Neige -Privado Höor C y Danielle Morgan.

por **Valeria Cavey** Miér Mayo 23, 2018 4:32 pm

“Alt eller ingeting”

Embarcó al alba, el viaje sería largo pero tanta espera valdría la pena,visitaría su segunda tierra, la que acogió a sus hijos y en dónde se encontraba el padre de sus hijos. Nunca iba de vacío, solía llevar detalles para todos, en especial, a sus hijas...las mimaba a su modo, a todos los echaba en falta. Sus hijos serían los guerreros que siempre desearon, tan orgullosa de cada uno de ellos, los admiraba y ¿qué decir? Los amaba con todo su ser.

El viaje resultó sin contratiempos, excepto al llegar, llovía a cántaros. Acostumbrada en sus idas y venidas a al cambio de clima, ya se había cerciorado de que en su baúl no faltasen pieles y vestidos más abrigados, sin escotes pues ¡qué frío!. De sus labios carmesí, se escapó un suspiro , vaho que le confirmó lo cerca que se encontraban del puerto, no sabía quién le esperaría, en la carta se olvidaron de nombrarlo por lo que esperaría a cualquiera de sus hijos o al mismo Höor o sus hombres de confianza.

El invierno azotaba con fuerza, la lluvia se convirtió en agua nieve. Un escalofrío recorrió su espalda en cuanto bajo por la pasarela, tiritando, masculló entre dientes en su idioma natal ¡mon dieu! Ni en un millón de años el sol la recibiría, el frío y el mal tiempo solían esperarle en el puerto.

Las esmeraldas buscaron una cara ajena, sin resultado ¿se les habría olvidado? ¿o no llegó respuesta de la última carta? Maldita sea. Como solían, llegaban tarde, algo que en absoluto extrañó a la francesa, a este paso...dormiría en la interperie.

-Son sólo tres baúles, no os quejéis tanto. Qué gandules -lo último lo susurró por lo bajo, las tareas en el puerto se sucedían con normalidad, destacaba sin duda con su largo abrigo de pieles blancas como la misma nieve entre tanto color sombrío. Resopló sentada en uno de los baúles, teniendo que hacer tiempo caminando en el sitio de un lado para otro, no solían tardar tanto ¿y si algo iba mal?

-Como tenga que sacar mi propia espada, dejo el norte listo -no tenía paciencia, inquieta esperaba ser rescatada de ese frío infernal, ya echaba de menos estar delante de la lumbre oyendo mil anécdotas que contarles.

por **Höor Cannif** Sáb Mayo 26, 2018 12:04 pm

Hacían varias lunas que había llegado la misiva de Valeria, pasaría unas semanas con nosotros, vería a sus hijos, disfrutaría de las gélidas temperaturas que tanto le gustaba y volvería a su ciudad natal para contarle a sus amigas parisinas como de guapos y mayores estaban todos.
A nuestros hijos les gustaba ver a su madre, tenia un carácter endemoniado pero con ellos era permisiva, afectuosa y siempre los llenaba de regalos.

Aquella mañana nadie podía recogerla, la mayoría estaban de misiones y yo mismo tenia mil cosas que hacer tras los muros, por eso cuando me di cuenta de que el sol andaba bajando un “joder” se escapó de mis labios.
Corrí hacia las caballerizas y de un alto subí sobre mi oscuro percherón con el que salí al galope rumbo a puerto.
-Dile a Ulf que envié un carro, conociendo a mi ex mujer se habrá traído medio París con ella.

Los hombres se echaron a reír, todos conocíamos al demonio de pelo dorado y si bien era cierto que genio no le faltaba, para ella este país de bárbaros era demasiado complicado así que se traía sus comodidades con ella.
Ladeé la sonrisa al atravesar el portón, ya podía imaginar su ceño fruncido por tener que esperarme en puerto.

Al llegar ahí estaba, sentada sobre un inmenso baúl, dos mas lo acompañaban, rodé los ojos poniéndolos en blanco mientras desmontaba de mi espectro.
-Valeria, cuanto tiempo -dije acercándome a ella para chocar mi frente contra la ajena en un saludo afectuoso -Nuestros hijos andan ocupados salvando el mundo -dije guiñadole el ojo -pero les he obligado a dejarlo para venir a cenar contigo -bromee con ese humor que me caracterizaba.

Miré las maletas y negué con la cabeza.
-Las dejaremos aquí, uno de mis hombres vendrá por ellas ¿vamos? Dije montando de un salto sobre el corcel y extendiendo mi mano para que la cogiera. -Mi mujer tiene ganas de verte, aunque anda algo “ofuscada con nuestro hijo Einar y su carácter endemoniado”

por **Valeria Cavey** Jue Mayo 31, 2018 5:55 pm

No entendía porqué aún se sorprendía por los baúles que había traído cuando en más de un viaje, trajo el triple, todos regalos y como no, su habitual vestuario de invierno. Y en el viaje, no vino sola aunque eso Höor se lo llegó a imaginar, Hiver en su forma licantropa le resguardó del frío en las frías noches en el camarote del barco, desde aquella Navidad en la que Höor la llevó a casa, no se apartó de ella en ningún segundo. La licantropa le hacía sentirse segura y protegida, no tan de igual modo cuando se encontraba en el Norte, con todos sus hijos, su exmarido y sus amigos y aliados.

El Norte la relajaba, el estrés de la ciudad se quedaba en el puerto nada más embarcar y su único fin y objetivo: disfrutar de cada segundo con su familia. En Akershus era querida, siempre supo que sus hijos quedaban en buenas manos y el resultado saltaba a la vista, crecieron felices y en sus idas y venidas, la figura materna de Valeria estuvo presente.

Medio sonrió bajo su capucha, el borde de ésta, decorado con plumas que se movían ligeramente por la suave brisa, no tuvo ni que mirar en la dirección en la que los cascos de un caballo en cuestión se dirigía en su dirección. Le dedicó una sonrisa al chocar ambas frentes, ella como era costumbre le revolvió el pelo a modo de venganza, por hacer referencia a su equipaje.

-Mucho tiempo, siempre eres el que termina llegando tarde...menos mal que ya me he acostumbrado -venía solo, seguramente los demás estuviesen de lo más ocupado, en el Norte el día a día sucedía de tal manera -No esperaba menos, estarán todos con bandejas de carne asada, buen alcohol y mil anécdotas que contarme, preparada para sentarme ante la lumbre y oírlas palabra por palabra. -le agradeció el gesto de ayudarla a subir al caballo, el sol no tardaría en ponerse, en otro tiempo seguro se hubiese negado en rotundo a dejar el equipaje pero Hiver lo custodiaría hasta que se lo llevasen a Akershus -Hiver se encargará de quedarse hasta que vengan a por el. Y...tiene muchas ganas de verte, lo que me extraña es que no haya saltado a tu espalda y te haga morder el polvo -

Dicho y hecho, el hombre fue derribado por una loba color canela que saltó a sus brazos entre lamidas cariñosas y gimoteos de alegría, a Hiver en su forma lican, ser humana cuando era necesario, interectuar como un lobo se le daba mejor que persona a persona.

-Hiver, vamos, ya lo abrazaras con fuerza cuando lleguemos. -aulló apartándose, dejando escapar un bufido, sentada en medio de los baúles. Valeria se echó a reír divertida -Cuando sabe que venimos, es mucho más cariñosa y en más de una ocasión me ha comentado lo bien que se siente en el norte, lo siente como su lugar y comprensible, están todas esas personas que protege con uñas y dientes, me recuerda a ti en ese aspecto ¡pero basta de charlas! Tengo ganas de ver a Dani y a los chicos ¿aún no se ha vuelto loca de aguantarte? -rió agarrándose a él para no caer, las bromas entre ellos se sucedían siempre con una sonrisa.

El camino hasta Akershus se le hizo muy largo, las antorchas en el gran portón, le daban la bienvenida al lucir aún más hermosa la fortaleza, la sonrisa en los labios carmesí se ensanchó, una risa se le escapó al ver a sus hijos bromear entre ellos , esperándola. Apretó con ligereza el costado del padre de sus hijos, emocionada de volver a estar allí.

-Siempre que vuelvo del Norte engordo unos kilos ¡y dispuesta a engordar unos pocos más! No creas que te libras de contarme, ¿cómo va todo por aquí Höor?, no tienes que darme detalles con decirme que todo está bien o lo estará, sabes que es suficiente. Y te he traído algo, sé lo olvidadizo que eres. Le encargué a un artesano un libro de cuero, en blanco...para que apuntes lo que te venga en ganahizo una pausa, una breve sonrisa sincera -He tardado pero estoy aquí, alargaré mi viaje un poco más de dos semanas. Sé que no habrá problemas, también tengo que solucionar unos asuntos de negocios. -se bajó sin ayuda, estaba deseando fundirse en abrazos sin palabras y anécdotas sin fin.

por **Höor Cannif** Lun Jul 02, 2018 1:37 pm

Cabalgábamos bromeando, ella como de costumbre era incapaz de guardar silencio, preguntaba sin parar por nuestros hijos, por como iban las cosas por el norte, y por como iba mi vida de algún modo.
Si bien era cierto en un inicio tuvimos nuestras redecillas personales, ahora eso era algo del pasado, ella había rehecho su vida, yo tenía al mía y nuestros hijos a su modo habían encontrado su senda.
Eran hombres y mujeres valientes, decididos y con el criterio necesario para tomar sus propias decisiones, creo no habíamos hecho tan mal trabajo.
-Hivern sigue como siempre, me gusta cuando viene al norte -reconocí -Dani esta como siempre liada con los barcos, creo que quererlos mas que a mi la ayuda a soportarme -bromeé guiñándole un ojo.

Ella mejor que nadie sabia que yo no era un hombre fácil de llevar, menos de soportar, y nuestra relación, como todas, supongo había pasado por baches, pero los habíamos superado y allí estábamos, frente a un grupo de rebeldes que habían depositado en nosotros sus esperanzas.
-Tu hijo Niels se ha cobrado varias piezas de caza, así que seguro te vas mas gorda de lo que llegas, algo que no es difícil, estas en los huesos -bromeé divertido
No entendía bien la obsesión de las mujeres de París por verse extremadamente delgadas, donde hubiera carne para tocar, que se quitara lo demás.

Las puertas de Akershus se abrieron para nosotros, Valeria desmontó por si misma y juntos entre risas y bromas nos adentramos en palacio.
-Sube si quieres a tu cuarto, hay ropa cómoda que podrás usar, nos vemos en el salón, no creo que nuestros hijos y mi mujer se hagan mucho de esperar, yo he de solucionar unos asuntos fuera, como sabes el estreñido de Randulf no descansa nunca, su almorranas al parecer no le dan tregua y las mujeres a las que violar se le agotan, asi que le da por encularnos a nosotros...

por **Valeria Cavey** Jue Jul 05, 2018 1:25 pm

El aire limpio del norte dictaba mucho del de París, cargado y pesado. No pudo evitar sonreír ampliamente al llegar a la fortaleza, sus hijos seguramente estarían en alguna misión, en el patio de armas o cazando. Los añoró mucho, se comunicaban por carta y aunque no era lo mismo tenerlos frente a frente, siempre presentes en su día a día y muy satisfecha en los hombres y mujeres en los que se habían convertido.

-Los barcos son como hijos para la pirata, es comprensible que los quiera más que a ti que te encontró en la calle -se echó a reír, apartándose un mechón de cabello rubio del rostro que caía en bucle parcialmente tapándole el rostro. -Eres un mapa difícil de leer, ella tiene la clave -le guiñó un ojo con complicidad, era cierto que Höor era un hombre difícil pero ¿acaso ella no?.

El tiempo había curado heridas, la amistad que les unía y la labor como padres de hijos en común era un lazo fuerte que avivaba la confianza y el cariño que se profesaban, amigos y confidentes , existía una relación pura y clara, Valeria siempre confió en él, no fue fácil separarse de sus hijos pero aceptó que la sangre que corría de sus venas los reclamaban a sus raíces ¿cómo iba a ser tan egoísta de separarlos de su verdadero ser? No podía, a ella de niña le hicieron tal cosa y las consecuencias eran terribles, nunca superadas. Ella los amaba más que a ella misma y por ello, con quién mejor que con su padre.

-Tu vientre plano ha dado paso a una considerable barriguita ¡no me lo niegues! -picó con el índice en el centro echándose a reír -Para qué te voy a mentir, no me importa engordar en este periodo de tiempo...apenas como en condiciones y teniendo en cuenta la carne de tan mala calidad de Paris, nadie la asa en la lumbre como tus hombres, a Fio ya me encargaré de cebarla a dulces cuando vaya a verme y a Valeska mimarla con vestidos y perfumes. A Niels y Drittsekk ya sabes que poco necesitan, les traje algo útil que ya les daré, mi Niels qué buen cazador, ha salido a su madre

Junto a Höor se encaminaron hacia dentro del hogar, buscando con la mirada esmeralda una pista de dónde podían encontrarse a una cara conocida. Danielle siempre solía recibirla con una sonrisa y alguna puya a su marido en donde terminaban riendo a carcajadas. Eligió un sencillo vestido verde oscuro, sin encaje ni vuelo, muy cómodo, en cuanto se deshizo del que traía puesto suspiró aliviada, dejándolo en la cama y guardarlo, no solía lucirlos en el norte, allí la señorita de País se acomodaba a una vida más tranquila y sencilla, dándole un merecido suspiro con su familia.

-¿Dónde está mi bandeja de carne y mi vino? -preguntó en alto con una sonrisa, con una cinta del mismo color del vestido, se había recogido el cabello, dejándolo caer a un lado de sus hombros.

por **Danielle Morgan** Sáb Jul 07, 2018 12:37 pm

Esa tarde había sido un puñetero infierno, en el puerto debían estar todos muy espesos o es que ella era muy avispada, porque le habían perdido dos cargamentos, habían equivocado una ruta y empezado al revés los trabajos de reparación de la nave Aludra, que llevaba el nombre de la estrella azul de la constelación Can mayor, de la cual era protagonista Sirius, la estrella roja gigante.

Llegó resoplando, vestida con su casaca azul y el pelo recogido en una cola baja, como casi siempre, llevando a Einar de la oreja y a Shelby de la mano. Ese niño era peor que Höor cien veces, porque había heredado su "creatividad" a la hora de meterse en líos y la terquedad de su madre.

— Valeria!! llévate a este demonio a París, quítamelo de delante, te juro que como haga una más hoy te lo empaqueto y te lo mando en el primer barco que zarpe.

No había motivo para llevarse mal con la ex mujer de Höor, ella había rehecho su vida al igual que él, compartían unos hijos y la responsabilidad de llevarlos a ser personas completas. Einar le estaba dando mucha guerra y como no quería oir ni por asomo lo de abandonar el norte, la amenaza de mandarlo a París lograba mantenerlo quieto un rato. Miró a Höor con los ojos cargados de desesperación en plan "llévate a tu hijo que voy a soltarle dos tortas".

Shelby por su parte se acercó a Valeria y la saludó como debía ser, con dos besos, y admirando el tocado que llevaba en el pelo la rubia. A pesar de ser muy norteña, le maravillaban las cosas que no conocía porque por su magia, podía convertir una piuedra en algo así de brillante, así que su curiosidad no conocía límite.

por **Höor Cannif** Sáb Jul 07, 2018 3:17 pm

No pude evitar ladear la sonrisa cuando la pirata despeinada aunque se notaba su vil intento de mantener us mechones peinados en una coleta baja aparecía furibunda con mi hijo de la oreja y la niña de la mano.
No pude evitar compartir una mirada cómplice con Valeria, a fin de cuentas habíamos compartido hijos y si no así su educación si podía saber lo que era tener un pequeño vikingo correteando por su casa.

Me acerqué a Dani rodeando su cintura con mi brazo por detrás, su espalda quedo pegada a mi pecho y recorrí su sexy cuello con mis labios dejando un reguero de besos.
-Vamos pirata, relájate, solo es un niño.
-¡Un niño! -rugió girándose hacia mi como una tormenta en pleno mar revuelto.
-¡Cuerpo a tierra! -ordené a lo que los niños empezaron a reírse y su madre a bufar creo que decidida a darme a mi el capon que poco antes se había ganado Einar.
-Vamos hijo ve y busca a tus hermanos, diles que está aquí su madre.

Contener la risa que asomaba a mis labios me costaba porque los ojos de la pirata se hundían en los miso como una daga.
-Ven pirata, déjame que te de un masaje y te relajas
Einar hacía caras de pervertido a mis espaldas fingiendo ser yo y estar besando a su madre, Valeria se reía y Dani no le tiró una bota porque con la suerte que tenía aun lo descalabraba.

Las risas de los dos hermanos se perdieron por el pasillo, al tiempo que yo tiraba de la cintura de Dani para abrazarla.
-Solo son niños, Niels no era mejor a su edad -repliqué tratando de llevarla a la calma, algo que no funciono pues enarcó una ceja al escuchar la comparación -¿Orn?

por **Valeria Cavey** Jue Jul 12, 2018 9:04 am

El revuelo no tardó en hacerse notar en cuanto Danielle aparecía con Einar de la mano. Ese niño...era un dolor de cabeza, siempre metido en líos y ¿quién era y sería así? Su padre. Valeria se echó a reír, empaquetarlo y llevarlo lejos de allí era una opción pero ¿qué sería Akershus sin ese pequeño demonio del mal revolviéndolo todo?

-Creo que no habría barco que lo quisiera a bordo por muy bien empaquetado que esté. -saludó como era debido a la esposa de Höor y a la pequeña Shelby, los dos mellizos sin duda eran el agua y el aceite -Oh mon dieu ahora va con esa cara de perro abandonado, también es tu hijo, hazte cargo de él por un rato, las mujeres de la casa tienen que tomarse un respiro. -trajo consigo una maleta de cuero de mano, el baúl seguramente ya lo tendría a los pies de su alcoba.

-Tus artes ya no funcionan, vikingo. Y siempre mantendré que la culpa es tuya y tus genes, la inglesa no tiene culpa de que seas una mala influencia. ¡Míralo! Qué poca vergüenza tiene -replicó al niño, dándole una buena colleja y un pellizco en la palma de la mano -Respeta a tus padres, sobre todo a tu madre que bastante le ha caído contigo y tu padre. ¡Jamás he visto criatura tan diabólica! ¿en qué estabas pensando cuando lo hacías? Ahí está la respuesta. -resopló cuando el niño se fue, no tenía arreglo y su padre tampoco, se acercó a Danielle tendiéndole la maleta, no para que se la llevase, más bien estaba interesada en lo que había dentro.

-Traje el perfume de siempre, lo hice especialmente para este viaje y...no pude evitar comprar una pequeña golosina, sé que no estás acostumbrada a caros e incómodos vestidos pero ese te gustará, porque habrá desayuno, comida, merienda y cena en mi honor ¿no, Höor? Porque si no el empaquetado serás tú -miró de reojo hacia el pasillo, Hiver seguía sin aparecer, esa muchacha tenía el don de meterse en líos...otra que tal -¿Cómo estás? ¿algún próximo viaje? Ayudaré en lo que haga falta, vigilar a demonios se me da ...bien, ni yo era así de pequeña, aunque no es lo mismo que me recuerda Haytham una y otra vez -no fue el niño el único quién recibió colleja y pellizco, Valeria lo repitió con Höor con su precedente ceño fruncido -¡Te la debía! Ahora vamos a ver dónde están mis hijos -acarició con las yemas de sus dedos la palma de Danielle, reconfortándola... entendía que ser madre de un niño difícil le hacía perder los nervios.

por **Danielle Morgan** Vie Ago 10, 2018 5:01 am

Los niños abandonaron la sala en busca de sus hermanos y la almirante por fin pudo recogerse el pelo bien y sentarse un rato. Le trajeron una copa de ron, seguía sin acostumbrarse a la hidromiel, bufó unos instantes sacándose el agobio del encima, lo de criar hijos no estaba hecho para ella, sobre todo cuando no obedecían sus órdenes.

Miró a Valeria descolocada. ¿Un vestido? ¿En serio? hacía bastante que sólo usaba pantalones, botas y casacas. Tenía alguno por ahí pero trataba de escaquearse siempre que no fuera absolutamente necesario. Huía de la sofisticación porque se sentía como un chimpancé con puntillas y lazos, pero qué remedio, si se lo había traído de París tendría que llevarlo.

— Eh... bueno... sí, claro. Haremos una fiesta.— miró a Höor de reojo que ya sabía de su alergia a los vestidos y puntillas. El prefume le gustaba, había sabido captar los aromas que a la inglesa le iban bien, una explosión floral y afrutada con fruta de la pasión, mandarina y cereza blanca, peonía, jazmín y almizcle, maderas blancas y musgo de roble. Una fragancia seca y limpia que no revelaba su verdadera esencia a menos que te acercaras mucho. De hecho, era el único frasco en su tocador con el relieve en la parte baja del cristal con el anagrama de las industria perfumera Cavey.— Gracias, estás en todo. Seguro que le traes a Fiolett montañas de vestidos que no querrá llevar, como yo...jajajajaja no tenemos remedio. Menos mal que Valeska ha salido a ti, sino esto sería una cueva de rufianes. ¿Cómo va todo por París? rara vez paso del puerto de Le Havre.

Unos minutos más tarde aparecieron toda la jauría de niños, Orn ya era un adolescente alto y aguerrido, Valeska y Fiolett dos señoritasaltas y guapas pero como la noche y el día. Niels corría persiguiendo a Sirius y haciéndolo rabiar, a pesar de que éste era más mayor. Beth llevaba de la mano a Shelby y de la oreja a Einar...a este paso se quedaría sin orejas. Sin previo aviso se le echaron a Valeria encima, hablándole todos a la vez.

por **Höor Cannif** Vie Ago 10, 2018 8:50 am

Dani copa en mano miraba la jauría de niños con cara de cansancio, creo que si pudiera castrarme lo haría con gusto, mas aun porque mi insistencia por tener mas hijos no había cesado, ni tampoco nuestros encuentro. Dani se tomaba muy en serio esto de la maternidad y la verdad es que Einar daba guerra por cuatro y Niels no se le quedaba atrás, eran dos demonios y cuando no se peleaban entre ellos se aliaban para joder al resto, en especial a Sirius que aunque era mayor también tenia un carácter mas pausado, excepto cuando se enfadaba.

Todos los niños se lanzaron a hablarle a la vez, Valeria quería desaparecer, de eso estaba seguro, sus viajes al norte eran lo mas parecido a visitar Hel, yo me limité a encogerme de hombros cuando las dos hundieron sus ojos en mi de forma airada.
-¿que culpa tengo yo? -dije en mi defensa.
-Valeria deduzco que no llevas ahí una mujer para mi ¿verdad? como no sea hinchable -se quejó Orn frunciendo el ceño con decepción.
-Llevara perfume -le dijo Valeska toda contenta.
-Siempre te trae perfume porque hueles mal -dijo Niels sacandole la lengua y llevándose una colleja.
-Beth si tiras tanto de la oreja de tu hermano se quedara sin ella -le dije a nuestra hija que estaba de las trastadas de este ultimo hasta los cojones.

En ese momento Niels con una de sus gracias tiró de la bolsa que Valeria sujetaba con tal impaciencia por recibir su regalo que esta cayo al suelo. Los perfumes se esparcieron rotos sobre los vestidos que llevaba para regalar. Valeska rugió cabreada, la risa de Fio se extendió por la estancia, Beth se llevó las manos a la boca soltando así a Einar que corrió hacia los regalos pero sin querer tropezó y se clavo en la diestra unos de los cristales de los perfumes al caer al suelo, Shelby al verlo sangrar se echo a llorar histérica y en un momento el caos se extendió en la estancia.
-¿que decíais de una fiesta? Me apunto

por **Valeria Cavey** Dom Ago 12, 2018 10:59 am

Danielle se parecía mucho a Fiolett a la hora de mencionar el vestuario femenino, mientras Valeska entusiasmada por la última moda en París como su madre, a la morena le encargaba ropa más cómoda y como decía su modista “la vestimenta de jinete, de siempre” ¿y qué? El estilo que más se asemejaba a las dos, esa vez fue diferente pues el frío pronto daría comienzo. Había mandado hacer la ropa con un tejido más resistente y fuerte, aliviar el frío en el Norte era primordial, el cuero era predilecto para ambos así que nada de vestidos pomposos para nadie, ni para ella ni Valeska, sería una fiesta diferente… la razón: cansada de morirse de frío, enfundarse en ropa cómoda y unas buenas botas hasta las rodillas les iba a venir bien a todas.

-Bueno…aún no habéis visto los “Vestidos”, aún es verano y hace un frío infernal. París sigue igual, la época de invitarte a puestas de largo con la excusa de “presentar a tus hijas en sociedad” si ya las conocen, en todas las fiestas o eventos tengo que dejar bien claro que mis hijas no se van a casar con ninguno de esos idiotas. -resopló entornando los ojos, los niños pronto la acapararon, se dejó abrazar quedándose quieta y reír de lo más divertida por los comentarios de los chicos, las niñas eran más sútiles…algunas no -Estáis todos tan mayores que ya no os distingo -bromeó riendo por lo bajo por cómo Niels se las gastaba -Jovencito, cuidado con tus palabras ¿así es como tratas a las señoritas? Sí, qué pregunta más estúpida, de mayor vas a ser el rey de los caraduras, te pareces a tu… ¿padre? Sin duda, menos mal que has salido hermoso como yo -compartió una mirada cómplice con Danielle por el comentario, el alboroto crecía por segundos -¡Mon dieu! Menuda jauría ¿queréis parar? Esto sí que es Hel como lo llamais los vikingos ¡Orn deja de fardar y cuidado con eso! Los regalos no van a llevar a…

El alboroto se interrumpió por los cristales esparcidos por el suelo, un sinfín de olores mezclados, Valeria cerró los ojos intentando encontrar la paciencia que durante estos años había podido solventar con aspirar aire y soltarlo…muy despacio.

-Maldición ¡hijo! ¿es que no puedes dejar las manos quietas? ¡tus hijos son demonios! -aún así no pudo evitar echarse a reír, por no llorar pero ¿no se suponía que tanto Sirius, Valeska y Shelby poseían el don de la magia, podían arreglarlo…en un pispas, o eso al menos creía -Chicos, chasquear los dedos y arreglar este desastre, Shelby ma petite, no llores, es el bestia de tu hermano Niels que no puede ni estar quieto ni un segundo ¡EINAR! Cómo se te ocurra lo que estás pensando yo misma te cuelgo de una oreja en el balcón principal a la interperie, ni la peor de las torturas ¿quieres terminar en mis mazmorras? No verás la luz del sol , jamás -su tono determinante, hizo callar al resto, cuando se ponía en plan serio…daba miedo, mucho o lo intentaba más bien.

Sus labios se curvaron en una suave y tierna sonrisa, al dirigirse a Höor y Danielle, necesitaban un descanso esa noche sí o sí.

-Al diablo la sorpresa. Destapar las cajas después de solventar ese incidente y… una fiesta ¡si la tienes aquí! La primera vez que no traigo vestidos y el manazas de tu hijo… -esperó lo que seguramente no ocurriría, que todo eso se arreglase y como si lo viese venir, buscó entre los pliegues de su vestido -No es la merde francesa, es importado y es para los tres ,, sabía que íbamos a necesitarlo… desde que estos cafres no paran de hacer trastadas que no falte, tomad un buen trago, los vais a necesitar y niños ¿todo solucionado? Espero que antes de que cuente trois o… todos penderéis de la oreja en el balcón, os he avisado -la sargento francesa no podía evitarlo, cada vez que visitaba el norte el caos inundaba esa casa y ¡mon dieu! Eso sí que era un hogar, más feliz no podía sentirse.

por **Danielle Morgan** Dom Sep 02, 2018 6:29 am

La inglesa maldijo en varios idiomas cuando vio la sangre de Einar manchar el suelo. Lo agarró de un estirón y se lo llevó a las cocinas a lavarle la herida y vendarla. Le dirigió una mirada intensa a Höor antes de despegar los labios con cierta tensión en el tono.

— encárgate.

Lo dijo tan seca, que eso sonaba a amenaza de las que desatarían un castigo terrible para el conde, seguramente destinarlo al sofá que solía ocupar Ulf cuando su mujer se encabronaba, esta noche tendría un nuevo inquilino si no estaba arreglado el entuerto cuando ella regresase de las cocinas.

Shelby tenía un don muy raro y especial, cuando tocaba algo podía convertirlo en lo que quisiera, la transmutación de la materia era un campo poco estudiado en magia porque pocos tenían ese poder. Entre las afortunadas, Marzia Sacro, la madre de Lucio, con quien seguramente enviarían a la niña a estudiar más adelante. Pero la jovencita era más responsable que su hermano y obedeció las órdenes de Valeria cuando esta se las dio. Se limpio la cara con la manga, no le gustaba ver a su gemelo herido aunque fuera un trasto, y se acercó a los garridos de perfume. Los tocó con sus manitas y empezaron a recomponerse, algunos se mezclaron los cristales de colores, dando paso a tarros de perfume algo extraños, de formas inusuales y colores variopintos, pero al menos se habían fusionado de nuevo. Miró a su padre esperando aprobación, ya que Giuliana siempre le decía que debía usar la magia para hacer el bien. ¿Eso estaba bien, no?

Niels frunció el ceño con cara de disgusto, como Fio, ellos eran más de destruir que de arreglar y eso de la magia les resultaba cómo jugar con trampas, or eso siempre se metían con sus hermanos tocados con el don. Luego en el fondo no había maldad, pero eran niños y se chinchaban con facilidad. La cuestión es que finalmente fue seguro abrir la bolsa de regalos y todos se marcharon contentos con sus presentes, desperdiciándose por el gran salón a entrenarse un rato con ellos.

Danielle regreso con Einar que no perdió ni un segundo en ir a ver que tenía Niels, se pasó las manos por la cara y se sentó frente a la copa que le sirvió Höor.

— me parece que voy a necesitar dos de estas...

por **Höor Cannif** Dom Sep 02, 2018 8:31 am

Enarque una ceja cuando Dani me dijo con ese tono que usaba cuando estaba al limite que me ocupara, tal y como lo dijo desapareció arrastrando a nuestro hijo.
-Venga chicos, ya la habéis oído, recoger vuestros pequeños culos y sacarlos fuera para hacer algo productivo -ordené como si fueran pequeños soldados.
-Pero los regalos -se quejó Niels señalando la bolsa.
-Os aseguro que si me quedo sin polvo esta noche estaréis una semana haciendo guardia en los torreones.
Los niños empezaron a corretear mientras Shelby arreglaba los frascos y Valeria repartía los regalos para que los grumetes rompieran filas y se largaran.

Dani no tardó en unirse a la fiesta pero por suerte los niños con las manos llenas se largaron felices hacia los jardines dejándonos solos a los adultos.
Serví tres copas y le pasé una a mi ex mujer, a mi mujer y apuré casi de un trago la propia.
-Puedo llenarla tantas veces como quieras -alegué tirando de la cintura de la pirata hasta sentarla sobre mis rodillas para acercar mis labios a la ternilla de su oído -borracha estas muy sexy -alegué en mi defensa.

Valeria no tardo en contarnos como iban las cosas por Paris, lo feliz que estaba y lo bien que le iban los negocios.
Mis dedos jugueteaban con el muslo de la pirata mientras seguíamos bebiendo cuando la puerta se abrió y entro Sirius tímidamente.
-Papa, el tio Ulf dice que te diga sin que ellas se enteren si ha de salvarte ya diciendo que hay un problema en las murallas.
-shhhhh -susurré tratando de hacerlo callar, solo al patán de mi general se le ocurría mandar de todos mis hijos al único incapaz de llevar una treta de este estilo.

Dani me atravesó con la mirada mientras yo sonreía encogiéndome de hombros.
-Ya conoces a Ulf -dije en mi defensa, cosa que no colo.
-Dile al tío que ya iré a la taberna mas tarde y que no encabrone hoy a su mujer, me parece que el sofá ya tiene inquilino esta noche.

por **Valeria Cavey** Lun Sep 10, 2018 8:21 am

çEl resultado de la magia de Shelby captó toda su atención, esos inusales frascos de colores le arrancaron una sonrisa, la magia era preciosa y esa niña tenía un don maravilloso. Con cuidado, tomó el de Danielle, lo observó entre sus dedos, las esmeraldas de la francesa centelleaban de puro entusiasmo. ¿Y si utilizaba ese diseño? Seguro causaría sensación, todas y cada una de las mujeres de París querrían uno.

-Shelby es una bendición, igualita que su hermano… menuda pieza de artesanía -parpadeó dejando el frasco al lado de su whisky, había que reconocer que la bebida del norte era increíble -Me llevaré un baúl de estas botellas, sin esto no puedo vivir. Traje los vestidos suficientes para poder dejar un baúl libre…o si no, ya veré cómo me las arreglo para llenar un barco entero -bromeó guiñando un ojo a ambos , el jueguecito que se traían le hizo enarcar ambas cejas.

-Demonios, deja de hacer manitas que una se anima. Iba a estar bien los tres ¿no creeis? ¿Qué? Ni que no hubieseis hecho una orgía alguna vez -rió contra el borde de su copa, dando un largo trago y dejarlo vacío sobre la mesa no lo había dicho en broma, ya la conocían, Valeria era así. Y…Sirius para nada era disimulado, apareció intentando arreglar algo que estaba aún más roto que los frascos hacía unos minutos. -Ese niño es un desastre para las excusas ¿así que salvarte? Serás… -se inclinó en la mesa para tirarle de una de las orejas al Conde, como reprendía a Niels o a Einar…a ambos por igual -No vas a dormir en un lecho caliente en muuuuuuuuucho tiempo y ese será tu castigo -miró de reojo a Danielle, seguro que las fiestas en cubierta eran mucho más divertidas. -No sé si está seguro de dejarnos a las mujeres solas, nos lo pasaríamos mejor , además Dani necesita un descanso, lidiar todo el santo día con los demonios y el padre de éstos debe ser peor que un encontronazo con uno de esos kraken que cuentan los marineros -

Llenó el vaso de la pirata hasta arriba, a Höor lo miró de reojo, esperaba la carne, tenía muchísima hambre.

-Oír al quejica de tu marido me está entrando sueño ¡vamos! La comida y la bebida nos espera, pienso beber hasta perder la razón. Lo necesito, tantas obligaciones…se me olvidó divertirme, a ver qué pareja de baile me busco esta noche -enarcó una ceja e hizo un gesto con la cabeza hacia las hogueras -Bailar un poco y hacer las paces, haz que se le olvide que tiene un demonio como hijo. -comenzó a moverse en el sitio, desviando la mirada hacia los presentes, la alegría se le contagió con una sonrisa. Esperaba que el Conde no desaprovechase esa oportunidad.

por **Danielle Morgan** Jue Sep 13, 2018 4:36 am

Dani estaba bebiendo del vaso de ron cuando Valeria soltó lo de la orgía. La francesa tenía un humor muy peculiar, pero como no se lo esperaba, escupió todo el líquido manchándole el vestido de seda por la soberana sorpresa.

— ¡¡¡¡¿¿quéeee..??!!!— "ni que no os hubierais montado una". Pues la verdad es que no, no solían hacer ese tipo de cosas, si apenas se dejaban caer por la taberna y otros lugares donde se practicaba el sexo sin muchos miramientos. Para algunas cosas seguía siendo muy británica. Höor también alzó las cejas pero luego acabó por descojonarse.

—¿Qué es una orgía?.— preguntó Shelby. Dani hizo un facepalm, se levantó y acompañó a la niña a las cocinas a merendar algo.

— Una cosa que hacen en París que aquí no tenemos tanta costumbre...— ¿cómo narices le explicaba eso a una niña? Orn soltó una risa malvada y abrió su enorme bocaza.

—Una orgía es...— Höor lo agarró por el pescuezo tapándole la boca pues Sirius lo miraba con curiosidad igual que Niels y Einar. Valeska se tapaba los ojos, porque sabía lo que iba a decir y Fio se reía por lo bajo.

— Creo que por hoy ya hemos tenido suficientes regalos, sustos y charlas, los niños tienen que bañarse y luego nos espera una buena cena con fiesta, no? venga, pues desfilando todo el mundo, es una orden!!.

La almirante puso orden con un "rompan filas", y los hizo salir del salón, rumbo a las habitaciones. Le dirigió una severa mirada a Höor para que mantuviese la bocaza de Orn cerrada delante de los más pequeños, al menos un rato más.

por **Höor Cannif** Jue Sep 13, 2018 6:21 am

Valeria logró centrar en ella toda la atención cuando dijo lo de hacer un trió como si estuviera hablando del tiempo, Dani que seguía en mi regazo escupió el contenido de la copa en su vestido por la sorpresa mientras yo en inicio elevaba las cejas para acabar estallando en carcajadas.
La verdad es que Valeria era una mujer liberal, siempre lo fue y aunque estando juntos jamas hicimos nada de eso sabía que antes de mi y posiblemente después era una practica habitual en ella, por contra Dani y yo no teníamos una relación abierta.

Shelby muy curiosa preguntó que significaba “orgía” todos los niños miraban con los ojos como platos esperando una respuesta que Orn al percibir nuestro silencio y con cara de voy a soltarle empezó a hablar peor por suerte de una colleja lo atrapé del pescuezo atrayendolo hacía mi mientras la pirata nos fulminaba a ambos con la mirada.
-Como esta noche duerma en el sofá te aseguro que me voy a meter en tu cama Orn.
-Pero si tu ya tienes el sofá garantizado pro la cagada del tontorrón de Sirius.
Le di una colleja para que se callara, ahora que había pasado desapercibido el tema no quería que Dani volviera a centrar en mi su atención

Los niños gritaban “Orgia” sin parar pensando seguramente que era algún tipo de fiesta, Dani resoplaba histérica ordenandoles que rompieran filas y se largasen.
-¿Vamos a hacer una orgía esta noche? -preguntó Einar a su madre a voz en grito.
Orn se descojonaba, Fio por lo bajo trataba de aguantar la risa mientras v¡Valeska negaba ocn la cabeza.
-¡Orgía, orgía, orgía! -gritaba Einar.
-¿En la orgía se come chocolate? -preguntó un inocente Sirius a Valeria
-¡Todos fuera! -ordenó Dani enterrando en mi pecho sus azules como filos.
-¡venga chicos, largo, montaremos una fiesta para la noche! -dije para ver si así se largaban de allí -con chocolate – aseguré mirando a Sirius.

Orn movía la lengua como un gato desesperando a Dani mas todavía.
-¿y donde tomaremos el chocolate? -dijo poniendo cara de pervertido.
Le di otro capón.
-En taza -dijo Sirius que siempre trataba de dar respuesta a las preguntas tontas de su hermano.
De nuevo Fio y Orn se echaron a reir mientras los pequeños ponían cara de no entender.
-¡Largo! -rugí ahora si consiguiendo que todos salieran por patas -O haréis la guardia en las almenas con los soldados toda la semana.

Se hizo el silencio, uno que me hizo expulsar el aire despacio.
-¿y en la orgía habrá regalos? -preguntó Niels sacando la cabeza por la puerta.
-¡Nielssssss! -rugí furioso al tiempo que escuchaba su risa y sus pasos corriendo para salvarse por el pasillo.

por **Valeria Cavey** Jue Sep 13, 2018 8:29 am

Si fuese otro vestido el perjudicado por el infortunado incidente con la copa de Danielle, habría puesto el grito en el cielo, también si hubiese sido alguno de los mocosos pero lejos de eso, se echó a reír de lo más divertida. En cuanto oyó la dulce voz de Shelby preguntar qué era orgía, fue su trago de whisky el que echó por encima a Höor, descarado y bendito karma (¿). Le pidió disculpas con una mirada y una sonrisa, intentando recomponerse sin parar de toser como no entre risas, había encendido la mecha y explotaría ¡eso sí que iba a ser divertido!.

-¡Oh vamos! si no pasa nada ¡todos juntos! Orgía, orgía… algún día tendrán que saberlo, están en tierras norteñas en donde eso está a la orden del día pero está bien, cierro mi boca venenosa , no sé cómo me las compongo que siempre me meto en donde… no debo pero maldita sea -no podía evitarlo, es que le resultaba tan sumamente divertido todo -Ese Orn va a ser todo un cosquitador y mi Niels, lo veo venir. Con Einar lo tengo claro, va a ser el dolor más dulce de vuestra vida -

Bebió todo el líquido de golpe y esperó a que estuviese el matrimonio listo, se colocó el cabello de forma distraída, en cuanto observó a ambos bajar por las escaleras. Tomó a ambos por cada brazo y ella en medio, riendo de lo más divertida por los acontecimientos.

-Olvidar a vuestros demonios y divertíos. Hace mucho tiempo que el tema de las orgías lo olvidé, antes de conocer al Conde mi vida era un caos absoluto, ahora puede decirse que no voy mal desencaminada pero a quién no le gusta divertirse -miró hacia el frente a ellos no podía mentirles -Esos tiempos pasaron, los recuerdo con una sonrisa…pero deben ser los años que me hacen más aburrida , no pienso convertirme en una sosa y dama con gatos, así que esta noche pretendo que sea especial para todos. Hacedme caso, bailad y hacer lo que tengáis que hacer -les dio a cada uno una palmada en el trasero y unió sus manos, enseguida uno de los presentes le dio una jarra llena de ese rico alcohol, alzó la jarra en señal de brindis y comenzó a bailar para animar a los otros dos.

-Te estoy dando la llave para que no tengas que dormir en el sofá, Conde, así que ya puedes hacer algo que le contentes -si tenía que obligarles lo haría -Ah y dudo que la palabra en cuestión se les olvide -

por **Danielle Morgan** Dom Oct 07, 2018 5:30 am

Las horas que sucedieron a continuación fueron un sinvivir con los niños gritando por los pasillos la maldita palabra que la francesa les había enseñado. Estaba claro que la escuela de la vida pronto les diría lo que significaba, pero ella se afanaba por enseñarles un poco de educación, modales, que a fin de cuentas eran hijos de un conde, y cualquier excusa era buena para montar el circo. Eso la ponía de los nervios.

Por otro lado, la visita de Valeria era una ocasión especial, así que daba por perdido el tema, ya se les pasaría, y si no, que fueran a pedirle cuentas a su padre. Desplegó el vestido parisino en la habitación y enarcó las cejas. Era un bonito regalo, el corte era impecable y el tejido una maravilla, pero ella no solía llevar faldas por lo obvio: allí era la Almirante y no la tomarían en serio si iba envuelta en sedas y con el pelo recogido con horquillas de diamantes.

— Es muy bonito. Supongo que por una noche que parezca una mujer y no un espantapájaros...— le comentó a Höor mientras se quitaba las botas, los pantalones y la casaca. Valeria tenía buen gusto para la moda y esta vez le había traído una pieza de corsé y falda en tonos rosa, algo que la pirata jamás habría elegido, básicamente porque solía elegir conjuntos más serios y "aburridos".

vestido:

Se recogió el pelo como pudo retirándolo de las sienes con unas horquillas de pequeños cristales. Por un lado enviadaba a Höor que sólo tenía que ponerse una camisa limpia y una chaqueta algo más elegante, eso era comodidad absoluta, pero por el otro se alegraba de poder vestir de vez en cuando como una dama, no solía tener muchas oportunidades de hacerlo. Habían avisado aunos cuantos conocidos para que acudiesen a la cena y a la fiesta posterior, se armaría un buen jaleo en el castillo y todos acabarían con una buena resaca, eso estaba bien, pues un poco de diversión entre tanta guerra, nunca estaba de más.

Valeria se había comprometido a vestir, peinar y oner presentables a los niños, a ella le gustaba ese trajín entre sedas y abalorios. Si era capaz de ponerle una pajarita a Niels, iba a ser su nueva heroína. Entre Niels y Einar eran capaces de pegarle fuego al guardarropa dela francesa. Ahora que lo pensaba...

—¿Puedes ver qué están haciendo tus hijos mientras yo acabo de arreglarme? no me fio de que no le prendan fuego a los baúles de Valeria.

por **Höor Cannif** Dom Oct 07, 2018 6:05 am

Danielle estaba preciosa con aquel vestido rosa, no estaba acostumbrado a verla de ese modo, vestida como toda una dama y mientras daba sorbos a mi copa de bourbon con el trasero apoyado en el mueble bajo deslicé mis ojos por aquel cuerpo lleno de curvas en silencio.
Dani era una mujer firme, una pirata aguerrida a la batalla y a las inclemencias del tiempo. Cuando llegó a mis tierras solo pretendía saquearlas, largarse, pero acabó amarrando su barco a mis costas y formando conmigo esta complicada familia que la volvía loca, pero que nos daba los momentos mas felices de nuestra vida.

Dejé el vaso golpeando la madera noble del mueble con el culo y caminé hacia Danielle deteniéndome a su espalda.
-Deja, yo te lo abrocho -pedí acariciando con la yema de mis dedos su nuca, mi aliento acaricio su piel de forma cálida erizandola. Me relamí los labios recordando nuestro compromiso, la ultima vez que coloqué algo distaba mucho de aquellas piedras preciosas que Valeria le había traído de París, solo era un cordón de cuero con el martillo de ese dios a quien yo veneraba y a quien ella acabó abrazando al convertirse.
-Estas preciosa Dani -susurré deslizando mis labios por su cuello dejando un reguero de besos -deja de preocuparte por nuestros hijos, no somos parisinos, vivimos en guerra, esto solo es una pantomima Danielle. Niels y Einar son buenos chicos.

Sabia que mi mujer quería que supieran comportarse, también yo, pero no dejaríamos de ser bárbaros para el resto de los que nos recibieran en sus castillos, yo era muy capaz de comportarme y aun así escuchaba los comentarios a mi paso.
-Enseñemosles valores, a proteger lo que aman, a defenderse y defenderlo, enseñemosles que lo demás solo son apariencias y que lo que importa es el honor con el que han sido forjados.

Ladeé la sonrisa cuando me pidió que fuera a ver si estaban quemando la ropa de mi ex mujer, negué pero acabé aceptando sin poder borrar la picara sonrisa de mis labios.
-Que cuente esposa mía que preferiría echarte un polvo ahora que ir a espiar a nuestros hijos, pero.. -alcé las dos manos en señal de derrota -los deseos de mi esposa son ordenes para mi -puntualicé antes de largarme por la puerta metiéndome la camisa por el pantalón.

Valeria estaba en su habitación, golpeé la misma con los nudillos y esperé hasta que desde dentro me dijo “adelante”.
-Vengo a comprobar el buen estado de tu equipaje -bromeé apoyando la mano en el marco de la puerta -¿todo bien Valeria?

por **Valeria Cavey** Dom Oct 07, 2018 9:45 am

La elección del vestido de Danielle fue un flechazo para la francesa, lo trajo aparte, en una de esas cajas redondas con espacio suficiente para colocarlo de tal forma que no se arrugase y al sacarlo quedase perfecto como al maniquí que vio al escaparate, fue verlo e imaginarse a la pirata con el puesto. Estaría preciosa, no acostumbraba a vestirlos pero por una noche ¿Por qué no? Sabía que cuando iba de visita, lo revolucionaba todo e incluso a la francesa a quién habían dejado encargada de la tropa, ¿fue buena idea? Esos niños eran un dolor de cabeza constante para sus padres pero había que confesar que sin el jaleo, las travesuras y las ocurrencias de cada uno de ellos, no sería lo mismo, se sentía en casa y bien recibida por todos.

-Niels Cannif ¿quieres dejar a Valeska que se peine? Fiolett por favor, amárralo a la silla si es necesario ¡es que ni un minuto quieto! Y más vale que no toques mi pequeño cofre donde llevo todas mis… -un BOOOOOOM le sobresaltó, acababan de caer dicho cofre y las risas pronto fueron carcajadas, Valeria entornó los ojos buscando la mirada de Shelby por el espejo, le encantaban las trenzas y su cabello castaño y largo era perfecto para una, además…se lo prometió a medida que subían a las habitaciones. -Estás preciosa, querida. A Einar no le pude peinar pero al menos está vestido…con unos pantalones y el calzado, Niels no estoy segura ¿Fio? -no hubo respuesta por lo que tuvo que removerse en el sitio para mirar por encima de su hombro, pisadas de un lado y a otro, esas risas no auguraban nada bueno.

-Höor, maldita sea, nunca me alegré más de verte ¡esos demonios han ido a saquear mis baúles! Niels seguro que ha plantado la semilla de la duda con que hay más regalos dentro y no des ideas -tarde, el olor a quemado comenzaba a inundar cada habitación de la casa, Valeria dejó un beso en la cabeza de Shelby y otro en el de Valeska, junto a Höor corrieron a comprobar de dónde salía tanto humo por lo que fue fácil localizar el punto donde habían prendido fuego ¿el qué? Sus vestidos, justo donde guardaba el equipaje para pasar estos días, sus vestidos con forros para el frío -¿Y dices que la palabra orgía es lo peor que pueden aprender? ¡MI BAÚL! -apurada, intentó a duras penas apagarlo con el pie pero lo que consiguió fue que una pequeña mota de fuego anidase en los bajos de su vestido y comenzase arder también.

-¡Te juro que pienso castigarlos de por vidas en mis mazmorras! ¿me has oído? -las risas de esos demonios se detuvieron en cuanto oyeron la amenaza de la parisina. A duras penas logró apagar el bajo, el vestido quedó para el arrastre, Valeria despeinada y llena de hollín, resopló dejando escapar un largo y eterno suspiro -Los malditos me han quemado todos los vestidos, mon enfer está aquí con vosotros, esos niños son el mal personificado -fue a buscarlos, tras la puerta fueron sorprendidos muertos de risa, a cada uno los tomó de la oreja, en apenas unos minutos lo que habían liado -Ahora pedir perdón y como os vea os juro que os meto en uno de mis baúles y os echo a cubierta del primer barco que os lleve bien lejos -tras retorcerle la oreja y dejarlas bien rojas, se giró hacia Höor , Danielle apareció preciosa como justo se imaginó -Cherie, estás preciosa, sabía que ese vestido te quedaría como un guante, está hecho a medida así que ¡sé que tengo buen gusto! Y sé también que parezco una pordiosera, los niños me han quemado toda la ropa ¿no tendrás algo para dejarme? Lo que sea, al final se cambian los papeles, yo iré en pantalones y tú en faldas -rió a duras penas, sus mejillas seguían encendidas rojas de rabia…esos niños no se les ocurría nada bueno.

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