I've missed you | Privado

por **Owen O'Donoghue** Dom Oct 28, 2018 9:30 pm

Llegó a la ciudad y se dirigió de inmediato a la casa de su hermano. Vincent no lo esperaba, ¿cómo iba a hacerlo si Owen no le había dicho que iría a París? Esperaba que sus padres no le hubieran arruinado la sorpresa… ellos llegarían al cabo de dos semanas, si los vientos eran favorables para navegar, pero Owen se había adelantado para recorrer en libertad aquella ciudad que tantos gratos momentos le había dado.

En la casa de su hermano mayor lo recibió una muchachita que él no conocía y que no le permitió ingresar porque, pese al parecido, ¿cómo podía saber ella que ese desconocido en verdad era hermano del señor O’Donoghue? Afortunadamente llegó a su rescate la anciana ama de llaves que se deshizo en disculpas por la confusión de la tal Brienne. A Owen la muchachita le parecía bella, por eso no dijo nada más. Esperaba que pudieran conocerse pronto y mejor.

-Comeré algo y luego iré a darle la sorpresa –comentó cuando le informaron que su hermano estaba dando clases en la Académie, donde era profesor de literatura.

Y así fue, luego de almorzar el cochero llevó a Owen a la Académie de París. Hallar la clase de su hermano en un lugar tan grande, tan lleno de hombres –y algunas mujeres- que iban y venían, era tarea difícil… pero tras mucho preguntar lo consiguió.

Se metió en la clase de su hermano sin inmutarse ante algunas miradas que le apuntaban –pues era demasiado tarde al parecer- y se acomodó en el fondo, en un asiento vacío. No entendía nada del tema del cual hablaba Vincent, pero siempre le había fascinado oír a su hermano, con su voz calma y segura lo dominaba todo.

-Es mi hermano –le dijo, con una sonrisa orgullosa, al alumno sentado a su izquierda-, tu profesor es mi hermano.

Miró a Vincent, tentado de hacerle alguna mueca que lo desconcentrase… pero no lo hizo porque no hubo tiempo, puntualmente la clase terminó y los alumnos comenzaron a despedirse entre ellos antes de marcharse. Owen los imitó, incorporándose y saludando a aquel que le extendiera la mano, para luego llegar al frente del salón donde se hallaba su hermano.

-¡Sorpresa! He venido a visitarte –le dijo y lo abrazó, riendo y palmeándolo-. Te he echado de menos, Vin.