Scent of Woman ● Damarys ID

Es una mujer recatada, silenciosa, atractiva, paciente. Siempre sabrá cuál es su lugar dentro de cualquier sitio. Su personalidad interna es un equilibrio perfecto de sumisión pero sin dejarse pisotear. Su manera de expresarse es elegante, lenta y dulce. Es una mujer muy servicial que piensa mucho en el prójimo y su sufrimiento. Es delicada y le encantan los lujos pero sin rozar lo tirano, pues le encanta escuchar y comprender al máximo a quiénes lo necesitan.

Nunca ha buscado la felicidad ni tampoco la destrucción, pero le encanta probar cosas nuevas y vivir experiencias mientra su vida sigue corriendo. En el amor, es una mujer apasionada, directa y muy cercana y fiel. Le encanta la poesía y todas aquella artes que produzcan en su interior magia y emociones.

Pareciera que fuese una mujer tranquila, pero cuando le tocan las hebras de mala forma puede llegar a ser muy doliente y decidida. No le gustan las mentiras, ni mucho menos las injusticias.

No conoció a sus padres, ni siquiera a través de fotografías. Se crió junto su abuela, una mujer viuda, rica, amarga y ambiciosa. Su entorno siempre fueron los lujos, desde niña se preocupaba por otros antes que ella. Dentro de la sociedad en que se desenvolvía tuvo muchos conocidos a los cuales cuidó cuando niños, porque siempre fue una muchacha sensible.

Su abuela le decía que tenía que preocuparse más por ella, que fuera más egoísta. Pero Damarys nunca quiso formarse de ese modo. Nunca fue a la escuela, pero tenía clases particulares con un profesor que le enseñaba idiomas, ciencias y literatura. Después de terminar sus estudios, su antiguo maestro cayó enfermo, un hombre que parecía que iba a morir solo pero Damarys lo cuidó hasta sus últimos días, paseándose de sol a sol en el hospital comunitario de París, algo que a su orgullosa abuela no le gustaba, pues el sólo pensar que su pupila le gustaba pasar tiempo entre enfermos y otras pestes, le daban ganas de vomitar y a medida en que ella iba creciendo se fue alejando de ella, despreocupándose y dejándola hacer lo que se le antoje porque la anciana se sentía más que decepcionada.

Fue así como Damarys, después de la muerte de su querido Maestro comenzó a trabajar de tiempo completo en el hospital como enfermera, ayudando a los que más lo necesitaban. Pero un día vivió una situación extraordinaria. Dos sujetos llegaron al hospital de urgencias, uno de ellos parecía un cadáver caminante y el otro parecía desfallecer minuto a minuto. Estos hombres le pidieron a Damarys que ella los atendiera personalmente y que le apartaran un habitación personal para llevar a cabo el tratamiento de aquel muchacho que se estaba muriendo.

Su vida tomó un giro drástico cuando se enteró de que estos hombres no eran tradicionales. Ambos se querían, y uno de ellos era un vampiro que quería transformar a su pupilo. Damarys trabajo junto a ellos en la transfusión de sangre, mientras que a medida que pasaban los días y la obsesión por aquel trabajo pagado y especial comenzó a sentir el deseo de probar la sangre de aquella criatura extraordinaria. A cambio de los servicios hospitalarios que ella les entregaba, Damarys le exigió a este ser un poco de su sangre y fue entonces que se convirtió en una esclava de la sangre vampírica. Damarys comenzó a verse más famélica, y antes de que su abuela falleciera esta le dijo: "-Tanto trabajar en ese hospital, te ha vuelto una completa enferma... a penas si puedes mantenerte en pie, no sé cómo sigues queriendo trabajar en ese lugar-"

Esto era debido a la falta de una fuente firme de sangre vampírica ya que, después de lo que sucedió con aquellos particulares hombres, que tiempo después dejaron de utilizar el hospital para sus fines, Damarys se quedó sin un domitor que le propiciara más sangre. En su actual pasar ha sobrevivido de otros vampiros con los que se topa por ahí, una forma de conseguir sangre no muy limpia para ella y que le incomoda un poco.

Continúa con sus labores en el hospital y ahora a sus 26 años ya ha sabido controlar su desesperación por la sangre, aunque muchas veces luce como si estuviera demasiado enferma cuando le faltan provisiones.


→ Sentidos aumentados: Los sentidos de los esclavos de sangre se acentúan y agudizan gracias a la sangre de vampiro que beben, por eso son capaces de escuchar y olfatear a distancias más lejanas, de ver más nítidamente, incluso en la oscuridad, entre otras cosas.

→ Fortaleza: Resistencia y capacidad para soportar dolor físico. Por supuesto, como todos los humanos, los esclavos de sangre sufren y experimentan dolor, pero gracias a las propiedades de la sangre de vampiro que beben pueden resistir un poco más.

→ Longevidad: Cualidad que le permite al esclavo de sangre vivir más años. Esto no significa que jamás envejecerá o que vivirá 200 años como los cambiantes y licántropos, simplemente su vida se prolongará un poco más de tiempo, pero únicamente mientras siga bebiendo sangre de vampiro ya que esta es la que le proporcionará esta cualidad.

→ Sanación más acelerada: Habilidad para sanar un poco más rápido las heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). Esta habilidad no está tan acentuada y ni es tan efectiva como la de un vampiro, porque siguen siendo mortales, por lo que siempre que reciban una herida estarán en peligro de muerte, especialmente si se desangran. El tiempo de recuperación varía según el esclavo de sangre y la gravedad de la herida o lesión. Sufren enfermedades pero están menos expuestos a ellas gracias a que su sistema inmunológico se fortalece gracias a la sangre de vampiro que beben.