Broken mind ID

por **Jareth Stathakis** Vie Dic 08, 2017 3:24 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Jareth/Jayden Stathakis

▲EDAD▲

26 años

▲ESPECIE▲

Hechicero

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase media (de hecho tiene el dinero suficiente para ser clase alta, pero prefiere ser más discreto con ese asunto)

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Grecia

▲HABILIDADES/PODERES▲

→ Titiritero: Capacidad para adherir un alma errante a un objeto inanimado y controlarlo a voluntad.
→ Dominación: Capacidad para controlar la voluntad de otro mortal, obligándolo a hacer cosas sin que pueda evitarlo a pesar de resistirse.
→ Vigoris: Habilidad para insuflar energías a una persona, ya sea que esté moribunda o débil, traspasándole algo de su energía mediante un conjuro. Se requiere contacto físico y este poder no permite revivir a una persona muerta o evitar que muera si esta gravemente herida.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Mismo receptáculo para dos individuos. Jareth y Jayden, dos consciencias que habitan un mismo cuerpo. A muy pronta edad Jareth sufrió un trauma que quebró su mente cuya consecuencia fue un trastorno de identidad disociativa, es decir, tiene doble personalidad. Debido a ello suele sufrir lapsus temporales (lagunas mentales), depresión, ansiedad y, en ciertas ocasiones, momentos de pánico.

Jareth, la personalidad primaria. Es la psique nodriza, la que sus padres criaron y, por ello, la más débil. Discreto, pasivo e inseguro. Evita a toda costa los problemas, enfrentamientos o situaciones incómodas, escudándose en una personalidad bondadosa y amable. Antepone a los demás por encima de sí mismo, preocupándose de que estén bien sin pensar en cómo eso le afecta a él. Tiende a auto culparse por todo y castigarse por ello, tanto mental como físicamente -motivo por el cual suele ir cubierto de pies a cabeza. Su fragilidad combina con una mente soñadora y una inocencia un tanto infantil, siendo muy crédulo y asustadizo. Por otro lado, es extrovertido y le gusta hacer amigos, algo difícil cuando quien realmente toma el mando es...

...Jareth, todo lo contrario a su alter ego. Seguro de sí mismo, agresivo y dominante, aún así se muestra normalmente sereno. El suceso que le hizo surgir le dio la incapacidad de experimentar emociones de forma normal, por lo que es difícil prever sus acciones. Impulsivo, temerario y vengativo, no dejará pasar por alto ninguna ofensa ya sea hacia él, Jareth o alguien querido. La seguridad que muestra hacia sí mismo puede hacerle parecer un bravucón o el típico ligón, nada más lejos de la realidad, no le interesa el acercamiento de otros hacia su persona, aunque se relaciona con cualquiera no dejará que crucen ciertos límites sin él estar dispuesto a cederlos.

Ambas consciencias saben de la existencia de la otra, incluso en ocasiones se comunican entre ellas, pero no siempre es así. Hay momentos en que se ocultan cosas uno al otro, bloqueando su "rincón" mental para evitarse posibles consecuencias que pueda llevar a cabo el otro. Jareth no es muy dado a ello, no obstante Jayden sí es un habitual bloqueando situaciones que podrían debilitar aún más a su otro yo, o simplemente para acallar su voz cuando se pone violento. La forma de identificarles es mediante sus expresiones, tanto faciales como orales, o por el uso de la magia, pues mientras Jareth es un brujo blanco, Jayden usa la magia negra. El primero odia el tabaco y el alcohol, el otro es un habitual de ellos; Jareth viste desenfadado y su cabello peinado hacia adelante, mientras que Jayden viste bien y repeinado hacia atrás.

Hay pocas cosas en común entre ellos. El gusto por el arte y la sed de conocimiento; la aprensión hacia la religión aún y siendo mentalmente esclavos de esta por la historia que vivieron; los terrores nocturnos, más comunes en Jareth que en Jayden. Aunque ambos son bien conscientes de la locura que padecen como individuo único frente a la sociedad, la falta de conocimiento de dicha enfermedad hace que los demás le vean como un mentiroso, alguien que gusta de mostrar dos caras por simple diversión.

HISTORIA

Nacido en Patras, Grecia, fue el único hijo del predicador Basil Michelakos con su esposa Helena. Educado bajo una muy estricta educación religiosa ortodoxa, Jareth creció sintiendo más miedo hacia su padre que al mismo diablo del que siempre hablaba. Y es que lo que a ojos de todos era una familia prácticamente tocada por Dios, de puertas adentro era el mismísimo infierno para Helena y su hijo. Basil estaba firmemente convencido que su esposa era una ofenda a Dios, una bruja mentirosa, por lo que todas las noches sometía a su mujer bajo duros castigos que iban desde dormir con apenas un fino camisón a la fría intemperie, a padecer latigazos para "purificar su alma oscura". Helena soportaba todas las vejaciones no solo por su hijo, quien tardó en ser testigo de tales castigos, sino por miedo a ser repudiada por la sociedad,
quien no dudaría en señalarla con el dedo cual bruja o infiel por abandonar a su marido.

Cierto era que Helena fue nacida como bruja, pero el terror ante lo que su marido pudiera hacer si lo descubría, hizo que ocultara sus poderes desde el día que tomaron sus votos. Durante el día la mujer trabajaba duro en el huerto y la casa mientras su marido se dedicaba a leer y Jareth a estudiar. Por las noches sufría el castigo o atendía a su marido sexualmente si así él lo pedía. Y los domingos asistían a misa con la cabeza gacha escuchando atentamente a Basil deslumbrando a los feligreses. Eran pocos los momentos que madre e hijo pasaban juntos, mas no impidió que su unión fuera más fuerte que el amor que se tenían. Jareth era todo por lo que Helena aguantaba, mientras que él se refugiaba en el cariño que ella le ofrecía, pues era el único que recibía.

La inocencia infantil de Jareth fue quedando atrás a cada año que iba cumpliendo. Pronto fue difícil esconderle los crueles actos de su padre. Podía escuchar los lamentos de su madre por mucho que se cubriera la boca; se daba cuenta que Basil solo era un vago charlatán, y empezó a cuestionarse si aquella fe que predicaba era tan buena como decía, pues en su familia solo aportaba dolor y sufrimiento. Con diez años enfrentó por primera vez a su padre, momento en el que este decidió que ya era momento de que se convirtiera en un hombre. Le calló de una bofetada y le mandó a partir de entonces hacer las tareas más duras que su madre había estado llevando a cabo, como el huerto o la venta en el mercado. Y fue en el mercado donde conoció a Lysander, un niño un par de años mayor que él y quien rápidamente se convirtió en su único amigo.

Ocultó aquella amistad a su padre en cuanto descubrió que la familia de su amigo no profesaba la misma fe. Se veían en el mercado y algunas veces en la escuela cuando Lysander hacía su ronda vendiendo leche. Lys también era brujo, muy inexperto pues la falta de dinero en su hogar no le permitía unos estudios, y fue quien le descubrió a Jareth que también tenía el don de la hechicería al verlo en su aura. Aquel secreto se convirtió en una enorme luz dentro de la oscuridad en la que vivía. Pero su padre no era estúpido, se dio cuenta enseguida del mejor ánimo de su hijo a la hora de tener que ir al mercado, de modo que un día le siguió descubriendo así el motivo de tal felicidad. No obstante, no fue Jareth quien recibió el castigo, sino su madre. Tachada nuevamente de bruja, Basil decidió llevar a cabo uno de los castigos que la inquisición aplicaba a las esposas que se sospechaba eran brujas: un bozal de hierro, con el cual Helena no podría pronunciar palabra.

Jareth no podía más. No soportaba ver a su madre de ese modo, ni sufrir tanta censura por parte de su padre. Encaró a su madre un día, preguntándole cómo era posible que fuera tan débil para soportar todo aquello. Obviamente no obtuvo respuesta de ella, el bozal se lo impidió, pero la tragedia no tardó en llegar. Al día siguiente, mientras se dirigían a misa, Helena se arrojó ante un coche de caballos que la mató al instante ante la impactada mirada de su hijo. En ese momento su mente, ya de por sí tocada, empezó a resquebrajarse, pero no sería hasta casi un año después,
en una lluviosa noche, que finalmente terminaría de romperse.

Tras la muerte de Helena, Jareth ocupó su lugar en los castigos y vejaciones nocturnos. Incluso en alguna ocasión fue obligado por su padre a satisfacerle sexualmente, todo en nombre del Señor por supuesto, pues no podía permitir romper con el luto aunque la muerte de su esposa fuera un blasfemo suicidio. Basil estuvo tirando y tirando de la fina cuerda que mantenía a su hijo sujeto a la cordura hasta que este ya no pudo más. Una noche de tormenta, su padre le descubrió leyendo un libro de hechicería y los latigazos fueron mucho más violentos que nunca antes,
penetrando su carne sin compasión. En el momento que Basil insinuó que lo vendería como esclavo pues no servía para nada más, Jayden, quien ya se estaba empezando a formar, despertó. Cogió un cuchillo de la mesa donde habían estado cenando y saltó sobre él, rebanándole el pescuezo sin un ápice de remordimiento. La sangría no terminó ahí. Seguro de que en cuanto encontraran el cuerpo lo acusarían a él, buscó un chico que le reemplazara. Nada más acercarse al mercado al día siguiente, Lysander apareció. Jayden no lo conocía, no tenía memoria previa a la noche antes, de modo que se lo llevó consigo a casa y, con un martillo, le dio muerte. Acto seguido destrozó su cabeza a martillazos, haciendo de ese modo imposible que nadie le reconociera y terminaran creyendo que era Jareth.

Finalizada la matanza, Jareth volvió en sí y observó horrorizado a su alrededor sin entender qué había ocurrido. Huyó de casa, uniéndose a un circo nómada, y dejó atrás el pasado con miedo a que este le persiguiera. En el circo encontró otros brujos y gitanos que le abrieron paso a seguir adquiriendo conocimientos de hechicería, mejorando rápidamente. Jayden, que no estaba nada cómodo con una vida tan pobre, fue tomando el control del cuerpo para usar aquellos dones y conocimientos para su propio bien, ofreciendo favores y robando a quien fuera para ir adquiriendo riqueza, hasta el punto de tener la suficiente para abandonar el circo, valerse por sí mismo y comprarse una pequeña casa en París, donde encontró la Logia a la que quería pertenecer.

DATOS EXTRA

-Su espalda está llena de las cicatrices ocasionadas por los latigazos a los que su padre le sometió de más pequeño.

-En su casa tiene a dos ladrones sometidos por la magia que le sirven de mayordomos. Cuando él no está, permanecen encerrados en el sótano.

-Tiene un perro como única compañía, recogido de la calle un día que estaba de paseo. También tiene varias ratas enjauladas que usa para sus experimentos con pociones nuevas.

por **Administración** Sáb Dic 09, 2017 12:01 am

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