Ficha Rumanella Tocci

por **Rumanella Tocci** Lun Ene 23, 2017 11:24 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Rumanella Tocci

▲EDAD▲

24

▲ESPECIE▲

Humana, cazadora.

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Media

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Milano, Italia

▲HABILIDADES/PODERES▲

Tiene brazos y piernas fuertes, por eso es buena en el combate cuerpo a cuerpo pese a que no lo prefiere.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Determinada, metódica e inteligente. Provocativa en cada área de su vida, no le teme a los desafíos, es dinámica y con iniciativa. Ruma es una mujer decidida, arriesga sin demorarse en hacer sus elecciones.

Le cuesta aceptar las críticas y opiniones sobre sus formas y decisiones. Ya no le debe nada a nadie, no tiene a quien rendirle cuentas y es por eso que poco le importa lo que la gente tenga que decir de ella.
Solo oiría a Fiorella, pero ella no opina acerca de los asuntos de su hermana.

Es hermosa y lo sabe. Lo sabe y lo utiliza a su favor. Usará todas las armas, incluso su propio cuerpo de la forma que sea, porque está decidida a cumplir su cometido.

Ha tenido que trabajar mucho en su personalidad a lo largo de su entrenamiento. Por naturaleza, Ruma actuaba antes de pensar. Era impulsiva, su madre solía decirle que era siempre “la punta de la lanza”. Esto poco le convenía a la hora de rastrear, investigar o luchar y, entre los muchos aspectos de su vida que ha mejorado en estos últimos años, esa –la impulsividad- es la que más le cuesta dominar.

Rumarella vive solo por y para matar a Kyro, quien fue el amor de su vida y, a la vez, el asesino de sus padres hace ya cuatro años.

HISTORIA

Golpe. Golpe. Golpe. Patada. Golpe.
Mientras entrenaba su cuerpo, Ruma se llenaba de ira para poder pegar con más furia.

Había conseguido que un inquisidor de la Santa Iglesia Católica la entrenase durante el espacio de cinco meses –porque el padre Caesso había hablado con aquel hombre y le había contado su historia- y, ahora que él se había ido, ella no podía perder la rutina de entrenamiento que había adquirido.

-Usa el odio a tu favor –siempre le decía Sebastiano. Y vaya que lo estaba haciendo…

****

La familia Tocci era de clase media, Antonello Tocci era carpintero y su esposa cuidaba de su casa y de su hija más pequeña, Fiorella, que era no vidente.
Para aportar en la casa, la hija mayor del matrimonio, Rumanella Tocci, trabajaba en el mercado de Milano, ayudando al signore Rocco en el puesto de venta de flores.
Los Tocci eran felices a su manera, disfrutando de las cosas pequeñas de la vida como oír cantar a Fiorella.

Rumanella vivía aquella rutina, esa monotonía, hasta que conoció a Kyro, el hijo del nuevo médico. Era muy rubio y alto, de cuerpo macizo y cuadrado. La mezcla perfecta de su madre italiana y su padre prusiano.
Fue amor instantáneo.

Su familia lo aceptó de inmediato, era amable y con un humor particular –herencia de su madre, seguramente-, imposible era no quererlo y los Tocci lo trataban como a un hijo más.

Habían pasado ya un año de noviazgo cuando comenzaron a planear su boda. ¿Dónde vivirían? ¿Tenían sus familias el dinero suficiente como para ayudarles? Estaban tan enamorados que nada les importaba. Ruma lo veía y el corazón se le detenía: era él. El amor de su vida era Kyro.

No sabría nunca porqué Dios le había permitido vivir y a sus padres no. Tampoco qué le había pasado a su amor, ¿por qué había hecho algo así? Eso último se lo preguntaría mirándolo a los ojos antes de cortarle la cabeza.

El signore Rocco había enfermado por lo que esa tarde Rumanella había ayudado a su esposa a limpiar la florería y a cerrarla. Demoró mucho tiempo porque, en agradecimiento, Beatrice la invitó a cenar y ella no pudo negarse.
Llegaría a su casa alrededor de la medianoche, un horario indigno para una señorita, por lo que Beatrice le rogó que durmiera en su casa esa noche fría y tormentosa. Su madre entendería, no era la primera vez que ocurría.

A la mañana siguiente se dirigió con paso rápido a su hogar. Cuando entró sus ojos no pudieron creer lo que veían. Todo era un mar de fragmentos, a su alrededor quedaban muy pocos muebles enteros, señal de que había habido una pelea. Corrió hacia el cuerpo de su madre, que yacía entre la madera -que había sabido ser la mesa y las sillas donde los Tocci comían-, pero estaba frío y duro.
En otro de los rincones, el cuerpo de su padre estaba atravesado, como si quisiera imponerse para impedir que quien había hecho aquello llegara al pequeño dormitorio de sus hijas.

-¿Padre? ¡Padre! –rogó, sin más palabras, que despertara pero él no lo hizo, estaba rígido.

-Ruma…

Rumanella se puso en pie de inmediato e ingresó en la habitación. Fiorella estaba en el suelo, se había arrastrado hacia un rincón pero estaba débil y herida.

-¿Qué pasó? –lloró al ver que tenía la piel del cuello desgarrada.

-Kyro… Kyro vino y…

-¿Kyro? –la ayudó a levantarse pero le costó, su hermana a penas tenía fuerzas. Estaba muy pálida.

-Era él, era su voz, pero no era él… No estaba como siempre. Me mordió…

-Shh, no pienses en nada, iré por ayuda. Trata de descansar…

Corrió hasta la iglesia del padre Caesso y le rogó ayuda. Allí, el párroco envió a buscar al médico y Ruma tembló, pues se trataba del padre de Kyro.

El hombre nada sabía de su hijo, había desaparecido desde hacía dos días.
Fiorella no cesaba de repetir que Kyro había hecho eso y no dejó de hacerlo jamás, aún en el presente cuando recuerda aquella noche Fiorella sigue asegurando que Kyro irrumpió en su hogar.
Desde esa noche, Rumanella tiene una idea fija en su cabeza: hallar a Kyro.

-Se ha transformado –le dijo el párroco.

-¿En qué?

-En demonio.

-Yo no creo en esas cosas.

-Deberías creer, un demonio te ha dejado huérfana.

Pasó los siguientes cuatro años instruyéndose, investigando y entrenando su cuerpo. Cada inquisidor que pasaba por la Iglesia del padre Caesso le dejaba nuevas enseñanzas. Incluso hizo algunos viajes cortos con Giorgino -dejando a su hermana bajo el cuidado de Rocco y Beatrice, quienes desde lo ocurrido las ayudaron y acompañaron en todo momento-, él le había enseñado mucho. Con él había matado a su único vampiro.

Rumanella no volvería a hacerlo. Solo mataría a Kyro. A ella no le interesaban los otros seres, solo él. A no ser que fuese necesario, ella no mataría a nadie más.

DATOS EXTRA

*No ha vuelto a amar.
*Sueña con el momento en el que vuelva a ver a Kyro y fantasea con que antes de asesinarlo va a besarlo una última vez.
*Utiliza una ballesta que Giorgino le regaló.
*Pese a saber que no sirve de mucho, lleva siempre consigo una botellita de agua bendita.
*Tiene su estaca de madera afilada siempre a mano.

*Tiene la pista de que Kyro está en París y, por eso, se ha trasladado a aquella ciudad donde reside actualmente.
*Extraña a su hermana, pero pensar en ella le da las fuerzas que necesita para continuar con su venganza.

por **Nigel Quartermane** Mar Ene 24, 2017 4:29 pm

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