La vida de un ladrón se forja poco a poco

por **Jasper Miller** Mar Feb 21, 2017 7:36 pm

Siempre nos dicen desde pequeños en que esperan que nos convirtamos, grandes hombres de bien o mujeres lindas como ángeles que atraigan a un buen incauto, pero todo eso se va a por la borda cuando vas creciendo y haciéndote juntas con los chicos del barrio, es ahí cuando ese valor decae y vas dando tus pasos por los caminos oscuros de lo ilegal, ya saben, con pequeñas travesuras que no podrían hacer algún mal pero poco a poco van sembrando esa espinita que te hace al final corromperte, algunos se arrepienten de esa vida y regresan como ovejas al camino del “bien” y otros, bueno otros simplemente lo disfrutan tanto como puedan.

No puedo decir que mi vida comenzó así, al contrario ya desde que nací sabía que terminaría como puto amante de alguna mujer rica o como su empleado, pero, ¿no vendría a ser lo mismo? Si, yo también lo creo. En fin, al menos terminaría en una buena casa por unas cuantas monedas, ya lo pillan, verdad. Si, mis padres se dedicaban a hacer hijos para venderlos, es un negocio rentable que deja bastantes ganancias si las sabes administrar y no te lo bebes en alcohol u opio, pero así es la vida del pobre. Pero no solo se dedicaban a ello, oh no señores también tenían su grado de respetabilidad, eran unos simples campesinos que ganban por hora y producto. Mientras más labraban el campo y cosechaban más, más dinero entraba y claro el resto de mocosos que quedaban en casa tenía que también salir a buscar algo de dinero para que alcance para la comida del día. Ya sea como lustrador, vendedor de rosas, vendedores de cerillos, jardineros (sacar con las manos la mala hierba no era buena idea pero pagaban algunos peniques), y así un sinfín de trabajos que nadie más haría ahí estaban los niños para hacerlo.

Decir que a todos nos tocó trabajos fáciles no, supe por ahí que tuve hermanas (al parecer las mayores) que terminaron siendo vendidas como doncellas, aunque yo sé que son prostitutas ya sea en casa de un noble o en algún burdel mal parado, pero terminaron como sexo servidoras.

Es una buena vida si se lo ve desde el punto de vista de gente pobre .

por **Jasper Miller** Dom Oct 01, 2017 11:40 pm

MI NACIMIENTO

Mi madre era una joven muy hermosa y siempre se encontraba ocupada entre los callejones gimiendo y jadeando mientras trabajaba como una puta de burdel, en ese momento ella no sabía que de su cliente más asiduo y caro tendría ella un hijo. Mi padre, el cliente adinerado y casado de mi madre, la compró aquella noche pidiéndola para tener una noche muy intensa, pero mi pobre madre estaba muy mal de salud, ya comenzó tener los estragos de estar en cinta conmigo en su vientre.

Pero a su cliente favorito no le importaba en ese momento, aun así la tomó. Mi madre encantada y enamorada de él se dejó guiar por ese momento. Ella no sospechaba de nada de lo que estaba pasando con su cuerpo, hasta que la dueña del burdel se lo hizo saber, su vientre se estaba hinchando y no le había llegado la regla, ahora solo tenía que elegir o perder a bebe o tenerlo pero fuera de ser prostituta siendo una simple ayudante de burdel con una paga muy reducida y con pocos beneficios.

Mi madre se lo estaba pensando seriamente, pero prefirió tenerme ya que sabía de quien era hijo, y como muestra de su amor estaba dispuesta a tenerme entre sus manos. Mi madre era muy enamoradiza y tonta como para creer que aquel hombre dejaría todo por una prostituta, pero aun así ella corrió con el riesgo de terminar en la calle de la amargura y desesperanza. Pobre ilusa.

Mi madre tenía la panza muy hinchada y poco podía hacer de trabajo pero aun así se mantenía en el burdel, aunque solo pasaba lavando sábanas y las ropas íntimas de sus compañeras, ¿De su cliente? Poco se supo de él, casi no visitaba el burdel y cuando lo hacía era en horas de día cuando mi madre no estaba, es decir él no sabía que tendría un hijo.

La vida de un ladrón se forja poco a poco

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