Bajo el resplandor de la luna [Viola de Lesseps]

por **Donovan O'Mallon** Miér Nov 10, 2010 5:14 pm

¿Por que la noche tenía cierto aire seductor?, siempre lo había enamorado incluso cuando su corazón aún latía, la luna se convertía en el único amante que lo manejaba a su complacencia, ser vil marioneta y olvidarse de ser el titiritero.

Caminando solitario en busca de su reflejo en la orilla del lago, la luz de la luna chocaba contra su piel marmolea haciendo que el verde de sus ojos fuera mas intenso y tuvieran un brillo singular, su facies serena y calmada le agregaban un toque de misterio a tan seductora mirada, vestido con porte y elegancia, pulcro hasta los dientes... ¿un angel acaso? no, no era nada cercano a eso, solo era un demonio que buscaba asilo en la sombra parisina, que solo mostraba su locura a la luna.

Miró al cielo, sintió el choque de la brisa helada sobre su frígida piel, mas no había sensación alguna... ¡el mismo frío se congelaba al rozar su cuerpo!. Se colocó en cuclillas, cerca de la orilla de la laguna, rozó el agua con la misma delicadeza con la que rozaba el cuerpo desnudo de una mujer

-No estaría mal encontrar compañía esta noche
Sonrió pícaramente ante las mil imagenes de lo que podría llegar a hacerle a quien se ofreciera a el esta noche, era inevitable, había perdido toda sensación humana... excepto el placer que sentía al tener cerca de el el cuerpo de una dama.

Se puso de pie y caminó hasta un árbol que se encontraba muy cerca de la orilla, pegó su espalda a él y recargó la cabeza, los rayos de luna se colaban entre las ramas de aquel fresno y corrían en busca de un pedazo de su piel, se quedó inherte, esperando a que llegara...

por **Viola de Lesseps** Miér Nov 10, 2010 5:52 pm

Las noches de otoño se caracterizaban por ser heladas en Paris, La mansión estaba en completo silencio, ya había cenado junto a mi Nodriza y mi chofer; mis fieles amigos. Aun no era tan tarde y hacia ya mucho tiempo que no salía a pasear, esta noche andaba un poco ahogada; el trabajo en la perfumería me estaba consumiendo al máximo y había dejado de lado el tiempo para mi, mi tiempo. Así que le dije a uno de los criados que ensillara, me puse unos pantalones para cabalgar y me abrigue lo suficiente para aquella noche.

El frio calo en mi cuerpo casi de inmediato cuando salí de la mansión, monte a mi caballo negro como aquella noche y emprendimos camino adentrándonos en la oscuridad como única guía aquella luna que iluminaba mi camino, una fría briza corría cosa que no me importo, hacía tiempo que no cabalgaba y esta noche iluminada parecía ser perfecta, anduve hasta llegar a la laguna, la cual mostraba un cuadro perfecto de la luna posada en ella, la rodee lentamente, no había apuro, solo una tranquilidad que llegaba hacer inquietante, el ruido de los arboles meciéndose con la suave briza le daba un toque magnifico a aquella situación, me baje del caballo y lo deje suelto, era libre, éramos libres…

Seguí mi caminar lentamente disfrutando de toda esa naturaleza, que me abría paso para pasar como si de un camino de flores se tratara, me pare muy cerca del agua y extendí los brazos sintiendo todo aquello, el frio, la tranquilidad y por sobre sin presión alguna, cerré los ojos unos momentos mientras mis cabellos se mecían en son del viento que de un momento a otro había subido de intensidad. Baje los brazos y seguí caminando muy cerca de la orilla, perdiendo mi mirada en las aguas que se mecían suavemente creando ondas que bailaban con aquella hermosa luna.

por **Donovan O'Mallon** Miér Nov 10, 2010 6:23 pm

¿Era posible que un ser como yo sintiera tanta tranquilidad?, no es que tuviera la conciencia muy limpia, sin embargo, ahi estaba yo recargado en aquel fresno, sintiendo la helada brisa de la noche otoñal.

Todo era calma, mas nada era silencio; pude oir casi al otro lado de la laguna el trote de un caballo, dirigí mi mirada hacia ese punto, un corcel negro trotando libremente, disfrutando de la libertad; sintió mi presencia y se acercó cauteloso mas bien atraido por mis pensamientos que por mi aura; juntó su cabeza, sentí sus latidos y vi reflejada en su mirada el rostro de la que suponía era su dueña.

Un suave aroma llegó hasta mi, el mismo que tenía impregnada la piel del caballo, mire hacia la laguna de nuevo, dulce figura que dibuja la noche frente a mis ojos, el brillo del agua bajo los rayos nocturnos atenuaban su piel, resaltaban su belleza.

Me quedé mirandola, hermosa criatura que admiraba la noche mientras yo la vivía, sigilozamente me adentré en su mente, me adueñe de su pensamiento sin que ella lo notara.

-Ven a mi
Un solo llamado, no haría nada mas, volví a mirar al corcel mientras pasaba mi mano por su crin, ahora el era mi cómplice

por **Viola de Lesseps** Miér Nov 10, 2010 8:52 pm

Seguí mi caminar por la orilla de la laguna, mientras la briza acariciaba mi cuerpo que parecía enfriarse a medida que avanzaba, vi como mi caballo caminaba libremente así era y así seguiría siendo. Mi caminar relajado hacia que mi cuerpo avanzara casi por una extraña inercia, suspire mientras mis ojos fijos en la laguna, se perdían en un horizonte que parecía demasiado lejano.

No sé cómo, no sé porque, pero de un momento a otro mi dirección cambio, mi caminar se desvió hacia un árbol, podría decir que una extraña fuerza me llevaba hacia ahí, ¿pero qué cosas que pienso? ¿Fuerzas extrañas?, continué con lo que estaba haciendo, de todas maneras mi caballo andaba cerca del lugar, ¿o a caso había algo más?, mi cabeza seguía haciendo preguntas que ni yo sabía porque, ¿pero así lo sentía o así parecía?

Mientras más me acercaba, mas podía distinguir una silueta, había una persona en ese lugar, a la luz de la sombra de aquel árbol definitivamente había alguien, que parecía ser un imán para mi cuerpo, me acerque en silencio hasta quedar lo suficientemente cerca de aquel joven, que por lo que logre ver era un hombre, una extraña inseguridad me invadió cosa que ya lo había experimentado antes, no sabía qué hacer… mas no me pude quedar en silencio - ¿Quién eres? – me atreví a preguntar. Arriesgándome a quien sabe Dios qué cosa; volví a suspirar, sentí un escalofríos recorrer mi cuerpo, no sabía si era por miedo o por la extraña briza que poco a poco me comenzaba a cubrir. Mi corazón comenzaba a latir con gran rapidez y fuerza, el miedo al parecer se hacía presente.

por **Donovan O'Mallon** Miér Nov 10, 2010 11:15 pm

Observó el ligero andar de la damisela, extaciando sus sentidos con cada movimiento y llenando con su aroma toda su mente, como si la jalara con una cuerda encaminó sus pasos hacia donde se encontraba aquella bestia nocturna.

Siguó pasando sus dedos por la crin del corcel y con la otra acariciaba el hocico del animal, llenadolo de confianza y pasividad, tranquilizando los latidos de su acelerado corazón. Miró como se acercaba tan radiante belleza, miró la confusión en sus ojos, sintió el miedo en su respiración y la preocupación en el galope de su corazón.

Respiró profundo para percibir de lleno el aroma que se desprendía del cuerpo de aquella mujer, palmeó suavemente la espalda del caballo, dejó de recargarse en el árbol y pasó los dedos por su cabello para acomodar lo que la brisa había desordenado.

Salió de su sombrío refugio proporcionado por la sombra cruenta y cruda del fresno y por el resguardo que le ofrecia aquel magnífico animal, los rayos de luna chocaron de lleno contra su piel y sus pupilas, ilumiandolas peculiarmente, caminó hacia donde se encontraba la mujer e hizo una reverencia sin detenerse en su camino hacia la orilla del lago.

-Soy quien usted desee que sea, soy solo un hombre admirando la belleza de la naturaleza.
Al decir esto giro para volver a quedar frente a la hermosa doncella inclinandose hacia adelante, agachando la cabeza pero levantando la mirada y buscando la mano de la joven para colocar un beso en su dorso.

-Si lo que desea saber es mi nombre, permitame conocer primero el suyo
Le dedico su tan peculiar sonrisa, llena de carisma y sensualidad sin perder la cortesía

por **Viola de Lesseps** Jue Nov 11, 2010 8:53 pm

Me detuve en seco cuando aquel joven se dio a conocer, vi a mi caballo algo tranquilo y eso me relajo, si él estaba ahí era por alguna razón, ¿por algo dicen que los animales tienen un sexto sentido o no? Observe detenidamente aquel hombre de cabellos claros y su piel tan blanca como aquella luna que era la expectante de esa escena
.
Sus palabras, parecían sacadas de algún soneto olvidado con el pasar del tiempo sonreí para mi ante aquello mientras suspiraba profundamente llenando mis pulmones de aquel aire tan puro que existía en ese lugar, me sonroje por aquel halago que hacia mi belleza, muy pocos eran capaces de decir aquello en voz alta, pero intente de que aquel espectador no lo notara.

Hice una pequeña reverencia, cuando el hizo aquel gesto – Mi nombre es Viola, Viola de Lesseps – sin reparo era así, un simple nombre. Le dedique una sonrisa suave, limpia llena de vitalidad con un poco de misterio, el viento seguía meciendo mis cabellos rojizos, que parecían danzar los unos con los otros, otro extraño escalofríos recorrió mi cuerpo y solo lo deje pasar. Era una noche de otoño fría, y mi cuerpo aun estaba abrigado por el galopar mas por el caminar, así que aquello creía que era algo sumamente natural.. –¿y Ahora puedo conocer su nombre Monsieur?. – agregue suavemente mirándolo a aquellos ojos misteriosos.

¿Qué hacían dos extraños en un lugar como este? No era muy bien visto aquellos paseos nocturnos, no con el peligro que existía en la ciudad… que cosas que pienso… es un grito a voces de aquellos seres nocturnos en Paris, pero… nada aun estaba totalmente confirmado, me dije para mí misma, intentando calmar a cada célula de mi cuerpo. Mi corazón ya estaba algo más normal, pero aun sentía aquel temor, típico en este tipo de circunstancias.

por **Donovan O'Mallon** Sáb Nov 13, 2010 5:11 pm

Sonrió ampliamente al estar de frente de aquella dama con rojiza cabellera, el tono de su piel se aclaraba mas con el brillo de la luna sobre ella, besó delicadamente su mano.

-Viola de Lesseps
Murmuró delicadamente
-Donovan O'Mallon... para su eterno servicio
Al decir esto volvió a agachar su cara a manera de reverencia y una pequeña risa entre macabra y seductora se dibujo en su rostro al entonar la palabra "eterno", podía atribuirse ese tipo de frases dado que tiempo era lo que le sobraba, tenía la eternidad para su uso personal.

-Disculpe que me entrometa señorita, pero...¿No son horas para que una dama ande sola?, si bien la laguna es iluminada, supongo que su recorrido para llegar hasta ella no lo es tanto...

Miró de nuevo al negro corcel que se había acercado a el con actitud sumisa y calmada pasando su mano por el lomo del animal, sin duda esto tranquilizaría el aún irregular pulso de la dama

por **Viola de Lesseps** Mar Nov 16, 2010 10:13 am

Aquel joven parecía sacado de un cuento, un cuento de fantasía, era casi perfecto todo en el, o al menos eso era lo que decían mis ojos, sonreí suavemente y baje la mirada lentamente – Mucho gusto, Monsieur Donovan O'Mallon... – aquellas palabras el viento se las llevó, mis cabellos seguían meciéndose en mis hombros al compas del viento que seguía en la misma dirección, moviendo las aguas de la laguna, las ramas de los árboles y la cabellera clara del que ahora me hacia compañía.

Mi caballo, Zaino me acercaba a nosotros mas, su pregunta me causo gracia y ladee suavemente mi cabeza con una casi sonrisa en los labios. – Yo podría preguntar lo mismo para usted – me quede en silencio mientras extendía la mano para acariciar la cabeza de mi negro caballo – La mejor parte del día es ahora, la noche, es más fresca y con la luna como espectadora le da un toque mágico, el olor a las hierbas es más fuerte a estas horas y me gusta disfrutar de la noche que a pesar de muchas veces ser oscura, hoy la luna me ha hecho compañía hasta la laguna- respondí ante su pregunta, me gusta la naturaleza y por ende disfrutar de ella era algo de otro mundo.

por **Donovan O'Mallon** Jue Nov 18, 2010 10:38 pm

Miro con delicadeza a la dama frente a el, se veía tan llena de fortaleza un espíritu libre gritando por no ser encadenado, pero a la vez tan frágil y delicada, en la espera de unas manos suaves que acunaran sus sueños y esperanzas.

-Pero si se acercan a mi, les daré batalla, será mas dificil que puedan someterme o dañarme; con una dama es diferente, si son varios... No quiero ni siquiera pensarlo
Dijo negando con la cabeza, conocía la mente de un hombre al ver a una hermosa mujer desprotegida a merced de la noche, no eran nada agradables los pensamientos que se formaban.

-La luna aveces suele ser la mejor de las compañeras, pero aveces... no es mas que una fiel traicionera que le da resguardo a la suciedad de la vida, pero tiene razón, la noche encierra muchos secretos que en el día no se nos revelan.
Uno de ellos era él, fiel amante de las sombras, cónyuge de la muerte que enmascaraba su naturaleza.

por **Viola de Lesseps** Lun Nov 29, 2010 9:50 pm

OFF: se me habia olvidado por completo este post!!!! >< lo siento ><

Aquel joven de ojos misteriosos escondía algo detrás de su cara bonita, podía sentirlo o mejor dicho algo en mi me lo decía, quizás el instinto de mujer, o quizás aquel recuerdo de alguna noche de tortura. Sus palabras no podían tener mas razón, yo era una dama y sola era una presa fácil hasta para un simple humano.

- Si bien la noche es traicionera, creo que en su misterio esconde mas cosas de las que imaginamos, me gustan los misterios, mas la noche siempre sera una buena hora para un paseo... mas si alguien llegara a atacarnos, lo mas probable que monte mi caballo y escapar en el.- dije mirando a Zaino que andaba cerca de nosotros, la briza bajo de intensidad y por fin mi cabellera callo en mis hombros con tal delicadeza que parecía ser en cámara lenta.

- ¿Sale usted muy a menudo a rondar por las noches? - aunque no era de mi incumbencia había que mantener la platica, el silencio podía ser un enemigo para mi imaginacion.

por **Donovan O'Mallon** Lun Dic 06, 2010 2:08 pm

Se acercó a la orilla de la laguna y se sentó, dobló su pierna derecha para recargar su brazo en su rodilla y perdió la mirada en el resplandor del agua cristalina al reflejo de la noche, sintió la brisa que le revolvió un poco el cabello y cerró los ojos.

-Tan amenudo como la noche sonríe a los transeúntes
Él era la noche misma, su sombra era aquel manto obscuro que desbordaba de las ramas de los árboles y cubría las calles, sus ojos eran aquellas pequeñas llamas de luz que se veían deslumbrantes en el cielo, pero se mantenía todo esto en silencio, para si mismo... al menos por ahora.

-Y que tal usted...¿le gusta retar a la noche?
Miró a la bella dama y sonrió con encanto, entrecerrando los ojos y ladeando un poco la cabeza, de manera rápida y poco notoria miró el escultural cuerpo de la fémina allí presente, sin lugar a dudas resultaba delirante y extaciable a la vista.

<offrol: oh vaya, me siento... halagado (?)... no se preocupe, aún así aqui estaré esperandola cuantas veces se le olvide>

por **Viola de Lesseps** Lun Ene 10, 2011 8:27 pm

Seguí al hombre que me hacia compañía en esta espectacular noche, con tranquilidad y a paso lento y segura de mi, el viento masía mis cabellos que ondeaban al ritmo de aquel, me cruce de brazos y ladee la cabeza hacia el para poder seguirle en la conversacion. Suspire notoriamente y lo quede mirando mas el paisaje era la mejor compañía que teníamos.

- ¿Retar a la noche? yo diría que maravillar me con esta, me encanta la noche siempre ha sido así - Desvié mi vista en el horizonte lejano de la laguna, la luna aun yacía en lo alto de la oscura noche brindándonos una tenue luz la justa y la necesaria para poder vernos los rostros. Un ruido algo notorio detrás de los matorrales hizo que por mi cuerpo recorriera un escalofríos.

Mire hacia atrás y no podía ver nada, el movimiento seguía y mi caballo andaba en la lejanía aumentándose de algunas hierbas que crecen en la orilla de la laguna, como acto reflejo di un paso acercándome hacia O´Mallon, a pesar de que me gustaba la noche siempre estaba a la expectativa de lo que podía pasar, no por nada eran los rumores que se oían en París y en mi perfumeria. - Creo que hay algo allá - dije con mi voz algo temblorosa, mi caballo estaba lejos y mi único recurso de ayuda era aquel joven.

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