burn the sky // Libre

"You thought
I could not breathe without you"

París, disfrutando de los ultimos rayos del sol, haciendo un juego de luces anaranjados, en cierto modo daba una bonita visión de los edificios, las calles aun estaban ajetreadas de gente hiendo de un lado a otro, demasiado obsesionado con sus propias preocupaciones, ajenas a los problemas del otro, mientras por las calles atravesaba a paso ligero la joven de naturaleza licana, se movía de agilmente con la mirada perdida sumida en sus propios pensamientos, su rostro era afable, y la melena se agitaba moviendo sus ondulado pelo oscuro mecida por el viento, la verdad que tenía un aspecto que se podía declarar de inocente, pero no lo era, en absoluto, pero ¿quien iba a imaginarlo con ese rostro afable? Era experta en poner ese semblante que te decía que ella era inocente, que no había roto un plato en su vida, más uno estaba a punto de descubrir cuan equivocada era esa reflexión, pues al pasar por delante de uno de los callejones una mano en su brazo la hizo frenar en seco, la muchacha sin embargo no mostro ni un apice de moletia, observó al hombre que había detenido su trayectoria, y solo le dedico una muy dulce sonrisa mientras deslizaba con delicadeza sus dos dedos para colocar el mechon de pelo tras su oreja.
-Vaya, vaya que tenemos aqui..-Dijo la fria voz que tiraba de ella hacia el callejón alejandolos de mirada indiscretas, la chica siguió sin pronunciar palabra al respecto solo mirando con esa inocencia al alto hombre. -Bien monada, ahora espero que me des todo el dinero que tengas encima.- Sonrió malicioso mientras ponia el filo de un cuchillo en el cuello de la joven, que está para su sorpresa mantenía ese semblante tremendamente afable y despreocupado, cosa que hizo fruncir el ceño al hombre acercando más la hoja a la garganta, lo que no se esperó fue el repentino rodillazo en la entrepierna que hizo al hombre soltar un quejido y la chica no perdió el tiempo den arrebatarle la navaja.


-Cuidado con quien juegas querido....algunas mordemos ¿sabes?- Dijo en un tono notablemente jocoso, como el hombre estaba arrodillado cubriendose la zona afectada con las manos la chica agarró la cabellera negra del hombre para que echase la cabeza hacia atras, y e acercó a su oido. - Y yo ademas muerdo fuerte...-Soltó una risilla y lamió la mejilla del hombre con burla. - Me encanta tu navaja, muchas gracias.- Le dió un fugaz beso en la mejilla y le soltó antes de salir del callejon como si nada hubiera pasado. Una pequeña risilla y una sacudida para meter los dedos entre la melena aireandosela en una actitud bastante chulesca, así que continuó su camino mientras se guardaba en el bolsillo, mientras dejó escapar una risilla quitando importancia a lo recien acontecido, pero primero era lo primero, y ella tenía una norma que seguía a raja tabla siempre que visitaba un sitio nuevo cuando llegaba, y esa norma era localizar una buena taberna.
Tenía sed, y nada se le antojaba mejor que una buena jarra de cerveza, y sonreia ampliamente, en una actitud absolutamente alegre, prontó paseó la vista al ver que la calle en cuestión finalizaba, pero parecía haber una buena taberna en el lugar, asi que sonrió mostrando bien sus dientes y se dirigió de saltarina forma hasta llegar a la puerta y empujó esta para entrar.


El ambiente era calido, no había un esceso de gente, pero lo cierto es que parecía estar mas agradable de lo que desde fuera se veía, tiró de un mechon de su pelo ladeando la cabeza, sonriendo de manera amplia de medio lado, tras encontrar un sitio donde sentarse se dirigió primero al tabernero al que le dedico nuevamente una de sus muy amplias sonrisas. -¡Hola, buenas noches! ¿me podría poner una buena jarra de cerveza y un poco de carne del menú para cenar?- El tono de la chica era meloso, cosa que hizo que el tabernero asintiese encandilado por la actitud de la joven, Cinder guiñó el ojo y se fue a sentar acomodandose, su acentó era notable y desvelaba que era extranjera, pero se defendía bastante bien, cuando la sirvieron volvió a desplegar su sonrisa, empezó a cenar degustando la carne...quizá muy hecha para su gusto pero estaba realmente ambrienta, más deslizaba la vista observando a los allí presente, clavando su vista en quien entró a la taberna al cual simplemente sonrió.