Rain of doom

PSICOLOGÍA

En su oficio se requiere ser discreta y ella en eso es toda una experta. Es una prostituta de baja clase, pero sus clientes tienen todos mucho dinero. Es una prostituta codiciada por aquellos con buen gusto y ella lo sabe, pero no se le sube a la cabeza. En varias ocasiones ofrecieron comprarla para llevársela a casa y ella se negó. Es una mujer con orgullo, pero controla mucho sus acciones y palabras. Es ducha en idiomas, sabe cantar y también tocar el violín. Fue hija adoptiva del anterior dueño del burdel que la trató con mucho cariño y cuidado, hasta que por deudas de juego se vio obligado a vender todo lo que tenía, ella incluida.

Presumida y coqueta, cuidadosa y sensual. Cuando se trata de demostrar sus dotes en la cama es toda una tigresa, pero también es capaz de mostrarse falsamente dulce y cariñosa si el cliente lo requiere.


HISTORIA

Su infancia fue, lejos de lo que nadie pueda pensar por su estatus social actual, dichoso y lleno de cariño. Si bien su padre era dueño de un burdel, a ella la trataba con respeto, cuidaba de ella y le dio la mejor educación posible. Lenguas, ciencias, música, historia. Nada había que no supiera ella igual que alguien de la más alta de las clases. Era una virtuosa con su voz y jamás dejó de entrenar las cuerdas y la garganta. Mas cuando el que ejercía de progenitor se endeudó hasta las cejas, se vio obligado a vender todas sus posesiones a cambio de salvar la vida, lo que le llevó a entregar incluso a su pequeña que solamente tenía once años. Sin embargo, meses después de la transacción, alcoholizado por el remordimiento, se colgó con una soga casera que hizo al enredar una sábana de la biga.

En el burdel no tardaron mucho en prostituir a la chiquilla, aunque los primeros tres años los dedicaron a tenerla observando mientras las cortesanas tenían sexo con los clientes y limpiando todo lo que los demás ensuciaban. En cuanto cumplió los catorce, como regalo de cumpleaños, la obligaron a entregar su virginidad al mejor postor.

Comenzó como una fulana más, de las de bajo rango, sin nada que ofrecer más que su cuerpo. Pero con el tiempo, el nuevo dueño del burdel descubrió sus otros talentos y la comenzó a explotar en otros terrenos al punto de llevarla al teatro o la ópera, llevándose un alto porcentaje de su salario como cantante y actriz, además de venderla posteriormente a aquel adinerado que gastara suficiente. Pasar una noche con Rain dejó de ser algo para todos los bolsillos y terminó por convertirse en todo un lujo, algo que nunca afectó a las ganancias de la chica, pues ella jamás veía un franco más de lo que se le antojaba a su propietario. Era una esclava sexual y aquel ser se aseguraba de recordárselo día tras día para que no lo osara olvidar.