El señor de la boca cosida

por **Brökk Tollak** Mar Dic 11, 2018 3:45 am

Sentía la mano de mi madre acariciarme el pelo, tarareando una melodía mientras la lluvia golpeaba en los cristales. Pocas veces enfermaba, mi padre decía que Loki me mantenía a salvo de la miseria y el dolor porque era su favorito. Pero esta vez al parecer me había resfriado por no secarme en el lago. Mi padre decía que cuando fuera mayor eso daría igual, pero que aún no tengo carne suficiente para hacerlo y yo no soy Alrek, que puede transformarse y cubrirse de pelo.

Estaba despierto, pero veía la habitación con colores extraños, la fiebre alta causaba ese efecto raro.

— ¿Y por qué veo las auras de todo? una mesa tiene aura?
— No mi amor, sólo los seres vivos y los objetos encantados tienen aura, ahora la ves porque la fiebre te hace los ojos más sensibles.
— En la ventana hay alguien saludando, es una señora mayor...
—Oh, no debes preocuparte, esa es Helga, ésta era su casa antes y a veces se pasea por aquí para ver cómo está todo.
— ¿también la veo la por la fiebre?
— así es. Pero no debes preocuparte, Valeska ve estas cosas a diario y no se asusta ¿lo comprendes?

Asentí porque cuando mi madre decía que no debía preocuparme, es que no debía hacerlo, ella veía muchas cosas, sabía muchas cosas y no le daban miedo, era la más valiente de todas las mujeres que conocía.

—¿Y quién es el señor de la boca cosida?.— pregunté sin más que curiosidad infantil. Ahí noté que mi madre se tensaba y me agarraba la mano.
— ¿Boca cosida...? espera un momento Brökk, cierra los ojos.— Cerré los ojos como me ordenó y sentí a mi madre hacer la magia, ese cosquilleo que me picaba en la palmas de las manos y el pecho. Durante un rato no supe que pasaba, quería abrirlos y comprobar qué pasaba, pero la mano de mi madre seguía aferrada fuertemente a la mia y la escuchaba hablar en criollo, una lengua que a veces empleaba cuando hacía magia. Pasado un rato me dejó de picar y escuché su suspiro.

—Brökk, abre los ojos. El señor de la boca cosida es Legba, Papá Legba, el dios vudú del cruce de caminos, él habla por la boca de los grandes dioses, el decide qué almas van hacia un lado u otro, y cuáles regresan al cuerpo. Yo sirvo a esos dioses, pero tú no, tu estás consagrado al panteón nórdico y no debes hacerle caso si te habla ¿de acuerdo? le he dicho que no te moleste, que no se te aqcerque, pero tienes que prometerme que si lo hace me lo contarás, y que tratarás de no hacerle caso ¿de acuerdo? ¿lo has entendido?

Asentí sin comprender demasiado las razones, pero si mi madre me lo pedía, yo obedecería, porque pocas veces la había visto tan angustiada por mi.