Straight to Hell → Kain De Orléans

por **Marishka Marquand** Dom Mayo 28, 2017 9:51 am

"La vida no es la que uno vivió,
sino la que uno recuerda,
y cómo la recuerda para ser contada. "

- Gabriel García Márquez.

El cuerpo femenino se encontraba recostado en un sillón de terciopelo rojo, más bien vino. Su posición era la misma desde hace unas cuarenta y ocho horas aproximadamente. Su falta de respiración, movimiento, y los rayos de luna colándose por sus ventanas, le daban un efecto misterioso. No parecía una criatura que llegara a vivir por conversión, parecía una estatua de algún enamorado, misma que había sido guardada en una zona especial y escondida de la casa para que sólo él pudiera apreciarla. Marishka ni siquiera pensaba en ese momento, parecía querer simular una muerte de verdad.

Extrañaba ser humana, sí. ¿Para que mentir con eso? Extrañaba esa etapa en la que se encontraba aún abrazada a su inocencia. Extrañaba el amor que llegó a sentir por una familia que parecía amarse y no llena de mentiras. Extrañaba el dolor, el riesgo y la sensación de poder despertar o quizás nunca llegar a hacerlo. Extrañaba el miedo, pero sobretodo, extrañaba la ignorancia y la fragilidad de una criatura que no conocía la realidad de un mundo cruel.

Ese era su más grande secreto.

Y es que Marishka resultaba una criatura cruel. Cualquiera que escuchaba su nombre la relacionaba con el sadismo, la sangre, el poder y el dinero. Había sido una cazafortunas en sus primeros años, también una criatura que mató sembrando miedo en humanos y no vivos. Mató a quien había sido su mejor amigo, y a quien pensó era su eterno amante y compañero, ahora sólo deseaba acabar con su inmortalidad por que la habían traicionado. El mundo oscuro resultaba más cansado y dificultoso que la ignorancia de lo que existe en realidad, pero no importaba, nunca se iba a mostrar débil, sólo dejaría que sus pensamientos se dejaran llevar por el mar de recuerdos y añoranzas. Nadie conocería en realidad su debilidad.

Es por eso que llevaba demasiado tiempo inerte, saboreando deseos que le hacían sentir vergüenza de lo que era, de lo que había sido de ella. Se sentía extraña, divertida, demasiado sumergida en algo que no le servía de nada más que actuar. Sí, actuar en su mente, recrear una vida que nunca sería, pero que podía experimentar paralelamente, nadie tendría porque saberla. Sin embargo todo aquello no duró demasiado. No más

Su hermosos ojos zafiro se abrieron de golpe. La sonrisa burlesca mezclada con deseo que diversión apareció sin siquiera haber sufrido un poco. Necesitaba sacar aquellas imágenes vergonzosas, crear un poco de salvajismo; de letalidad. Marishka iba a alimentarse, pero no lo haría de cualquiera, ni tampoco de aquellos que les pagaba para poder jugar como si se trataran trozos de carne, aquella noche iba a cazar lo más interesante que se encontrara, no importaba si llegaba a perder la vida o la no vida (lo que fuera), recordar lo que ahora era, sin duda eso necesitaba.

Salió de casa, sedienta, ansiosa y con muchas ganas de salir de la monotonía de un inmortal.

por **Kain De Orléans** Miér Jun 07, 2017 12:01 pm

Ebrio… ebrio de sangre iba Kain por las calles de París. Saliendo de orgías y fiestas inmorales. Resulta que París siempre ha sido una ciudad encendida de pecados y placeres. Él había pasado tanto tiempo viajando lejos, tocando el violín con profesionalismo, demostrando ante los demás ser un hombre correcto. Pero todos sabían lo que había detrás del violinista: Una vida de desenfreno. Era conocido entre los barrios altos y bajos por igual, y cuantos chismosos comentaban su comportamiento a sus espaldas. Pero al momento en que el violín reposaba en sus manos, todos se olvidaban de aquellos comentarios de su mala fama.

Era increíble como era adorado y odiado a la vez, aquello siempre le había causado cierta gracia. Pero hay algo que la gente no sabía: Su vampirismo. Era lo único que conservaba puertas adentro, y nadie más podría imaginárselo. Ni siquiera su propio hermano. Aquella noche, las ganas de salir del encierro en que Jean-Pierre lo mantenía, superaron cualquier límite y se fue a pegar una vuelta a los antros más bajos de la ciudad, lugar en que todo tipo de gente se reunía y la noche borraba títulos y posiciones sociales. Los antros del Caos.

Los ruidos de las afueras de la ciudad, no podían ser silenciados y por doquier habían almas buscando aventuras, desahogo, infidelidad y desasosiego. Kain no andaba buscando nada en específico más que la libertad. Su amante celoso no le permitía disfrutar del vicio y los placeres sin su compañía. A Kain esto le ponía de mal humor… pensando en estas cosas se deslizó con disimulo silencio, pues había terminado de beber a algunos prostitutos en el bar y cuando iba caminando un fuerte aroma a sangre de fémina llegó hasta su sentido.

“Vaya, vaya… qué tenemos aquí”-pensó en su mente al observar que cerca de su perímetro se encontraba esta mujer de un aspecto que inspiraba deseo y diversión. La mujer de fina delgadez se paseaba entre sus ojos, con curvas bien proporcionadas y unos ojos claros que le daban un toque de dulzura en su rostro, más su silencio parecía ser misterioso y acechador. Kain avanzó a paso lento y cauteloso, mientras que su rostro dibujaba una media sonrisa de satisfacción y extraña diversión debido al aspecto tan erótico de la mujer: -¿Qué hace una mujer tan…- dio una pausa, en el tono grave de su voz y la miró de arriba abajo disfrutando de todo sus detalles - …inocente como usted, a las afueras de la ciudad y la protección del monopolio, en solitario?- dijo Kain, entonando esta vez con simpatía pero claramente con sarcasmo, pues de inocente no parecía tener nada, si deambulaba por allí a esas horas. Y claramente, el aroma de su sangre vampírica sólo definía a una bestia disfrazada de una suave mujer dentro del camino.

por **Marishka Marquand** Dom Jun 25, 2017 4:29 pm

Inhaló con fuerza los aromas que danzaban a su alrededor, podía identificar especies y también grado de salud. Encontrarse tan sedienta le agudizaba alguna de esas características, y es que Marishka era una vampiresa selectiva incluso en el paladar. No bebía a cualquier humano, incluso en ocasiones disfrutaba que se alimentaran de lo que más les gustaba, su sangre se calentaba unos grados más, y el sabor se sentía más placentero, en otras ocasiones gozaba de la misma sangre de vampiros, esa que se acumulaba por minutos u horas de un ser de la noche, pero en ese momento no sabía lo que quería, simplemente necesitaba beber.

Sintió el olor asqueroso de un licántropo, también el de sus semejantes, pero lo que más llamó su atención fueron las venas de una jovencita de 13 años que rondaba por la plaza. Se trataba de una joven de clase media que le gustaba revolcarse con quien fuera por unas monedas, eso no era lo relevante, sino la adrenalina que recorría su interior, poniéndole un plus especial. Aunque escuchó la voz de un entremetido, apresuró su andar. En un abrir y cerrar de ojos se encontraba degustando aquella garganta. La jovencita ni siquiera reaccionaba, se encontraba en shock; la forma en que la tomó en brazos ayudó a que no le viera el rostro. En pocos segundos la dejó.

Con la primera gota en sus labios su inmortalidad se volvió más clara. Su piel nívea brillaba al igual que su cabello, la “vitalidad” volvió a su ser. Dejó que la chiquilla corriera, mientras tanto caminó hasta su nuevo compañero de noche.

- Hago lo mismo que tú, buscar la mejor presa y divertirme, no creo que sea demasiado difícil de averiguar – Sonrió relamiéndose los colmillos – Gracias por lo de inocente, a estas alturas podría volver a engañarte para que lo creyeras, soy una excelente actriz – Se burló. – Las afueras de la ciudad son las más interesantes, resulta que cualquier criatura bajo el manto de la luz de la luna, se vuelve real, deja salir sus más grandes deseos, podemos encontrar de cualquier clase social y es divertido – Comentó risueña sin dejar de caminar para aproximarse a él.

- Cuénteme usted, buen hombre, sus ropajes me indican que no debería encontrarse por aquí, pero parece que lo disfruta, ¿qué hace por aquí? ¿Sólo viene a beber o a divertirse? Algo de interesante debe de hacer para poder pasar los días de la inmortalidad – Cuestionó para frenar el paso ya que sólo un corta distancia separaba sus cuerpos.

por Contenido patrocinado

Straight to Hell → Kain De Orléans

Straight to Hell → Kain De Orléans

Re: Straight to Hell → Kain De Orléans

Re: Straight to Hell → Kain De Orléans

Re: Straight to Hell → Kain De Orléans