Bang - Bang | Accidente por sorpresa ( Privado )

por **Georgette J. Dallarth** Jue Abr 06, 2017 5:46 pm

Cuando queda tiempo para aburrirse, yo procuro aburrirme, porque el aburrimiento es una forma de descanso, porque a su vez, cuando uno pretende descansar desconecta de todo lo malo que le rodea convirtiéndose todo en paz y tranquilidad. Sin embargo, estando ella plausible e indiferente, Georgette observaba con atención uno de los escaparates de las muchas tiendas de Paris. Había tantos nuevos artículos que en si misma estaba confusa.

Había salido en la mañana para dar un paseo pero acabo queriendo ir de tiendas, cosa que a menudo no hacía ya que no se atrevía muchísimo salir a la calle. Siempre la habían protegido y no tuvo la oportunidad de poder defenderse por sí misma, aunque todavía nada extraño había pasado, prefería ir con cuidado. No se sabe una con que cosas va a encontrarse por la calle, de día y con algunas personas que las mismas no se atreven a ser testigos pues la reputación cae al instante por los suelos.

¿Quién es esta ciudad la tiene acaso?

Bien su vida era extraña, desvariada por las noches, pero por las mañanas solitarias, amaneciendo, despertando, desayunando, vistiéndose después de un largo y placentero baño en su tina. Una rutina de la que estaba acostumbrada, esas noches donde sus pesadillas la sacaban de la cama con gritos. Pidió de alguna manera que su habitación quedase insonorizada para no despertar a los criados con sus gritos, pero su dama de compañía, que dormía en una habitación contigua sí que la escuchaba y consolaba todas las noches.

Georgette siguió andando unos pasos más hasta más allá de una pequeña plaza en la que había muchachos jugando a las peonzas, las palomas perseguían aquellos que tenían trozos de pan en las manos, Georgette rio para sí misma, por lo que fue a un puesto de comida para palomas y compro un paquete de pipas peladas, seguro que se lo quitaban de las manos, se sentó en un banco y respirando profundamente, sintiéndose en completa paz, desato el listón del paquete para poder ir cogiendo comida para las palomas e ir esparciéndolo sobre el suelo y enseguida, tres o cuatro palomas aleatorias comenzaron a juntarse a sus pies.