Diario de Balzac Beauregard, el lobo gris

por **Balzac Beauregard** Dom Jun 24, 2018 11:16 am

23 de Mayo de 1818.
La mano me tiembla violentamente mientras escribo estas líneas. Sacar las maletas del carruaje y subirlas al cuarto principal no es la causa de mis tics. Mi nueva naturaleza suprahumana me otorga una facilidad sorprendente por cargar grandes pesos. Lo que me causa este temblor físico y emocional es el hecho de regresar a mi casa de la infancia después de 20 años viviendo en la antigua finca de mi padre. Aún me duele recordar el porqué de mi fuga. Aquella noche, oscura y confusa eliminó por completo todo cuanto amaba. Quando he cruzado la puerta con mis cosas y entrado en el comedor me ha sorprendido que los gendarmes no se hayan llevado nada en todo este tiempo. Aunque supongo que consideraron que yo ya lo habia perdido todo con la muerte de mi madre y hermanas. Mi querida mamá Madelleine y mis hermanas Elise, Sophie y Marie. Todas convertidas en recuerdo. Por culpa de mi ser. De la béstia. Justo mientras avanzaba por la sala de estar me he encontrado la mesa todavía partida en dos y con algunas sillas ensangrentadas. Justo encima de la mesa he encontrado el único recuerdo que me queda de ellas. Un cuadro rápido que nos hizo un pintor amateur, merendando en nuestro café favorito de la infancia. Al ver las caras inocentes y alegres de la gente que juré proteger me echo a llorar, dejo el equipaje. No puedo parar. Ahora mismo estoy en el suelo. Me acuerdo que mañana tengo que reunirme con uno de los pocos amigos que me quedan en París. El profesor Herève de la universidad. Me levanto secandome y abrazo a mi perro hugo que me mira con preocupación. Tengo que ser fuerte. He regresado a la que la humanidad dice que es la ciudad de la luz. Maldita sea la humanidad.

por **Balzac Beauregard** Lun Jun 25, 2018 11:53 am

24 de mayo
Hoy he regresado a la facultad de medicina y biología de la universidad de París después de 20 años de ausencia. Quando he entrado de nuevo en sus paredes mi cabeza se ha llenado de antiguos olores sonidos y recuerdos de mis tiempos como estudiante, unos tiempos en los que no tenía conocimiento del dolor que me causaría a mi família y a mi mismo. Para olvidar temporalmente mi pasado cruel, me he dirigido hacia el despacho del único humano al qual confiaría mi vida. El profesor Alek Herève, rector de la facultad. Mejor amigo de mi infancia. El hermano que nunca tuve. El único con el que he mantenido correspondencia durante mis años de exilio. Y lo mas importante, la única persona que conoce mi maldición. Alek se ha dedicado muchos años estudiando a los licántropos mediante un trabajo de campo secreto. Después de abrazarnos arduamente hemos empezado nuestra charla. Alek Aunque de complexión débil y de avanzada edad es muy inteligente y tiene conocimiento de mis encontronazos con soldados de la inquisición en mi temporada fuera de la ciudad. He concertado con el un pacto que puede salvar mi vida.Alek me ofrece un puesto de profesor de biología en la facultad y un laboratorio personal donde puedo protegerme en momentos complicados. A cambio colaboro en su investigación sobre mi especie. Esperamos que los esbirros del papa no descubran el pastel.

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