Rebecca Weisz

Nombre completo: Rebecca Weisz.


Edad: 18 años.


Especie: Humana.


Tipo y Nivel Social: Cortesana.


Lugar de Origen: Lyon, Francia.


Características Físicas: Mide 1,65 mts. Es de contextura delgada, pero su figura es capaz de enloquecer al más indiferente de los hombres; tiene un busto firme, una cintura delgada y caderas pronunciadas, en tanto que sus piernas y brazos están bien moldeados, dando la impresión de haber sido esculpida por un artista. Su piel es tersa y suave, cuyo color es de un mate tostado, propio de las razas de medio oriente, sin llegar al moreno. Tiene cejas delgadas, curvas y hermosas; sus ojos son de un intenso color caramelo obscuro, en tanto que su nariz es proporcionada y recta. Sus labios son de mediana proporción; suele morderse el inferior cuando tiene dudas o está ansiosa. Su cabello es largo, sedoso y abundante, de un castaño claro con algunos reflejos dorados.


Características Psicológicas: Rebecca es una mujer que, en realidad, tiene un pésimo carácter, que es muy ambiciosa y que no escatima esfuerzo en conseguir lo que desea; sin embargo, sabe que no puede mostrarse tal como es, por lo que sabe fingir muy bien. A primera vista parece dulce y servicial, y sabe demostrar profundo interés por las emociones de sus clientes, que muy pocas veces es genuino. No tiene sentido de la culpa y se antepone a sí misma como la primera prioridad en sus aspiraciones intelectuales, sociales y económicas. En sus propias palabras, nadie le importa tanto como ella misma. Pese a ello, tiene el toque de la elegancia natural, por lo que jamás se verá envuelta en escándalos públicos, pese a ser una cortesana; sabe muy bien todo lo que pierde si echa a perder su reputación dentro del mundo de las meretrices. Es una excelente estratega, habiéndose ganado el respeto de sus compañeras y de su dueño a punta de mucho esfuerzo y sacrificio. Con todo ello, se siente orgullosa de las cosas que ha logrado, se sabe sexualmente poderosa y explota cada uno de sus atributos para conseguir lo que ella desee. No permite que nada ni nadie la distraiga de sus objetivos, y éstos cambian según va obteniendo más fama y dinero.


Historia: Rebecca no conoce mucho acerca de sus orígenes. Sabe que nació un 13 de diciembre en Lyon. De lo poco que pudo averiguar, sabe que su madre era una aristócrata embarazada de un campesino, cuya familia no soportó semejante deshonra, por lo que fue abandonada, a los pocos días de nacer, en el orfanato local.

Desde entonces, la vida dura a la que debió enfrentarse moldeó su carácter. Siempre decidida y arrogante, no permitió que las vicisitudes de la vida la sometieran o la controlaran. Desde pequeña se convirtió en una persona autosuficiente, demostrando desde la más tierna edad un increíble control sobre sus emociones. Fue adoptada a los 10 años, pero sus padres, los señores Weisz (las únicas personas por quienes Rebecca siente profundo amor y respeto), fueron asesinados cuando ella tenía 15 años. Al verse totalmente desamparada y sola, decide viajar a París, en donde, a falta de abrigo y alimento, pero dotada con una extraordinaria belleza, acepta la propuesta de convertirse en cortesana para sobrevivir.

Al principio, se había propuesto permanecer unos meses en el burdel, con el fin de reunir dinero y permitirse una vida más holgada, pero pronto comprendió que con su cuerpo obtenía muchas más cosas, con el menor esfuerzo posible; entendió que si abandonaba la vida de cortesana tendría que esforzarse mucho más que el promedio de la gente, porque ante todo, su pasado era imborrable y, aunque ella quisiera demostrar otras aptitudes, los hombres sólo podían ver su cuerpo como lo único valioso. A los 16 años, toda fantasía romántica había muerto en el corazón de la muchacha, quien, desde entonces, se ha propuesto amasar una fortuna dando placeres insospechados a los más altos y respetables aristócratas franceses. Nunca se ha arrepentido de la decisión de seguir como cortesana..., pero quién sabe si alguna vez eso le llegue a pesar.


Datos extra: Le encantan los perfumes cítricos; tiene toda una colección de aromas. Adora las flores y el vino blanco. Le gustan los gatos, pero, por el momento aún no tiene uno de mascota. Aborrece con toda su alma las garrapatas, la obscuridad y los frijoles.