Perseguidos [Privado]

por **Fabrice Laurent** Mar Ago 21, 2018 5:26 pm

Los últimos tiempos eran complicados para todos los habitantes de la ciudad de París, en especial para los sobre naturales, quienes eran cazados a diestra y siniestra por la inquisición. Los humanos tampoco se encontraban en un lecho de rosas, aunque los problemas de las personas normales eran de índole muy diferente a la que enfrentaban las criaturas aquellas. Incluso Dylan, quien nunca enfrentara grandes dificultades estaba atravesando ahora un momento decisivo en su vida. Las investigaciones y el trabajo eran algo de lo que no se quejaba pero su vida personal, esa vaya que era otra historia. Desde que el investigador descubriera la existencia de una media hermana suya, dedico gran parte de su tiempo a encontrarla todo para culminar descubriendo su muerte a una temprana edad y de una manera muy trágica.

Sin dejar de pensar pues en su hermana, Dylan se encontraba esa noche en el teatro. Usaba uno de esos escasos trajes decentes que poseía y observaba a todos los asistentes a aquella función, buscando entre los rostros uno al que debía citar a una reunión que se llevaría a cabo dentro de 4 días con algunos de los empleadores más importantes de Dylan a quienes el sujeto buscado debía bastante dinero.
– Aparece pronto – susurró para si, acomodando el cuello de su camisa que le asfixiaba. Él acostumbrara usar ropas mucho más cómodas que le permitieran atacar o huir en caso de ser necesario, no la clase de trajes elegantes que todos los que le rodeaban en aquel teatro usaban, con todo y eso, se forzaba a si mismo a vestir de manera decente por el bien del trabajo de la noche.

Los minutos pasaron, las personas a su alrededor tomaron sus asientos correspondientes y cuando faltaban ya pocos minutos para el inicio de la obra, los ojos del Laurent dieron con un hombre regordete que usaba un traje muy fino para alguien sumido en tantas deudas.
– ¡Bingo! – sonrió al decir aquellas palabras, tras las cuales se puso de pie e inicio una marcha en dirección al hombre que saludo amablemente a unas personas y después continuo su camino. Dylan se abría paso entre los asistentes, apurándose tanto como aquel traje que usaba le permitía, esperando pronto dar alcance al regordete que caminaba demasiado rápido para la complexión que mostraba. Tras los pasos del individuo, Laurent salió de la sala principal a los pasillos sitio donde perdió de vista a su presa. Una pequeña maldición salió de sus labios, justo antes de escuchar detrás de si un carraspeo que lo hizo girarse y pedir disculpas de manera apresurada.