El amante de lady Ambrose

por **Hereb Stokehurst** Vie Mar 03, 2017 3:49 am

Querida Lady Ambrose

Esta carta no es más que una forma de materializar mi sentir y los pensamientos que enturbian mi sueño. Ya que usted, sabrá, es la única conciencia que me queda y aunque haya dejado este mundo hacía algunos años su cálida y jocosa presencia sigue protegiéndome del frío y la soledad.

Una vez más he regresado al viejo continente mi señora. Y pesé a que el nuevo mundo me arropaba con calidez y exquisita decadencia, me temo que, tal como decía, tiene usted aquí a un incorregible, un masoquista absurdo que no ve la oportunidad de lanzarse a los palos como un perro.
Estuve en Londres paseando por las calles de Mayfair y debó asegurarle que su casa sigue en pie y tan en buen estado como cuando partió. En América no existe nada parecido.

Debo informarle que mis bolsillos están llenos a rebosar y ahora poco queda del desgarbado chiquillo de ojos de gato que encontró herido y desnutrido en las calles o de ese muchachito maltrecho por el boxeo que se hundía de hombros con el ceño fruncido. También me complace informarle que la práctica constante de sus enseñanzas amatorias ha rendido sus frutos aunque mi hambre nunca me abandona, puedo asegurarle que ningún amante ha quedado insatisfecho; como una maestra meretriz siéntase la más orgullosa fulana, mi flor de liz.

Las americanas aman mi “acento”, ¿sabrá desde luego usted a que se referirán?, ahora me rió solo, amargamente, despiadadamente, como un niño perdido… la echo de menos más allá de sentir sus rollizas piernas envueltas alrededor de mi cintura y el calor…

Le complacerá saber que mi fortuna es deseada por los detestables aristócratas que usted tanto frecuento. En estos momentos me invitan a sus fiestas y ansían venderme a sus jóvenes hijas con tal de llegar a mi fortuna… consideraré en el futuro a alguna de esa oleada de blancos pétalos que cada temporada abundan en los salones de baile. Por el momento me complace el saber que les produzco un severo malestar a las altas esferas.

Pardon si mi carta es breve e insípida, pero el vodka y el coñac me reclaman más que las palabras.

En otro momento donde mis pensamientos se confundan con la noche acudiré a usted, tenga la bondad de visitarme como un demonio lujurioso entre sueños alguna vez.

… se despide en esta carta que jamás será enviada.

El amante de lady Ambrose.

por **Hereb Stokehurst** Dom Mar 12, 2017 10:34 pm

Cleopatra

Mi diosa mujer, tan alta como un hombre. Le escribe su Marco Antonio o el espíritu que quedo de él, buscándola en este mundo de espíritu romano. Recuerdo su fama, un ejército rendido y saciado por su boca, saboreados en su paladar victimas de su lengua exquisita. Esta carta contiene el sabor de una buena cogida, y cada palabra viene con el frufrús de las sabanas después de un encuentro íntimo. ¿Se preguntará si esto es un diario porque le escribo cartas?, es simplemente que las cartas poseen una carga más profunda, más secreta y más imaginativa que un diario. Aquí yo estoy jugando a seducirla y no a justificarme a mí mismo, estoy buscando inflamar su deseo y no excusar mis pasiones culposas.
Una carta ahuyenta lo que un diario nutre: la soledad.
¿Es un pecado buscar sentirse menos solo?, cuando se tiene la culpa sé que usted no me responderá y aunque no sea así tampoco lo hará en su afección de muda. Mi mujer de voz grave como el rugido de un felino. Tengo el placer de comentarle que he trabado algunas amistades. Ambas féminas, mujeres capaces, como esas que usted tanto censura y que en secreto sabe que comparten su alma. Ambas oscuras de diferentes maneras por dentro y por fuera. No es que se haya derretido el hielo es que se me han templado los afectos, usted sabe de lo que habló. Me he aventurado también a investigar sobre los putos, e incluso me atreví a visitar un burdel- uno normal que no era ni un poco parecido al Cazotte-, sin embargo hay una pared gélida y gris que se interpone en mi saciedad, en mi satisfacción y que encadena a mi deseo natural de hombre sano a no rendirse a las necesidades...
Desde hacía tiempo que no le hacía presente, antes era mucho más fácil no prestarle atención entre el hambre y el sueño y la necesidad de protegerme pero ahora se ha vuelto un tempano de hielo invisible.

Usted tiene algo de culpa de mi zozobra, con usted el puente que me unía a este mundo se hundió. Espero encontrar pronto uno nuevo o acabar hundiéndome, dios sabe que me he dado cuenta de que hay peores cosas que terminar muerto entre las criaturas que se han acercado a mi mesa. Paris es dantesca madame, más allá de lo que usted alguna vez imagino…o es sólo que yo soy demasiado ingenuo.

Espero que pueda recoger la sensación del sexo en cada frase que he dejado al escribir rozando el papel. Será poco para sus apetitos…
Suyo siempre

Marco Antonio…
El amante de lady Ambrose

por **Hereb Stokehurst** Lun Mar 20, 2017 12:19 am

Estimadísima, deliciosa y voluptuosa Lady Ambrose

Se dice que se siente más violentamente, se es más dichoso, resulta mayor recompensado cuando se ama que cuando se es amado. Pero yo creo que el que recibe la confesión se hace de un poder inmenso sobre el que ama. ¡Es dios sobre la voluntad y el deseo!, todo este tiempo he sido de los que aman al amor y después se enamoran. De los que ven en el abrazo de la cama colmados todos sus anhelo verdaderos. Por eso hoy le escribo confuso y enojado…Tengo en mi pecho tres amantes, tan diferentes como los dedos de mi mano. Tan familiares como la mano de un extraño. Uno es un nido, uno es de hierro y el otro de fuego. No los amo y ellos no me aman, no los quiero y ellos no me quieren. No espero pero ellos si esperan y me hacen esperar también…Le informo que estoy por contraer nupcias, me caso, tendré una familia…llámele como guste, incluso un frío acuerdo, no puedo pensar en ello. A veces pienso que si usted estaría viva me casaría con usted, sin importar sus objeciones y sus miedos. Sin dudarlo aunque me quedará empobrecido, y perdiera cualquier sentido de respetabilidad, aunque me golpeara con un palo me casaría con usted…

Borrador confuso del amante de lady Ambrose

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