Soy músico y amo en clave de sol (Nicodemo Arimatea ID)

por **Nicodemo Arimatea** Vie Jul 07, 2017 10:05 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Nicodemo Arimatea

▲EDAD▲

24 años

▲ESPECIE▲

Humano

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

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▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase baja

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

París, Francia

▲HABILIDADES/PODERES▲

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DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Nicodemo es una persona amable y gentil en todo el sentido de la palabra, exceptuando el tema de la música, ya que, al tener grandes aspiraciones a futuro, suele ser una persona ambiciosa, que daría cualquier cosa sin pensarlo por ser más que el resto de los músicos, por perfeccionar sus habilidades y su talento en el violín.
En todo suele ser una persona constante y disciplinada, que acepta criticas pero no consejos, o al menos no de quien intente modificar alguna conducta más que tener una intención firme en guiarlo, con ese tipo de personas puede llegar a perder los estribos y los modales, por ello muchos de los que lo han conocido aseguran que su carácter es complejo y con tendencia a la fácil irritabilidad, poca paciencia, timidez y una tendencia innata a permanecer en soledad. Odia los bailes, las fiestas y otros lugares concurridos que impliquen el conocer gente o permanecer con ella mucho más tiempo de lo que se acostumbra en un empleo (En caso de que consiga uno, ya que prefiere ser trotamundos y vivir de lo que la música le deja al tocar por las calles).
Es altamente disciplinado y creativo, él asegura que para para desarrollar la segunda es necesario la primera, no pueden ir separadas y menos en alguien que aspire en ser músico artista.

HISTORIA

Nació y creció en los terrenos más pobres de Paris, donde la vida no es fácil para cualquier persona que intenta llevar una vida “decente” en esas condiciones. Desde muy pequeño aprendió que los prejuicios de la gente vienen por la forma en como te ven y no por los talentos que portas. Él lo entendía muy bien, todos los que la rodeaban sabían perfectamente que tenía talentos únicos para la música, tenía una habilidad innata para escuchar hasta la más mínima falla en un conjunto callejero y sin siquiera saber leer o escribir notas, podía mezclar sonidos sin que ninguno llegará a descomponer las armonías, era un prodigio con tan solo seis años de edad, pero nadie fuera de su circulo quería siquiera escucharla o mirarlo, era para muchos un andrajoso que moría de hambre y que no valía ni un quinto partido por la mitad, pese a que física e interiormente el chiquillo fuese muy simpático.
Un día cualquiera cuando él tenía nueve años y salía a recolectar lo que encontrara entre los desperdicios de la gente, a lo lejos escuchó a una violinista tocar, el sonido llamó con inmediatez la atención del niño que corrió a apreciar el arte que se desprendían de las manos adornadas por anillos y otras cosas más que delataban a leguas que la dueña de ese majestuoso instrumento que nunca había escuchado tan cerca, era una gitana. Sus ropajes en tonalidades verdes, el largo de su falda, sus ojos cerrados y su piel morena solo lograban enmarcar el violín, que aunque viejo y desgastado a los pocos rayos del sol que dejaba asomar las nubes del atardecer, lucía hermoso.
La gitana agradeció con creces al pequeño, que entusiasmado no dejaba de aplaudir y sonreír, pidiendo una pieza más y luego otra y otra, hasta que llegó el anochecer. Quizás era el ángel que ese niño tenía en su presencia pero la gitana no pudo rehusarse a tocar, pese que sus dedos estaban cansados y enrojecidos ante el rasgueo y el dolor del otro brazo que sostenía efusivamente el arco que hacia la magia musical posible, ella le preguntó si le gustaría volverla a escuchar al día siguiente, a lo que el pequeño asintió con entusiasmo, le contó (aunque no creía que estuviera contestando lo que se le preguntaba), que entre sus conocidos y familiares él tenía talento para las melodías y los sonidos, interesada, la gitana le dijo al pequeño que ella le enseñaría lo poco que sabía de música con ayuda de su violín. A partir del día siguiente y hasta que el pequeño se convirtió en todo un hombre aprendió a tocar el violín y su talento magistral se volcó a sus manos, haciendo de sus dedos rápidos y precisos para alcanzar las notas, fueran estas bajas, altas o demasiado agudas, le entusiasmo la idea de que algún día podría ser un gran músico que contratado en una orquesta podría sacar de la pobreza a todos sus familiares, desde sus seis hermanos, hasta sus padres, pero, había un problema, el conocimiento de su maestra gitana era muy limitado y por ello también las habilidades del ahora muchacho se vieron truncas e incluso la propia gitana lo reconocía, por lo que se le ocurrió lo que parecía una brillante pero disparatada idea.
—Tu has crecido casi con nosotros, con los gitanos y también con nuestras leyendas- decía ella, con su voz algo cansada ya por los años —Sabes de la historia del hombre de la máscara, el hombre del circo que se refugió después en el teatro y luego desapareció sin dejar rastro, sin provocar más desastres en su casa de la música, en el centro de París— asintió con el pesar que conlleva cargar tantos años encima —Dicen que el provocó los últimos incidentes en el teatro y yo creo que existe, nada perderías con buscar al Maestro, al que se hacía llamar ella ángel de la muerte, con mucha suerte, seguro le hallarás y con un poco más, quizás, te muestre los secretos del violín para tocarlo como los mismísimos dioses—.
El chico también creía en su existencia, ese ser debía ser real y algo de los rumores que se esparcieron antes del cese de la actividad anormal y accidentada del teatro, algo de verdad debían tener por fuerza. Convencido abandonó sus tierras austeras y pobres, abandonó a su gitana, a su maestra, que al igual que él, creía en la existencia del ser, le otorgó su propiedad más valiosa: El violín.
Ahora esta en la vida ajetreada y pomposa que se tiene en las calles más cercanas a la supuesta residencia del ser fantasioso que forma parte en leyendas y mitos que han rondado en los sueños de más de uno y en las bocas de millones que han preservado el viejo cuento de un ángel de alas negras que propaga la muerte cuando lo que se presenta no es de su agrado, cuando nada parece deleitar sus oídos exigentes. Ante eso, el sabía que se arriesgaba, en caso de que existiera a terminar muerto, pero cualquier cosa, valía poco con el deseo ferviente de llevar la música a un nivel colosal, que llevará a una nueva forma de arte al que nadie pudiera resistirse a escucharlo o a componer para él.

Es ambición, es amor por la música y en el fondo, es conocer, al que le han contado es el Maestro, el genio musical más grande que París ha tenido.

DATOS EXTRA

*Posee un violín antiguo, el mismo que tocaba su mentora gitana cuando la conoció
*Puede tocar cosas inimaginables con el violín, aunque este solo tenga dos cuerdas.
*Otra de sus aficiones es escribir, pero no acostumbra practicar muy seguido ya que considera que su vocabulario es limitado.

por **Administración** Sáb Jul 08, 2017 11:06 pm

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