Que te van a comer la cara..[Priv]

por **Corbin Lockwood** Dom Feb 05, 2017 5:46 pm

El primer domingo del mes era siempre algo digno de ver. Las calles abarrotadas de gente de todas las clases estaban allí, el ruido era ensordecedor, la cantidad de puesto era aun más asombroso. Las amplias plazas del mercado estaban tan a reventar de gente que no se podía pasar sin rozarse con alguien. Había todo tipo de puestos, aunque siempre por zonas, separados en distintos rangos de precio y calidad, aunque eso no impedía que todo el mundo pasease alrededor y observara, aunque algunos no pudieran permitírselo y para otros eran productos muy por debajo de su estatus.

Entre aquella algarabía había músicos, que animaban el lugar, los ladrones, por supuesto, no podían faltar y tampoco la gente que llevaba demasiados trastos encima y que apenas podían acarrear con ellos. Una muchacha de cabellos oscuros y esbelta figura no era diferente, se afanaba por estirarse e intentar alcanzar una brazada de hierbas secas que colgaban de una de las tiendas que pertenecían a los gitanos, de sobra conocido que eran los más entendidos en este tipo de productos.

Una manaza apareció con lentitud, dando sombra a la mujer, antes de alcanzar aquel ramo de unas plantas que él ni siquiera conocía. Corbin le bajó el ramillete seco y excesivamente aromático para su gusto, pero qué sabía él de esas cosas. El hombre llevaba consigo un propio fardo de cosas a la espalda, pero nada que ver con flores ni nada por el estilo.

por **Aletheia Brutus** Lun Feb 06, 2017 11:59 am

Habían pasado varios días desde que había abandonado, por fin, la buhardilla de Leif. No tenía muy claro si pensar en ello le hacía bien o mal, porque el Capitán Paine le provocaba sentimientos contradictorios. Aunque ya no tenía caso volver mucho sobre lo mismo. Era un recuerdo. Uno que no sabía si calificar de terrible, por el miedo que había sentido, por la desesperanza de verse atrapada y a merced de un licántropo, uno de los seres que más temía en el mundo, o bueno, porque al final no había resultado ser tan malo, porque la noche junto al pirata había borrado años de soledad. Quizás fuera ambas cosas. Tampoco importaba.

Lo que sí importaba era que estaba agotada y llevaba varias noches sin descansar correctamente. La primera en la gruta, la segunda en la buhardilla y las restantes en su propia alcoba. Se había acercado al mercado a buscar algunas hierbas relajantes. Quería hacerse un mejunje de los suyos que la hiciera dormir al menos doce horas. Y un ungüento para acabar de eliminar las marcas en su piel. Las más visibles, las de su cuello, las había ocultado haciendo uso de sus poderes, pero las que quedaban ocultas por la ropa aún eran demasiado visibles.

Curioseó entre los puestos, hasta que dio con lo que buscaba. Miró a ambos lados para ver si alguno de los gitanos podía atenderla, pero no tuvo suerte, así que estiró todo lo que pudo el brazo para intentar llegar a la punta del ramillete seco que asomaba en un caldero. Sus dedos apenas lo rozaban y ya estaba a punto de darse por vencida cuando, de la nada, salió una mano que lo bajó a su alcance.

Levantó los enormes ojos castaños para encontrarse con aquella mole de puro músculo. Sonrió amablemente, sosteniendole la mirada.
-Muchas gracias. -Sus ojos se desviaron hacia otro de los calderos que colgaban llenos de ramas, junto al que le había alcanzado-. ¿Le importa si abuso un poco más de su amabilidad y le pido que me alcance un poco de acónito?

por **Corbin Lockwood** Mar Feb 07, 2017 3:22 am

Corbin se quedó mirando esa sonrisa, siempre le parecía extraño que alguien tuviera la facilidad de sonreír, como si nada, como si no tuviera ningún motivo para tener el ánimo sombrío. Él era todo lo contrario, cuando estaba fuera del burdel le costaba sonreír y fingir la misma vida, así que no se molestó en devolverle aquella hermosa sonrisa. Su vida en el burdel era lo más discreta posible, así que no se preguntó si alguien le reconocería o no, si lo hicieran, nadie diría nada de todas formas. El mundo sexual era un tabú, pero si además lo ejercía un hombre lo era aun mucho más.

Estuvo a punto de seguir adelante, pero la mujer le hizo aquella petición. Se detuvo por la costumbre, por esa idea metida en la cabeza de que obedecer era algo que tenía que hacer si o sí. Le resultaba muy difícil cuestionar órdenes, aunque lo de aquella muchacha sabía que había sido una petición inocente, le cabreó sobremanera que su primera reacción fuese detenerse en seco. Cogió aire y se armó de paciencia, con esa máscara suya de absoluta seriedad. Miró por la tienda, que a esas horas estaba llena de clientes y con los dueños del carromato atendiendo sin dar a basto. Observó las diferentes plantas que colgaban, algunos tarros con semillas o polvo hechos de ellas, a él le parecían todas iguales. De nuevo miró al dueño de la tienda...Y finalmente se dio por vencido. Suspiró, no le gustaba parecer ignorante..pero..Demonios, lo era. - ¿Cuál de todas?- Preguntó, mirando esta vez a la mujer, que cargaba con esa olla llena de plantas. Se preguntó si realmente una mujer así podría cargar con mucho más. Aunque, ¿Qué le importaba a él?

por **Aletheia Brutus** Mar Feb 07, 2017 11:42 am

-Ésa, la de las flores moradas -le señaló las que estaban en el segundo caldero-. Muchas gracias, caballero. Es usted muy amable.
Cogió las plantas que le había bajado y las dejó junto a las otras. Con eso tendría suficiente. Un destello verdoso repuntó a su alrededor. Un reflejo del aura. Se sorprendió, porque ese muchacho tenía un aura humana, con un deje de tristeza profunda, de ésa que marca la vida. Pero ese ramalazo era como una reminiscencia de la magia. Quizás alguno de sus padres o sus abuelos hubiera sigo hechicero... quizás pudiera despertarse algo en él, como Leon lo despertó en ella. Era bonito enseñar a otros. Ella lo hacía con la lectura o los idiomas, pero jamás lo había hecho con la magia y sería interesante.
Meneó la cabeza, no iba a asaltar a un extraño para decirle "Hola, no me conoces de nada, pero soy una hechicera y veo que en tu sangre hay algo más que humanidad, ¿me dejas intentar descubrirlo?". No, no sonaba demasiado cuerdo. Se rió levemente al pensarlo y le dedicó una sonrisa a Corbin como despedida y fue a buscar alguien que le cobrara.

por **Corbin Lockwood** Miér Feb 08, 2017 7:48 am

Corbin esperaba que no hubiera muchas flores moradas, aunque en seguida se vio chafado al ver la cantidad de cosas “moradas” que había por allí. Cierto tono de rosa, el lila, el morado, para él eran todos iguales..O muy parecidos, pero gracias a que la hechicera le indicó qué caldero era alargó la mano y lo pudo coger finalmente. Le entregó la planta a la mujer, observándola, iba a pasar de largo y seguir con su camino, que ahora se había convertido en mula de carga para el Golden, a él era muy difícil asaltarle..Solo con el tamaño la gran mayoría de pillos y ladrones se buscaría un objetivo más asequible, así que los dueños del burdel habían descubierto que enviar a Corbin a hacer recados era bastante útil, además de que el hombre era sorprendentemente correcto y apacible. Pero algo de lo dicho por la mujer le sorprendió, no la gratitud pero si el término “caballero”. ¿Caballero él? Se le escapó una sonrisa ladeada….Se había olvidado que fuera del Golden no tenía por qué ser la puta, pero estaba tan acostumbrado que…

Miró a la hechicera, estudiando su expresión, algo le decía que le llamaba la atención aunque no podía ver líneas de deseo en aquellos ojos, era más bien...Curiosidad. Curiosidad de qué. Aun le sorprendía que no tuviera ningún interés mundano en él, teniendo en cuenta que era lo único que encontraba en los ojos que le rodeaban cuando se encontraban con los suyos.- ¿Qué quiere?- Dijo, sin más con ese vozarrón ronco y profundo. Sabía que la mujer estaba mirándole con esos ojos por algo. ¿Qué había visto?- ¿Necesita que le lleve todo eso a casa?

por **Aletheia Brutus** Miér Feb 08, 2017 12:12 pm

-¿Qué? Oh, no, no. No se preocupe, pero gracias -rechazó el ofrecimiento, más que nada por educación, porque suponía que ese hombre tenía mejores cosas que hacer que llevarle a ella un par de manojos de hierbas hasta su casa sólo por hacer gala de caballerosidad. Quizás eso le daría tiempo a fijarse un poco más en ese desliz verde que había tenido su aura. Pero era débil y ya había desaparecido. Quizás sólo estaba en su imaginación. Pagó las hierbas a la gitana y las cogió sobre un brazo, con cuidado de que no empezaran a romperse antes de llegar a casa y poder meterlas en sus correspondientes tarros.

Emprendió el camino de regreso, dejando atrás al hombretón, porque desde luego era todo un hombretón. Sin embargo, no tardaría demasiado en volver sobre sus pasos, porque un grupo de niños, en la carrera -seguramente huyendo porque habían robado algo-, la empujaron y le destrozaron la mitad del ramillete de hierbas contra el vestido.
-¡¡Al menos podríais pedir disculpas, caterva de salvajes!! -se quejó al aire, mientras intentaba sacudirse como podía y regresaba al puesto a por más.

Estaba visto que su suerte iba de mal en peor...

por **Corbin Lockwood** Sáb Feb 11, 2017 10:26 am

Corbin se quedó mirando a la mujer con una ceja arqueada, no le gustaba que la gente se andara por las ramas, porque le recordaba demasiado a su vida en el burdel, tener que indagar y averiguar le ponía de mal humor, así que dejó que la mujer se marchase sin impedirlo. Volvió a sus recados, aunque no tardó demasiado en escuchar la queja de la mujer, a los chiquillos correteando y dispersándose para evitar que consiguieran atraparles, pero uno de ellos no tuvo tanta suerte.

Prácticamente de un manotazo, el hombre quitó algo al crío, el chiquillo fue a quejarse pero al ver el tamaño de semejante bestia se quedó mirándole atónito, lo único que hizo Corbin fue soltar una colleja al chico, bastante suavecita y de un empujón lo devolvió al gentío en el que el chiquillo se perdió en seguida, todavía sorprendido de no llevarse una paliza.

Corbin levantó al vista, viendo cómo la hechicera volvía llena de espigas y trozos de planta por todas partes. Cuando se acercó una vez más al puesto, Corbin le entregó lo que el chiquillo, al chocarse con ella, le había quitado, que era nada más y nada menos que un monedero.- ...Esos chicos no chocan porque sí, señora..

por **Aletheia Brutus** Sáb Feb 11, 2017 1:20 pm

Levantó los ojos desde su monedero, siguiendo el brazo que lo sostenía, hasta la cara de Corbin.
-Oh, cielos. Muchas gracias. Parece que hoy es usted mi caballero andante -bromeó, para quitar hierro al asunto. En realidad le molestaba más que hubieran destrozado sus hierbas que el que le hubieran robado las pocas monedas que llevaba, que realmente no daban ya para mucho, porque había salido con casi lo justo. No solía llevar dinero de más al mercado, prefería tener que enviar a Loui a por más cuando le acompañaba. Pero en esa ocasión iba sola, pues solo pensaba adquirir lo que ya llevaba, por segunda vez-. Me ha ahorrado la vergüenza de darme cuenta de que me habían robado al pagar de nuevo. ¿Se me permite conocer el nombre de mi salvador?
Qué menos que saber el nombre para poder darle apropiadamente las gracias. No es que fuera a suponer una gran diferencia, pero así, si se lo topaba algún otro día, podría saludarle con propiedad, aunque fuera con un simple "Buenas tardes" o "buenos días".
No tenía ni idea de a qué se dedicaba ese hombre, así que no había prejuicios que pudiera tener contra él.

por **Corbin Lockwood** Sáb Feb 11, 2017 2:45 pm

Miró a la mujer como si estuviera loca de remate, por otro lado, no le hacía demasiada gracia que se estuviera burlando de él de esa manera. No iba mal vestido, sus ropas eran de buena calidad pero no tenía ninguna pinta de gentleman precisamente, así que lo de caballero andante realmente le sentó más bien como una patada. De pronto se preguntó por qué le había cogido el monedero y si había merecido la pena. Suspiró, observando a la torpe mujer.

- Corbin.

Dijo, sin más, con un tono de voz bastante neutro, tampoco supo por qué le dijo su verdadero nombre..Tal vez porque suponía que ese tipo de mujer no se acercaba a los burdeles ni a ese tipo de ambientes.- Pero ahórrese las tonterías, señora.- Suspiró y miró la planta que había formado un estampado nuevo en el vestido de la mujer, antes de alcanzar otro ramillete de la misma composición, se lo volvió a dar, pero esta vez se ancló bien el asa con los trastos que él acarreaba.- Vamos, le acompañaré hasta estar lejos de ladrones.- Una mujer no debería ir al mercado sola..pero quién era él para comentar nada.

por **Aletheia Brutus** Sáb Feb 11, 2017 4:16 pm

Aletheia sintió el cambio en el aura de Corbin. No le había sentado bien el comentario. No entendía por qué, pues había sido un halago sincero a que se había comportado como un caballero con ella, quizás no al nivel de los libros y novelas, pero bueno, para haberse encontrado de forma aleatoria en un mercado, la comparación le pareció divertida.
-Lo siento. No pretendía ofenderle con mi comentario. Ha sido desafortunado. -Intentó coger sus cosas-. No es necesario que se moleste, ya me voy. Muchas gracias por todo, Monsieur Corbin. No le robaré más tiempo.

por **Corbin Lockwood** Miér Feb 22, 2017 10:12 am

Corbin el dejó el ramo, pero el resto de las cosas las seguía llevando él, tanto las que había comprado para el burdel como las de la extraña muchacha. negó con la cabeza, suspirando. Sabía que estaba borde, se lo podía permitir porque no estaba dentro de su calabozo. - Mi tiempo no vale demasiado.- Al menos por el momento, cuando estaba en el anterior burdel era otra historia, al ser de los más codiciados, pero ahora se había puesto al final de la cadena por ser el nuevo.- Quiero acompañarla, no se queje mucho. Normalmente soy más educado, pero no tengo uno de esos días..No me llame caballero, con Corbin es más que suficiente.

Por supuesto no sabía el estatus social al que pertenecía aquella joven, porque seguramente no le hubiera contestado de esa manera ni estando "libre". Habría evitado su presencia, más bien.- Perdóneme. - Suspiró de nuevo, porque la mujer no tenía la culpa de sus problemas, para una que no le trataba como a un despojo.- Es sólo que...No estoy acostumbrado, a la gente.-A la gente fuera del burdel. Pasaba tanto tiempo dentro que no sabía ni cómo era su personalidad cuando no estaba atado a aquel lugar.- Adelante, le sigo.

por **Aletheia Brutus** Jue Feb 23, 2017 12:44 pm

-Está bien, sólo Corbin -concedió. Porque era absurdo enfadarse por una tontería y más con alguien que había sido amable. Con un gesto, lo invitó a seguirla, aunque relajó el paso para que quedara a su costado-. Yo tampoco estoy demasiado acostumbrada. Tiendo a evitar las reuniones sociales -y más que las iba a evitar de ahí en adelante, sobre todo cuando descubriera lo que le estaba pasando-. Suelo aburrirme soberanamente en la mayoria, salvo honrosas excepciones donde la compañía ofrece una conversación más interesante que las últimas tendencias en brocados italianos.
Porque era una mujer y adoraba verse guapa, y le gustaba elegir telas bonitas para sus vestidos y encajes para resaltarlas, pero como tema de conversación recurrente... cojeaba. No le preguntó a Corbin nada personal, le parecía indiscreto y no solía indagar en esas cosas al conocer a una persona. Quizás porque tampoco le gustaba que le preguntasen a ella sin conocerla de nada.

por **Corbin Lockwood** Vie Feb 24, 2017 5:43 pm

A Corbin se le ocurrían muchas cosas que preguntarle, sin embargo, no expresó ninguna. Se contentó con acompañarla y dedicarle miradas furtivas. Esa mujer no le había comido con los ojos ni una sola vez, pudiera parecer pretencioso, pero desde que tenía uso de razón podía decir que de todos había recibido una mirada, por mínima que fuera. Los sobrenaturales parecían ser una pequeña excepción, algunos lo hacían otros no, pero los humanos...Siempre. ¿Sería ella algo diferente? Un vampiro no..Desde luego..Y licántropo...A saber, sus instintos tampoco llegaban tan lejos.

Intentó discernir qué era lo que rondaba la mente de aquella mujer, desde luego estaba un poco preocupada..Seguramente había algo carcomiéndole o no tendría esa expresión de tristeza, como una nube cargada. Corbin no era precisamente de los que se metían en los asuntos de los demás sin invitación, así que no comentó nada, aunque seguía pareciéndole extraño que una mujer como ella fuera sola al mercado.- Creo que nunca he escuchado a alguien hablando sobre brocados mucho tiempo..-En realidad, había escuchado hablar a sus clientes de todo tipo de cosas, pero a él tampoco el parecían interesantes los diseños de nueva tendencia, a no ser que le estuviera preguntando algún presuntuoso.-..Pero me temo que no se de qué hablar si no es del tiempo.

por **Aletheia Brutus** Sáb Feb 25, 2017 4:34 am

-El tiempo siempre es un tema comodín -sonrió levemente-.Yo lo uso mucho cuando tengo que hablar con los padres de los niños a los que intento enseñar idiomas. Que si se ha quedado buena la tarde, que si lloverá la semana que viene... Pero no me siento cómoda con esas miradas inquisitivas de algunos de ellos, que parece que ansian preguntarme por qué no acudo a los actos sociales, por qué no los celebro en mi casa, por qué me dedico a enseñar cuando no necesito un sustento, sino un marido... -meneó la cabeza con diversión-. Prefiero hablar del tiempo. Aunque reconozco que, por suerte, no son todos. También he topado con gente que prefiere mantener la nariz en sus asuntos. ¿Qué tal un tema más neutro? ¿Le gusta leer?

El camino hasta su casa no era demasiado largo, así que tendrían como unos veinte o veinticinco minutos de conversación, pero no tenía que ser una conversación tan insulsa como el tiempo si conseguían tocar una tecla interesante. Con un gesto de la mano le indicó la siguiente esquina, para tomar la calle de la derecha.

por **Corbin Lockwood** Sáb Feb 25, 2017 3:29 pm

Escuchó a la mujer en silencio mientras caminaba, llevando sus trastos y las compras de Aletheia. No era demasiado peso para él, ni le resultaba incómodo, así que iban a un ritmo normal por las calles, ahora menos concurridas, a medida que se iban alejando de la algarabía del mercado. Se enteró de que la mujer daba clases y de que estaba soltera...Además de que la sociedad se lo recriminaba, por supuesto, si la mujer era importante lo más lógico es que estuviera ya pariendo hijos y no educando a los de otros. Pero, ¿Quién era él para decir nada? Es más. ¿Por qué tenía que importarle?

No se esperaba la pregunta y de hecho, pensó en mentirle pero..No estaba en el burdel, ahora era Corbin y Corbin...No recordaba que fuera especialmente mentiroso. Tal vez selectivo a la hora de dar información sobre si mismo, pero mentiroso no.-...Supongo que lo sabría si supiera, señora..

por **Aletheia Brutus** Dom Feb 26, 2017 4:44 am

-¿No sabe leer? -su sorpresa fue genuina, pero al momento se dio cuenta de que su espontaneidad podria malinterpretarse-. Lo siento, no es algo importante, es sólo que me ha sorprendido. -Ahora entendía también por qué ese aura que veía en él no se desarrollaba. La magia bebía del conocimiento y, sin algo tan básico como la lectura, no podía crecer y descubrir sus verdaderas habilidades, suponiendo que realmente tuviera el don de desarrollarlas y no fueran meras reminiscencias del pasado en su línea de sangre-. ¿Le gustaría aprender? Tengo algunos libros que podría dejarle para ello.

Porque en su mente, leer era algo maravilloso, era la puerta a una fuente inagotable de saber, a otras vidas, a aventuras que sólo podría soñar. Y podía notarse en su expresión que no había dobleces en su ofrecimiento, no pretendía burlarse de él ni poner de manifiesto su diferencia cultural. Simplemente quería ofrecerle una puerta a un nuevo mundo.

por **Corbin Lockwood** Dom Feb 26, 2017 4:21 pm

Corbin no se sentía avergonzado por leer, nadie a su alrededor lo hacía y había sobrevivido perfectamente sin la lectura, a decir verdad, no le hubiera molestado aprender, pero siempre había sido muy inepto y hasta le había costado manejarse con los número. Siempre le habían dicho que era un idiota y un duro de mollera, que solo servía para una cosa...Y después de un tiempo él no lo discutió y a al vista estaba que tenían parte de razón. Miró a la mujer, a sabiendas de que no intentaba sentirse superior, burlarse o juzgarle. Era un sentimiento bastante novedoso teniendo en cuenta lo vulgar que él era a ojos de cualquiera.

- No sabría por dónde empezar, señora…-Se frotó la nuca, algo incómodo..Para qué negarlo.- ¿No estoy algo mayor para aprender..? De todos modos..No tengo claro que realmente sirva para algo.- Suspiró, ni sabía lo que les parecería a los del burdel..Que acababa de llegar y no sabía qué podrían opinar de verle pegándose con las letras en vez de seduciendo a un cliente.- Y soy bastante...idiota.- Ya le había confesado que era un ignorante, ya qué más daba decirle también que no era el más listo del lugar, precisamente.

por **Aletheia Brutus** Dom Feb 26, 2017 4:54 pm

-Nunca es tarde ni se es demasiado mayor si se quiere hacer algo. Yo puedo enseñarle si quiere. Sin nada a cambio. Bueno, a lo mejor le pido algún día que venga conmigo al mercado a bajarme plantas de la parte alta de los puestos -bromeó-. Sin ningún compromiso. Mire, ¿ve aquella casa de allí? -señaló hacia la mitad de la calle, una casa bastante amplia, con jardín, dos pisos bastante espaciosos y de color crudo y tejado de pizarra-. Ahí es donde vivo y donde usted tan amablemente me acompaña. Puede pensárselo si lo desea. No hace falta que venga a menudo si no quiere, puedo darle un libro y las pautas. O puede ignorar la oferta. No pretendo parecer una loca -rió, porque seguramente era lo que parecía-, pero es que... leer abre las puertas a tantas cosas: al conocimiento, a la ciencia, a la literatura. Es como viajar a otros tiempos o lugares sin moverse del sillón.

por **Corbin Lockwood** Dom Mar 05, 2017 9:43 am

Miró a la mujer con suspicacia. ¿Que no había compromiso? Ya. En sus 25 años de vida sabía de sobra que eso no existía, que nadie regalaba nada, pero le hizo gracia que sugiriera como pago el alcanzarle cosas altas, aunque más le valía llevarle como una especie de seguridad y no como escalera portátil. No sabía si ella no sospechaba lo que era o se hacía la tonta, pero ya que era la primera vez que no le exigían su cuerpo..De la forma más explícita, no iba a ser él quien lo ofreciera.

Estaba a punto de negarse, pero la última frase le hizo pensarlo mientras caminaban. Él no salía demasiado del burdel, no tenía más vida que la que le daban allí, siempre las mismas rutinas aunque con personas diversas. Lo mismo distraerse..irse lejos, aunque fuera solo mentalmente, no le iba a venir tan mal. Miró a la morena, suspirando.- Tendrá que pensar en algo más como pago por las lecciones..No solo...Acompañarla, pero no soy muy bueno haciendo..nada.- Porque además de lo evidente, no tenía oficio. La única ventaja era su cuerpo descomunal, que servía para ahuyentar, acarrear cosas y poco más.

por **Aletheia Brutus** Dom Mar 05, 2017 2:48 pm

La bruja le sonrió ampliamente.
-Estoy segura de que podemos encontrar algo que sí sepa hacer bien.
Inocente de ella, no lo decía con ningún doble sentido, aunque lo pudiera parecer. En su mente, estaba pensando en intentar despertar las habilidades de Corbin, explorar a qué tipo de magia tenía acceso y a qué nivel. Quizás sólo pudiera enseñarle a hacer algunos remedios de hierbas, pero al menos lo intentaría. Estaba cansada de enseñar sólo modales e idiomas y la reciente experiencia con el licántropo le había abierto los ojos a un detalle: ese día podía ser el último. ¿De verdad quería llevar la existencia triste y monótona que llevaba? ¿Quería seguir muerta en vida? Había mantenido un perfil bajo durante una década y sólo había servido para sobrevivir apartada de su familia y con miedo a ser descubierta. Pero cuando había dejado salir de sus manos un conjuro para el pirata... ahí había algo, una chispa en su interior que le decía que tenía que brillar de nuevo, que sonreír, que ser fuerte y valiente y que los dones que poseía no eran para permanecer enterrados.
No, quería recuperarlo. Y quizás enseñar a Corbin o buscar ese retazo de magia, fuera el empujón que necesitaba.

Se detuvo ante la puerta de entrada y cogió sus cosas. No le parecía oportuno invitarle a pasar en aquella primera ocasión. Pero en cambio le dijo:
-Si realmente quiere aprender, le espero... ¿mañana? ¿Sobre las cinco?

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