Vuelta a lo mismo, eso es bueno? [Activo]

por Invitado Jue Dic 02, 2010 12:56 am

Habia pasado meses y meses en casa de vuelta, me habia costado mucho querer volver a las frias calles de Paris donde nada me gustaba, talvez los dias habian sido hermosos ahi pero habia hechos que jamás se me borrarían y que desearia olvidar,habia vuelto con mi madre ayudandole en todo lo que me pedia sin dar explicaciones de porque mi regreso sin mi objetivo alcanzado, aun hacia de costurera para señoras de alta sociedad pero no funcionaba nada, el negocio familiar iba a pique tan rapido que tuve que buscar trabajo en Madrid y volverme hacia Portugal, anduve de ciudad en ciudad dandome a conocer, el problema era que nada habia funcionado apenas habia conseguido poca plata para salvar el local de una deuda, tenia demasiados problemas en la cabeza y lo unico que me llamaba era volver a Paris, ahi ya me conocian y habia ganado buen sueldo en la Cafeteria de Paris asi que tome mañetas y me regrese cosa que nada me agrado, empece dejando mis cosas en aquella pensión donde habia pasado los ultimos meses antes de irme a casa, la casa olia un poco a humedad y habia bastante polvo ya a causa de mi ausencia, regresé al cafe esperando me aceptaran de vuelta y por suerte no habian dado mi puesto, puse una buena historia para justificar mi desaparición tan repentina y me comunicaron que debia empezar mañana, caminé por las calles reconociendo algunos lugares y otros tantos solamente habian cambiado, suspiré con las bolsas de papel en los brazos, habia comprado suficientes cosas para empezar a confeccionar por las tardes y por los dias me dedicaria al café, tenia tantos proyectos en mente para tener buen dinero y poder ayudar a mama ahora que mi padre ya tenia 2 años de haber fallecido, sin querer topé con alguien tomando la bolsa con fuerza para no tirar nada de su contenido, parecia que lo torpe no iba a quitarseme nunca.
Per-donemé... pe-rdón.-Murmuré avergonzada sin levantar mucho la vista.

por **Leandro Cacciatore** Jue Dic 02, 2010 1:35 am

Habían pasado varias horas desde que el vampiro habría entrado a la plaza, aproximadamente eran las 8 de la noche según marcaba su reloj de mano el cuál sacaba apenas por la cadena que llevaba hasta el bolsillo derecho de su saco. Varios vampiros vasallos pasaban constantemente con sus miradas fijas en diversos humanos que deambulaban solos. "Carroñeros" era su pensamiento inmediato, sin duda él tenía en su palacio varios súbditos los cuáles abastecían constantemente al vampiro de las más hermosas, finas y exquisitas humanas.

El Dupont habría venido a comprar solo unos cuantos ingredientes para una bebida que había estado preparando desde hace unos minutos atrás, era sin duda una receta de porte italiana en la cuál involucraba varios ingredientes dulces tales como vainilla y otros más que por alguna razón no se encontraban en la cocina del castillo.

Ya había salido el vampiro cuando por distraerse por la figura de uno de sus cazadores en Italia sintió un fuerte golpe a sus espaldas. Inmediatamente un leve sonido se escuchó al dejar caer un pequeño paquete que al juzgar por el sonido no era anda que se pudiese romper, sin embargo sus verdosos ojos pronto cambiaron de dirección a los de la jóven.

No era más que una simple humana de unos 18 tal vez 19 años, su tez pálida le hacia tener ciertas dudas acerca de su gran parecido con varias vampiros. Pero sus pensamientos eran tan débiles para el ancestral vampiro que hacia que aquellos pensamientos quedarán hundidos en simples suposiciones.

-- Oh ¿Estás bien? -- siseó el Dupont con un tono preocupado, si bien era cierto sus creencias hacia las amistades con humanos era demasiado reservada aquella mujer parecía realmente de buenas intenciones, humilde, que era lo primordial en una mujer humana.

-- Lo siento, me distraje -- Dijo acomodándose en cuclillas para así tomar aquél paquete que habría dejado, su curiosidad no pudo evitar, por lo que lentamente leyó el escrito sobre el mismo, eran varias telas.

-- Vaya una costurera -- Sonrió mientras se levantaba y asimismo ayudaba a incorporarse a la chica ayudándole tomandoa sí unas bolsas que llevaba.

por Invitado Vie Dic 03, 2010 12:13 am

El golpe habia sido duro. aunque no tanto como si no lo pudiese aguantar, el chico si que tenia fuerza... y los ojos... demonios no de nuevo, cuando me fije bien en ese chico vi tal cual mi pesadilla volvia a hacerse presente, di dos pasos hacia atrás tambaleandome un poco escuchando lo que decia.
Me habia vuelto a la mente el vampiro que más le temia, con el que soñaba diario y con el que esperaba cada noche viniese por mi a terminar por fin con lo que habia empezado, habia jurado que lo superaría pero ese miedo que me habian causado hacia unos meses se habia quedado tan marcado que cuando llegaba a tropezarme con alguien asi terminaba por huir, aunque esta vez era diferente en el no se veia maldad pero claro cada quien escondia secretos y los vampiros más, era cierto habia unos que eran amigos mios pero ya les conocia y aun asi les tenia pavor, un sudor frio me recorrio entera sintiendo las heridas ya cicatrizadas en mi cuello abrirse lo cual fue solo una tonteria.
El chico parecia preocupado por haber causado un daño en mi, solo alcance a negar levemente con la cabeza y a tartamudear un poco.-No- no- se pr-eocupe es-toy ... bi-en.-Trage saliva algo fuerte, aun no conocia las habilidades de todos ellos pero sin duda me habian dicho unas cuantas, eran más de los que habia pensado en España me habia encontrado con algunos más pero habia tratado de no temerles hasta que volvi a donde comenzó todo.
Oi como se disculpo y sonrei de lado sin mucho animo manteniendo la distancia y observando cada movimiento que hacia aunque sentia que habia cosas de las que me perdia.
Ehm... si algo asi, perdoneme no quise interrumpir su camino, la distraida fui yo.-Contesté con un hilo de voz a sabiendas que me escucharia y baje la mirada al paquete que traia en las manos trataba lo menos de cruzar miradas con ellos sus ojos no me hacian bien.
Suspiré y acomodé un mechón detrás de mi oreja dispuesta a volver por donde habia venido.

por **Leandro Cacciatore** Vie Dic 03, 2010 11:49 pm

El vampiro en un parpadeo de los ojos de la humana, habría recorrido sus más profundos pensamientos, aquellos en donde mostraba tanto miedo hacia los seres como él. Se notaba demasiado extraño el entablar una platica con alguien que no pudiese sostener una conversación normal, y es que era ahí el problema, simplemente era un viajero, uno como tantos en una ciudad muy poblada en donde hace tiempo habría querido estudiar la vida de los mortales, como eran aquellas personas tan curiosas y tan imprescindibles en el mundo. Pero sus pensamientos no irradiaban algún tipo de amistad. Todo lo contrario; sus pensamientos tan cerrados lo hacían de momentos hacer cosas incalculables, por el simple hecho de catalogarlo como una persona que no lo era, tal vez por eso sus hermanos morían, por simples expectativas superficiales. Sin embargo comprendió que tal vez el pasado era el fiel motivo, tal vez carroñeros destrozando su familia fuesen el motivo de tales hostilidades de su mente.

-- Todo lo contrario, señorita... -- Hacía una leve pausa contemplando así la nívea silueta, tan marcada por un estado claro de miseria de la jovencita. Un extraño sentimiento de remordimiento sintió el Dupont; algo no estaba bien, de cierta forma tenía la necesidad de verla a los ojos y que ella lo mirará y que por un momento las clases sociales ni la raza importara, tal ve, sería la primera vez que se atrevería a ver a los ojos a una humana, a una humana que no buscara un fin superficial al menos.

-- No es ninguna molestia, incluso quisiera invitarle a que me enseñe donde ah comprado aquellas tan bonitas telas, tengo pensado mandar a hacerme un lujoso traje -- Hacía una leve pausa mientras volteaba a ver a la jovencita tomando así sus bolsas, las cuales inmediatamente mandaba que uno de sus vasallos las cargáse.

-- ¿Que le parece la ídea...? -- Decía mientras en sus pensamientos pasaba constantemente una enorme inquietud ¡Claro!, no se habría presentado, tal vez la informalidad del lugar le habría orillado a lo mismo. -- Soy Cristopher Dupont, un visitante...-- Sonrió satisfecho el vampiro quién más por el bien del intento de amistad que por otra cosa debió no decirle de su procedencia como miembro de la Realeza de Italia conocido como el príncipe Dupont.

por Invitado Sáb Dic 04, 2010 1:11 am

Sus palaras solo lograban confundirla más, las cosas que habia pasado junto a aquel vampiro sus temores iban creciendo pero por algun extraño motivo tambien bajaban, no se notaba maldad en sus ojos del chico, busque sus facciones con verdadera dificultad, cada que veia un vampiro mis temores se hacian un poco más grandes, tenia miedo de volver a sentir las mordidas y la muerte rondarme tan cerca, segun habia leido eran criaturas sin escrupulos y el alma hecha pedazos, tenia pena por ellos pero solo talvez algunos si conservaran más humanidad que otros.
Suspiré intentando tranquilizarme oyendo con claridad lo que decia, era amable y su voz no detonaba algo más aunque Dimitri asi habia sido al inicio para transformarse en lo más temido que he tenido en la vida, el mounstro del cual me habia cuidado cada noche y por el cual regrese a España intentando estar más segura.
Asenti levemente posando mi mirada en sus ojos azules los cuales me hipnotizaron por unos segundos para después despertar de mi pequeño sueño ladeando un poco la cabeza, debia parecerle una chica con poco cerebro pero el miedo y la coordinación eran dos cosas que se me dificultaba juntar en un mismo momento.
Si quiere le enseño...y yo podría hacerlo... soy buena en mi trabajo.-Musité con media sonrisa mirando desaparecer los paquetes, debia ser un joven con mucho dinero sus ropas no eran igual a las mias aunque habia esforzado por comprar de las mejores no habia sido suficiente se veia el cambio de clases.
Noté como uno de sus empledos debia suponer tomaba los paquetes y los cargaba con cuidado, puse los ojos en blanco en mi vida me habia topado con alguien asi... o talvez si en el Café de París donde trabajaba por las noches ahi iban gentes muy adineradas incluso hasta personas de la realeza.
Me parece bien... pero he de pedirle que no..-Vacilé un poco en decir la frase y trague saliva algo fuerte para continuar, no sabia si decirlo en voz alta o solo callarme.-No...nada... le acompaño y me dice como es que quiere el traje.-Contesté con una sonrisa amable evitando de nuevo la mirada de aquel fino caballero. Noté como se presentaba e hice una pequeña reverencia no sabia como confiar en alguien asi aunque el no tenia la culpa de lo que habia pasado... podria darle una oportunidad talvez no todos los vampiros eran iguales.
Es un placer Monsieur Dupont, mi nombre es Mia Waldorf.-Me presenté con claridad esta vez sin titubear y lo obsevé solo un poco.-Como se ha dado cuenta soy una costurera y... bueno también mesera en el Café de París.-Le conté aunque después mordi mi labio a veces hablaba de más.

por **Leandro Cacciatore** Dom Dic 05, 2010 9:46 pm

La mente de la costurera comenzaba a tranquilizarse, lo sabía desde el mismo instante en que en sus pensamientos se formaba la figura de varios vampiros, casi inexistentes en la vida del Dupont. Estaba claro que no eran los mismos nombres ni mucho menos rostros que acostumbraba a ver en Italia. Las cosas iban cambiando y por si fuera poco él tampoco era muy respetado entre los mismos vampiros, eso lo sabía por las furiosas miradas que rondeaban por las cercanías de un balcón. "Carroñeros" pensó de inmediato.

-- Adelante, señorita...-- Espetó el Dupont dando una pequeña sonrisa. Varios vampiros lacayos se habrían dado cuenta de la situación por lo que con una señal de vigilancia hacia ellos, les hizo mantenerse alerta ante cualquier cosa que pudiese pasar.

En ese mismo instante aquella mujer decía unas pequeñas palabras de negación. Sin embargo antes de que el Vampiro pudiese pronunciar palabra alguna, ésta completo su frase. Pidiéndole que le sugiriera así un estilo para su próximo traje. Realmente no sabría como era el estilo de aquellos lugares por lo que poco podría hacer ante aquellas palabras.

-- En realidad señorita soy nuevo por éstos lugares, así es que -- Hacía una leve pausa mientras caminaba por entre el gran paso, hasta donde unos cuantos metros se comenzaban a vislumbrar luces llamativas, anunciando las tiendas de telas.

-- Le ruego usted elija, no importa el dinero -- Sonrió, para en unos instantes encontrarse ya enfrente de la tienda. -- Por favor, señorita...-- Decía en voz baja dándole la entrada a la tienda, escuchando como le platicaba acerca de sus diversos trabajos en la ciudad, así como su nombre.

-- Bonito nombre, señorita -- Siseaba el vampiro, adentrándose entre grandes rollo de telas. -- ¿El café?, -- Hacía una pausa mientras trataba de recordar algún café cerca. -- Realmente no le conozco, tal vez después podría enseñarme su localización, para así poder buscarla...-- Dijo el vampiro sonriendo. Sentía cada vez más un dejo de confianza entre los dos, sin embargo estaba claro que aún aquél miedo le hacía procurar sus comentarios.

por Invitado Jue Dic 09, 2010 12:52 am

Estar con un vampiro a "casi" solas era un reto para Mia, le costaba confiar en las personas por razones obvias puesto siempre le veian la cara o cuando ella intentaba ayudarles se tomaban más de la cuenta, habia aprendido bien pero era diferente con serés que no eran de su misma especie, los vampiros en definicion eran el peor mounstro que Mia habia podido descubrir, estaba por completo segura que si por otro motivo no se hubiera enterado que su padre era un traficante de sangre y que aparte murío no por un fallo en el corazón si no porque un vampiro lo hizo para vengarse y que después le busco para contarle y arruinarle la vida a la chica no tenia hombre, y si a eso le añadiamos las mordidas y demás que habia recibido de aquel individuo, dejaba mucho que desear.
Suspiró lentamente entrando con el chico, sabia que el no era malo pero como confiar?, aunque no fuera malo seguia siendo un vampiro y la sed era algo que ni ella misma conocia ni una sola pisca.
Le escuchaba con atención mientras iban por las calles parisinas que se habian despoblado ya un poco.-Esta bien Monsieur... elegiré las telas que mejor le queden y haré los trajes yo misma le aseguró que no hay quien los realice mejor aqui, las costureras de Paris son algo bofas, torpes, he visto a señores elegantes de buena posicion como lo es usted y sus trajes son buenos... prometo que se verá la diferencia.-Le comentó no queria parecer orgullosa pero habia visto los trabajos de aqui y no le gustaban, habia veces que las telas eran de baja urdimbre y eso hacia que las prendas se vieran viejas además de que no duraran lo suficiente.
Cuando entraron a la tienda la chica ya le habia platicado demás aunque eso no le molestaba ya, empezaba a creer que estaba a salvo y que no eran más que suposiciones las que se habia hecho antes.
Gracias... su nombre también es lindo... tiene poder.-Le comentó encogiendose de hombros esperando no ser descortés o entrometida.
Asentí levemente mientras miraba unas cuantas telas y las tocaba.-Claro que si, le indicaré donde está exactamente asi podrá mandar por sus trajes... los tendré lo más pronto posible.-Le dije con amablilidad mirandolo de vez en cuando.

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