Escapemos juntos [Marzio]

por **Vanya Rorschach** Vie Jul 06, 2018 6:20 pm

“Sonríe Vanya, sonríe” se exigía una y otra vez cuando se encontraba frente a sus hermanas y su padre, simulando de esa manera que haber cambiado su lugar de residencia no le afectaba para nada y que por el contrario, se encontraba sumamente satisfecha por el cambio hecho. Si bien muchas muchachas de su edad soñaban con ir a vivir a París, la ciudad luz, la verdad es que seguramente ninguna estaría feliz de estar en los zapatos de Vanya pues hacía relativamente poco que su padre le había informado que comenzaría con la búsqueda de pretendientes apropiados para todas ellas y después, asegurando que la primera a la que casaría, seria a Vanya. Enterarse de lo que pensaba su padre fue un duro golpe para ella, que de pronto debía aceptar que era cuestión de tiempo para que formara parte del grupo de las mujeres casadas así como también, tendría que abandonar todo lo conocido; su apellido, su padre, sus hermanas y su casa, todo para irse al lado de un completo desconocido.

Si bien la joven fingía bastante bien frente a sus familiares y conocidos, apenas llegaba la noche, se acostaba con la esperanza de que ocurriera algo que pusiera fin a la descabellada idea de su padre, para de esa manera, librarse de todo el martirio interno que se veía obligada a vivir. Así pues, aquel día al abrir los ojos un suspiro salió de sus labios.
– Ojala papá se haya arrepentido de casarme – susurró para si misma, haciendo una petición de manera interna para que realmente ocurriera un milagro y su progenitor cambiase de opinión algo que conociéndolo, era sencillamente imposible, además que sabía muy bien que si a su padre se le metía algo en la cabeza, solo la muerte podría impedir que se cumpliera.

Martirizada por sus propios pensamientos, Vanya rodó en la cama esperando que el sueño le atacará nuevamente y le impidiera así, continuar pensando en tonterías pero sin importar cuanto se moviera o el tiempo que pasará, el sueño no parecía llegar a ella así que harta se levantó, se cambió la ropa de dormir por un sencillo vestido y se dispuso a abandonar la casa. Si bien Vanya sabía que escapar de los problemas no era la mejor solución, quería al menos por un día, olvidarse de todo. Así pues, escabulléndose de la servidumbre, la joven Rorschach salió de la mansión y tan pronto como sus pies tocaron el exterior, la muchacha se echo a correr, esperando que no se dieran cuenta pronto de su escape y le permitieran al menos, conocer aquella ciudad por su propio pie antes de acabarla comprometiendo y casando fuera de su tierra natal.