A new begining (Privado)

por **Soren Kaarkarogf** Lun Oct 09, 2017 10:31 pm

A new begining

Mientras observaba el pequeño local que había podido rentar con el dinero que había ganado ayudando al Conde Tisdale de Escocia, (Quien había resultado ser un hechicero y le había involucrado nada más ni nada menos que en la búsqueda del libro Necronomicron), pensaba que todo el esfuerzo (incluyendo haber sido controlado mentalmente por un demonio) había valido la pena, llevaba años intentando reconstruir la tienda de antiguedades que había tenido durante casi 40 años y que había sido saqueada y destruida por su culpa. Ya no sentía tanto remordimiento de consciencia por haber cometido tantos errores estúpidos en el pasado, había decidido que, comenzaría de nuevo y aprendería de sus desventuras.

El dinero le había alcanzado no sólo para rentar el local, sino para pagar a un carpintero para que se encargara de construir las estanterías y el escritorio que necesitaba para colocar las reliquias. Había tardado dos semanas en tener todo listo dentro del local y por fin esa noche había decidido abrir la tienda para el público. En cierta forma era un alivio que hubiese perdido su trabajo en la Universidad, pues así tendría todo el tiempo disponible durante la noche para atender el local. Años atrás cuando el negocio iba viento en popa y tenía más dinero, había contratado a una persona para que estuviera en la tienda durante el día, por ahora no disponía de ese lujo y tendría que limitarse al horario nocturno.

Pasaron un par de horas sin que nadie entrara, por lo que tuvo tiempo de pasearse por las estanterías y organizar las estatuillas, frascos, libros y demás artilugios que había logrado recuperar del sótano donde previamente había vivido antes de enterrarse bajo tierra por 6 años. Con expresión orgullosa, casi como si estuviera observando a sus propios hijos, se pasó el tiempo limpiando y organizando sus adorados objetos anticuados.

Entonces la campanita de la entrada sonó anunciando el primer cliente de la noche. Con nerviosimo y emoción el Vampiro se apresuró a la entrada, vistiendo su mejor atuendo de verano, una simple camisa blanca, con corbatín verde oscuro y pantalones de pana negros.

- Bienvenido Monsieur – Exclamó con una brillante sonrisa, una que, hacía mucho tiempo no aparecía en sus labios.

por **Perth** Mar Oct 10, 2017 1:21 pm

Hacía ya varias semanas que pasaba por delante de un local que estaba en obras y hasta hacía a penas unos días no había sabido que se trataría de una tienda de antigüedades, algo que a Perth le atraía como las cosas brillantes a las urracas. Lo había descubierto por el letrero de madera tallada y grabada que se colgara sobre la entrada, pero aún no se podía entrar, no hasta aquella noche. El hecho de que sólo abriera en horario nocturno le hizo pensar enseguida que el propietario o propietaria debía tratarse de un vampiro, porque a ningún otro ser se le ocurriría tener un negocio como aquel y no estar abierto al público durante el día. Sea como fuere, sus pasos se dirigían a allí dentro del horario que se especificaba en otro letrero más pequeño que se veía a través de la cristalera de la entrada. Observó primero desde fuera, intentando no manchar los ventanales al no tocarlos y el estar oscuro en la calle e iluminado dentro le facilitó la tarea. Finalmente, agarró la perilla de la puerta y empujó, ya que se percató con antelación que no debía tirar de ella si deseaba pasar al interior. Escuchó el tintineo de una campana, el aviso para el tendero de que tenía clientela aguardando ser atendida. De inmediato se presentó frente a él un muchacho y con ello confirmó sus sospechas, efectivamente se trataba de un vampiro, su aura lo delataba por completo. -Buenas noches.-

Hizo un leve gesto de cabeza al saludar, al tiempo en que aprovechaba para estudiar al atractivo joven, aparentemente, porque en realidad a saber los años que tendría tras aquel rostro apuesto y aquella hermosa sonrisa. Dio un paso al frente, acortando distancias con el muchacho y le devolvió la sonrisa, aunque él no mostró los dientes, una manía adquirida desde hacía unos años atrás. Intentó buscarle la mirada, pero no le resultaba fácil conseguirlo. -Enhorabuena por la recién apertura.- Ladeó la cabeza, intentando suavizar el gesto de su rostro. -Estaría interesado en un viejo libro de hechicería, no sé si tenga usted alguno por aquí...- Sabía que al igual que él había descubierto su raza por el aura, el contrario tenía la misma habilidad, así que no merecía la pena intentar ocultar algo que era tan evidente para ambos. -Debe tener unos 350 años de antiguedad y las cubiertas son negras con grabados en oro.- Intentó describir el objeto, aunque la información que tenía no sabía cuán certera llegaba a ser, tal vez las cubiertas fueran oscuras solamente y no negras o la datación fuera errónea. De todos modos, primero debía averiguar si podría encontrar allí algo parecido y que pudiera casar con la idea general del artículo.

Observó entonces a su alrededor, había multitud de objetos interesantes, figuras talladas a mano en madera y marfil, objetos con incrustaciones de piedras preciosas y libros con lomos tan gastados que a penas se podía leer el título. El olor le agradaba, polvoriento, pero sin ser mohoso ni sucio, era el olor de las reliquias, de los tesoros.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Oct 10, 2017 9:24 pm

Un joven caballero era su primer cliente, por su porte y vestido, lucía como una persona de la alta sociedad, un poco extraño encontrarse con una persona de alta alcurnia en una pequeña tienda polvorienta como la suya. Además no se encontraba en la mejor parte de la zona comercial, los mejores locales (con buena ubicación y amplios espacios) eran por supuesto mucho más caros y Soren prefería un lugar más modesto y que pudiese pasar desapercibido ante las masas de Parisinos curiosos.

- ¡Gracias Monsieur! - Exclamó animado cuando le felicitó por la apertura.

No tardó en darse cuenta del porqué un caballero como él estaba en un sitio así a esas horas de la noche, le había preguntado por un libro de hechicería de 350 años de antigüedad, la pregunta lo cogió por sorpresa y el Vampiro no pudo evitar mostrar una expresión de asombro, abriendo bastante sus ojos casi de manera cómica. ¿Acaso sería un hechicero? Se preguntó, no solía ir mirando las auras de las personas a propósito, especialmente por que esas habilidades suponían un desgaste mental, además Soren no era muy precavido en ese aspecto, era más bien bastante descuidado o quizás confiaba demasiado fácil en la gente.

-Ejem... - Carraspeó sobreponiéndose a la sorpresa – Tengo una pequeña colección de libros antiguos – Comentó haciéndole señas para que lo siguiera hacia la parte trasera de la tienda – Lamentablemente muchos se han perdido o destruido con el tiempo – Agregó, en la parte trasera de la tienda había una pequeña bodega donde decenas de cajas se encontraban organizadas en casi todo el espacio – Es... una temática no muy convencional y no quisiera tener problemas con las autoridades... – Continuó diciendo, de repente cayó en cuenta que aquel hombre podría ser un inquisidor haciéndose pasar por cliente, podría estar averiguando si tenía libros de magia para confiscarlos o inclusive podría estar buscando un motivo para... ¡Clausurar la tienda!.

Se detuvo en seco sintiéndose muy nervioso, ¿Cómo podría saber si aquel hombre sólo quería comprar el libro o si aquello era una trampa? Después de todo vender libros prohibidos por la iglesia era un crimen.

- ¿Puedo preguntarle porqué tiene interés en ese tipo de artes Monsieur? - Decidió preguntar – No... no es una temática popular – Agregó, desviando la mirada hacía un lado.

por **Perth** Miér Oct 11, 2017 4:48 am

Aguardó, estudiando meticulosamente no sólo el lugar sino al dueño, porque era el hombre que tenía delante el que realmente captaba su atención ahora que le había visto por primera vez. Irradiaba inocencia, algo raro en un vampiro y que aún llamó más la atención del hechicero, cuya mente enseguida hilaba pensamientos y formaba historias complejas, relaciones inexistentes, vínculos inconexos. Pero a él eso no le importaba, principalmente porque su cerebro le engañaba y le hacía creer que todas aquellas invenciones eran ciertas, que nada era simple fantasía u obsesión. Al escuchar entonces que el joven le pedía que le siguiera, él lo hizo sin dudarlo, mas aún cuando vio que se dirigían a la trastienda donde nadie podría verles. Le estaba invitando claramente, pero a Perth le gustaba hacerse de rogar. Sonrió, escuchando las palabras ajenas sobre los libros, acercándose poco a poco y de manera sutil al muchacho que le atendía. -Claro, el tiempo hace estragos en todos los objetos.- Puntualizó la última palabra de manera evidente, puesto que para el vampiro el tiempo no era ningún problema.

De repente, algo cambió en la actitud del que le acompañaba, notó la tensión en el ambiente, el nerviosismo, ¿qué había ocurrido? Ladeó la cabeza a la expectativa, ¿que le iba a decir el joven? La pregunta le pareció de lo más mundana y le extrañó que se lo preguntara, siendo obvio el motivo a su parecer. -Para usarlo, está claro. Un hechicero nunca deja de aprender, ¿no le parece?- Sonrió con sinceridad, de nuevo sin mostrar los dientes, aunque esta vez su boca se ladeó ligeramente a la derecha. -¿Qué otro uso se le podría dar a un libro así?- Le preguntó al muchacho, esperando que le diera una respuesta. El joven le había planteado una cuestión ridícula, era como preguntarle a un florista para qué quería un libro sobre plantas.

Le irritó que apartara la mirada y aunque tardó en buscarla de nuevo, no lo dejó pasar. Se agachó incluso para situarse en su campo de visión, además de moverse hacia un lateral. -¿Por qué no me miráis, caballero? ¿A caso me estáis ocultando algo? ¿Pretendéis venderme un libro falso?- Quería acorralarle, verle reaccionar. Con lo asustadizo que se veía el dueño del local, seguro que lo que siguiera a continuación resultaba interesante.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Oct 11, 2017 9:01 pm

La respuesta del cliente le dio a entender que se trataba de un hechicero y aunque eso lo hubiese podido adivinar sólo con su aura, Soren sabía que habían hechiceros en las facciones de la inquisición, así como Vampiros y licántropos, se hacían llamar a si mismos “Condenados”, por lo que, aún cabía la posibilidad de que fuera parte de ellos. La pregunta le hizo sentir algo tonto, era obvio que para una persona que no practicara la magia, un libro de ese tipo no tendría ningún uso.

-¿Yo? ¿Ocultando algo? - Exclamó cuando el chico lo sorprendió buscándo su mirada – No... pa...para nada, por supuesto que no – Se excusó moviendo las manos con nerviosismo, al parecer ese joven era intuitivo y había leído fácilmente sus expresiones – No puedo vender objetos falsos, eso sólo dañaría mi negocio – Agregó.

Decidió entonces que daría un pequeño salto de fé con aquel sujeto y le revelaría la razón por la cual le estaba haciendo esas preguntas.

-Para ser honesto... le pregunto todo esto por precaución – Comenzó a decir, volviendo a desviar la mirada, se sentía bastante incómodo que le miraran a los ojos por largos periodos de tiempo, a la mayoría de la gente le gustaba sentir esa conexión con los demás através de mirada o pequeños toques, no a Soren, quien el contacto físico con extraños era algo que evitaba a propósito – Para asegurarme de que no sea un inquisidor – Concluyó meneando la cabeza ligéramente – No quiero meterme en un lio por tener libros prohibidos en mi tienda... además ser quemado en la plaza de madera no esta dentro de mis planes futuros -Intentó bromear.

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