Let's be friends (privado)

por **Romina Di Lorenzo** Vie Dic 30, 2016 5:34 pm

Las noches estaban más que frías en la ciudad y esa noche no sería la excepción; el frío a pesar del gentío se sentía en el burdel y las pocas ropas no ayudaban a que apaciguara; aquella noche el único consuelo de la rubia era aquella bebida que circulaba por su garganta una y otra vez, ese vino que ayudaba a calmar el fuego que sentía por dentro. Podría decirse que en esta época del año era cuando el deseo por conseguir clientes aumentaba más, Romina deseaba cada noche sentir el calor de una persona a su lado no porque le faltara cariño o amor sino porque ya era una adicción que crecía cada vez más; complacer y ser complacida lo disfrutaba bastante, no se arrepentía del rumbo que su vida había tomado es más cada vez estaba más agradecida porque París le estaba dando lo que Florencia jamás, un sitio al que pudiera llamar hogar, ahí los hombres se perdían entre sus piernas, la trataban bien y ¿porqué no?, complacían sus caprichos de vez en cuando; su adquisición de joyas aumentó así como los distintos tipos de corsé que usaba para hacerle perder a los clientes la cabeza.

Aquel día se situaba en la barra coqueteando justamente con uno de sus favoritos, aquel amante que provocaba no querer dejarle escapar de su cama, a alguien que si le preguntaban seguro amarraría a su cama y pediría más de él; cruzó sus piernas mientras hablaban acortando la distancia que había entre ambos cuerpos para provocarle a pesar de las miradas sobre ellos, a ella no le daba vergüenza demostrar cuando alguien le atraía y mucho menos cuando disfrutaba de los halagos o las caricias que iban y venían.--Creo que será mejor que continuemos en otro lado a menos que no te moleste el público.--bromeó la chica esperando que el contrario dijera algo, la rubia ya acariciaba lentamente su rodilla en un gesto "amistoso" aunque no tenía nada de casto aquello.