AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Una noche cualqiera
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Una noche cualqiera
Había sido un día duro y aún no había asimilado todo lo que me había ocurrido; la muerte de mi padre, la desaparición de mi hermano que, por otra parte seguía sin dar muestras de vida por ningún rincón de la ciudad. Alguien debía saber dónde se encontraba o al menos haberlo conocido en algún momento, no podía haberse desvanecido en la nada como si nunca hubiese existido, o al menos eso pensaba yo.
Me dolía bastante la cabeza, necesitaba un respiro de todo aquello, dejar la mente en blanco y eso solo podría dármelo con un paseo nocturno a la luz de la luna, me paré justamente en la entrada del bosque, sabía que aquel no era un buen lugar donde hacer mi escapada nocturna pues aquella ciudad estaba repleta de seres sobrenaturales con los que no estaba acostumbrada del todo a tratar.
-“Vaya valiente estás hecha, hermanita”- Diría mofándose si estuviese aquí conmigo, y ese recuerdo me hizo comprender que debía encontrarlo como fuese, en poco tiempo debería empezar a tener contactos por la ciudad para así lograr adivinar por dónde había estado.
Me adentré lentamente en el bosque oliendo cada una de sus fragancias que embriagaban mis sentidos, mientras rozaba con la punta de mis dedos las ramas que pendían de los árboles; ciertamente era precioso y aquello lograba sacarme de mis pensamientos.
Continué caminando hasta encontrar un pequeño riachuelo que lo surcaba, me senté en una piedra que había justo al lado y me descalcé metiendo los pies en el agua mientras cerraba los ojos e inspiraba el aroma del lugar, cuando llego a mi olfato un olor inesperado.
Me dolía bastante la cabeza, necesitaba un respiro de todo aquello, dejar la mente en blanco y eso solo podría dármelo con un paseo nocturno a la luz de la luna, me paré justamente en la entrada del bosque, sabía que aquel no era un buen lugar donde hacer mi escapada nocturna pues aquella ciudad estaba repleta de seres sobrenaturales con los que no estaba acostumbrada del todo a tratar.
-“Vaya valiente estás hecha, hermanita”- Diría mofándose si estuviese aquí conmigo, y ese recuerdo me hizo comprender que debía encontrarlo como fuese, en poco tiempo debería empezar a tener contactos por la ciudad para así lograr adivinar por dónde había estado.
Me adentré lentamente en el bosque oliendo cada una de sus fragancias que embriagaban mis sentidos, mientras rozaba con la punta de mis dedos las ramas que pendían de los árboles; ciertamente era precioso y aquello lograba sacarme de mis pensamientos.
Continué caminando hasta encontrar un pequeño riachuelo que lo surcaba, me senté en una piedra que había justo al lado y me descalcé metiendo los pies en el agua mientras cerraba los ojos e inspiraba el aroma del lugar, cuando llego a mi olfato un olor inesperado.
Dhaunae Silverstone- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 23/12/2010
Re: Una noche cualqiera
El sonido de los cascos de su caballo y de las criaturas nocturnas, eran lo único que la acompañaban en esa noche estrellada. Miraba alternando sus ojos entre los altos árboles, y los pequeños arbustos, ambos con un verdor que envidiaría cualquier esmeralda perfectamente tallada o conservada.
Mientras el equino avanzaba lentamente y ella observaba la lúgubre y hermosa naturaleza, a la vez penetraban y salían pensamientos de su agotada mente. Pensamientos relacionados con su pasado, y con su presente. No se atrevía a mirar al futuro. No quería. No podía.
El animal relinchó y se detuvo, devolviéndola a la realidad - ¿Qué te ocurre, Vaupaus? - preguntó pensando en voz alta.
Por respuesta, Vaupaus relinchó de nuevo. Pero babeaba mucho, porque tenia sed. Raxa cambió entonces el rumbo, y salió del camino, adentrándose en las entrañas del bosque. Sabía que por allí había un riachuelo, y ya aprovecharía para escuchar el sonido del agua.
"Qué paradójico", pensó. Llevaba muchos años muerta. Y sin embargo, no estaba enterrada, o desaparecida. No, estaba paseando a caballo. Quizá fue una nueva puerta hacia algo desconocido que debía vivir para comprender. Pero incluso habiéndolo hecho, algunos días se arrepentía de no haber pasado ya a mejor vida, definitivamente.
Ahora, en la tierra húmeda, los cascos de Vaupaus no sonaban. Ahora sí que podría decirse, que estaba completamente sola.
Comenzó a escucharse un pequeño cauce, y Vaupaus aceleró el paso él solo. Al llegar, Raxa desmontó y se agachó para meter las manos en la clara y fresca agua. La dejó caer entre sus dedos, y sintió cómo el frescor se introducía aún más en su piel. Sonrió.
Sin embargo, un chapoteo llamó su atención, y se levantó rápidamente, comenzando a escrutar el escenario.
Mientras el equino avanzaba lentamente y ella observaba la lúgubre y hermosa naturaleza, a la vez penetraban y salían pensamientos de su agotada mente. Pensamientos relacionados con su pasado, y con su presente. No se atrevía a mirar al futuro. No quería. No podía.
El animal relinchó y se detuvo, devolviéndola a la realidad - ¿Qué te ocurre, Vaupaus? - preguntó pensando en voz alta.
Por respuesta, Vaupaus relinchó de nuevo. Pero babeaba mucho, porque tenia sed. Raxa cambió entonces el rumbo, y salió del camino, adentrándose en las entrañas del bosque. Sabía que por allí había un riachuelo, y ya aprovecharía para escuchar el sonido del agua.
"Qué paradójico", pensó. Llevaba muchos años muerta. Y sin embargo, no estaba enterrada, o desaparecida. No, estaba paseando a caballo. Quizá fue una nueva puerta hacia algo desconocido que debía vivir para comprender. Pero incluso habiéndolo hecho, algunos días se arrepentía de no haber pasado ya a mejor vida, definitivamente.
Ahora, en la tierra húmeda, los cascos de Vaupaus no sonaban. Ahora sí que podría decirse, que estaba completamente sola.
Comenzó a escucharse un pequeño cauce, y Vaupaus aceleró el paso él solo. Al llegar, Raxa desmontó y se agachó para meter las manos en la clara y fresca agua. La dejó caer entre sus dedos, y sintió cómo el frescor se introducía aún más en su piel. Sonrió.
Sin embargo, un chapoteo llamó su atención, y se levantó rápidamente, comenzando a escrutar el escenario.
Invitado- Invitado
Re: Una noche cualqiera
Al escuchar aquel sonido me giré rápida y precipitadamente metiendo los pies en el agua y agachándome detrás de la roca mientras notaba como mi espalda se arqueaba. Mis sentidos se agudizaron rápidamente ante la amenaza, instintivamente mi olfato registraba el olor para archivarlo en mi mente; no era humano, olía suave… a perfume de mujer, pero había algo más con ella, un animal, pero éste no era mi prioridad así que seguí el primer olor, solo tuve que inspirar suavemente para situarla, cuando la ví.
No había perdido cualidades, era una mujer que estaba situada de pie al lado de un caballo, ¿Qué hacía aquí? ¿Me habría seguido o simplemente era casualidad del destino que nos encontrásemos?
“-No bajes la guardia en ningún momento”- Me decía una voz en mi cabeza.
“-Vaya, gracias, no lo había pensado”- Me contesté a mi misma sarcásticamente, no era el momento para conversaciones interiores.
Fuera lo que fuese yo no podría pasar desapercibida allí así que tenía varias opciones; transformarme y marcharme, marcharme aunque no sería lo bastante rápida, atacar o esperar a ver lo que ocurría, y sinceramente la última opción me pareció la más adecuada ya que siempre tendría tiempo de huir si fuese necesario.
Decidí tomar iniciativa pero sin acercarme demasiado, por lo que me erguí con los pies aún dentro del agua, y le hablé a la mujer lentamente para que ella me situase a mí también.
–Buenas noches, espero no haberla asustado, estaba distraída y no me percaté de que llegaba alguien- Le dije suavemente de la mejor manera que pude pero aún así la tensión podía percibirse en mi voz y en mis músculos que se encontraban contraídos.
Esperé a ver su reacción para así decidir cuál sería el paso que daría después.
No había perdido cualidades, era una mujer que estaba situada de pie al lado de un caballo, ¿Qué hacía aquí? ¿Me habría seguido o simplemente era casualidad del destino que nos encontrásemos?
“-No bajes la guardia en ningún momento”- Me decía una voz en mi cabeza.
“-Vaya, gracias, no lo había pensado”- Me contesté a mi misma sarcásticamente, no era el momento para conversaciones interiores.
Fuera lo que fuese yo no podría pasar desapercibida allí así que tenía varias opciones; transformarme y marcharme, marcharme aunque no sería lo bastante rápida, atacar o esperar a ver lo que ocurría, y sinceramente la última opción me pareció la más adecuada ya que siempre tendría tiempo de huir si fuese necesario.
Decidí tomar iniciativa pero sin acercarme demasiado, por lo que me erguí con los pies aún dentro del agua, y le hablé a la mujer lentamente para que ella me situase a mí también.
–Buenas noches, espero no haberla asustado, estaba distraída y no me percaté de que llegaba alguien- Le dije suavemente de la mejor manera que pude pero aún así la tensión podía percibirse en mi voz y en mis músculos que se encontraban contraídos.
Esperé a ver su reacción para así decidir cuál sería el paso que daría después.
Dhaunae Silverstone- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 23/12/2010
Re: Una noche cualqiera
Vaupaus dejó de beber en cuanto aquella voz que no pertenecía a su amazona nació de la oscuridad. Relinchó de nuevo y se acercó a Raxa, quién acarició su hocico - Tranquilo, no es nada - susurró, sin alarmarse.
La vampiresa situó a la figura. ¿Qué hacía dentro del agua con aquel frío?
Sin miedo, se acercó más a la orilla, despacio. Miró hacia el lugar que había elegido, e identificó un cuerpo femenino, nervioso. Pudo observar con su aguda visión que su expresión era serie, pero valiente.
-Buenas noches, señorita - respondió lúgubremente. Ladeó la cabeza, tratando de averiguar quién era, o por lo menos ver su rostro - ¿Quién es, si no es indiscreción?
La vampiresa situó a la figura. ¿Qué hacía dentro del agua con aquel frío?
Sin miedo, se acercó más a la orilla, despacio. Miró hacia el lugar que había elegido, e identificó un cuerpo femenino, nervioso. Pudo observar con su aguda visión que su expresión era serie, pero valiente.
-Buenas noches, señorita - respondió lúgubremente. Ladeó la cabeza, tratando de averiguar quién era, o por lo menos ver su rostro - ¿Quién es, si no es indiscreción?
Invitado- Invitado
Re: Una noche cualqiera
Observé como aquella mujer se acercaba lentamente a mí y mi noté como se erizaba cada vello de mi cuerpo, malditos instintos indomables. La seguí sin apartar su mirada de cada movimiento que hacía aunque parecía que no tenía malas intenciones la confianza no era una de mis virtudes precisamente, más bien diría que carezco de eso.
La analicé tranquilamente mientras me hablaba, su olor, su manera de moverse, la forma de hablar y la palidez de su piel me hacían intuir que aparte de no ser humana tampoco estaba viva, pero no iba a afirmarlo tan rápidamente, me gustaba dar el beneficio de la duda antes.
Aunque mi padre siempre me había enseñado a respetar a todo los seres vivientes (y no tan vivientes) siempre había algo en mi interior hacia ellos que no me inspiraba mucha tranquilidad.
- Buenas noches, señorita, ¿Quién es, si no es indiscreción?
-Perdone mi descortesía, mi nombre es Dhaunae, Dhaunae Silverstone, y ¿usted es…? -- Le contesté a su pregunta, esperando una explicación por su parte.
Necesitaba saber qué hacía aquí en medio del bosque o sino no iba a quedarme tranquila
La analicé tranquilamente mientras me hablaba, su olor, su manera de moverse, la forma de hablar y la palidez de su piel me hacían intuir que aparte de no ser humana tampoco estaba viva, pero no iba a afirmarlo tan rápidamente, me gustaba dar el beneficio de la duda antes.
Aunque mi padre siempre me había enseñado a respetar a todo los seres vivientes (y no tan vivientes) siempre había algo en mi interior hacia ellos que no me inspiraba mucha tranquilidad.
- Buenas noches, señorita, ¿Quién es, si no es indiscreción?
-Perdone mi descortesía, mi nombre es Dhaunae, Dhaunae Silverstone, y ¿usted es…? -- Le contesté a su pregunta, esperando una explicación por su parte.
Necesitaba saber qué hacía aquí en medio del bosque o sino no iba a quedarme tranquila
Dhaunae Silverstone- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 23/12/2010
Re: Una noche cualqiera
Raxa necesiró unos instantes después de haberla investigado superficialmente. No parecía tranquila. ¿Sabría que era ella vampiresa? Podía intuirlo, eso sí. Raxa era demasiado pálida como para ser alguien "normal", y a la luz de la luna lo era muchísimo más.
Caminó hacia adelante hasta quedar frente a la muchacha, pero sin entrar en el agua. Ahora que ya sabía su nombre, no iba a olvidarla, aunque no volviera a verla.
- Con que Dhaunae - y se incorporó un poco, tendiéndole la mano - Yo soy Raxa, jovencita - explicó.
Se la quedó mirando, a la espera de su reacción.
Caminó hacia adelante hasta quedar frente a la muchacha, pero sin entrar en el agua. Ahora que ya sabía su nombre, no iba a olvidarla, aunque no volviera a verla.
- Con que Dhaunae - y se incorporó un poco, tendiéndole la mano - Yo soy Raxa, jovencita - explicó.
Se la quedó mirando, a la espera de su reacción.
Invitado- Invitado
Re: Una noche cualqiera
Observé como caminaba hacia mí lentamente y me hablaba.
Con que Dhaunae, Yo soy Raxa, jovencita - Dijo mientras me tendía la mano.
Amablemente salí del agua algo más erguida y relajada aunque pendiente de todos sus movimientos y le tendí la mía estrechándosela suavemente.
-Es un placer Raxa, podría decirme ¿qué hace sola vagando por el bosque? -
Musité quitando mi mano de la suya a la espera de su respuesta. Sabiendo que podía encontrar una respuesta similar para mí, pues al fin y al cabo yo también andaba sola por el bosque pero mis motivos eran totalmente diferentes a los suyos.
Seguí observándola, no parecía en aquel momento peligrosa por lo que esbocé una pequeña sonrisa casi imperceptible, a lo mejor ella sabía dónde se encontraba el paradero de mi hermano o había oído hablar de él en algún momento, deseaba que así fuese.
Con que Dhaunae, Yo soy Raxa, jovencita - Dijo mientras me tendía la mano.
Amablemente salí del agua algo más erguida y relajada aunque pendiente de todos sus movimientos y le tendí la mía estrechándosela suavemente.
-Es un placer Raxa, podría decirme ¿qué hace sola vagando por el bosque? -
Musité quitando mi mano de la suya a la espera de su respuesta. Sabiendo que podía encontrar una respuesta similar para mí, pues al fin y al cabo yo también andaba sola por el bosque pero mis motivos eran totalmente diferentes a los suyos.
Seguí observándola, no parecía en aquel momento peligrosa por lo que esbocé una pequeña sonrisa casi imperceptible, a lo mejor ella sabía dónde se encontraba el paradero de mi hermano o había oído hablar de él en algún momento, deseaba que así fuese.
Dhaunae Silverstone- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 23/12/2010
Re: Una noche cualqiera
Notaba crecer dentro de ella algo parecido al cansancio. La verdad era que responder a preguntas que no incumbían a nadie no era especialmente de su agrado. Pero no quería ser descortés, con lo que dijo sencillamente, algo. No obstante, no reveló información relevante:
-Daba un paseo, nada más. ¿Y usted? ¿También paseando dentro del agua en una noche tan fría? - preguntó. Pero creyó haberse sobrepasado.
Sonrió, pero sin embargo no pudo evitar sentir algo de rabia al no poder haber terminado su noche tranquila. Casi siempre lograba encontrar un lugar en el que reposar durante el día, pero si no se daba prisa, amanecería y quedaría a la intemperie.
Silbó, y Vaupaus acudió a su llamada.
-Daba un paseo, nada más. ¿Y usted? ¿También paseando dentro del agua en una noche tan fría? - preguntó. Pero creyó haberse sobrepasado.
Sonrió, pero sin embargo no pudo evitar sentir algo de rabia al no poder haber terminado su noche tranquila. Casi siempre lograba encontrar un lugar en el que reposar durante el día, pero si no se daba prisa, amanecería y quedaría a la intemperie.
Silbó, y Vaupaus acudió a su llamada.
Invitado- Invitado
Re: Una noche cualqiera
Notaba su impaciencia, pero aún así todavía no se había marchado. Notaba mis pies congelados del frío del agua, un chapuzón inesperado había tenido aquella noche, nada más diferente a lo que había imaginado hacer.
-Daba un paseo, nada más. ¿Y usted? ¿También paseando dentro del agua en una noche tan fría?
Aquella pregunta me hizo reir, ciertamente no me había parado a pensar la imagen que podría estar reflejando en aquel momento, con el agua hasta las rodillas y medio agazapada detrás de una roca, por lo que vi el momento perfecto para salir del agua quedando a un par de metros de la mujer. Me agaché a coger mis zapatos mientras respondía.
- Estaba aquí sentada inmersa en mis pensamientos cuando ha llegado usted y del ruido me he sobresaltado y cayendo en el agua. – Estaba dando más información de lo normal, no creo que ella esperase una justificación de porqué estaba yo aquí.
Se me volvió a la cabeza la razón por la cual yo estaba en esta ciudad; mi hermano, no perdería nada por preguntar si le conocía. Vi como silbaba al caballo y éste aparecía
-Se que no me conoce de nada, pero debo pedirle un favor señorita Raxa, podría decirme si conoce a Alexander Silverstone? –Sabía que su respuesta sería negativa, pues si lo hubiese conocido habría dicho algo al escuchar mi apellido.
-Daba un paseo, nada más. ¿Y usted? ¿También paseando dentro del agua en una noche tan fría?
Aquella pregunta me hizo reir, ciertamente no me había parado a pensar la imagen que podría estar reflejando en aquel momento, con el agua hasta las rodillas y medio agazapada detrás de una roca, por lo que vi el momento perfecto para salir del agua quedando a un par de metros de la mujer. Me agaché a coger mis zapatos mientras respondía.
- Estaba aquí sentada inmersa en mis pensamientos cuando ha llegado usted y del ruido me he sobresaltado y cayendo en el agua. – Estaba dando más información de lo normal, no creo que ella esperase una justificación de porqué estaba yo aquí.
Se me volvió a la cabeza la razón por la cual yo estaba en esta ciudad; mi hermano, no perdería nada por preguntar si le conocía. Vi como silbaba al caballo y éste aparecía
-Se que no me conoce de nada, pero debo pedirle un favor señorita Raxa, podría decirme si conoce a Alexander Silverstone? –Sabía que su respuesta sería negativa, pues si lo hubiese conocido habría dicho algo al escuchar mi apellido.
Dhaunae Silverstone- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 23/12/2010
Re: Una noche cualqiera
A cada palabra de la joven muchahca, Raxa notaba crecer más la impaciencia en su interior. No era una vampiresa paciente que dijésemos, pero si por cortesís debía responder, lo hacía. Siempre y cuando no fuesen momentos antes del amanecer, como era en este caso. Entonces, se conformaba con lo mínimo.
- Entonces, ¿puede decirse que es usted alguien con costumbres nocturnas? - preguntó al escuchar aquello de "dando un paseo" - No es normal, desdeluego, que alguien ande sólo por aquí, y menos una mujer - Sabía que ella también era mujer, pero en su caso quedaba claro el motivo de sus salidas en negro manto estrellado.
Se quedó mirando a la muchacha tras escuchar su segunda pregunta, a la que debía responder también:
- Y no, no conozco a ese muchacho. ¿Por qué lo pregunta? - inquirió subiéndose al caballo.
- Entonces, ¿puede decirse que es usted alguien con costumbres nocturnas? - preguntó al escuchar aquello de "dando un paseo" - No es normal, desdeluego, que alguien ande sólo por aquí, y menos una mujer - Sabía que ella también era mujer, pero en su caso quedaba claro el motivo de sus salidas en negro manto estrellado.
Se quedó mirando a la muchacha tras escuchar su segunda pregunta, a la que debía responder también:
- Y no, no conozco a ese muchacho. ¿Por qué lo pregunta? - inquirió subiéndose al caballo.
Invitado- Invitado
Re: Una noche cualqiera
La miré con cara inexpresiva ante su pregunta de las costumbres nocturnas.
-Siempre me ha gustado tener ese tipo costumbres, no soy una mujer que pueda quedarse indefensa en medio de la oscuridad -Dijo con una sonrisa, estaba claro que no tenía ningún sentido mentirle con respecto a ese tema, pues una imagen valía más que mil palabras y aquella imagen que le había proporcionado era más que directa.
Si tenía alguna duda ante la mujer aquellas se disiparon totalmente cuando formuló la pregunta y además como suponía por su contestación ella no sabía nada.
-Es la persona por la cual estoy aquí, siento haberla molestado-- Dije con amargura, quizás aún tenía la esperanza de que me diese alguna pista de su paradero pero esta se disipó.
Ante la impaciencia de la mujer no decidí hacer ninguna pregunta más pues sabía los motivos de su comportamiento y no la retendría más si ella no lo deseaba.
-Siempre me ha gustado tener ese tipo costumbres, no soy una mujer que pueda quedarse indefensa en medio de la oscuridad -Dijo con una sonrisa, estaba claro que no tenía ningún sentido mentirle con respecto a ese tema, pues una imagen valía más que mil palabras y aquella imagen que le había proporcionado era más que directa.
Si tenía alguna duda ante la mujer aquellas se disiparon totalmente cuando formuló la pregunta y además como suponía por su contestación ella no sabía nada.
-Es la persona por la cual estoy aquí, siento haberla molestado-- Dije con amargura, quizás aún tenía la esperanza de que me diese alguna pista de su paradero pero esta se disipó.
Ante la impaciencia de la mujer no decidí hacer ninguna pregunta más pues sabía los motivos de su comportamiento y no la retendría más si ella no lo deseaba.
Dhaunae Silverstone- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 23/12/2010
Re: Una noche cualqiera
Raxa se acomodó sobre Vaupaus, y luego se quedó obervando a la muchacha, la cual adoptó expresión algo triste.
- No conozco a ese muchahco, pero puede preguntar en París - sugirió - Allí siempre hay alguien que sabe algo, de lo que sea.
Una ráfaga de viento acarició el lugar, haciando que los cabellos de ambas bailasen con él. Raxa pudo ver entonces y al fin la cara de la muchacha. Efectivamente, aunque la luz de la luna la iluminase, su rostro aparecía sombrío y sin alegría.
- Si es alguien importante para usted, búsquelo incluso debajo de las piedras y no se detenga hasta lograrlo - animó.
Un momento... ¿Qué hacía Raxa dando consejos a alguien que no conocía de nada?
- No conozco a ese muchahco, pero puede preguntar en París - sugirió - Allí siempre hay alguien que sabe algo, de lo que sea.
Una ráfaga de viento acarició el lugar, haciando que los cabellos de ambas bailasen con él. Raxa pudo ver entonces y al fin la cara de la muchacha. Efectivamente, aunque la luz de la luna la iluminase, su rostro aparecía sombrío y sin alegría.
- Si es alguien importante para usted, búsquelo incluso debajo de las piedras y no se detenga hasta lograrlo - animó.
Un momento... ¿Qué hacía Raxa dando consejos a alguien que no conocía de nada?
Invitado- Invitado
Re: Una noche cualqiera
-Eso haré, tendré que empezar mi búsqueda pronto... -
Dije con una sonrisa intentando no parecer triste, aunque sabía que eso se me notaría fácilmente, yo era una chica demasiado expresiva para mi gusto.
Una ráfaga de viento hizo que me estremeciese de frío y estornudé haciendome torcer la nariz en una mueca, vaya instintos...
- Es mi hermano... no sé nada de él desde hace bastante tiempo, y he tenido que venir en su busca- Dije en un hilillo de voz, otra vez estaba dando más información de la necesaria, así me iba...
Sonreí ante su respuesta, me aliviaba que aún existiese gente que te apoyase de esa manera sin conocerte de nada.
Dije con una sonrisa intentando no parecer triste, aunque sabía que eso se me notaría fácilmente, yo era una chica demasiado expresiva para mi gusto.
Una ráfaga de viento hizo que me estremeciese de frío y estornudé haciendome torcer la nariz en una mueca, vaya instintos...
- Es mi hermano... no sé nada de él desde hace bastante tiempo, y he tenido que venir en su busca- Dije en un hilillo de voz, otra vez estaba dando más información de la necesaria, así me iba...
Sonreí ante su respuesta, me aliviaba que aún existiese gente que te apoyase de esa manera sin conocerte de nada.
Dhaunae Silverstone- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 23/12/2010
Re: Una noche cualqiera
Vaupaus relinchó. Raxa no tenía frío desde hacía mucho tiempo, pero el pobre animal seguía vivo. La vampiresa le hizo andar y se acercó más a la orilla dejando que el animal bebiese, antes de partir. Sin embargo, aquella muchacha le daba lástima. No sabía aún por qué la excusa de su hermano. ¿Quién iba a buscar a otra persona en plena noche?
Acarició el cuello del animal y miró a la muchacha Dhaunae - ¿Quiere que la lleve a algún lugar? - preguntó de forma inesperada.
Aquel ser inmortal que era ella, también había tenido familia. Familia que murió delante de ella. Y familia que le hizo falta en más de un momento, y que no pudieron estar ahí. Por muy seco que se quedara su interior, Raxa podía medio comprender a la chica, y no iba a dejarla tirada, como la dejaran a ella hacía tantos años…
Acarició el cuello del animal y miró a la muchacha Dhaunae - ¿Quiere que la lleve a algún lugar? - preguntó de forma inesperada.
Aquel ser inmortal que era ella, también había tenido familia. Familia que murió delante de ella. Y familia que le hizo falta en más de un momento, y que no pudieron estar ahí. Por muy seco que se quedara su interior, Raxa podía medio comprender a la chica, y no iba a dejarla tirada, como la dejaran a ella hacía tantos años…
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