Le lapin et le loup•°Libre

La vista se perdía en el firmamento estrellado, una noche calurosa acontecia con total calma... solo el ruido de los grillos cantar irrumpía en el viento. Y ahí estába yo, tan extrañamente pasiva,sola,sentada a la orilla de la laguna abrazando mis rodillas con el mentón sobrepuesto enmedio de estas, mi cuerpo estába ahí, pero mi mente viajaba por los recuerdos que tenía de aquel amor que poco a poco estaba dejando ir. Que si aún dolía? Por supuesto que lo hacia, debía admitirlo aunque no quisiese, incluso aún había noches en las que despertaba llorando pues tras perderlo a él todo se había ido al traste, mi madre murió y con ello me di cuenta de lo que era realmente, no tuve otra opción mas que marcharme dejando a mi padre,mi única familia ya que no quería dañarlo.


Respire profundo comenzando a tararear una nana que mi madre siempre solía utilizar para calmarme cuando era más pequeña...la extrañaba tanto apesar de todo, esté vacío solo me provocaba un dolor en el pecho, no quería ir al hotel, era tan horrible llegar a un lugar en el que nadie te está esperando y que solo te tratan bien por una tarifa fija, yo simplemente no me podía acostumbrar a ello, cerré mis ojos concentrándome en recordar esa melodía que sonaba en un rincón de mis pensamientos. Un olor dulzón invadió mis sentidos safandome de mi trance, me quede quieta aún era muy nueva en esto así que trate de agudizar mi oído entonces fui capaz de escuchar las hojas crujir bajo unas suelas. Me levanté tomando una piedra y continúe tarareando, quién fuese lo más seguro es que no sería amistoso pues ya era demaciado noche para cualquier persona incluso para mi.

-Quien anda ahí...-grite apretando la piedra, lista para utilizarla como arma aunque claro si se trataba de un vampiro dudo mucho que lo fuera a descalabrar, incluso que siquiera le tocara; entonces el intruso apareció con sus temibles orejas gigantes y un pelaje sin duda atemorizante. Un conejo...un conejo!! No pude evita reír y me sentí tan tonta -Oye me asustaste...-murmuré arrojando la piedra al lago, el animalito se acercó y yo lo tome en mis brazos acariciando su pelaje una y otra vez, creo que esto me estaba relajando más a mi que a él. pues estaba intranquilo y parecía agitado.

- De que estabas huyendo pequeño...- curioso que se refugiara conmigo dada mi naturaleza, aunque esto no explicaba el olor dulzón.

Sentí como un escalofrío me recorría la espina dorsal al escuchar la melodiosa voz, el olor dulzón me golpeó en la cara provocando que hiciera una pequeña mueca por supuesto no tenía la mayor experiencia del mundo pero sabía identificar los diversos aromas de cada ser sobrenatural y sin duda ella era una inmortal hasta el pobre conejillo sentía el peligro, con cuidado lo baje y cuando sus pequeñas patitas acolchonadas tocaron suelo se alejó lo más rápido que pudo provocándome​ una leve sonrisa ya que no supe si huía de mi o de la vampiresa que se encontraba a unos cuantos metros. No baje la guardia ni un segundo si algo sabía es que si generalmente no confiaba en un extraño el cuidado debía ser doble al tratar con vampiros.

-No tengo uno en específico madame...-respondi de manera educada ladeando el rostro un poco para ver si esa mujer se encontraba sola o acompañada, lo que fue un alivio al no descubrir otra presencia mas que nosotras. No podía negar que me tenía un tanto nerviosa pues no sabía que intenciones tenía, había escuchado tantas cosas sobre lo peligrosos que eran;pero no debía ser grosera pues los licántropos teníamos peor fama y con justa razón.Encogi los hombros aún quieta en mi lugar-El tiempo está agradable para un lugar como este, no está tan sofocado como los espacios concurridos.- Lo cierto era que yo estaba muy familiarizada con las altas temperaturas por lo que esto no era nada, aunque por supuesto el lugar ayudaba mucho a mantenerse uno fresco como lechuga. Entrelace mis manos atrás de mi espalda con calma y con una leve inclinación me presentaba-Melinda Rinaldi, un placer-Medio sonreí de manera educada enderezando mi cuerpo observando todos sus movimientos, si tal vez exageraba pero no sabía sus intenciones? Y por su atuendo era evidente la buena posición que tenía; a mi sin duda eso me desagradaba más que el hecho de ser vampira pues los nobles como ella se daban ínfulas de grandeza como si fuesen reyes. Me mordí el labio tratando de controlar mis pensamientos, recordándome no prejuzgar fuese quien fuese. Espere a que ella hiciera lo mismo y se presentará.


-Os puedo preguntar que le trajo hasta aquí?, Aire fresco quizás?-Pregunte pero evidentemente me arrepentí recordando que los inmortales no presidían de respirar incluso dudaba que les afectará el clima o cualquier cosa que a los vivos les aquejara. Tan despistada...

Había caído desde la copa mas alta de aquel árbol, el impulse del salto le quebró las piernas y no hizo caso alguno del golpe, podría haber levitado un Segundo antes de tocar la tierra, pero le parecía lo mismo, en cualquiera de las dos opciones su dolor seria nulo, una de tantas cosas que la hace sentir menos humana. Sus ojos se enfocaron en lo que perseguía, un esclavo de sangre asustado corría frente a ella, volteando constantemente a buscar a la vampira. Un esclavo de sangre es mas humano que vampiro, claro, pero siguen siendo pecadores, esclavos de seres tan horrendos que detesta pertenecer a su raza.

Frunciendo el ceño dio un salto en el aire, con el dolor nulo en sus piernas rotas y comenzó a navegar las corrientes de aire, alcanzando al ser que la miró con el terror más puro que puede haber en alguien.

-No, por favor-fue el único sonido que se escuchó antes que la palma de Nereza golpeara el pecho del hombre, rompiendo sus cotillas y arrojándolo un par de metros hasta estrellarse contra un árbol. Los pájaros salen volando de sus nidos al sentir el ajetreo. Nereza camina al asustado ser sacando los colmillos.

-El cielo te ha juzgado-dice ella con solemnidad lista para el siguiente golpe.

La brisa atraviesa su cuerpo, su cabello se mueve y el vestido de color rojo se ladea suavemente, otro aroma y presencia le interrumpe, algo más fuerte que un esclavo de sangre, algo más…peligroso. Con enojo miro hacia el ser y volteo la cara para otra dirección. No le dijo nada más, solo desapareció entre los árboles, en busca de aquella aura.

Cuando llego a la laguna se había percatado de lo peor, no sólo era una aura sospechosa, sino dos. Ambas emanaban colores distintos, uno muy parecido al de ella. La licántropo parecía melancólica, solitaria, hasta que llego la vampira, emanando una tristeza parecida ¿Qué acaso la pena junta a las personas?

Volteo la cara hacia atrás, buscando la presencia del esclavo de sangre, la cual se desvanecía poco a poco, el hombre debió de buscar a su amo, maldijo por lo bajo, podría haberlo seguido para encontrar al vampiro. Cuando regreso la vista hacia las dos mujeres, de manera inconsciente se percató que había caminado hasta la vista de ambas ¿Por qué no las ataco desde el principio?

Sus ojos se clavaron en la vampira primero y luego en licana, no dijo palabra por unos minutos hasta que la luz de la luna en cuarto menguante le ilumino el rostro. Ellas sabrán lo que es también, pero no su razón de lucha.

-Son altas horas de la noche, para dos mujeres de sociedad estar solas-dijo seriamente, deteniéndose a unos metros de ambas-Genera…sospecha-dio una media sonrisa, preguntándose aun porque se detuvo en su ataque, si su misión es acabar con ambas

Asentí con la cabeza a manera de respuesta,no tenía por qué mentir aunque sería lo más sensato dada la naturaleza de aquella que ahora me acompañaba sentada observando el mismo paisaje.-Vaya creí que les gustaba las formalidades-Mi comentario no fue con sarcasmo realmente tenía el pensamiento que a todos los inmortales les gustaba ese trato sintiéndose muy por encima del resto.Mis ojos observaron tras la sonrisa reveladora los finos colmillos que se asomaban sin pudor de los labios rojizos,tan letales como los míos a diferencia que en su caso era evidente que se podía controlar y era completamente concierne de sus actos.-Por supuesto sentir los cambios como humano sería extraño para alguien que ya no respira o alguien que depende del ciclo lunar-solté sin pensarlo girando el rostro para detenerme en el ajeno percatandome que su piel daba mas la impresión de estar hecha con porcelana;jamás había estado tan cerca a uno de ellos.

-Gracias... Elara,el vuestro también lo es y eh de agregar que no lo había escuchado.-respondí al cumplido con el entrecejo más relajado y llamándole por su nombre pues afín de cuentas solo éramos dos seres sobrenaturales que coincidían en una noche más.No pude evitar abrir mis ojos aunque de inmediato trate de cambiar la expresión sorprendida de mi rostro tras escucharle decir que andaba de caza,pero era obvio pues la dieta que estos llevaban era una muy específica.
-Supongo que no hace falta decir lo que somos cuando nos es tan evidente... los aromas delatan al igual que las peculiares características-rei un poco,no es que el olor dulzón me molestara,lo que lo hacia era el como mis sentidos se ponían tensos y a la defensiva capturando cada movimiento de la inmortal buscando un flanco débil.Al fin y al cabo el instinto predominaba siempre buscando la sobrevivencia.
-También cazan conejillos?-Bueno,no siempre los vampiros se alimentaban de humanos o si?.En mi caso no me detenía a pensar en que comía al estar en aquella condición por causa de la luna ya que seguramente no me agradaría saberlo pues era evidente que no me detenía a guisar y todo lo engullía crudo,de solo pensarlo se me revolvía el estómago. Al oírle hablar de su marido no me tomo por sorpresa pues el que tuviera un solo compañero era lo habitual,los inmortales siempre andaban en pares.

El silencio volvió a reinar permitiéndole a mis habilidades explayarse de tal manera que pude captar un olor parecido al de Elara solo que este se apreciaba mezclado;arrugue la nariz pues comenzaba picar todo mi conducto respiratorio,las vibraciones del suelo las sentí más fuertes provocando que frunciera el ceño y como respuesta a mi indecisión las aves que salían en parvada me confirmaron la posible riña a una distancia considerable.-Algo se acerca...-murmure inquieta aunque sabía que los sentidos de Elara también eran capaces de detectar al ser que en escasos segundos se encontraba a espaldas de nosotras,esperando,por que?.Pretendería atacarnos?Lo descarté pues pudo hacerlo,tuvo oportunidad y no la tomo.

Cuando oi las pisadas de lo que parecía ser también una vampiresa me levante del suelo topando mi mirada con la de aquel ser frío.Lucia distinta,su aura no era similar a la inmortal que tenía a mi lado izquierdo,mire de reojo a Elara intentando saber si tenía relación con la recién llegada pues la idea de una emboscada me empezó a martillar la cabeza.

La voz nueva sonó melodiosa y amenazante lo cual me indico que no parecía conocer a la mujer que tenía a un costado.-No me concidero parte de ese teatro llamado sociedad,y dudo que les interese lo que la clase media o baja haga.-Wou,nunca imaginé que los dos aromas fueran tan penetrantes demaciado dulzón,no estába acostumbrada y dudo que en un futuro lo estuviera.Apesar que la tensión se podía cortar con el filo de una espada sonreí de manera agradable intentando sopesar que intenciones tenía esa mujer.-No veo lo sospechoso,quizás un tanto complejo, aunque dado el paisaje a cualquiera le resulta grato detenerse un momento no es así señorita Elara?-
Dije con calma viendo a la mencionada por un momento,esto me aceleraba la sangre pues dudaba que la recién llegada dejara pasar lo que éramos.