Nimue Tisdale

» Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan, ya sean a favor o en contra de alguna persona, por medio de conjuros, hierbas y pociones. Esto incluye altos conocimientos de herbolaria que les permiten hacer también curaciones.

» Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiantes cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.

» Atmokinesis: Habilidad para controlar ocasional y relativamente el clima y los sucesos meteorológicos (Rayos, tempestades...).

» Empatía: Permite conocer los sentimientos de otras personas e intuir sus movimientos. En formas más avanzadas, permite incluso variar sentimientos ajenos o controlarlos. Funciona de manera parecida a la telepatía, pero no es tan eficiente como esta.

» Premonición: Habilidad para percibir el futuro. En ocasiones solamente se expresa en forma de vagos sueños mientras se duerme, mientras que otras veces es clara y ocurre a voluntad, mientras se está despierto.

El nacimiento de Nimue fue motivo de alegría para la familia MacKay, especialmente para su padre, quien, si bien había dado su apellido a Kyrian, no era realmente su padre biológico. Tener a Nim, sangre de su sangre, había sido un anhelo de su vida, y tras tantos años de intentos, por fin había sido bendecido con una hija. Hembra o varón, no había sido un problema, pues al menos sabía que podía concebir, aunque fuesen pocas las probabilidades.

Al menos eso pensó durante los primeros 7 años de vida de la menor, cuando, durante un pequeño arrebato de malcriadez, el clima de repente se tornó tan caótico como su propio humor. Y entonces, su padre supo la verdad, ella tampoco era suya.

Desde aquel momento, el padre cariñoso y amoroso que siempre había tenido, desapareció por completo, algo que la pequeña no lograba entender. Cada noche durante mucho tiempo, le preguntó a su madre por qué estaba su padre enojado con ella, a lo que su madre sólo podía responderle que no era su culpa, mientras la acunaba contra sus protectores brazos.

Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que pidió disculpas a su padre por aquel arrebato, incluso le había prometido que nunca más volvería hacerlo. Claro que era una promesa muchas veces rota debido a su carácter impulsivo. Pero nada cuanto había podido hacer había sido suficiente.

Un día, ya con 12 años, creyéndose lo bastante mayor para tener una conversación de adultos con su padre, se acercó a él para preguntarle con mucha serenidad qué es lo que ella había hecho mal para alejarlo. A lo que el cansado hombre simplemente le había respondido: “Eres producto del pecado, de la lujuria.” En ese momento ella no había entendido lo que “lujuria” era, pero sí que sabía lo que era el pecado.

Fue aquella conversación lo que la motivó a interesarse por la vida eclesiástica, y motivó sus deseos de convertirse en monja. Ella no quería ser una pecadora, ella no quería ir al infierno, pero, sobre todo, no quería que su padre la despreciara como había hecho toda la vida con su hermano mayor. Sin embargo, su padre no llegó a conocer sus deseos de “reformarse”, pues al poco tiempo había fallecido, dejando en su pecho un vacío al no haber podido ganar su amor antes de falleciera.

Desde ese momento sus poderes comenzaron a manifestarse cada vez con más frecuencia. Tenía miedo y no comprendía lo que sucedía con ella, pero eso sólo acrecentó sus deseos por unirse a la iglesia. En su ignorancia, pensaba que todo aquello eran manifestaciones de lo que su padre había dicho. Era una pecadora, eran habilidades de un ser de oscuridad, e iría al infierno por ello.

Tan pronto su madre murió, su familia paterna concertó un compromiso para ella, ignorando por completo sus deseos. Pero era una chica obediente, viajaría a París, tal como se le había ordenado, sólo que no para presentarse con su futuro marido, sino con su hermano mayor. Kyrian tendría que apoyarla, ¿cierto? Él tendría que ayudarla.

Nimue es una chica inocente y, en muchas formas, ignorante. Si bien tiene muchas habilidades apreciadas en la época para una señorita: teje, canta, toca el piano con gran destreza y tiene talento para el dibujo, hay muchas cosas que desconoce de la vida y de sí misma. No sabe de la existencia de seres sobrenaturales, y mucho menos que un humano normal también puede tener poderes. Nadie nunca se dignó a explicarle aquellas cosas, por lo que tiene ciertas creencias equivocadas.

Aunque se muestre dócil, puede tener un carácter bastante fuerte en ocasiones, especialmente cuando sus deseos son ignorados y se le quiere manipular. Aún en su ignorancia entiende algunas cosas a su manera. Entiende que, lo que sea que haya hecho para enojar a su padre, también lo hizo su hermano mucho antes, así que él también debe ser un pecador. Aunque no esté de acuerdo con ello, entiende que, como mujer, su deber es casarse y darle hijos al hombre que sea elegido para ella.

Especialmente, entiende que, si no se convierte en monja, seguirá siendo una pecadora, aquellas extrañas habilidades del demonio seguirán manifestándose y su padre nunca podrá perdonarla desde el cielo.

Es impulsiva y rara vez se detiene a pensar lo que dice o hace, antes de hacerlo. Se preocupa muchísimo por lo que piensan de ella los demás, y siempre quiere hacerlos felices a todos, pero especialmente a su padre, pues era su modelo a seguir.

Se preocupa mucho por su hermano, por más que su relación nunca fuese cercana, siempre sintió pena de que su padre lo tratase diferente. Y, una vez la trató a ella como a él, le preocupó que no hiciera cualquier cosa que estuviese a su alcance para lograr su cariño de vuelta. Admira su independencia y fortaleza, aunque debe admitir que también siente un poco de miedo de él.