Echo (Privado)

por **Alexis VanVollehoven** Sáb Sep 15, 2018 2:21 am

Bufó cansado. ¿cómo se había metido en un problema tan solo salir de la casa de su hermano? Fácil. Estaba enojado porque su familia parecía ser un caos. Y no es que le importara demasiado. Había crecido sin sus padres y no le importaba cómo es que había llegado a pasar toda su historia. En realidad no veía el sentido en atormentarse inútilmente por algo que estaba fuera de sus manos.
Pero su hermano era diferente y parecía que le importaba demasiado. En un ataque de ira había salido como un torbellino de la casa que ahora compartían y lo había mandado a la mierda mientras el mayor le decía que se quedara y hablaran como la gente normal. Y hubiese sido una opción pero aquel hombre tampoco tenía calma alguna cuando se lo dijo. Estaba furioso, tanto o más que él tras la breve discusión que habían tenido.
Se metió entre los callejones mientras maldecía en voz baja. Le habían dado un par de golpes en las costillas y en la cara que ahora empezaban a dolerle tras que la adrenalina le abandonara. Suspiró cuando se vio solo y se sentó en el suelo recitando palabras en latín. Lo menos que podía hacer era disminuir el dolor que sentía aunque fuese una especie de truco usar sus poderes para eso. Vio el cielo desde allí, apenas oscurecía. Se preguntó si su hermano se había quedado en casa esperándole o había salido a buscarlo. Solo por curiosidad, no es que ello cambiara nada. Bueno, tal vez lo haría dependiendo cómo fuese su próximo encuentro.
Su vida había sido un desastre mayor antes, ¿cómo es que ahora se sentía peor que cuando vivía solo, o cuando perdió todo lo que había creído conseguir? No lo sabía, debía ser que se había acostumbrado a su nueva situación. Aún así era joven, no sabía cómo sería su futuro y no quería preocuparse demasiado con ello. Estar con la única persona con la que compartía un lazo tan fuerte que tal vez no pudiese romperse ¿estaba bien? ¿Estaba bien enamorarse de su propia sangre? Sabía que no, pero no podía hacer demasiado con los sentimientos que habían comenzado a desatarse en su interior. Cerró los ojos por un momento. Escuchó un sonido de pasos y se dijo a sí mismo que debía ponerse de pie y marcharse. Y eso hizo.