La festa sta per iniziare [Enya]

por **Indhira Jenovah** Mar Dic 14, 2010 4:23 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos en poco tiempo al campamento gitano. Habíamos ido dando un paseo con tranquilidad, puesto que todos aquellos escoltas se habían quedado por los alrededores del castillo buscando a su rubia señora desaparecida. Claro, lo que ellos no sabían era que se había cambiado el vestido y ahora iba como una persona de clase media o baja, y estaba ya bastante lejos de allí.
Todavía la llevaba cogida de la mano y saludé a las personas que me iban diciendo cosas. Conocía varias caras de por allí, niñas, niños, mujeres mayores...

- Aquí somos todos como una gran familia, más o menos.- dije, con una enorme sonrisa. La miré, pasaba desapercibida entre la multitud dentro de lo que cabía claro. Sus rizos rubios destacaban bastante entre aquellas marañas de pelo negro o marrón oscuro. Señalé una fogata que había algo más allá, donde había varias personas alrededor que reían alegremente y bebían.
Desde lejos se podía oír una música y las risas de los gitanos, cualquiera diría que tenían montado un fiestón del siglo.
- Esa es una fiesta de verdad.- comenté riendo.

Tiré de su mano suavemente para que fuéramos hacia allí. No creía que le diera vergüenza conocer a otra gente, o eso esperaba. La gente no se fijaba demasiado en nosotros, pero algunas miradas si que nos lanzaban, no de odio, solo de curiosidad.
- Creo que se preguntan quién es la nueva.- le dije en voz baja, con una sonrisa ladeada.

Me llegó de por allí un par de copas de cerveza, algo barata sí, pero estaba más que acostumbrada a tomarme aquellos mejunjes que muchos consideraban asquerosos. Le tendí una con una sonrisa divertida.
- ¿Te atreves con esto?- le pregunté riendo. Di un trago a mi vaso y esperé a ver si lo cogía o más bien lo dejaba.

por **Indhira Jenovah** Sáb Ene 01, 2011 11:03 am

Sonreí de forma dulce cuando vi como sus ojos casi se volvían acuosos, detrás de todo aquel rojo inyectado de sangre. Todavía podía ver a la Enya que había conocido en aquella fiesta, todavía estaba allí.

- Claro, sigues siendo mi loca favorita.- bromeé con una sonrisa. Podía reconocerla, y era la único que me importaba. Como si quería transformarse en bicho, me daba igual mientras siguiera allí. Era mi amiga, y no quería que se fuera. Si desapareciera entonces sí que me enfadaría de verdad.- No lo pienso, Enya, no pienso que seas avariciosa, ni tampoco sedienta de sangre. Tan solo necesitas alimentarte. Seguro que no fue tu culpa que te transformaran en lo que eres ahora.- dije. Parecía que estuviera tratando de convencerla de algo, y no al revés.
Me estaba sorprendiendo a mi misma con mi comportamiento tranquilo y sesgado, al menos todavía no había empezado a gritar como la otra mujer.

Le di un abrazo y sonreí.
- Ya lo se, tranquila. No voy a salir corriendo ni nada parecido.- miré alrededor, pues la verdad es que sí que estaba un poco desordenado, pero no era para tanto.- ¿Qué te parece si ayudo a recoger esto un poco mientras tu te cambias y después hablamos un rato?- le propuse. Quizás si se distraía un poco se olvidaría de aquella ardor que debía tener en la garganta, según me había parecido, por no beber la suficiente sangre que le habían traído los sirvientes. Y así de paso yo también me distraía un rato, necesitaba hacer algo. No es que estuviera en shock, pero casi, casi.- Venga, tu sube a cambiarte que yo mientras ayudaré por aquí.

por Invitado Sáb Ene 01, 2011 6:21 pm

-sonrio ante la amabilidad de la morena no penso q ella podia obviar las condiciones en las cuales se encontraban en esos precisos instantes, cuando cae en conciencia de su apariencia se cubre un poco con los brazos diciendo-

Siento haber dado un espectaculo de esta clase ... creo q me sali de mis cabales... -procurando mirar a otro lado por pena, asi mismo le dijo-
No tienes porque recoger nada eres mi invitada siempre...
-asiente con su cabeza para luego llamar a la mucama altanera de antes- Fridaa...! -la llama en tono autoritario, aparece aquella "mujer"-
Por favor atiende bien a la dama mientras yo me preparo enviame a un par de mucamas para q me ayuden con el vestido...

-aquella respondio- Si.. mi lady
-Enya vuelve a decir- Esperame unos instantes no tardare...
-subio las escaleras rapidamente y detras de ella iban dos sirvientas mas quienes la ayudarian a vestirse-

-Mientras tanto la Mucama mayor- Desea tomar algo Milady? -le pregunto a Indhira, la mujer se veia con cierta cara de incomodidad y enojo por lo sucedido antes, pero aun asi mantenia la cordialidad con la morena-

por **Indhira Jenovah** Dom Ene 02, 2011 7:27 am

- Bueno, a todo el mundo le puede pasar alguna vez.- le dije con una media sonrisa. La situación se había calmado bastante, y ya no había tanta tensión de por medio. Asentí cuando me dijo que no tenía por qué recoger nada, pero yo tenía ganas de hacerlo. De todos modos me aguanté por que no quería que se sintiera mal o algo. Ya era suficientemente malo haberla visto de ese modo, al menos para ella.

Vi que aparecía aquella mujer mayor, Frida, y también las otras sirvientas para ir a ayudar a Enya a arreglarse un poco. Esperé a que subiera a sus aposentos de nuevo, mientras miraba casi embobada las gotitas de sangre que habían manchado la moqueta de rojo, y ahora resaltaba estrepitosamente. Me dieron ganas de intentar borrarla de allí, me sentía mal por haber... Aparecido, en un mal momento. Sobretodo por las miradas que me estaba echando Frida cada dos por tres. Me daban escalofríos.

Escuché lo que decía y negué con la cabeza lentamente, mientras desviaba la mirada hacia ella.
- No gracias, no tengo sed ni hambre. Pero por favor, no hace falta que se quede aquí, puede ir a hacer lo que desee. Esperaré en... El salón.- me pasé una mano por el pelo para ponerlo en su sitio. No sabía ni que hora era, ni nada, pero no tardaría demasiado en ir a buscar mi carreta. La gente del campamento podría preocuparse, al menos los más cercanos a mi, si no regresaba pronto a casa. Pero prefería esperar un poco a Enya, quizás quería explicarme algo.

por Invitado Dom Ene 02, 2011 2:59 pm

aquella mucama, con pose altiva le dijo- esta bien Milady si me muevo de aqui mi señora podria enojarse mas... conmigo -poniendo cara de fastidio-
-se quedo ahi como vigilando a la morena, minutos despues bajo enya vestida elegantemente de nuevo usando un vestido de color oscuro con tonalidades rojas y negras su cabello medio recogido con adornos en negro q hacian contraste con sus dorados cabellos-

-se acerco nuevamente con cierta ansia hacia la gitana, aun sus ojos permanecian de color rojizo, sus colmillos estaban afuera por completo-

lo siento... debo verme espantosa en este aspecto... no parezco ni humana ni animal... -dijo algo apenada por su condicion una vez mas-
-miro a frida y le pidio q se retirara y que le sirviera algo de comer a la invitada, esta se va yendose a preparar la mesa para la joven-

como fue que viniste a dar aqui? - la toma de la mano sentandola en uno d elos sillones junto a ella y observandola con gran detenimiento-

por **Indhira Jenovah** Lun Ene 03, 2011 5:59 am

- De... Acuerdo.- respondí, algo confusa. Todavía parecía enfadada conmigo, y seguramente me soltaría algunas cosas de no ser porque si la oyera Enya se enfadaría con ella por haber dicho tales cosas. Aunque yo no quería que se sintiera incómoda en una casa en la que había pasado tanto tiempo y yo tan solo acababa de llegar. Me quedé en silencio, allí petulante, mientras esperaba a que la dueña del castillo bajara de nuevo vestida y arreglada. Mientras notaba la mirada de Frida en la nuca y se me erizaba el vello, aquella mujer me ponía de los nervios. Traía malas vibraciones.

Y así fue al poco rato. Vi que bajaba vestida con ropa limpia y nueva, porque ella se lo podía permitir, aunque eso para mi era extraño. Nunca había tenido más de unos tres cambios de ropa, y eso de milagro.
Negué con la cabeza cuando dijo que se veía espantosa.
- Tranquila, no pasa nada.- respondí. Ya me había acostumbrado a verla así. Bueno... Acostumbrado tampoco, todavía me impactaba un poco, pero no era para tanto. Todavía llevaba los colmillos fuera, pero más que pánico o asco me producían curiosidad. Los observé de cerca alzando las cejas, ladeando la cabeza.- Vaya, ¿se pueden tocar?- pregunté con una media sonrisa.

Seguí a Enya hacia los sillones que había en aquel inmenso salón, donde había estado sentada instantes antes de que sucediera todo aquel revuelo.
- La verdad es que me dejé la carreta allí, cerca de la fiesta en la que nos conocimos, así que volvía a buscarla. Pero estaba demasiado cansada y hacía frío, así que decidí pasarme un rato a ver si me dejaban estar unos instantes de reposo. Pero tendré que regresar pronto, se preocuparán si no vuelvo.- suspiré por lo bajo.- Iré a buscarla y luego regresaré al campamento a pasar la noche, no quiero que nadie se preocupe.

por Invitado Lun Ene 03, 2011 10:28 am

-al escuchar que si se podian tocar automanticamente supo que eran sus colmillos, se echo a reir-
Esta bien puedes tocarlos -abrio lentamente su boca dejando que la joven se acercara a ellos, la miraba atenta con un tanto de curiosidad pues era la primera vez que tenia contacto de esa manera con un humano, pero la joven le inspiraba confianza y tranquilidad a la vez, era un sentimiento raro, sentia q volvia a vivir su epoca humana donde jugaba con sus amigas de infancia y Indhira era lo mas parecido a una amiga que enya podia tener o al menos eso ella sentia pues su condicion solo aterraba a la gente y se alejaban de ella-

Son dolorosos cuando los sacas sabes... muchos pensaran que la inmortalidad es lo mejor... pero todo tiene un precio y el que yo pago por esto es alto... -asevero en voz suave y melodiosa, hasta melancolica-

Lo peor es que no elegi ser lo que soy ... pero tambien tengo la eleccion de morir solo que no me atrevo a hacerlo sola. -rie pero su mirar era triste, derrepente cambia y sonrie mas alegre- Pero de eso no hay que hablar... de verdad me alegra muchisimo que no me temas y no sientas repulsion por mi... no espere esa reaccion a decir verdad. -dijo acariciando apenas el cabello de la chica y lepregunta-

Supongo que has de tener hambre no?

por **Indhira Jenovah** Lun Ene 03, 2011 11:18 am

Me reí al escuchar que decía que sí que podía tocarlos. Me infundía una curiosidad terrible el saber cómo serían aquellos largos y blanquecinos colmillos al contacto con la piel humana. ¿Serían suaves, serían duros como piedras, serían rasposos? Pues ahí obtuve mi respuesta, porque alargué la mano lentamente hacia los colmillos y los toque, maravillada. Era incluso más mágico de lo que habría cabido imaginarme. Pensar que tenía a una vampiresa de clase alta allí delante, o mejor, que tenía a una amiga allí delante, y poder estar de aquella forma, era agradable.
Sonreí ante aquel pequeño acto que, quizás para las dos, había resultado algo que nos acercaba un poco más la una de la otra, porque teníamos vidas demasiado diferentes y distantes. Ni siquiera sabía cuantos años podía tener ella en realidad, pero no era para mi un detalle importante, o al menos no tan relevante como para tenerlo que preguntar. Si la respuesta salía, pues salía, y sino ya tendría tiempo algún día de descubrirlo.

- ¿Duele...?- era más una afirmación que una pregunta, ella ya me lo había dicho. Pensar que se te tenía que abrir la encía para que te salieran dichos colmillos... Desde luego tenía que doler bastante, sí. Cuando me habló de la inmortalidad y todo eso asentí, había muchos que anhelaban el ser indestructibles, inmortales, inalcanzables. Creían que así podrían obtener un poder sobre el resto, y al final eran los que terminaban peor. Igual que en las películas.- Ya lo creo que tiene un precio, y que es muy alto. No entiendo por qué la gente desea tanto la inmortalidad y el poder, si vivir de forma corta y humilde es una de las mayores bendiciones que se pueden tener.- suspiré. Aunque yo no era vampiresa, podía entender aquello, sobretodo por el haber visto morir a niños muy jóvenes a manos de la hambruna, sin poder disfrutar de los placeres de la vida.- Hay gente que al parecer no aprecia lo suficiente la vida que le han otorgado, o al menos no sabe lo que le ha ido a caer entre las manos.

Ladeé la cabeza un poco, frunciendo el labio hacia un lado, de forma divertida. Me sentía más a gusto ahora, además de que todo volvía a ser como antes, en la fiesta, cuando nos habíamos divertido tanto.
- Un poquitín, quizás sí.- comenté riendo. El camino era largo y tendría que comer algo si no quería morirme de hambre. Me quedé pensativa unos instantes, la curiosidad volvía al ataque en forma de pregunta dentro de mi cabeza. Y me la comía y carcomía, así que tuve que soltarlo antes de que me saliera solo.- ¿Tu puedes comer comida humana? Quiero decir, pan, carne, pescado... Esas cosas.- ala, ya lo había dicho, ya lo había soltado. Solo me habían contado que se alimentaban de sangre humana, pero también de la animal. Y un buen bistec, aunque fuera medio crudo, también tenía sangre, ¿no?

por Invitado Lun Ene 03, 2011 11:37 am

-podia notar como rebosaba la curiosidad de la joven sobre su persona, solo sonreia pues, realmente era la primera vez q estaba de tu a tu con una humana que sabia de su condicion, pero se sentia tan tranquila liberada aunque fuera por unos instantes que para Enya representaban paz, y nada de secretos, reia suavemente ante la expresion de Indhira al tocar sus colmillos-

Cuando eres un neo vastago cuando salen la primera vez duelen como el demonio, hacen q tu sed crezca y tus instintos humanos comiencen a perderse, si no tienes un amo quien te enseñe a controlarlo puedes terminar enloquecido por la ponzoña de la mordida solo la sange puede calmar esa sensacion de sed pero tambien es el gatillo a la locura pues cuando quieres detenerte de beber sangre no puedes.... El frenesi se apodera de tu cuerpo.

Es horrible los primeros dias... luego te acostumbras... no me gusta morder a la fuerza... pero no te mentire he matado gente solo que ahora he aprendido a controlar mis instintos.. -dijo cabizbaja pues esa confesion realmente no la enorgullecia pues, al fin y al cabo asesino es asesino-

-sonrie y le dice suavemente- Pero creeme a ti no te haria ese daño tan horrible... esto no es algo q deberia existir pero existe.

-escucha su pregunta sobre la comida y le dice- Es algo complicado pues a pesar q bebo sangre animal para calmar mi sed y no tener q salir a matar humanos la comida no me sabe a nada, es como comer un pedazo de carton, en cuanto al sabor, la textura la puedo sentir. Realmente no necesito comer pero para aparentar debo hacerlo

-minutos despues aparece la mucama mayor, y otras dos servidumbres-
Mi lady la mesa esta servida pueden pasar cuando lo deseen -el tono medio altanero se mantenia en la voz de la mucama-

-enya lo noto inmediatamente y le observo con una ceja arqueada, seguidamente miro a indhira con su mirada dulce y le dice- Pasamos?

por **Indhira Jenovah** Lun Ene 03, 2011 11:56 am

Oí como se reía y sonreí. No sabía si le hacía cosquillas o algo, pero de todos modos no creía poder adivinarlo. No es que me repeliera ni nada, simplemente no estaba en condición de convertirme en una vampiresa, ni tampoco en nada parecido. Todavía tenía sueños a cumplir y nadie me obligaría a transformarme en algo que no deseaba ser, pues podría convertirme, como bien había dicho Enya, en un ser sediento de sangre, con impulsos incontrolables, que solo deseaba arrancar miembros y beber la sangre derramada sobre el suelo de los humanos. No quería ser algo así, no podía, no sería capaz de vivir con ello. No podría ser como Enya, yo sí que querría morir, además de querer morir sola, para que nadie me viera.
Por eso también admiraba a Enya, porque ella había seguido adelante a pesar de su conversión, y seguía yendo a todos los sitios, a las fiestas... Sabiendo que estaba lleno humanos a los que podría hacerles lo que quisiera. Pero tenía suficiente autocontrol como para no hacerlo.

- Pero eso solo los primeros días.- afirmé por ella, porque yo no la veía con un frenesí incansable, insaciable, de sangre. La veía más bien tranquila, aunque al entrar no estaba igual. Todos podíamos perder los estribos, y más si tenía necesidad de alimentarse. Sonreí un poco al escucharla.- Te creo.- le dije, porque según su punto de vista, al parecer, aquella vida no era algo que le desearía a alguien. Y si no se lo deseaba a la gente sería por que no era algo bueno. Aunque yo tampoco sentía necesidad alguna de ser parte de ese mundo.

- Un pedazo de cartón, que mal.- hice una mueca. Nunca lo había probado, pero sinceramente prefería una barra de pan caliente antes que comerme el cartón. Ridículo, pero verdadero. Así que en el fondo no podía entender lo que era comer comida humana, a mi sí que me sabía bien, incluso mejor, me sabía a cielo.- Bueno, claro, para guardar las apariencias hace falta, sino cualquiera podría sospechar de que algo sucede.- asentí, aunque era algo que yo no tenía la necesidad de hacer. Me giré al oír que salía la sirvienta diciendo que la mesa estaba servida y podíamos pasar a comer, aunque no se me pasó por alto el tono con el que lo había dicho Frida.

Miré a Enya, y después asentí.
- Claro, adelante.- le ofrecí que pasara primero. Era cortesía, la dama del lugar primero, y luego los invitados. Al pasar miré a Frida de reojo, todavía intentando adivinar el por qué me tenía tanta manía, o al menos eso me parecía a mi.

por Invitado Lun Ene 03, 2011 4:53 pm

-la mira con detenimiento y sonrie una vez mas diciendole en tono suave- si mas que todo los primeros meses pero es algo que esta en ti controlarlo otros realmente prefieren perdderse en el vicio de la sangre y la locura -lo ultimo lo dijo con un tono de desprecio y asco a su vez-

Las bestias de mi clase no aceptan como iguales a los humanos ... aunque de por si no somos iguales ... para ellos el ser humano solo es un pedazo de carne o su instrumento de placer... -mostro un dejo de resentimiento recordandos su transformacion unos instantes-

Bueno mejor vamos a la mesa -tomo de la mano a la joven dirigiendola a aquel gran comedor estaba organizado muy elegantemente, con todo el desayuno dispuesto para un rey o reina, habia comida por doquier, bebidas las que quisiera-

No te preocupes por mi en cuanto a la comida ya estoy acostumbrada a vivir asi despues de casi 610 años es natural para mi -revelando su verdadera edad como si nada-

-la rubia toma asiento y le dice suavemente a indhira- disfruta tu comida

si quieres puedes llevarte algo para el camino -sabiendo que la joven pasaba muchas penurias-

El viaje q te espera es largo no? volveras a Paris no es asi? -pregunto curiosa-

por **Indhira Jenovah** Miér Ene 05, 2011 1:27 pm

- Seguro que esos son los que terminan peor.- dije haciendo una pequeña mueca. Al menos eso era lo que pasaba en los libros. El fuerte y poderoso, pero con oscuras intenciones, era el que terminaba peor. Y el bueno y controlado el que acababa por ganar, y de paso se llevaba a la chica de la historia. Escuché lo que decía con la cabeza ladeada. Sí, eso encajaba más con las historias que me habían contado acerca de los seres que vagaban por la noche y utilizaban a las personas como instrumentos, pero al parecer no todos eran iguales. Me picaba la curiosidad por saber más del tema.

Asentí cuando dijo que fuéramos a la mesa y la seguí de la mano por aquella inmensa mansión que ni en mis sueños habría imaginado estar. Si mi carreta debía tener el tamaño del baño tan solo. Me sentía casi intimidada por una imponencia tan grande, y más bajo la atenta mirada de las sirvientas que iban todo el rato detrás por si su señora necesitaba algo.
Abrí la boca sorprendida gratamente cuando vi el banquete que esperaba allí, sin tocar siquiera, preparado con más comida de la que nunca había visto. Empezaba a ver con otros ojos la sociedad alta, y se notaba que había una diferencia abismal entre los de clase alta de los de media y baja. Me sentía pequeña en aquella casa tan despampanante, como si estuviera fuera de lugar en un pesebre. Como una figurita mal colocada en el lugar.

Me chocó algo saber su edad. Era... Uf, eran muchos años por delante. Ni siquiera hubiera dicho que se acercaba a los trescientos, pero aquello superaba mis expectativas y de lejos.
- Vaya, seiscientos diez años.- dije sin saber demasiado bien como tomármelo.- Eso es mucho tiempo.
Me senté a su lado cuando ella ya estuvo en su sitio y la observé, mientras escuchaba lo que decía.
- Gracias.- respondí, pues no iba a rechazar una comida que me habían ofrecido, además de que sabía que, quisiera o no, me iba a hacer falta para el camino que me esperaba ahí fuera.

Asentí con la cabeza lentamente y miré hacia una ventana, que estaba cubierta por gruesas cortinas rojas. No se veía nada de allí hacia fuera.
- Así es. Iré hasta donde dejé mi casa y luego regresaré al campamento gitano con los demás.

por Invitado Miér Ene 05, 2011 5:44 pm

-ve la expresion de la chica cuando le dijo su edad, era normal asombrarse, pues muy pocos vampiros tenian la edad que ella tenia, la mayoria no sabia cuidarse las espaldas y muchos murieron en caserias de brujas durante la epoca, y le dice en tono suave.-

Muchos vampiros se jactan de ser inteligentes.. pero creeme son mas que brutos se confian de las habilidades q adquirimos como bestias y creen q son invencibles... pues no lo somos he ahi la prueba de ello... -señalo las cortinas cerradas, el sol hacia un daño mortal para aquellas critaturas de la noche, solo un rayo de ese astro y hasta ahi verian la luz.. ... pero de la luna solamente-

nuestra existencia es tan fragil como la humana ... las cosas que podemos hacer son incontables mientras sea de noche pero de resto somos prisioneros... en cambio ser humano es libertad de vivir y hacer y desahacer cuando te de la gana -afirmo la rubia mirando hacia esa ventana cubierta, la servidumbre coloco unas velas para iluminar mejor aquel lugar y encendio unos candelabros mas grandes-

Anda no pierdas mas tiempo come -sonrio amablemente- me encanta verte difrutar de todo esto
-la mucama mayor mantenia esa mirada pesada sobre Indhira, enya notandolo le ordeno su retiro del lugar-
Retirate Frida que las otras servidumbres se encarguen de todo

-aquella mujer sin decir palabra reverencio con algo de mala cara para finalmente retirarse de aquella habitacion-

por **Indhira Jenovah** Jue Ene 06, 2011 11:38 am

Miré las cortinas que me señalaba mientras me explicaba más sobre aquella raza tan sorprendente, los vampiros. Que aunque a ojos de muchos estuvieran mal vistos, para mi eran fascinantes. Entonces comprendí por qué todos habían cerrado las cortinas corriendo cuando vieron que su ama bajaba por las escaleras, para evitar que le diera el sol y terminara reducida al polvo. Así que el estado de vida de los vampiros era más delicada de lo que yo pensaba e imaginaba en mi mente, que ahora maquinaba veloz para asimilar toda aquella información nueva.

- Así que tenéis que vivir bajo la sombra del sol, tan solo pudiendo salir a la luz de la luna para no heriros.- dije en voz baja, mirando todavía hacia aquellas pesadas cortinas que cubrían todo el rato la ventana. Nadie osaba acercarse para mirar afuera. Me giré hacia Enya lentamente, pensando en el que me acababa de decir.- Me contaron que los vampiros tenían envidia de los humanos por que ellos eran mortales, resistentes al sol y podían tener una vida más libre. No me lo creía, ahora veo que en algunos puede que sea cierto.

Miré los candelabros que ponían sobre la mesa, llenos de bonitas y llameantes velas para iluminar la mesa de forma más acogedora. Me quedé embobada unos instantes, mirando aquella pequeña llama que se movía al compás de un aire que nadie notaba, flameando y brillando incluso en la oscuridad. Vaya, no me había fijado nunca, pero a mi me gustaría ser como una vela.

- De acuerdo.- dije, con una media sonrisa. Cogí un poco de comida, pero poca, mi estómago era pequeño y no soportaría demasiado tampoco, así que prefería comer poco y bien, para después no tener más hambre. Miré a Frida y escuché la orden de Enya. En seguida se retiró sin decir nada, pero vi su mirada antes de desaparecer de allí.- No quiero que se moleste. Al fin y al cabo esta es su casa también.- me pasé una mano por la nuca, algo incómoda.

por Invitado Jue Ene 06, 2011 12:58 pm

-escuchando atentamente las palabras de la morena, le observaba a los ojos viendo esa expresion sincera sin malicia, le volvio a sonreir, seguidamente su mirada se torno seria no por molestia sino por lo lamentable de muchas situaciones en su vida- Pues si tenemos q vivir una vida de oscuridad... es odioso cuando estas acostumbrada a llevar una vida normal, donde siempre corrias bajo el sol en verano, cuando amanecia y el sol entraba por tu ventana -puso una mirada nostalgica recordando aquellos momento cuando estaba realmente viva, llena de vitalidad sin restricciones aparentes-

Hay vampiros que aman esta vida de oscuridad para hacer cosas... ya sabes indeseables, tachadas por la sociedad... no te voy a negar en su momentos las hice y no puedo negar la sed q me provoca el solo pensar en la sangre humana... es realmente frenetico cuando la bebes, aveces no puedes detenerte y terminas matando a la gente.

-escucha el comentario de la gitana sobre frida- hmm realmente esta no es su casa es mi casa... y Frida fue un error y ella era la Nana de mi difunto esposo el Conde Vestein no puedo botarla tampoco, ella aun cree q el volvera y no volvera yo misma me encargue de que eso no pase

-revelando q ella podia ser de naturaleza fria calculadora, y hasta manipuladora- No pienses mal de mi... pero realmente ese desgraciado se tenia merecido lo q le paso -agrego firmemente-

por **Indhira Jenovah** Jue Ene 06, 2011 4:24 pm

Vi como su mirada pasaba de estar alegre a estar seria. Sabía que estábamos pisando terreno minado cuando me contaba aquello, por que era delicado y quizás, con probabilidad, peligroso. No por que pudiera asustarme, sino por revivir antiguos recuerdos que ella ya había dejado atrás. Siempre había dicho sufrimiento detrás de algunos ojos que me conocía bien. Y ahora veía ese mismo reflejo en los ojos de Enya. No era de sufrimiento, sino más bien de añoranza hacia algo que ya nunca más volvería.

- Ser vampiro no es tan bonito como lo pintan en los libros y mitos.- dije con un suspiro bajo. Aunque eso ya lo suponía, ser lo que ella era parecía todavía más dificultoso y pesado de lo que me esperaba yo. Jugueteé con el tenedor que tenía en la mano mientras meditaba sobre esa nueva vida de la que me hablaba, colmada de oscuridad y maldad en un corazón que ya no latiría nunca más.- No puedo llegar a decirte que lo entiendo, pero me hago una idea aproximada de lo que me dices. Esa maldad se ve reflejada de modo oculto en la misma sociedad.

Escuché lo que dijo sobre la sirvienta mayor.
- ¿Esta no es su casa?- pregunté confundida. Pero ella me respondió rápido a mis preguntas, por que me lo resumió todo en una simple e impactante frase.- ¿Todavía piensa... Que va a volver? Pero si está muerto, no puede regresar ya.- dije arqueando las cejas, había sonado frío y superficial, pero era la cruda verdad.

Aquello si que me había dejado fuera de lugar, no me esperaba algo así.
- ¿Le mataste?- dije abriendo los ojos un poco más de lo normal. Ay, ay, ay. Ahora si que empezaba a preocuparme, por esa faceta que me acababa de mostrar; fría y severa.- Que... ¿qué fue lo que hizo?- no pude evitar preguntar por ello.

por Invitado Jue Ene 06, 2011 6:44 pm

-la rubia se quedo mirando al infinito a ningun punto de aquella sala en especifico, saco un cigarrillo largo y lo encendio con la vela mas cercana q tenia, inhalo y dejo salir aquel humo espeso-
SI esta muerto... desgraciadamente no fui yo quien lo mate... pero su cuerpo ha de estar enterrado en algun lugar de noruega aun no ha podido salir de su encierro lastima que no se puede pudrir pero algun dia cuando salga de ahi si es q lo logra estare preparada para terminarlo de enviar al mismo infierno... -las palabras de la rubia eran duras e inquebrantables, tanto odio sentia por aquel hombre o mejor dicho animal, q nada podia compararsele-

Mientras no se les desmembren o quemen a los vampiros pueden volver a la vida... y el solo esta encerrado bajo tierra... si frida pudiera matarme lo haria pero no puede porque soy la unica heredera "viva" de la familia Vestain y esta bajo mi dominio
se que puedo sonar como un animal al decir esto... pero realmente me alegra q el se quede ahi ... se merece eso y mas...
El me convirtio en lo que soy ...el me saco de mi casa a la fuerza ... despues de abusar de mi me llevo a este maldito mundo de chupasangres ... el termino enloquecido por la sangre solo pensaba a quien se comeria -se echa a reir con cierto sarcasmo-
Ese si realmente era una bestia sin compasion por nada ni nadie

por **Indhira Jenovah** Vie Ene 07, 2011 8:59 am

Vi que se encendía un cigarrillo. Tampoco me molestaba, estaba acostumbrada a inhalar el humo de dicha droga por la gente de alrededor, algunos sí que fumaban. Yo nunca había cogido uno de esos tubitos que llevaban algo adictivo, pero sí que, teóricamente, había fumado también, al inhalar dicho humo. Era algo un poco complicado.

Escuché lo que decía mientras abría los ojos de curiosidad y sorpresa. Sus palabras contenían un odio y una rabia que eran imposibles de pasar por alto. Aquel hombre que debía tener por esposo, seguro que le hizo algo muy malo si ella sentía un profundo odio hacia él. Esperé a ver que me decía.

Me estaba diciendo como matar a un vampiro, y eso empezó a marearme de alguna forma. Yo nunca haría nada así, si casi no podía ni ver la sangre de una herida, ¿como arrancarle los miembros a alguien?¿O simplemente quemarlo? Era algo que estaba fuera de mis manos.
- ¿Ella te mataría? Entonces no se como no las has echado todavía de aquí.- dije, y podía sonar algo frío, pero era cierto. Cuando la vida de uno mismo peligraba, la supervivencia le empujaba a hacer lo que fuera por mantenerse a flote, como si tenía que matar a la otra persona para que así fuera.

Abusar, convertir. Así que eso fue lo que le hizo a Enya. La verdad es que me pareció horrible que el señor del castillo, enterrado en aquellos momentos, se dignara a hacer algo de aquella magnitud y luego pudiera mantenerse con vida. Yo me la habría quitado antes de cometer un crimen así.
- Vaya... Debió ser horrible. Pero ahora está ahí abajo, en algún lugar enterrado, y en principio no tendría que volver a salir nunca más, ¿no?- pregunté mientras miraba los cubiertos de la mesa distraídamente.- Quiero decir, ahora puedes estar tranquila, dentro de lo que cabe.

El plato se había quedado vacío, y yo estaba completamente llena. Me había comido aquello a la velocidad de la luz del hambre que tenía. Pero con un estómago pequeño como el mío no podía comer más, así que dejé los cubiertos sobre el plato indicando que había terminado, mientras la escuchaba hablar sobre su antigua vida. Era interesante el cambio drástico que daban algunas personas con un mínimo bulto en las vidas.

por Invitado Vie Ene 07, 2011 2:16 pm

-escucha los comentarios de la gitana, tenia razon en principio tenia por salir de ahi, pero todo era posible, nunca se sabia lo que podia pasar pero siempre estaba precabida a lo que podia suceder no importaba que si tenia la oportunidad de matar al conde de Vestain definitivamente lo haria, no le pesaria el pulso para hacerlo-

Tienes razon en tus palabras Indhira realmente no creo que el pueda salir de ahi... -se acerco a ella y le dijo al oido- pero si sale de ahi... lo estare esperando shh -puso su dedo en sus propios labios señalizando que eso que le habia dicho era secreto, y pues si que lo era ella estaba preprandose para su venganza por asi llamarlo de alguna manera-

Pero ... cambiando de tema -su rostro volvio a ser calmo y dulce, al ver que la joven habia terminado de comer- no te amargue la comida no es cierto? hablando de cosas tan feas.. y repugnantes.. lo siento de verdad que desconsiderada soy, mis disculpas -tomo la mano de la chica apretandola suavemente-

recuerda que puedes llevar lo q quieras para tu carreta se que el viaje a Paris sera algo largo... recuerda siempre que necesites algo no dudes en enviarme un telegrama o algun mensaje, no me gustaria perder el contacto contigo -dijo amablemente la mujer al joven morena-

Creo que he hablado mucho de mi ... diras que soy una egocentrica -rie un poco- Casi no te he dejado hablar

por **Indhira Jenovah** Vie Ene 07, 2011 3:08 pm

Y pensar que el señor del castillo podría salir de debajo de la tierra algún día y volver a la vida, en cierto modo... Me ponía los pelos de punta. Era algo extraño y paranormal que no entraba en las leyes de la sociedad, y nadie, o casi nadie, sabía sobre ésa extraña raza que se había creado a la sombra del sol durante quizás millones de años.
Escuché lo que me decía al oído y asentí, de acuerdo con ella. Parecía que estuviéramos confabulando para crear un plan maquiavélico, aunque por suerte yo no entraba en dicho plan y no tenía que matar a nadie. No sería capaz, no.

- De acuerdo entonces, será un secreto que solo sabremos nosotras hasta que todo este asunto se resuelva de una vez por todas.- dije resueltamente. Sí, podía mantener un secreto sin problemas. Yo podía leer el futuro de la gente, pero nadie podía leer el mío ni tampoco mi cabeza. No le dejaría hacerlo, a nadie.

Vi que su expresión cambiaba de nuevo, de una severa y seria a otra más relajada, más dulce y simpática de nuevo. Parecía casi bipolar, aquello me hizo quedarme pensativa.
- No, no pasa nada, no tengo más hambre. Estoy acostumbrada a comer poco y mi estómago ha dicho basta por hoy.- comenté con una sonrisa ladeada. Aquello era cierto, no podía más, sentía que iba a explotar si comía una única cucharada más.

Asentí ante lo que dijo de que podía llevarme lo que quisiera. Realmente, si tenía que llevarme algo, sería poca cosa. No quería aprovecharme tampoco de la hospitalidad de Enya ni nada parecido.
- Así lo haré.- respondí mirando a lo largo de la mesa. Sonreí cuando dijo que no quería que perdiéramos el contacto.- Bueno, entonces podemos enviarnos mensajes o telegramas para saber cómo le va a la otra y mantener el contacto. Es una buena forma de hacerlo y puede ser divertido escribir los sucesos.

Me reí.
- Que va, pero si es interesante, por eso no digo nada.- hice un gesto con la mano para quitarle importancia al hecho de que yo no hablara de mi pasado. Tampoco me gustaba mucho hacerlo, pero bueno.- Y bien, ¿qué quieres saber sobre mi?- pregunté con curiosidad.

por Invitado Dom Ene 09, 2011 11:18 am

-asiente suavemente con la cabeza- te agradezco que seas mi amiga Indhira... creo que otra persona ya habria huido de aqui -rie- y si ha de ser divertido normalmente no le escribo mucho a nadie, solo lo necesario cuando de negocios se trata de resto no necesito informar a nadie... bueno en realidad no tengo a quien informarle nada -vuelve a reir por lo ironico de su situacion-

Mmm a ver cuentame como fue que llegaste al grupo de gitanos'?? o naciste con ellos -ordenada a una de las mucamas mas jovenes q retiren las cosas de la mesa y les lleven el te a la sala-

Mientras me cuentas pasemos a la sala -le señala q vaya delante de ella para despues caminar a su lado-

Durante mucho tiempo me he topado con gitanos realmente es la primera vez q tengo tanto contacto uno me refiero asi de amistad, una vez intentaron leer mi mano y solo encontraron oscuridad creo que aquella mujer se espanto al ver lo q vio, me imagino que se dio cuenta de mi condicion -diciendo la ultima palabra algo despectiva-

Pero creo que es lo unico que hay en mi futuro al final igual ire al infierno como ese bastardo de Jonh ...
-toman asiento en la sala que iluminada por grandes candelabros y sirven aquel te de rosas y especias exoticas-

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La festa sta per iniziare [Enya]

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