar ni siquiera las cenizas caer al suelo.
- Me gusta tu oferta -admito tranquilamente, era bastante seguro que volvería por él tarde o temprano... y si no lo hacía la verdad no creo que me molestara demasiado, después de todo soy una chica sin muchos lujos de este tipo y es una joya realmente hermosa-. Lo haremos a tu modo, aceptaré esta pieza como un símbolo de pagaré.
Me quedo con el pendiente en mi poder y lo guardo, ya más tarde me encargaría de revisarlo en mayor detalle, por ahora seguiría escuchando lo que tiene para decir, después de todo hasta que cruce nuevamente las puertas de mi local -esta vez para salir-, él seguía siendo mi paciente. Asentí ante su petición y me disculpé unos minutos para ir por más comida, además de aprovechar el viaje para dejar la joya en algún lugar mas seguro bajo un encantamiento de protección.
Repetí el menú servido solo unos minutos atrás, con la única diferencia que esta vez no añadí el extra para asentar su estómago ante la comida, al parecer ese aspecto ya estaba totalmente cubierto. Anuncié mi llegada antes de cruzar la puerta de la habitación para dejar frente a él el alimento.
- Si gustas más después de esto aún queda un poco, así que no dudes en pedir, después de todo esto no es un restaurant, puedes tranquilizarte pues no te cobraré por plato. -le digo con una sonrisa en el rostro.
Con un simple chasquido de dedos el papel con el documento se quemó en el aire para no dejar ni siquiera las cenizas caer al suelo.
- Me gusta tu oferta -admito tranquilamente, era bastante seguro que volvería por él tarde o temprano... y si no lo hacía la verdad no creo que me molestara demasiado, después de todo soy una chica sin muchos lujos de este tipo y es una joya realmente hermosa-. Lo haremos a tu modo, aceptaré esta pieza como un símbolo de pagaré.
Me quedo con el pendiente en mi poder y lo guardo, ya más tarde me encargaría de revisarlo en mayor detalle, por ahora seguiría escuchando lo que tiene para decir, después de todo hasta que cruce nuevamente las puertas de mi local -esta vez para salir-, él seguía siendo mi paciente. Asentí ante su petición y me disculpé unos minutos para ir por más comida, además de aprovechar el viaje para dejar la joya en algún lugar mas seguro bajo un encantamiento de protección.
Repetí el menú servido solo unos minutos atrás, con la única diferencia que esta vez no añadí el extra para asentar su estómago ante la comida, al parecer ese aspecto ya estaba totalmente cubierto. Anuncié mi llegada antes de cruzar la puerta de la habitación para dejar frente a él el alimento.
- Si gustas más después de esto aún queda un poco, así que no dudes en pedir, después de todo esto no es un restaurant, puedes tranquilizarte pues no te cobraré por plato. -le digo con una sonrisa en el rostro.
Arianrhod Dankworth- Hechicero Clase Media
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Re: Luna de sangre (Arianrhod Dankworth)
Sonrió levemente terminando aquel alimento que la joven había estado proporcionándole al joven se hizo un leve silencio solamente interrumpido por el ruido que hacia el joven con sus labios y boca al ingerir los alimentos de forma algo apresurada, nada digno de alguien de su clase pero en ese momento lo que menos seguía importándole era aquello, luego de terminar la mitad de lo que tenia decidió limpiarse observándola tenia que preguntarle algo aunque fuera lo suficientemente obvio pero debía escucharlo de su boca.
-Sabéis lo que soy??
Menciono esperando su reacción, aunque a esta altura con lo que habían hablado era mas que claro que ella sabia lo que el era, pero este debía tomar medidas siempre había tensiones entre las razas cuando uno sabia la naturaleza del otro, ya que ella podría suprimir sus poderes, el en cambio no durante la luna si fuera detenido para observación se transformaría y se arruinaría su tapadera como el conde, así que tenia que asegurase que la joven no fuera a hablar demasiado con nadie.
-Entendéis que preciso que esto quede oculto entre nosotros nada mas...
Menciono regresando a comer pero esta forma mas tranquila quizás se podía decir mas humana, su lado de cazador era el que mas estaba en ese momento al mando de su mente, planificando pensando siempre había aprendido que debía pensar mas que actuar algo difícil para alguien de su naturaleza llevados por le instinto, pero lo manejaba y equilibraba con bastante habilidad. Suspiro levemente luego para hablar que ella mencionara algo si lo hacia.
-Si no reconocéis lo que os he dado es la insignia de mi familia Romanovs, condes de Rusia por eso os pido que mantengáis esto en secreto, seréis bien recompensada por vuestro silencio y colaboración a mi causa...
Menciono buscando regalarle una leve sonrisa, en toda la seriedad y firmeza que había hablado parecía un verdadero alfa, mencionando con autoridad pero no buscando intimidarla ni tampoco amenazarla, había aprendido muy bien la capacidad que tenían las brujas para luchar, así que no buscaba tenerla como enemigo simplemente trataba de dejar firmemente sentadas las preocupaciones del joven.
-Sabéis lo que soy??
Menciono esperando su reacción, aunque a esta altura con lo que habían hablado era mas que claro que ella sabia lo que el era, pero este debía tomar medidas siempre había tensiones entre las razas cuando uno sabia la naturaleza del otro, ya que ella podría suprimir sus poderes, el en cambio no durante la luna si fuera detenido para observación se transformaría y se arruinaría su tapadera como el conde, así que tenia que asegurase que la joven no fuera a hablar demasiado con nadie.
-Entendéis que preciso que esto quede oculto entre nosotros nada mas...
Menciono regresando a comer pero esta forma mas tranquila quizás se podía decir mas humana, su lado de cazador era el que mas estaba en ese momento al mando de su mente, planificando pensando siempre había aprendido que debía pensar mas que actuar algo difícil para alguien de su naturaleza llevados por le instinto, pero lo manejaba y equilibraba con bastante habilidad. Suspiro levemente luego para hablar que ella mencionara algo si lo hacia.
-Si no reconocéis lo que os he dado es la insignia de mi familia Romanovs, condes de Rusia por eso os pido que mantengáis esto en secreto, seréis bien recompensada por vuestro silencio y colaboración a mi causa...
Menciono buscando regalarle una leve sonrisa, en toda la seriedad y firmeza que había hablado parecía un verdadero alfa, mencionando con autoridad pero no buscando intimidarla ni tampoco amenazarla, había aprendido muy bien la capacidad que tenían las brujas para luchar, así que no buscaba tenerla como enemigo simplemente trataba de dejar firmemente sentadas las preocupaciones del joven.
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