Noche felina (libre)

por **Sylmeria Øybiorndottir** Miér Feb 01, 2017 6:41 pm

No podía ver el camino que llevaba al burdel dado a la espesa niebla que se había levantado de repente sobre las calles de París. Las sombras jugaban a favor del terror del silencio y para cuando encuentra un ápice de luz, esta se difumina en un destello casi imperceptible. Con un gato en sus brazos, caminaba lentamente con el taconeo de sus pisadas por las calles de piedras estrechas, anchas y de apariencia lúgubre.

Miró a ambos lados de la calle, escuchando gritos por doquier y asustándose más y más para luego acurrucar en su pecho al felino y salir corriendo por dios sabe qué dirección. Se paró en una farola que aun daba una tenue luz sobre la calle, miro a los alrededores y se fijó que estaba en un laberinto de callejones, perpendiculares y calles con nombres variados. La verdad, nunca se había perdido. Nunca y esta era la primera vez que le pasaba. De todas maneras no supo encontrar algún sitio donde comer. Solamente un borracho que caminaba en eses y perros y gatos abandonados.

Acariciaba al felino poco a poco, le daba besitos en el cogote y lo arropaba con su velo de gasa color granate que hacia juego con el vestido que había elegido para salir esa noche. Salía de dar un paseo con el gato que ahora sería suyo, su única compañía y enseguida, el pequeño minino comenzó a bufar al ver que unos gatos se acercaban lentamente hasta donde se encontraban. Sylmeria comenzó a andar en dirección contraria a los gatos que los miraban fijamente.

Una vez escondidos en la oscuridad de la noche, andaban y andaban hasta que por fin consiguió encontrar una salida, pero enseguida vio que era una esquina de algún establecimiento que estaba cerrando. Aún estaba en el laberinto hasta que lentamente se hizo un ovillo en el suelo. Su compañía felina revoloteaba en sus brazos, ronroneando y cuando le miro a sus ojos azules, recordó que una vez, el gato que llevaba en brazos, lo había encontrado por estas calles. Sonreía por primera vez al estar en las calles, miro al frente y algo se movía entre las sombras sigilosamente. Un olor exótico hizo recordarle a los compañeros con los que solía trabajar en el burdel poco a poco e iba integrándose dentro del burdel.

Después de tres años, supuso que tenía que conocer a todos, pero cada vez venían más y ahora eran más hombres que chicas. Tuvo la valentía de acercarse un poco a la luz para ver mejor quién era y aquel olor a...perfume, hizo que su corazón comenzara a latir apresuradamente, quedándose apoyada contra la pared de un gran edificio de piedra oscura.

por **Erkki Aliranta** Mar Feb 14, 2017 11:50 pm

La noche era joven, (En términos Vampiricos claro estaba) y había decidido caminar de regreso a casa en vez de tomar un carruaje una vez había terminado su turno en el hospital. Tenía la costumbre de quedarse en el consultorio hasta casi el amanecer, y seguía atendiendo pacientes aunque no fuera su obligación, tenía fama entre las enfermeras y otros doctores por ser un fanático del trabajo e inclusive habían rumores de que había perdido la cabeza.

La verdad era mucho más sencilla. Erkki simplemente no encontraba ninguna otra emoción que valiera la pena en su vida. 400 años en el mundo eran mucho tiempo para aburrirse de muchas cosas y su trabajo como Doctor era una de las cosas que lo mantenía 'vivo'. Sin embargo esa noche había aceptado la sugerencia del director de regresar a casa una vez terminada su jornada nocturna, era casi la media noche y caminaba tranquilamente por los callejones que más parecían laberintos. Se preguntaba como hacía la gente para no perderse en tal oscuridad.

Escuchó unos gritos a lo lejos y sonidos de animales pequeños que se escondían en las sombras, su sentidos agudizados sobrenaturales le permitían estar al tanto de lo que sucedía a su alrededor sin que tuviese que esforzarse mucho, por lo que caminaba con confianza y sin ningún ápice de miedo. Se detuvo bajo la luz de un candelabro pues escuchó pasos que iban hacía él en las sombras, se giró con suavidad y se encontró con la silueta de una mujer que se asomaba tímidamente, pudo oler su miedo y su carne humana.

Erkki iba vestido con un largo abrigo negro que le hacía parecer como una especie de cuervo negro, bajo el abrigo llevaba un simple traje con corbata, no muy costoso, pero si muy limpio y escueto. No solía salir con el delantal o la bata que usaba en el hospital, así que no había forma de saber cual era su profesión.

-¿Se ha perdido Madame? - Preguntó con una voz cortés y masculina, notando que un pequeño animal se escondía entre los brazos de ella. Le pareció extraño que llevara un gato en brazos - ¿Se encuentra bien? - Agregó, el candelabro a su lado hacía que las sombras en su cara se acentuaran dándole cierto aire enigmático.

por **Sylmeria Øybiorndottir** Miér Mar 01, 2017 6:38 pm

Mas sin poder evitarlo, cuando le preguntaba aquel desconocido Sylmeria dio unos pasos hacia atrás, envolviendo contra su pecho al felino que descansaba tranquilamente en sus brazos – Estamos bien caballero, no quisiera importunarle –dijo con toda la educación del mundo.

Seguro que aquel desconocido había salido tarde de algún sitio y solo quería llegar a su hogar lo más pronto posible y ella lo retendría y no quería eso – Bueno, sí, nos encontramos bien, solo que nos hemos perdido –dijo comprobando a ambos lados si había malhechores o algún ladrón que quisiera arruinarlas la noche - ¿Quiere dinero? Lo siento, pero no tengo nada encima –encogió los hombros, la verdad es que llevaba algún que otro franco en su bolso pero Sylmeria quería no encontrarse en peligro.

Sabía que la noche era bien traidora y traía siempre penurias consigo.

En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente. Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vales la pena vestirse y desnudarse? La verdad era una pereza levantarse de su cómoda cama y ponerse un vestido que le oprimiría la respiración una vez puesto y/o que tuviera que hacer cierto postureo para pasear sus ropas caras que se compra con las extensas recompensas de dinero que le dan sus clientes hasta sin embargo la pagan con accesorios, ropa para ella y su crecidita hija, era afortunada por una parte.

– Pero usted parece el perdido, podemos encontrarnos quizás ambos –acaricio la mejilla del hombre con el canto de los dedos de forma insinuante – en esta oscura noche de la cual nadie podrá ser testigo de nuestra travesura – Mientras hablaba ella le sonreía, se había puesto a trabajar, posiblemente para poder ganarse la cena, quizás -

por **Erkki Aliranta** Jue Mar 02, 2017 7:30 pm

La mujer le decía que estaba perdida y al parecer le confundía con algún ladrón porque le preguntaba si quería dinero, no le ofendió que lo confundiera con una persona de mala vida, quizás en la oscuridad ella no podía distinguir muy bien sus ropas.

-No, no soy esa clase de persona – Comentó inmediatamente con una media sonrisa, en la oscuridad un candelabro al otro lado de la calle apenas si dejaba ver la silueta de su perfil – La verdad es que sólo me apetecía caminar un poco antes de llegar a casa luego del trabajo – Le explicó, de alguna forma sentía que debía explicar su presencia en ese callejón oscuro.

De repente la dama se había acercado, acortando la distancia demasiado rápido para su gusto, se le había insinuado que podían continuar la noche juntos y hacer alguna travesura, el toque en su mejilla sólo le confirmó que la mujer se le estaba insinuando. Arqueó las cejas sorprendido ante los avances, una buena dama no se atrevería a comportarse de esa forma con un extraño, por lo que sólo le quedaba concluir que esa mujer deseaba algo de él. Podría ser una cortesana deseando conseguir un cliente y ganar dinero o una cazadora haciéndose pasar por cortesana para luego atacarle en su momento más vulnerable.

Erkki llevaba mucho tiempo en ese mundo y sabía que las mujeres eran quizás más peligrosas que los hombres cuando se trataba de cazar criaturas sobrenaturales, pues usaban sus armas de seducción para ello.

- Madame... ni siquiera nos hemos presentado correctamente – Comentó con voz gentil y educada, él no era un aristócrata, pero si un hombre que sabía como decir las cosas de manera caballerosa - ¿No considera inapropiado y peligroso confiar en un hombre que aún no conoce? -

por **Sylmeria Øybiorndottir** Sáb Abr 01, 2017 5:22 pm

Sylmeria solamente miro al desconocido dándole su punto de razon por lo que opto por alejarse un poco, tan solo lo que se había acercado para poder acercársele - A casi todos nos da miedo lo desconocido y no creo que debería de ser así. Lo desconocido no es más que el comienzo de una aventura, una oportunidad de que algo pueda crecer entre dos o varias personas….-Sylmeria ladeaba su cabeza para hacerse entender - ¿Y quién confía usted? - le preguntó Sylmeria. -En la gente que come cuando tiene hambre, supongo -dijo al desconocido con un deje de que sabía de lo que estaba hablando más o menos.

El animal pequeño que Sylmeria llevaba aguardando del frio se quedó observando al desconocido, este le bufó pero Sylmeria solamente rio delicadamente – mininos…tan traviesos…-sonriendo esta hizo una reverencia – Sylmeria me llaman algunos –Dijo pretendiendo que tenía modales (que los tenía) pero igualmente estaba perdida en como aquella persona que se había encontrado por la noche podría devolverle modo de haberse o de presentarse ante ella y cuando no había nadie más que ellos dos en la calle y algún que otro borracho deambulando por las paredes de cada lugar.

- Si me permite responderle a su pregunta, No, no me da miedo enfrentarme a lo desconocido pues es lo que ocurre en mi trabajo lo cual no creo que sea adecuado o lo mismo sí. Le he debido de incomodar al haberle acariciado la mejilla con tanto desparpajo, pero…que voy a hacer, soy una persona que trabaja en un orfanato, trato con cariño a cada alma que viene perdida por estos desolados rincones además de ser afectuosa por pura virtud….No-no soy una busca fortunas ni nada por el estilo –Aquello último lo interpreto como algo que pudiera ser verdad, como una actuación bien interpretada en la que ella estaba diciendo completamente la verdad.

por **Erkki Aliranta** Miér Abr 05, 2017 12:52 am

Le costaba un poco comprender que era lo que decía esa mujer, por unos momentos parecía como si estuviera hablando metafóricamente, pero luego le parecía que lo que decía era literal ¿Estaría demente? Pensó por unos instantes y su mente de Doctor comenzó a divagar pensando en las posibles enfermedades mentales que ella podría sufrir, podría estar perdida y confundida, luego de alguna situación que le hubiese dejado en Shock.

-Sylmeria... - Repitió el nombre de la mujer – Nunca había escuchado ese nombre antes ¿No es usted Francesa? - Le preguntó, pues ese nombre no le sonaba para nada Francés.

-Oh ya veo, no me ha ofendido en gesto... simplemente que me parece inapropiado – Le explicó, años atrás Erkki habría reaccionado muy diferente al gesto de Sylmeria, pero él era un hombre diferente ahora, menos tímido y excéntrico. - En todo caso, el orfanato esta bastante lejos de aquí... me da la impresión de que se ha perdido ¿No es así? - Insistió con voz amable – Yo voy de camino a mi casa, pero quería dar un pequeño paseo para matar tiempo – Le explicó, sabía que llegaría a su casa y se aburriría hasta que fuera hora de irse a dormir.

- Si quiere puedo acompañarla de regreso, no vivo cerca al orfanato, pero queda en el camino, le resultaría fácil encontrar el camino de regreso desde una calle principal ¿No le parece? -

por **Sylmeria Øybiorndottir** Miér Mayo 31, 2017 7:08 pm

- No, no soy Francesa. Nací en Suecia tiempo atrás – Dijo con una sonrisa a lo que mirando al desconocido ladeo su rostro mirando de un lado a otro para después responderle lo siguiente – Pues sí, el orfanato está alejado y creo que he perdido el sentido del rumbo ya que con la escasa cantidad de luz que hay poco puedo ver – suspiro, se echó unos mechones hacia atrás y se recoloco un poco mejor la ropa de abrigo que le cubría, el felino que aún mantenía del frio entre sus brazos se acomodó para sentirse acunado por los brazos de Sylmeria.

- Sinceramente me vendría bien un poco de compañía, no sé sinceramente lo mucho que se lo agradezco en realidad – Con una sonrisa Sylmeria se colocó al lado de aquel hombre coqueteándole de gratis, sonriéndole como si le estuviera complaciendo de sobremanera pero que podía decir ella, era una prostituta que bueno por el día se ocupaba de mantener su reputación como buena dama de compañía que era.

-¿Y usted? ¿Cómo se llama y es de París? –Pregunto con grata curiosidad. Sylmeria tenía muy mala suerte con los hombres ya que su hija se ocupó del último de borrarlo del mapa pero simplemente Sylmeria aun creía que era por ella misma, porque aún no ha llegado el que debería ser para ella o mismamente porque prácticamente no existía.

La suerte es una flecha lanzada que hace blanco en el que menos la espera y por tanto para ella, lo mismo habría fallado la diana varias veces consecutivas. A lo mejor debería de quedarse quieta, probar a que la muerte casi la alcance o mejor aún quedarse sola, total ya había pasado el arroz de poder volver a casarse y vivía sola con su hija Valentina a la que quería y protegía en demasía.

por **Erkki Aliranta** Lun Jun 05, 2017 12:05 am

Sylmeria parecía una mujer agradable, tal vez demasiado coqueta para lo que estaba acostumbrado, en el hospital donde trabajaba, las enfermeras siempre estaban muy ocupadas en su trabajo como para coquetear con los doctores o los pacientes, además rodeadas de sangre o fluidos apestosos de enfermos ¿Quién se anima a coquetear?.

. Es fácil perderse en estos callejones, yo me he perdido más de una vez – Comentó mientras comenzaban a caminar por la calle oscura – Pero es más peligroso para las damas, por eso le aconsejo que siempre trate de caminar por la calle principal, donde hay más faroles y carruajes, nunca se sabe que monstruo puede estar escondiéndose en los callejones sin salida – Estaba siendo sincero, sabía que otras criaturas sobrenaturales debían encontrar el momento perfecto para atacar a sus presas en lugares como ese.

- No soy Frances, de hecho somos casi que vecinos, pues soy de Finlandia, de Helsinki para ser más exacto, aunque mi hijo nació en Suecia – Comentó con naturalidad – Mi primera esposa era Sueca – Le aclaró – Me llamo Erkki Aliranta, es un placer conocerla aunque las circunstancias sean poco ortodoxias – Se asi trevió a agregar - ¿Su esposo la espera e casa? Espero que su esposo no piense nada malo si la vez acompañada de un caballero a tan altas horas de la noche -

por **Sylmeria Øybiorndottir** Dom Sep 17, 2017 12:12 pm

Tuvo que reírse un poco pero no demasiado.

- No tengo esposo. Tengo una hija pero es de mi primer esposo la verdad y ya hace bastante tiempo que no estoy cerca de un caballero – Comento con una sonrisa en su rostro. Esta, fijándose en los ojos de Erikki, se dio cuenta de que lo que le contaba era cierto - ¿Tiene un hijo? Perdóneme si me inmiscuyo en su vida personal, ya que nos acabamos de conocer…resultaría algo repentino y abusivo…- suspiro - ¿conoce usted…si su hijo está comprometido? – De repente, Sylmeria comenzó a toser, paro un momento y se cubrió los hombros un poco mejor.

– Mi querida hija no quiere quitarse la idea de la cabeza de que solo hay un hombre en la vida de una mujer...y, bueno una madre se preocupa de sus hijos es lógico, pero la compañía en la que se encuentra ahora mi hija no me da demasiado buena espina. – Bufo irónica, caminando al lado de Erikki como si nada. Anduvieron durante un rato y entonces se le ocurrió una idea a Sylmeria.

- ¿Le apetecería conversar más tranquilamente en la comodidad de mi hogar? Está cerca y la verdad…-Sonriéndole coqueta, Sylmeria dejo entrever un poco del canalillo de su escote mientras se ponía más cara a cara frente a Erikki – Podríamos conocernos…un poco más – Entre una melodía sensual estaba Sylmeria intentando de incitar al género masculino, aunque lo hizo de una manera un poco sutil, esta se quedó mirándole fijamente, esperando una respuesta a la que ella pudiera sonreír o decepcionarse por no haberlo intentado demasiado.

MIAAAUUWWW!!!

Sin poder esperárselo, Sylmeria fue arañada por el gato que tenía entre sus brazos, este salió corriendo hacia los callejones impidiendo a Sylmeria poder seguirlo por el dolor que tenía en el brazo y por los altos tacones que llevaba esa noche - Joder, maldito gato –Maldiciendo su mala suerte, se subió la manga del abrigo y observo que tenía tan solo dos arañazos pero estos estaban bastantes recientes pero sin apenas demasiado derrame – Perdón mi lenguaje…agh…

por **Erkki Aliranta** Mar Sep 19, 2017 9:57 pm

Arqueó las cejas cuando ella le insinuó que podrían presentar a sus hijos ya que la hija de ella andaba en malas compañías, si ella supiera que su hijo Soren era en realidad un vampiro como él y que lo consideraba hijo porque lo había convertido, no porque compartieran sangre como familia biológica ¿Consideraría ella a Soren también una mala compañía?, definitivamente no podía contarle algo como eso. ¿Pero que podía decir?.

-No quiero ofenderla, pero personalmente no creo en matrimonios arreglados – Comentó carraspeando - Ya en mis días de juventud estuve en ese tipo de relación... por supuesto no funcionó y terminé enamorandome de otra mujer – Lo cual era bastante común de hecho, los matrimonios arreglados por dos familias siempre terminaban con uno de los dos, engañando al otro con un tercero.

-Pero comprendo su preocupación, como madre, claro está, es su deber velar por el bienestar de su hija y espero que no esté en peligro con ese hombre que dice estar – Agregó, le sorprendió un poco escuchar que no tenía esposo, era bastante indecoroso para una mujer tener hijos y no estar casada, ser madre soltera estaba muy mal visto en la sociad, lo que le hizo pensar que quizás ella estaba ocultando algo más sobre su trabajo o estilo de vida.

-Me siento alagado por la invitación... - Comenzó a decir cuando de repente el gato había brincado y corrido como loco por el callejón. Sonrió ante el lenguaje de la dama y el olor de la sangre inmediatamente invadió sus sentidos. No era mucha sangre, de hecho era un razguñón gracias a las afiladas uñas gatunas, pero para él quien gozaba de un olfato sobrenatural, esa pequeña cantidad bastaba para sobrecargar sus sentidos.

- Si me permite – Comentó, tomando el brazo de la dama en donde el gato le había aruñado, no era nada del otro mundo, pero como doctor sabía que un animal callejéro podía transmitir muchas enfermedades – Soy Doctor, no se preocupe – Agregó mientras sacaba de su maletín un frasco de vidrio con anticéptico, siempre cargaba un kit con cosas ensenciales en su maletín, nunca se sabía cuando podía presenciar un accidente. Con delicadeza vertió un poco del liquido en los rasguños para limpiar los pequeños cortes – Para evitar una infección – Le indicó.

por **Sylmeria Øybiorndottir** Mar Oct 17, 2017 7:46 pm

Con una dulce sonrisa miraba como Erkki le curaba con un antiséptico – jajaja…-rio un poco – Recuerdo cuando antaño mi esposo nos cuidaba frente cualquier enfermedad o cualquier rasguño serio que nos hiciéramos en el pasado – Sonriendo aun con la dulzura de antes, Sylmeria se fijó en las palabras – Disculpe mis palabras, no pretendí ofenderle con lo de los matrimonios….pero sinceramente no creo adecuado estar…- suspiro – Da lo mismo. Tampoco quiero compensar su buena voluntad de curarme con palabras llenos de aburrimiento – Riéndose nerviosa, salto un poco debido al escozor del brazo que lo mantuvo quieto lo mucho que pudo.

No volvería a coger aquel gato.

No volvería atrás a por ese gato, sin embargo, ella sabía que no era un gato normal y corriente pero prefirió dejar el tema del gato en paz. Se fijó aún más detenidamente en Erkki y como era su maletín de médico por lo que enseguida le produjo curiosidad - ¿Es médico? ¿Tiene alguna especialidad o es médico general? – Pregunto con curiosidad dejándose curar por las dotes habilidosas de su acompañante de aquella noche. Un caballero no se deshonra convirtiéndose en menestral o jornalero. Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos. Si la naturaleza prevalece sobre la cultura, se tiene a un salvaje; si es la cultura la que prevalece, a un pedante. Sólo del equilibrio nace el caballero.

- Muchas gracias por las atenciones que me ofrece de manera profesional – Continuando con la sonrisa puesta en su rostro, terminó por abrigarse un poco más debido a una ráfaga de viento que le recorrió con escalofríos por todo su cuerpo, pero sobre todo, por el tacto repentino que se llevó por sorpresa Sylmeria en cuanto Erkki le tocó el brazo.

Estaba helado…..y estaban en verano, era de noche y hacía buena temperatura a pesar de los bajones de tensión que tenía Sylmeria normalmente.

por **Erkki Aliranta** Miér Oct 18, 2017 10:27 pm

-Médico general, se podría decir - Respondió cuando ella le preguntó que tipo de médico era, en la época en la que había aprendido medicina, los médicos no diferían mucho de los yerbateros o curanderos gitanos, no había mucho conocimiento sobre la anatomía humana como para distinguir ciencia de magia. - Conozco de herbología también, me gusta estudiar en mis ratos libres, ya que en esta profesión, está constantemente evolucionando -

Cuando terminó la curación meneó con la cabeza haciendo un gesto con la mano para darle a entender que no era nada del otro mundo. Ella pareció algo sorprendida cuando le tocó la piel, quizás había notado el frío, Se apresuró a quitar la mano y guardar las cosas en su maletín.

- Se está haciendo un poco tarde Madame – Comenzó a decir - ¿Esta segura que desea que la acompañe a su casa? - No traía un reloj pero por la posición de la luna sabía que era más de media noche. Sería extraño entrar en la casa de una mujer a esas horas tan inescrupulosas, cualquiera podría insinuar que se trataba de una prostituta. No quería ser grosero, pero como caballero que era le parecía inapropiado. - Realmente me parece inapropiado para un hombre visitar a una dama a tan altas horas de la noche, creo que sería más conveniente concertar otro tipo de visita, mucho más temprano -

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