Cosas de la vida (Libre)

por **Godfrid Loganach** Lun Oct 15, 2018 2:04 pm

Seguía por las calles de Paris esperando a que el licántropo del cual me habían mandado a buscar estuviera para poder matarlo, pero después de haber estado en el circo no vi nada que me pudiera interesar en absoluto a nivel profesional. Lo mismo nos hemos equivocado de oficio y estábamos mi familia y yo perdiendo el tiempo. ¿Qué otro tipo de vida tendríamos si no hubiéramos sido forzados a ejercer el oficio de la inquisición? Probablemente Brünhilde iría buscando un buen marido y Seelei estaría persiguiendo sueños que no pueden llegar a ser cumplidos debido a estar en la escala social de la clase alta y en la que los enlaces matrimoniales se ejercían por tener alianzas, sobre todo si venían de Escocia. Eso era bastante tradicional y demasiado purista a su modo de ver las cosas.

- Tsk – Chasque la lengua al ver que me encontré con un camino sin salida. Había pasado por él ya varias veces y estaba acabando conmigo -…- Mirar un mapa no me iba a solucionar demasiado las cosas ya que esta noche la orientación la tenía en el mismísimo culo y no estaba demasiado en humor para sentirme con ganas de algo. Decidí irme a mi hogar que en cualquier caso sí que sabía orientarme hacia esta ya que estaba alejada del barullo y de la gente curiosa de París. Por lo que a lo mejor fue una mala decisión ya que esta llevaba hacia los bosques en donde mi hermana se escabullaba. En fin. Estaba agotado. Si el licántropo no decidía asomarse yo no iba a estar congelándome el culo para nada.

- Señor…- Observé como una niña me pedía limosna y cuando saqué unas monedas esta se fue corriendo contenta. Mi camino seguí con la seguridad de poder estar encontrando o ganando ganas de poder hacer cualquier otra cosa cuando llegara a mi hogar que estaba a un buen paseo de donde estaba que era casi justo el centro de París. Me movía por sus calles callado y observando cada paisaje que se presentaba delante de mi cara, cada persona, cada pareja que se cruzaba por delante de mí de camino a mi modesta pero cómoda mansión.

Cuando llegué a mi destino desee encontrarme con mis conocidas hermanas, posiblemente con mis padres…ah no que están prácticamente en la tumba o ya sus cuerpos se han desintegrado por completo. Quiero saber que sí están muertos porque si no lo están no quiero ser yo quien los mate o alguna de mis hermanas, estaba ya teniendo demasiadas ganas de meterme en mi habitación, andar completamente desnudo ya que teníamos calor en la mansión debido a que estaba bien organizada, en la entrada nada más había una gran chimenea que armonizaba el calor de la casa y la repartía con igualdad, prácticamente si teníamos las ventanas cerradas podrías estar en verano dentro de la mansión. Me encantaba mi hogar.

- Ah…por fin lleg…- Quería soltar una frase no muy ensayada pero me quedé helado al ver que la puerta principal estaba abierta de par en par y con algún que otro arañazo. Menudo hijo de puta. Si hay algún licántropo o bestia inmunda dentro de mi casa me tendrá que pagar los desperfectos y entonces morirá.