Comme est au-dessus, est ci-dessous {Libre} ACTIVO

De nuevo es ese sueño de la lechuza blanca el que me saca de la cama en mitad de la noche. Los enormes ojos mirándome desde el balcón, a veces puedo escuchar a un cuervo chillandole a la noche. La he soñado en el bosque o a veces aquí mismo, dentro del remolque. Observando. Cuando intento atraparle invariablemente despierto. A veces le he hablado, pero en las semanas que llevo con la misma visita nocturna nunca ha producido sonido alguno.

A veces le miro como surgir de la tierra, brotando suavemente desde el piso ahí donde la sombra es mas densa. Respiro suavemente recordando los detalles de este último sueño… de modo que pueda anotarlo después en mi registro de sueños.

Mi pequeña duerme plácidamente con las piernas enredadas en las mías. Aunque la noche de titilantes estrellas me llama en silencio a su fresco abrazo me quedo un rato en vela escuchando respirar suavemente a mi señora. He de proceder así, para no inquietarlos, para no despertarlos. ¡Os-es-nos!.

Con sutiles movimientos voy soltándome del tierno abrazo, aspirando en cada pausa el perfume en la piel de Folie. Dejár las cobijas tibias me parece un suplicio por que el frío cala pero se que debo salir. Hay algo ahí en la noche…

No tenía certeza alguna de que era lo que buscaba, otras veces las señales eran mas claras, tan solo incertidumbre se presentía fuera de las gruesas paredes del remolque.
Mantengo al lobo fuera, tras de la puerta. Presa quizás del mismo miedo.

La batalla continúa, es la constante en un mundo en guerra. Cuando mi nariz percibe el frío aroma de la noche, se que entre el perfume y los hedores hay un olor a sangre fresca en la ciudad, como si la parca eligiera por sorteo una víctima cada noche. En esa tierra de nadie que es la corte de los milagros, o en la periferia, donde nos congregamos los desheredados.

Mas no es la muerte lejana lo que ahora se apodera de mis sentidos. Mas oscuro que las sombras ante mis ojos cobra forma una silueta humana que avanza con parsimonia hacia el remolque. Finalmente veo su rostro, de facciones hoscas que sonríe al mirarme. Yo he salido al encuentro del tipo sintiendo de pronto un calor que estalla en las pantorrillas. La boca del sujeto se abre de manera absurda alargándose como un hocico lleno de dientes que en un parpadeo ¡ESTÁN SOBRE MI CABEZA!

- POHA!...

Los parpados se abren lentamente, el iris lleno de sombra permanece perplejo durante segundos. ¿horas?... mientras el mundo aparacece en su controrno oscuro otra vez. Folie, duerme tranquila… Yo dormía también, tuve un sueño dentro de otro sueño… (*Se pellizca solo para estar seguro) Pero ahora todo se disuelve en una desagradable bruma, nada es cierto mas que el sueño de Folie. ¡Bendita! La paz sea con tu espíritu siempre. Preseinto que algo esta por suceder aqui en Paris...

- Amor… amor, despierta. Nos vamos de la ciudad… ¡Iremos al mar!

Llevamos ya mucho tiempo perdido en tonterías mientras nuestros hermanos siguen ahí, perdidos. Hagen insiste en que mi hermano es irracional, también lo piensan Krimson y Corax. Incluso Kelpie y Basenji. Todos parecen estar de acuerdo en someter a Kodiak y ninguno en entenderle. Solo Oxun se mantiene a reserva de las opiniones, por eso a ella me acerco para pedir su ayuda. Iré a buscar al hermano oso.

Si bien había conseguido separar su esencia de la del resto de tal forma que concentrando mi pensamiento lograba encontrarle en sueños, siempre le ví como una criatura terrible, mi instinto de protección me hacía despertar cuando sentía sus manos sobre mi, yo le hablaba pero parecía no escucharme. Por mas fuerte que gritara el no respondía. Tan solo alargaba sus enormes manos para sobre mi y yo salía despavorida volando… De algún modo los hechizos del libro negro tenían sólo un efecto parcial sobre su control de los sueños.

No queda mas remedio que encontrarle cara a cara y hablar con él. Debe ser esta noche, antes de la emboscada...

(*Vuela planeando por los aires buscando por los caminos la escencia de Kodiak, el hermano oso... )

Partimos al fin con premura. Mis caballos aun estaban dormitando y rezongaron un poco cuando les pedí que aumentaran el paso, mas obedecieron pues sentian la premura que me invade. Tambien Folie la percibe y por algun tiempo existe entre nosotros un desencuentro de horizontes. Sin embargo es el silencio el que ha logrado reunirnos mas hondamente que cualquier mansedumbre. De todos modos hemos hecho un acuerdo: no hacer ningún acuerdo. Perdernos por la música del agua.

Vamos por el camino que se abre ante nosotros, bajo el día claro. Vamos por horas rodando y cantando canciones a los carros que pasan, un viajero ha dicho que si seguimos los rieles del tren nos llevarán hasta el puerto.

Hay mucha luz para cuando llega el medio día, confiandose a nuestro amor, el sol se nos entrega en su plenitud. - Brilla, brilla por siempre sol benevolente! - Los aromas de la tierra nos regalan su variación inmensa ¡Inextinguible vida! Y asi se consuma una joven tarde envuelta en tanto movimiento mientras me maravillo mirnado despacio...

- ¡EL MAR!


Por detrás de una colina se asoma el agua, que tiene la densidad exacta de lo ajeno y nuestros ojos que la demoran como si fuera nuestra. La sal de mar se derrama invisible sobre nuestros sentidos, lenta en la esperanza de fugarnos por hoy, fuera del tiempo.

Desde el agua se levantan casas, flores y música y puedo sentir a los pequeños inquietos como se remueven en el vientre , Pequeño universo que llama a mi tacto para que lo adivine, para que le descifre su vocación de amor.

- Estamos cerca Folie...

Una imagen atrapa de pronto mi vista. Parada sobre una roca una lechuza me mira... me evoca el sueño que dejé enterrado en el cadáver de la mañana. La lechuza blanca nos mira, extiende las alas y echa a volar...

Llegamos cuando el cielo iba mudando del carmesí al azul profundo. Aún las aureas lanzas del sol atravezaban las rojinegras nubes cuando nos instalamos finalmente en la playa. Sacamos los instrumentos. Aunque a cierta distancia se veían algunas gentes, la mayoría parejas jóvenes, parecían algo ocupados. Probablemente serían los marinos su público principal... Decido empezar por tocar con el Bandoneón, uno de mis favoritos, pues la música que en el componen mis dedos parece como inspirada desde lejanas alturas. Pero antes enciendo algunos inciensos para perfumar el aire.

Mi corazón late fuerte al sentir frente a mi la dulce inmensidad del Mar. ¡INFINITO! Tráigo en los labios salados la palabra libertad. A mi lado, la mujer que amo sonríe y se prepara también para hacer música. De los dos pequeños que moran en el vientre de mi amor, uno es varón... a ese le llamamos Freiheit, y mi Folie sabe cuando empiezan las primeras notas que esta es su canción:

(*un buen grupo mixto de adolescentes y jóvenes se reúnen atraídos por la musica, muchas parejas entre ellos se abrazan dulcemente)



Con suavidad paseamos el arco sobre las cuerdas siguiendo la música que el amor nos inspira a tocar. Un grupo de jóvenes se reúne en torno nuestro y escucha con embeleso la música divina. Por momentos nos invaden silencios repentinos, en los que escucho música, que continúa en el aire, y no se decir si alguien mas pueda percibirla, pero me pareciera que solo Folie y yo escuchamos algo mas que dos Cellos conversando…

Dentro del vientre de mi amada los pequeños ahora descansan; nosotros tambien hacemos una pequeña pausa para que Folie descanse y tome agua.
Dejo mi cello recargado en el remolque y tomo la guitarra. El mar es algo hermoso de contemplar y mi corazón lleno de amor se deja pulsar, a lo largo de nuestro repertorio de canciones, entre viejas conocidas y otras nuevas que hemos ido inventando como estas últimas, fruto de la pasión que nos enciende.

Mi Folíe…



Animados por el ritmo los jóvenes comienzan a seguirnos con las palmas, los pies… en algun momento surge una darbuka y un pandero reluce también, invisible a mis ojos que solo saben ver a Folie… solo los variados sonidos me recuerdan que hay un mundo mientras tocamos, hasta que una sensación famlliar se me allega. Un cambiaformas ronda cerca de aquí.

- ¬¬

Si hay una cosa que puede unirnos, si hay algo puede hacer vibrar nuestros corazones es la música. Esa es mi mejor oportunidad con el cambiaformas… Hacer música.

Me acerco lentamente en mi forma humana, acechando entre el gentío que se reune en torno de la parejita y les mira hacer aquella deliciosa música. No cabe duda que en esas notas hay arte y belleza, inclusive en las disonancias que a veces la esponaneidad les roba a los interpretes. Todo en ello es exquisito…

Gracias a a vista incrementada observo que se ha apartado de su violoncello, ah! Es como una señal del cielo. Bendita Gaia por darme los dones de los espiritus que me permiten ubicar con exactitud un objetivo y luego correr con pies ligeros rodeando a toda velocidad la gran casa rodante del Oso, para sustraer de ella el sagrado instrumento. No se lo robo… es solo un préstamo.




- Soñando de cara a la pared, se quema la ciudad. Soñando sin respirar, te quiero hablar…. Te quiero hablar.

(El aullido con que canta tambien pose al Oso, como el flautista a las ratas y comienza a seguir con la guitarra pulsaciones improvisadas sobre la melodía que la mujer –ave interpreta…)

- uuuu…. Uuuuuuu.-

La musica me arrastraba como un iman a sus acordes fantasmales, la gente sorprendida y asustada aseguraba que la mujer había aparecido de la nada… un silencio reverencial rodeó la esena y a voz heló sobre los corazónes un verso religioso que en labios de aquella mujer del vestido de blancas plumas cantó para nosotros los noctámbulos.

Mis dedos se deslizaban sobre las cuerdas pulsando notas de una melodía que improvisaba en el momento. ¿Acaso estabamos haciendo musica? Busqué a Folie con la mirada pero ella se apartó de nuevo hacia la casa rodante. Hubiera querido preguntarle si acaso ella tambien contemplaba la misma visión que yo. Parecía todo un sueño y sobre nuestra rumorosa melodía la voz de las olas…

- Mer!
(*¿Mi patria? Mi patria es allá donde llueve, cantaban los hombres del desierto…)

Mar enorme, mi ruidosa compañera, que me reposas y me embalas. Por que tu voz no es humana y no puede un día citar en voz baja a oídos humanos mis franquezas y mis imperfecciones. Cielo vasto, cielo azul, cielo próximo al misterio de los años, si pones el sol en tu pecho, no es para atraerme. Tampoco estrellas y antifaces para desdeñarme. Paz universal de la naturaleza. Maternal por su ignorancia de mi. Sosiego lejano de los átomos y los sistemas, entonces hermana, nada en ti sabe de mi respeto. Yo quería orar a tu inmensidad y a tu calma, como muestra de gratitud por tenerte y amarte sin sospechas ni dudas.

Quise dar oidos a tu sordera para y siempre nos oyereas, quería dar ojos a tu sublime ceguera, los mas verdes y ser objeto de nuestras atenciones por esos supuestos ojos y oídos.

Consolado en estar presente en tu dispersión del todo como de una muerte definitiva,
Quería dar oídos a tu no poder oír… la.

Y cuando la cancón terminó la Cambiaformas seguía ahí. ¡Voluptuosamente nulo un espíritu de ángel nos sumergió en un silencio! Un silencio de Mar...

Fue tan denso el silencio entre nostros, que entre las rompientes olas pronto brotaron las notas de una pequeña cajita musical... desde dentro de la casa rodante los hijos de Epoch pulsaban con fuerza desde sus corazones llamando al Padre. tal como lo había imaginado esa mujer lleva en el vientre la semilla del hermano oso. Un relampago partió el cielo y el vehemente trueno fue aumentando la intensidad de su murmullo, aquellas sutiles notas eran lazos poderosos e invsibles.


- Hermano... yo...

- Hagen te envió, puedo sentir su aura maligna rodeándote.


- No, he venido por mi cuenta... a pedirte que hables con Lobo.


- Déjenos vivir en Paz. Eso es lo unico que tengo que decir a ese lobo...


- No lo entiendes hermano, pero si accedieras a reunirte con nosotros...

(La gente comienza a dispersarse murmurando... ¡al menos reunieron algunas monedas con el acto!)

- Lo ves? Espantas a la gente... me voy; me esperan.

(*Epoch se da la vuelta hacia la casa rodante)

- Kodiak, espera!


- No me llames asi... mi nombre es Epoch... Epoch das Höchsten...

- En otro tiempo te llamaste Kodiak... y tu lo sabes...

(*silencio)

- Vendrán por ti... y te llevarán a la fuerza.


- ¿Mis "hermanos"?

- Solo he querido prevenirte... planean emboscarte. Dicen que es por tu bien...


- JAJA... bien harían en desaparecer del mapa... y tu: ¿vienes a prevenirme o amenazarme?

- Yo se que tu sentiste escuchaste la misma melodía que yo hermano. El destino nos ha atado con mil cadenas de oro. Tu lugar esta entre nosotros Kodiak. Con tus hermanos. No he venido a amenazarte, vengo a suplicarte que nos des una oportunidad... Solo harás esto mas dificil para ti y para tus cachorros...


- Vete ya... si como dices es inevitable nuestro ecuentro, SEA!...


- Mañana por la noche nos reuniremos en los sembradíos...


La ligera música dentro de la casa rodante dejó de sonar y el hermano Oso se irguió cuan alto era en la entrada de la casa y esperó muy serio, sin decir una palabra más, por mi parte no quise insistirle más y dejé respetuosamente el Cello recargado sobre la gran casa con ruedas...

Caminé sola con una tristeza suave por la playa hasta que estuve en despoblado... ahí en medio de ese otro desierto que es el mar me transformé de nuevo y eché a volar...

La ví partir adentrándose en el mar, esperé hasta que se hubo ido. Sobre nuestras cabezas oscuras nubes se formaron imperceptibles, y ahora convocaban relámpagos y truenos. Entré a la casa y me arrojé a los brazos de mi Folie mientras afuera la tormenta cayó laderas del cielo abajo, como un enorme pedregal... como alguien que desde una alta ventana sacude un mantel y las migajas al caer juntas hacen algun ruido en la caída. Pedazos de cielo cayeron ennegreciendo los caminos...

Nos quedamos abrazados y en silencio cuando los relámpagos sacudían el aire y abanicaban el espacio. Estabamos tranquilos, aunque absortos escuchando el mundo afuera.

- Ahora si esta gritando Folie... ¿Oyes? ¡Le deluge!

Era como una multitud bramando encima del remolque, el estruendo que nos unía y de pronto me invadió una sensación taciturna y dificil de definir. Parecía inevitable el encuentro con Hagen y sus acólitos, de hecho ahora se tornaba imperativo, pues ya no era su propia vida la que se encontraba en riesgo...

(* acaricia el vientre sintiendo vibrar a Liebe y Freiheit debajo del sutil tacto)

¿Como es que la mujer-ave sabía del Kodiak? ¿Acaso tendría algun poder extrasensorial? ¿o en verdad sabia algo de su pasado?... El amigo Tézcatl aconsejó dejar todo eso atrás, pero por mas lejos que vaya, no puedo escapar de mi. Payne, Payne... ¿Habrá algún día un lugar para nosotros?

- También temo amor, pues no conozco a esa mujer y sin embargo... ella dice saber de Kodiak.

Miré a Foie con una emoción extraña recorriendo toda entraña. Pues tan abiertamente se me habia ofrecido una respuesta a la incognita que me perseguía. Tal vez la mujer-ave revelara aquello que el mismo espiritu de oso que me habita no ha querido responder.

- ¿Recuerdas aquel día cuando nos atacaron las criaturas cambia-formas? ¿Recuerdas que te revelé entonces mi naturaleza de Oso? Su nombre es Kodiak y he hablado con él en sueños. Su espíritu nos protege ahora mismo. La mujer que hoy apareció ante nosotros es tambien una cambiaformas, como ellos; como nosotros. Afirma que somos hermanos Folie, que son mi sangre. ¿Cómo se atreven? Y sin embargo parece verdad...

Podía contarle de los sueños pero no conocía palabra en idioma alguno que le ayudase a describir las sensaciones que experimentó, los arcanos en los sueños que le saltaban ahora. Inexpresables hasta lo absurdo las palabras se quedaron suspendidas y solo una mirada intensa quedó gritandole a Folie que necesitaba de sus brazos para que fuesen el muelle de su errante embarcación. Naufrago en la tormenta se entregó a sus sentidos mientras su cuerpo acortaba la distancia que pendía efímera entre sus cuerpos, sobre la cual se tendían como un puente los aromas de nuestra piel.

- Amor...

El mar ruge afuera una lagrima surca mi rostro imposible de detener, se ha escapado la muy maldita rompiéndome el acto de valentía. Aunque ante Folie los telones habían caído tiempo ha. Contemplando el espectaculo de mi vida tras bambalinas. Ahora el interior de esta carreta de ensueño alberga dos pequeños cachorros. El cielo brama tormentas sobre las olas encabritadas. El mundo es un lugar frío, hostil e impersonal. ¿A que mundo les estamos trayendo, mis pequeños? Mas estamos juntos y una fuerza invisible se apodera de la voluntad.

- Esa música Folie...¿la escuchaste? ¿Será posible que ellos sean en verdad mis hermanos? y si asi fuere ¿por que intentarían atacarnos? ¿que quieren ahora con nosotros?

Me doy cuenta que estoy persiguiendo enigmas en voz alta, aun montado en el espíritu de la canción de la mujer-ave. No me siento muy cómodo con la idea de encontrarme con el resto de la familia. Los miembros que ya conocía no le parecían nada agradables, mas quema como el diablo la curiosidad por saber mas acerca de aquellas criaturas. Mis hermanos...

Todo eso se disuelve en imágenes y pensamientos inconexos mientras me acerco a los suaves labios de la mujer que yace a mi lado. El clamor en la playa ayudaba a disolver toda intención en sensaciones expansivas, es su piel bajo la tela... la tersa piel de sus piernas amadas, un cuerpo como un regalo apenas cubierto por la tela y descubierto ahora con asombro por mis manos decididas a saltar de dimensión...

- Ocultame amor...

desaparecer.

La tormenta amainó y yo me quedo con algunas imagenes. Las nuestras, sensaciónes como rectores de un bienestar en la playa. En el recuerdo, llevamos el crepúsculo en el pecho y una luna de invierno en las espaldas. Guardo las imagenes, siluetas contra el horizonte, como una caravana de beduinas, el mar abandonado a las nostalgias de rondas infantiles, de ansiedades descalzas, de música callejera.

Ya ha cesado la llovizna de caer sobre la playa y el mar parece repetir con multiples gargantas palabras que no comprendo, dormimos y despertamos, dormimos y despertamos en la madrugada aun inquietos y expectantes nos miramos complices en el lecho y hablamos en una lengua de caricias y besos para contarnos nuestros sueños. Nos sentimos y reímos, por que la sonrisa nos llega fácil al rostro. Volvímos a querernos con las manos, con la piel, con los ojos. Yo por ti, tu por mí, nadie por naide. La luna va borrándose en la noche y queda la tenue luz de tu piel para alumbrar la casa. ¿Cómo será morir cuando se quiere asi? ¿Cómo será morir con todo el corazón queriéndote?

- Esa mujer ha dicho que los cambiaformas me buscan, ellos saben de nuestros pequeños; pueden sentirlos, tal como yo les percibo a ellos... por los latidos del corazón. Mientras tocabamos esa melodía, sentía como si fuesemos un solo ser. No puedo decir que seamos hermanos, pues no recuerdo nada de mi primera familia; pero me queda claro que entre esa mujer-ave y nosotros hay sensaciones entrecruzadas que nos unen, como hilos invisibles.

Detengo las palabras ahí por que ignoro a donde va el pensamiento, en cambio busco la mano de mi amada y la tomo con fuerza y con miedo.