Venenos en lista y estanterías

por **Iris D'Aramitz** Sáb Mar 11, 2017 9:56 pm

L a noche en medio del bosque, en la bella ciudad italiada en medio de una ligera lluvia, ahí estaba su santidad junto a los grandes soldados de la orden, que hombre tan bien portados y parados ajusticiando a una bruja, una por la que me pagaron por sus libros, lástima que no tendrían ellos todos.

Primera misión

La mujer a matar era una hechicera de magia negra, una mujer ya de edad que tenía en su poder unos libros mágicos que ayudarían a descifrar la inmortalidad, algo que la iglesia como loca estaba buscando, como toda bruja necesitaba un animal que le ayudara y que mejor que una serpiente que puede terminar matando a quien sea, para eso se sacrificaron varios de los nuestros, aunque decían que no debía inyectarles veneno no contaron con que tendrían el más fuerte de todos.

Sus cadáveres ayudaron a que entrara en el terreno de la bruja como su compañera, era más fácil con ella menos ropa, menos tareas más que solo traer cierta cantidad de almas inocentes. Sabía de sus libros y ella sabía muy bien mi trabajo me conocía por sus visiones, así que ambas ideamos un plan, quemaríamos los libros luego de que pudiera leerlos y ella terminaría libre, pero para hacer creer a todos que tendría esos escritos y que ella era responsable, tuvimos que usar a otra mujer.

Se le arrancó la lengua así como la marca en el cuerpo que haría presentarla como si fuera la hechicera, mientras ella huía en otra dirección.

El fuego quemó a una mujer inocente y los libros encontraros quedaron ocultos en la biblioteca para el estudio de los mentes más aptas y puras de toda la orden, ya sabía en qué manos caerían y que harían cuando vean que no hay nada de eso, inventarían otra excusa para el castigo de aquella pobre alma de inocentes culpas.

Lo bueno es que aun puedo contar con las ayudas “mágicas” de cierta bruja en determinados momentos.