AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Legions of Doom → Privado
2 participantes
Página 1 de 1.
Legions of Doom → Privado
Había sido una batalla cruenta con una manada enemiga, misma que fue pactada para esa noche de luna llena. Ganaron, pero por apenas un poco. Él mismo quedó bastante mal herido, y sólo despertó a la mañana siguiente, oliendo a sangre y sudor. Se miró las manos, había sangre seca entre la carne y las uñas, signo inequívoco de que con las zarpas desgarró a más de un enemigo. A su alrededor, algunos de sus hombres, transformados de nuevo en hombre, también se ponían de pie, otros no… estaban muertos. Junto a algunos miembros de su manada de confianza, se dispuso a hacer un reconocimiento, una vez que volvió a vestirse con la elegancia que lo caracterizaba. Patearon uno o dos cuerpos para obtener reacción, pero no la hubo.
—Recojan a nuestros muertos, denles los honores que merecen. A los cuerpos enemigos, quémenlos —ordenó y su manada de inmediato se puso manos a la obra, mientras él recorría el campo de batalla, apenas un claro en el bosque, y recordaba lo poco que podía recordar. Quería saber en dónde fallaron, como para haber sufrido tantas pérdidas.
Más tarde, uno de sus subordinados se acercó, para decirle que ya tenían a todos los suyos y que los cadáveres de los enemigos habían sido incinerados con éxito. Răzvan Asintió y les dijo que se marcharan. Supervisó que así fuera, pues quería estar a solas un momento, para meditar lo acontecido la velada de plenilunio anterior.
Una vez que se aseguró que su manada se había retirado, se paró en medio del claro y se agachó, para reconocer, de nuevo, el terreno. Estaba húmedo, y olía a muerte. Con los dedos tomó un poco de lodo y lo estudió. No tenía nada distinto. No había nada diferente en ese lugar. Habían casi perdido por su propia torpeza. Claro, quizá la otra manada era muy buena en batalla, pero eso no justificaba esta debacle. A Răzvan no le gustó nada todo eso. Suspiró y fue a imitar a sus hombres y regresar a la ciudad, con Inna, para desquitar su frustración con ella. Oh, no, jamás la golpearía, lo haría sólo como él sabía hacerlo, tomándola con tanta fuerza que no se pudiera levantar en días, no obstante, algo lo detuvo. Un ruido. ¿Un sobreviviente? No lo creía.
Entornó la mirada y se quedó muy atento.
—¿Estás perdido? —le habló a la nada con un dejo de ironía, aún tratando de identificar el punto exacto de dónde provenían aquellos pasos sobre el pasto. Abrió más los ojos, ¡ajá! Ahí estaba. Se giró y observó detenidamente ese punto—. De nada sirve que te ocultes, muéstrate o te mataré sin conocer tu identidad, no me importa. —Tratándose de él, la amenaza no iba vacía. Si bien estaba agotado por la batalla, aún tenía la adrenalina de la misma que podía conducirlo un rato más contra quien fuera.
Răzvan Văcărescu- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 28/12/2015
Localización : París
Re: Legions of Doom → Privado
Si quisiera contar la cantidad de lunas llenas que había padecido, a Amélie Zwaan le sobrarían dedos de las manos. Hasta podría decirse que con cada nuevo episodio Amélie se sentía más desorientada.
Se vistió deprisa y procuró permanecer oculta tras una línea de árboles pues sabía que no estaba sola, había más como ella rondando la zona. Tenía imágenes en su cabeza, la mayoría muy confusas. En ellas, Amélie podía ver una buena pelea. Recordaba haber sentido temor por momentos y luego deseos de participar, pero algo le decía que no lo había hecho. Además creía recordarse, muy vagamente, en la cima de un árbol frondoso, contemplando lo que en el claro sucedía.
-Lo imaginé todo, imagino cosas que no son, no entiendo todavía esto –se dijo en voz baja mientras se colocaba su capa negra sobre los hombros, por suerte había hallado su ropa aquella vez.
Todo lo que sabía sobre lo que era y lo que le ocurría, lo sabía gracias a una hechicera, Lorraine, que la había cuidado tras el puto mordisco que le habían dado hacía algunos meses. Podría decirse que todavía le faltaba mucho por aprender y por conocerse.
Siempre tras volver a su forma humana Amélie sentía un cansancio extremo, durante los primeros minutos le dolían los huesos y los oídos le zumbaban. Poco a poco se iba sintiendo más repuesta, pero el dolor de cabeza era insoportable. A pesar de eso, la adolescente veía cosas muy positivas en su sobrenaturalidad; era más fuerte, se sentía más hermosa, no se había vuelto a enfermar, solía notar cuando las personas tenían malas intenciones… De momento veía más cosas positivas que negativas en todo aquello y hasta había días -no ese, no luego de la luna llena- en los que se sentía feliz y privilegiada. Si tan solo el dolor de cabeza pasara un poco más rápido…
Supo que alguien se acercaba en su dirección justo cuando meditaba si debía intentar hallar la forma de volver a la casa de su hermano o sentarse junto a uno de los árboles a descansar. Oyó la primera pregunta y se tapó la boca con ambas manos, pues sabía que era impulsiva y que hasta por reflejo podría decirle al desconocido que de hecho sí, que sí estaba perdida, creía que le convenía mantenerse oculta... Ah, pero la amenaza fue demasiado para Amélie Zwaan y salió de su escondite como impulsada por un resorte para descubrirse frente a un hombre que podría ser su padre. Nunca recordaba bien eso de las auras, creía que ese era como ella o en su defecto un cambiante.
-Yo también podría matarlo a usted –le aseguró y se cruzó de brazos, descubrió que no estaba tan repuesta del dolor de huesos como había creído-, soy más fuerte de lo que parezco. La semana pasada un hombre quiso robarme en el mercado y yo sola, con mis manos, le rompí el brazo –le aseguró, para intimidarlo, porque para ella eso había sido todo un descubrimiento: saber que podía cuidarse sola, sin necesitar de nadie más.
Se vistió deprisa y procuró permanecer oculta tras una línea de árboles pues sabía que no estaba sola, había más como ella rondando la zona. Tenía imágenes en su cabeza, la mayoría muy confusas. En ellas, Amélie podía ver una buena pelea. Recordaba haber sentido temor por momentos y luego deseos de participar, pero algo le decía que no lo había hecho. Además creía recordarse, muy vagamente, en la cima de un árbol frondoso, contemplando lo que en el claro sucedía.
-Lo imaginé todo, imagino cosas que no son, no entiendo todavía esto –se dijo en voz baja mientras se colocaba su capa negra sobre los hombros, por suerte había hallado su ropa aquella vez.
Todo lo que sabía sobre lo que era y lo que le ocurría, lo sabía gracias a una hechicera, Lorraine, que la había cuidado tras el puto mordisco que le habían dado hacía algunos meses. Podría decirse que todavía le faltaba mucho por aprender y por conocerse.
Siempre tras volver a su forma humana Amélie sentía un cansancio extremo, durante los primeros minutos le dolían los huesos y los oídos le zumbaban. Poco a poco se iba sintiendo más repuesta, pero el dolor de cabeza era insoportable. A pesar de eso, la adolescente veía cosas muy positivas en su sobrenaturalidad; era más fuerte, se sentía más hermosa, no se había vuelto a enfermar, solía notar cuando las personas tenían malas intenciones… De momento veía más cosas positivas que negativas en todo aquello y hasta había días -no ese, no luego de la luna llena- en los que se sentía feliz y privilegiada. Si tan solo el dolor de cabeza pasara un poco más rápido…
Supo que alguien se acercaba en su dirección justo cuando meditaba si debía intentar hallar la forma de volver a la casa de su hermano o sentarse junto a uno de los árboles a descansar. Oyó la primera pregunta y se tapó la boca con ambas manos, pues sabía que era impulsiva y que hasta por reflejo podría decirle al desconocido que de hecho sí, que sí estaba perdida, creía que le convenía mantenerse oculta... Ah, pero la amenaza fue demasiado para Amélie Zwaan y salió de su escondite como impulsada por un resorte para descubrirse frente a un hombre que podría ser su padre. Nunca recordaba bien eso de las auras, creía que ese era como ella o en su defecto un cambiante.
-Yo también podría matarlo a usted –le aseguró y se cruzó de brazos, descubrió que no estaba tan repuesta del dolor de huesos como había creído-, soy más fuerte de lo que parezco. La semana pasada un hombre quiso robarme en el mercado y yo sola, con mis manos, le rompí el brazo –le aseguró, para intimidarlo, porque para ella eso había sido todo un descubrimiento: saber que podía cuidarse sola, sin necesitar de nadie más.
Amélie Zwaan- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 20/04/2017
Re: Legions of Doom → Privado
La imagen de una adolescente se dibujó ante sus ojos, pero eso no fue lo interesante, sino descubrir que era como él, más joven y más inexperta, pero marcada por la luna como él hace mucho lo decidió con tal de dejar el yugo de una vampiresa. ¿Ella habría elegido el camino de la licantropía por voluntad? Lo dudaba, todos sus hombres habían sido infectados por error, por venganza, por lo que fuera, pero jamás por petición. Ni siquiera Inna, su querida Inna, a la que él condenó a su misma maldición, sin que ella estuviera enterada.
Sonrió, la actitud le pareció graciosa. Tanto que de momento dejó de lado la amenaza y las intenciones de matarla. Avanzó con paso resuelto, con el terreno desigual crujiendo bajo sus pesados pasos. De ese modo, pudo estudiarla mejor.
—¿Mala noche? —preguntó con ironía. Si no se equivocaba, no tenía mucha experiencia con sus transformaciones y debían ser una tortura, él lo sabía bien, se prometió no ser muy duro con la chiquilla—. No hace falta la amenaza, sobre todo porque tú y yo sabemos que es mentira lo que has dicho —dijo con seguridad apabullante—. Somos iguales, en esencia, pero tengo mucha más experiencia, ya no me la paso tan mal tras la luna llena como tú ahora. —Señaló con vaguedad el cuerpo entero de la muchacha. Suspiró.
—Claro que eres más fuerte, y claro que los humanos comunes son nada en comparación nuestra, pero… niña, hay un mundo de diferencia entre nosotros dos. —Negó con la cabeza, habló ligeramente paternal, aunque la velada burla era más patente.
—Apuesto que tienes jaqueca y te duelen los huesos, sí, yo también pasé por eso, pero tuve a alguien que me ayudó, dime… ¿no tienes un alfa o no sabes de qué rayos te estoy hablando? —Caminó un poco más, quedó tan cerca que si estiraba la mano podía tocarla, pero no lo hizo—. Puedo ayudarte, si dejas de lado la idea de matarme —ofreció, pero no porque fuera un altruista, sino porque los nuevos lobos merecían una guía, él la tuvo y él se la ofreció no sólo a su esposa, sino a muchos miembros de su manada, y se sabía que para Răzvan eso era lo más importante.
—Dime… —prosiguió con distracción—, ¿estuviste aquí anoche? ¿Viste algo de lo que aquí sucedió y de ser así, recuerdas aunque sea un poco? —Aunque habló sereno y suave, su apariencia era demasiado intimidante, y lo sabía, aunque la joven había demostrado no temerle, al menos en apariencia, y eso debía admirárselo. Él también fue así, impulsivo, con un afán terrible de no mostrar temor, la diferencia era que él fue así antes de ser mordido.
Su vida había dado muchas vueltas que daban para escribir libros completos, pero eso era material para otra ocasión.
Răzvan Văcărescu- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 28/12/2015
Localización : París
Re: Legions of Doom → Privado
Al principio le pareció que estaba frente a un viejo gruñón, pero a medida que él hablaba Amélie creyó entender que había cierto interés de su parte por ayudarla. Claro que ella no necesitaba ayuda, podía arreglárselas sola… al menos eso creía.
-¿Ya no sientes dolor? –preguntó, incrédula, y se acercó a él con cautela. De pronto había dejado de lado la formalidad y lo tuteaba-. Entonces con el tiempo todo mejora…
Sí que parecía tener mucha experiencia, al menos sabía de lo que hablaba porque describía lo que ella estaba sintiendo. Sus palabras la esperanzaron, tal vez alguna noche aquello se hiciera más fácil de llevar… a veces hasta se permitía fantasear con que alguien hallaría una cura para lo que una mordedura le había ocasionado y que llegaría el día en el que pudiese tener una vida normal. Aunque esperaba conservar la fuerza, eso le gustaba demasiado.
-No te mataré si tú no me matas a mí –le propuso y le tendió su mano, no como le habían enseñado, ofreciéndola para que se la besara, sino con la manera de los hombres adultos (como siempre hacía su hermano), lista para ser estrechada-. No sé lo que sea un alfa, pero si crees que necesito ayuda y que puedes dármela la aceptaré. A mí me enseñó todo una hechicera, ella me recogió luego de que me mordieran… y ahora estoy enamorada de alguien que tiene el aura de los cambiantes, seguro él sabe muchas cosas, pensaba hacerle preguntas en cuanto nos conozcamos un poco más porque no quiero que piense que no sé bien lo que le pasa a mi cuerpo, quiero causarle una buena impresión antes de hablarle de esto. -Se encogió de hombros, sabiendo que no tenía muchas alternativas al respecto.
Sentía curiosidad por saber su historia. Nunca había hablado con alguien que fuese igual a ella. Claro que los había visto, las lunas llenas a veces hacían que se juntasen varios en un mismo sector, pero nunca recordaba mucho. Ahora estaba frente a un igual y eso era diferente, especial.
-¿Cuándo te mordieron? Pareces tener la edad de mi padre… A mí me mordieron hace unos meses –se dio vuelta para intentar indicarle la zona de los riñones con la mano-, como por aquí. Y es una suerte porque no me tengo que ver esa marca a diario, solo cuando tengo ganas pongo un espejo y la observo.
¿Qué recordaba de la noche pasada? Cosas sueltas, nada muy puntual. Se había trepado a un árbol, pero la rama se había roto bajo su peso y había caído, recordaba que había querido reír pero no había podido. También había sentido que no estaba sola, que había más como ella, pero no los había visto hasta casi el final de la noche, peleaban. No podía recordar si había tomado parte de eso o si solo había sido una lejana testigo.
-Había algunos peleando –le dijo, todavía esforzándose por discernir qué había ocurrido de verdad y qué estaba imaginado-, no sé si yo también lo hice –se acarició la frente-. Supongo que si hubiera hecho algo así lo recordaría, pero en verdad nunca recuerdo mucho, solo pequeñas imágenes.
-¿Ya no sientes dolor? –preguntó, incrédula, y se acercó a él con cautela. De pronto había dejado de lado la formalidad y lo tuteaba-. Entonces con el tiempo todo mejora…
Sí que parecía tener mucha experiencia, al menos sabía de lo que hablaba porque describía lo que ella estaba sintiendo. Sus palabras la esperanzaron, tal vez alguna noche aquello se hiciera más fácil de llevar… a veces hasta se permitía fantasear con que alguien hallaría una cura para lo que una mordedura le había ocasionado y que llegaría el día en el que pudiese tener una vida normal. Aunque esperaba conservar la fuerza, eso le gustaba demasiado.
-No te mataré si tú no me matas a mí –le propuso y le tendió su mano, no como le habían enseñado, ofreciéndola para que se la besara, sino con la manera de los hombres adultos (como siempre hacía su hermano), lista para ser estrechada-. No sé lo que sea un alfa, pero si crees que necesito ayuda y que puedes dármela la aceptaré. A mí me enseñó todo una hechicera, ella me recogió luego de que me mordieran… y ahora estoy enamorada de alguien que tiene el aura de los cambiantes, seguro él sabe muchas cosas, pensaba hacerle preguntas en cuanto nos conozcamos un poco más porque no quiero que piense que no sé bien lo que le pasa a mi cuerpo, quiero causarle una buena impresión antes de hablarle de esto. -Se encogió de hombros, sabiendo que no tenía muchas alternativas al respecto.
Sentía curiosidad por saber su historia. Nunca había hablado con alguien que fuese igual a ella. Claro que los había visto, las lunas llenas a veces hacían que se juntasen varios en un mismo sector, pero nunca recordaba mucho. Ahora estaba frente a un igual y eso era diferente, especial.
-¿Cuándo te mordieron? Pareces tener la edad de mi padre… A mí me mordieron hace unos meses –se dio vuelta para intentar indicarle la zona de los riñones con la mano-, como por aquí. Y es una suerte porque no me tengo que ver esa marca a diario, solo cuando tengo ganas pongo un espejo y la observo.
¿Qué recordaba de la noche pasada? Cosas sueltas, nada muy puntual. Se había trepado a un árbol, pero la rama se había roto bajo su peso y había caído, recordaba que había querido reír pero no había podido. También había sentido que no estaba sola, que había más como ella, pero no los había visto hasta casi el final de la noche, peleaban. No podía recordar si había tomado parte de eso o si solo había sido una lejana testigo.
-Había algunos peleando –le dijo, todavía esforzándose por discernir qué había ocurrido de verdad y qué estaba imaginado-, no sé si yo también lo hice –se acarició la frente-. Supongo que si hubiera hecho algo así lo recordaría, pero en verdad nunca recuerdo mucho, solo pequeñas imágenes.
Amélie Zwaan- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 20/04/2017
Re: Legions of Doom → Privado
Sabía que había licántropos que por voluntad propia no se juntaban en manadas, o jamás se habían cruzado con una, o en el peor de los casos, no habían sido aceptados, pero esta chica parecía demasiado joven y supuso que simplemente se trataba de la segunda opción, por probabilidad era difícil que se topara con una, no era como si esos grupos anduvieran pregonando lo que eran. Răzvan mismo tenía varios negocios y así se presentaba ante la sociedad, como empresario, aunque su papel principal era el de alfa.
—Me parece un trato justo —le respondió, rio y correspondió el apretón de manos—. Eres buena negociante. Puedo responder todas tus dudas, pero a su tiempo. Reconozco el ímpetu de la juventud cuando lo veo —dijo, se cruzó de brazos y corroboró sus palabras momentos más tarde, cuando ella declaró llevar poco tiempo con esa condición, su edad correspondía a su apariencia.
—Ugh, cambiantes. Al menos no se trata de un chupasangre —comentó con distracción—. Si bien no dudo que la hechicera te halla ayudado en serio, no puede compararse con lo que otro licántropo puede hacer por ti. —Se giró levemente, como para mirar al mismo punto al que ella encaraba.
—Yo fui mordido hace mucho, y te sorprenderá saber que pedí que lo hicieran —declaró. Usaba esa historia para ganarse el interés, el respeto y la confianza de sus hombres, porque entonces quería decir que Răzvan no era producto del azar, sino que era un ser marcado por la luna porque así lo eligió. ¿Qué mejor líder que aquel que acepta voluntario la maldición?
Adrede omitió detalles, como la edad, y como todo el asunto de haber sido esclavo de sangre de una vampiresa atroz.
—Tienes buena memoria para ser tan nueva. Usualmente sólo los lobos muy longevos pueden recordar, o incluso actuar a voluntad. —Le clavó los ojos azules—. Antes de que preguntes, yo aún no tengo esa potestad, pero trabajo en ello, sería perfecto, ¿no? Poder dirigirlos aun durante el plenilunio. —Y sonrió, lo cual era bastante inusual en él.
—Sí, hubo una batalla aquí. A veces nos juntamos en manadas, y somos territoriales, a eso me refería con alfa, soy alfa de mi manada, soy su líder y protejo a los míos, ese fue el motivo de la lucha de anoche, alguien se atrevió a meterse con uno de mis hombres —explicó meridiano—. Dime… ¿te interesa? —Fue directo, a Răzvan no le iba andarse por las ramas.
Última edición por Răzvan Văcărescu el Lun Ago 27, 2018 8:10 pm, editado 1 vez
Răzvan Văcărescu- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 28/12/2015
Localización : París
Re: Legions of Doom → Privado
-Nunca he visto uno, un chupasangre, aunque ¿cómo sabría si estoy o no ante uno? Lorraine me ha dicho que cuando vea a uno me voy a dar cuenta, que mi cuerpo lo sabrá, dice que son muy hermosos y la mayoría algo alocados, pero también existen personas con esas características. Y lo de las auras… todavía me las confundo, aunque solo me importan los que sean como yo.
Lorraine era la hechicera que la había recogido, que la había cuidado con amor de madre, con consejos sabios de amiga y que la había acompañado como fiel escolta a la ciudad para que Amélie encontrase allí a su hermano. Sin ella la muchacha habría muerto a causa de las dolorosas heridas, y tal vez hubiese sido lo mejor… más de una vez pensó en eso, arribando a la conclusión de que gustaba demasiado de vivir como para verle a la muerte cara de solución.
Se sorprendió cuando el hombre le contó que había pedido ser mordido, sus ojos asombrados lo reflejaron, ¿qué clase de loco pediría algo así? No lo entendía y no calló su sorpresa:
-Sí que eras estúpido, pero descuida, todos lo fuimos en algún momento de nuestras vidas. Ahora yo me siento mucho más fuerte e inteligente de lo que era cuando me escapé de mi vida anterior. –Subió y bajó los hombros en un gesto muy típico de ella-. No me imagino cómo habrá sido, ¿le tendiste el brazo a uno de nosotros para que te mordiera? –le preguntó y curiosa se acercó para intentar ver si el hombre tenía lesiones a la vista.
-Gracias por el cumplido –dijo con una sonrisa falsa, porque no estaba segura de que la estuviese felicitando por su memoria o llamándola mentirosa. Era consciente de que mucho de lo poco que creía recordar podía ser imaginación de ella, pero no había mentido-. Sabes mucho, a veces saber mucho es malo… Eso decía el sacerdote con el que me confesaba, pero ya no importa porque no lo volveré a ver. No estaría bien que fuese a confesarme si hay tantos pecados que cometo sin recordarlos luego –otra vez encogió los hombros-. Supongo que ya no seré perdonada.
Creía que entendía lo que significaba ser manada, pero si ser parte de ella implicaba tener que dejar a su hermano Quentin y alejarse de su nuevo amor, Amélie no quería formar parte. Acababa de encontrar a su hermano y no quería pasar más tiempo separada de él.
-Quiero que me enseñes, si tú quieres hacerlo, pero ¿todos los que sean de tu manada deben vivir contigo? Es que no podría alejarme de mi hermano y él no va a darme su brazo para que lo muerda –se rió de solo imaginar algo así-. ¿Puedes enseñarme cosas de todas formas?
Lorraine era la hechicera que la había recogido, que la había cuidado con amor de madre, con consejos sabios de amiga y que la había acompañado como fiel escolta a la ciudad para que Amélie encontrase allí a su hermano. Sin ella la muchacha habría muerto a causa de las dolorosas heridas, y tal vez hubiese sido lo mejor… más de una vez pensó en eso, arribando a la conclusión de que gustaba demasiado de vivir como para verle a la muerte cara de solución.
Se sorprendió cuando el hombre le contó que había pedido ser mordido, sus ojos asombrados lo reflejaron, ¿qué clase de loco pediría algo así? No lo entendía y no calló su sorpresa:
-Sí que eras estúpido, pero descuida, todos lo fuimos en algún momento de nuestras vidas. Ahora yo me siento mucho más fuerte e inteligente de lo que era cuando me escapé de mi vida anterior. –Subió y bajó los hombros en un gesto muy típico de ella-. No me imagino cómo habrá sido, ¿le tendiste el brazo a uno de nosotros para que te mordiera? –le preguntó y curiosa se acercó para intentar ver si el hombre tenía lesiones a la vista.
-Gracias por el cumplido –dijo con una sonrisa falsa, porque no estaba segura de que la estuviese felicitando por su memoria o llamándola mentirosa. Era consciente de que mucho de lo poco que creía recordar podía ser imaginación de ella, pero no había mentido-. Sabes mucho, a veces saber mucho es malo… Eso decía el sacerdote con el que me confesaba, pero ya no importa porque no lo volveré a ver. No estaría bien que fuese a confesarme si hay tantos pecados que cometo sin recordarlos luego –otra vez encogió los hombros-. Supongo que ya no seré perdonada.
Creía que entendía lo que significaba ser manada, pero si ser parte de ella implicaba tener que dejar a su hermano Quentin y alejarse de su nuevo amor, Amélie no quería formar parte. Acababa de encontrar a su hermano y no quería pasar más tiempo separada de él.
-Quiero que me enseñes, si tú quieres hacerlo, pero ¿todos los que sean de tu manada deben vivir contigo? Es que no podría alejarme de mi hermano y él no va a darme su brazo para que lo muerda –se rió de solo imaginar algo así-. ¿Puedes enseñarme cosas de todas formas?
Amélie Zwaan- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 20/04/2017
Re: Legions of Doom → Privado
—Oh, créeme, lo sabrás cuando te enfrentes a uno. Reaccionamos diferente ante ellos, podemos controlarnos, algunos y a veces, pero existe algo más allá de nosotros, y ello, que nos obliga a enfrentarnos. Es una batalla milenaria que no tiene principio, y me temo que final tampoco. No quiere decir que en cuanto veas a uno, tendrás el irremediable deseo de arrancarle la cabeza, pero lo sabrás, sabrás cuando estés delante de uno —explicó sin mirarla, aún revisando el terreno, los árboles a su alrededor, el cielo sobre sus cabezas. Sabía predecir el clima a través de las nubes y el sol, parecía que iba a llover más tarde.
Regresó la vista a ella y la miró con una sonrisa de medio lado hasta que soltó una carcajada. Era la primera vez que alguien reaccionaba así ante su pequeña historia. Negó con la cabeza.
—El licántropo que me mordió era uno de esos que podían mantener la potestad de sus impulsos aun transformado. Ambos teníamos un enemigo en común y nos aliamos, y yo… con tal de deshacerse de una maldición mucho más extenuante, acepté ser transformado. Algún día, si decides seguirme, te contaré los detalles. —No a muchos les ofrecía la historia completa, nadie en su manada actual conocía el nombre de Melanctha, la vampiresa que lo esclavizó.
Avanzó un poco hasta un árbol y pareció estudiarlo cuando ella siguió hablando. Se volvió sólo cuando la joven hubo terminado.
—Oh, no. No es necesario que todos vivamos juntos, algunos lo hacen, pero no es un requisito. Me volvería loco de tenerlos todo el día cerca —se quejó y sonrió, casi rio—. Sólo basta con mantenerse cerca y acudir a mi llamado. Obedecer mis órdenes y con suerte y esfuerzo, ascender en la jerarquía. —Alzó ambas cejas y la miró directamente.
—Jamás he obligado a nadie a unirse a mi manada, no pienso hacerlo contigo, si no quieres hacerlo, no lo hagas, de todos modos estoy dispuesto a ayudarte. Tal vez puedes ver cómo es, y con base a ello, decidir, ¿qué te parece? —Estaba siendo flexible como muy pocas veces, pero es que creía que ningún lobo nuevo debía andar por el mundo sin una guia. Era de esas cosas que importaban mucho para Răzvan: la licantropía, la manada, la luna, y una guía que unificara a todas.
—Empezaría por quitarte esa culpa católica que traes enterrada en el pecho. No te va a servir de nada —dijo con voz firme—. Más pecadores se encuentran en el clero, y ahí están, como si nada. Todo eso es una mito, la religión es un mito; aprenderás que eso en lo que creías es irreal, y eso que creíste una fantasía, es más verdadero. Nosotros, la magia, los vampiros. Pero todo a su tiempo. —Sonrió una vez más y la contempló con ojos perezosos. Esperaba que la niña no fuera estúpida y aceptara.
Răzvan Văcărescu- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 28/12/2015
Localización : París
Temas similares
» Rain of doom
» Min Doom (Adaline Cannif)(+18)
» Christian Von Doom | En construcción
» Full moon. Our doom. {Emhyr Van Emreys}
» You're the sin | Privado
» Min Doom (Adaline Cannif)(+18)
» Christian Von Doom | En construcción
» Full moon. Our doom. {Emhyr Van Emreys}
» You're the sin | Privado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour