the truth behind the scent of death

por **Keyly** Sáb Ago 11, 2012 3:57 am

"El tiempo que pasa no es más que una enseñanza... nada es para siempre y el todo no es nada... podrás haber vivido miles de siglos y darte cuenta que estas años luz de revelar los misterios de la vida... aun entre las sombres a veces y solo a veces la vida que nos abandonó se apiada de los condenados y nos regala un pequeño rayo de luz..

~Caminando por la oscuridad de las calles oculta su cuerpo y su rostro en una ligera capa de satin rojo capaz de denotar aquella pequeña silueta de la femina inmortal que deambula como hace cada noche para seducir a su amante la noche quien es complice de sus ya bien aventuradas anécdotas cómplice de las silenciosas muertes y guardiana de sus pasos de los cuales solo queda el dulce aroma de jazmin que desprende las escencias impregnadas en su gélida y parca piel y risos dorados cenizos que enmarcar el tierno rostro del angel de la muerte~

El sereno ya no escucha el gemido del viento que baila entre flores perfectas... tu jardín crece en desérticas formas, donde nadie podrá encontrar el extraviado pétalo de una rosa olvidada... Nunca lamentes aquello que no puede ser, pues ese Dios mortal no regala dones... Si este pobre sueño fuese nuestro entonces estaríamos en el Cielo... Pero aquí sólo hay campos muertos donde nada es cierto...

~El nocturno ser se detiene un momento para sacar de su capa una rosa roja y nuevamente retoma su andar tan silencioso que dificilmente se persibía el sutil golpe de sus tacones contra el pavimento de aquellos lares que parecpian ser tierra de nadie sin ocupantes y que no llevaban a ningún lado conocido para los mortales pero si con recuerdos para la dama, los suficientemente importantes para ir al mismo lugar noche tras noche y dejar la flor en el piso depositanto un tierno beso en los sucios azulejos del suelo mojado~

En tus ojos se cuenta la historia que tus labios no quieren contar...
que esas marcas de ayer que tu rostro oculta con esa tersa piel de fino marmol demuestren cuantas vidas has cobrado... esas manchas de sangre en tus manos sean una ligera capa de inocencia en tus ojos... sobre todo un sentimiento de culpa que crece como la luna... mas el deseo de estar a solas en la sombra de la inocencia... se vuelve cada dia mas destructivo que queme tu alma destruye tu cuerpo por encamina de los sentimientos aferrada a una fe prohibida que se ha vuelto tu aliada en cada noche...

~Tras unos instantes en silencio la dama se pone de pie y gira sobre su eje partiendo de nuevo y perdiendose entre la neblina de la fria noche mietras una vez mas pide a la luna sea cómplice del secreto que se guarda en la memoria de aquellos que deben olvidar, historias de mitos que no atribuyen a la verdad pues solo son suposiciones de algo que se cree y no se ha ni se podra comprobar...~