AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
2 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
No llevar ni dos días en París, y ya parecía que Emhyr le había cogido el truco a aquellas calles por las que caminaba.
Creer que su francés era malo, hizo que al principio se echará atrás a la hora de atreverse con al gente, y de empezar sus pequeños espectáculos ambulantes, donde el sonido de la guitarra española y la magia absurda inundaba las calles atrayendo a todo tipo de público de cualquier clase. Pero no, la lengua no le complico las cosas, incluso su leve acento se dejaba llevar entre el sonido de aquel idioma que incluso podía disimularlo. Lo que no disimulaba su extranjería, eran sus facciones orientales, incluso su ropa, a pesar de ser humildes y no llamar mucho la atención, no era lo que precisamente vestían en París, ni los más pobres.
Sería fácil sobrevivir en aquel entorno, donde con un simple truco de cartas ya llamaba la atención al más insensato, que por creer la buena suerte y en la diosa fortuna, se dejaba los bolsillos apostando con cada uno de los truco que beneficiarían al desterrado.
Había llegado la hora, otro día más, en el que la nocturna había desterrado al día, y a pesar de estar en verano, la temperatura no era tan alta como en las tierra de Andalucía, último hogar fijo de Emhyr.
La noche, el llamado momento de la melancolía por algunos, pero allí y siguiendo el rumor, no era así, sino era el momento de la vulnerabilidad, del peligro, y de lo oculto. Aunque para algunos mortales era la hora en la que podían saciar sus vicios sin que otros lo estuviesen vigilando.
Para Emhyr era la hora de su búsqueda, ya que, el objetivo de viajar hasta París era encontrar su obsesión particular y aquella que le había dejado cicatrices en su piel, y dejado con vida sin explicación alguna. Vampiros, era lo que ha Emhyr tanto le llamaba la atención en su pequeño mundo sobrenatural, era algo curioso que debía descubrir aunque su vida estuviese en juego, y esa ambicionada inmortalidad.
Sus manos barajaron aquellas cartas españolas, mientras apoyaba su espalda en un muro, su gesto era entretenido y sus dedos con habilidad sacaban hacían aparecer de la nada alguna carta descarriada que él contemplaba largamente, como si quisiese descifrar algo en ella, con si leyese en un libro algo interesante lleno de significado.
Una sota de oro entre el azar apareció en sus dedos, los labios de Emhyr se curvaron creando una divertida sonrisa, ya que le hacia gracia la casualidad de la carta y lo que, en los bajos fondos solía significar aquella carta.
Creer que su francés era malo, hizo que al principio se echará atrás a la hora de atreverse con al gente, y de empezar sus pequeños espectáculos ambulantes, donde el sonido de la guitarra española y la magia absurda inundaba las calles atrayendo a todo tipo de público de cualquier clase. Pero no, la lengua no le complico las cosas, incluso su leve acento se dejaba llevar entre el sonido de aquel idioma que incluso podía disimularlo. Lo que no disimulaba su extranjería, eran sus facciones orientales, incluso su ropa, a pesar de ser humildes y no llamar mucho la atención, no era lo que precisamente vestían en París, ni los más pobres.
Sería fácil sobrevivir en aquel entorno, donde con un simple truco de cartas ya llamaba la atención al más insensato, que por creer la buena suerte y en la diosa fortuna, se dejaba los bolsillos apostando con cada uno de los truco que beneficiarían al desterrado.
Había llegado la hora, otro día más, en el que la nocturna había desterrado al día, y a pesar de estar en verano, la temperatura no era tan alta como en las tierra de Andalucía, último hogar fijo de Emhyr.
La noche, el llamado momento de la melancolía por algunos, pero allí y siguiendo el rumor, no era así, sino era el momento de la vulnerabilidad, del peligro, y de lo oculto. Aunque para algunos mortales era la hora en la que podían saciar sus vicios sin que otros lo estuviesen vigilando.
Para Emhyr era la hora de su búsqueda, ya que, el objetivo de viajar hasta París era encontrar su obsesión particular y aquella que le había dejado cicatrices en su piel, y dejado con vida sin explicación alguna. Vampiros, era lo que ha Emhyr tanto le llamaba la atención en su pequeño mundo sobrenatural, era algo curioso que debía descubrir aunque su vida estuviese en juego, y esa ambicionada inmortalidad.
Sus manos barajaron aquellas cartas españolas, mientras apoyaba su espalda en un muro, su gesto era entretenido y sus dedos con habilidad sacaban hacían aparecer de la nada alguna carta descarriada que él contemplaba largamente, como si quisiese descifrar algo en ella, con si leyese en un libro algo interesante lleno de significado.
Una sota de oro entre el azar apareció en sus dedos, los labios de Emhyr se curvaron creando una divertida sonrisa, ya que le hacia gracia la casualidad de la carta y lo que, en los bajos fondos solía significar aquella carta.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
No recordaba apenas cuanto tiempo había pasado desde que nuestros caminos se separaron, pero lo que si era verdad era que todo ese tiempo habían pasado cosas que jamás había imaginado, como por ejemplo enfrentarme a un ladrón mejor que yo. Pero por suerte- o por desgracia- todo eso ya había pasado y ahora estaba empezando a recuperar el trayecto de mi vida de una forma más o menos normal.
Las joyas que había robado en la iglesia las vendí a muy buen precio a un vendedor ambulante. Con ello pude pagarme una pensión de mala muerte por los menos para tres o cuatro días y había logrado saborear una sopa caliente que Jalim - el dueño de la pensión, que además era judío.- Me había preparado al verme casi muerta de hambre.
Las calles empezaban a ser transitadas por hombres, hombres que dedicaban su vida a los vicios. Me repugnaban hasta lo más hondo de mi ser de eso modo, huyendo de las personas, fui a parar a los callejones de la ciudad luz.
Eran poco iluminados, algunos llenos de miseria, hombres borrachos y cortesanas de poca monta se amontonaban en las esquinas. Giré un par de calles y distinguí una figura, mi corazón dio un vuelco. No me podía creer que fuese él.
Corrí hacia la sombra y me llevé una extraña sorpresa, luego desilusión, frustración y por último enfado. No era él, pero su forma de comportarse en la oscuridad de la noche era la misma. Me quedé observándole sin miramientos casi dos o tres minutos, frente a frente.
-Tus cartas, son raras.- dije sin pensármelo dos veces.Analizando la situación en profundidad. Era demasiado extraño, se comportaba como él, la misma expresión en la cara aun que con diferentes rasgos, en la oscura noche de París y para más observaciones solo en los callejones. Sonreí porque me pude imaginar que trataba de hacer.- ¿Vas a intentar estafarme?- dije sonriendo de oreja a oreja, aun que solo era una suposición ese hombre era exactamente como él, pero a lo mejor me equivocaba. ¿Podría tentar a la suerte? No había nada que perder de todos modos solo llevaba un par de monedas.
Las joyas que había robado en la iglesia las vendí a muy buen precio a un vendedor ambulante. Con ello pude pagarme una pensión de mala muerte por los menos para tres o cuatro días y había logrado saborear una sopa caliente que Jalim - el dueño de la pensión, que además era judío.- Me había preparado al verme casi muerta de hambre.
Las calles empezaban a ser transitadas por hombres, hombres que dedicaban su vida a los vicios. Me repugnaban hasta lo más hondo de mi ser de eso modo, huyendo de las personas, fui a parar a los callejones de la ciudad luz.
Eran poco iluminados, algunos llenos de miseria, hombres borrachos y cortesanas de poca monta se amontonaban en las esquinas. Giré un par de calles y distinguí una figura, mi corazón dio un vuelco. No me podía creer que fuese él.
Corrí hacia la sombra y me llevé una extraña sorpresa, luego desilusión, frustración y por último enfado. No era él, pero su forma de comportarse en la oscuridad de la noche era la misma. Me quedé observándole sin miramientos casi dos o tres minutos, frente a frente.
-Tus cartas, son raras.- dije sin pensármelo dos veces.Analizando la situación en profundidad. Era demasiado extraño, se comportaba como él, la misma expresión en la cara aun que con diferentes rasgos, en la oscura noche de París y para más observaciones solo en los callejones. Sonreí porque me pude imaginar que trataba de hacer.- ¿Vas a intentar estafarme?- dije sonriendo de oreja a oreja, aun que solo era una suposición ese hombre era exactamente como él, pero a lo mejor me equivocaba. ¿Podría tentar a la suerte? No había nada que perder de todos modos solo llevaba un par de monedas.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Emhyr continuaba con aquella sonrisa divertida, mientras miraba la figura de la carta. Sus pensamientos estaban alejados de aquel lugar, no sabía porque pero veía en aquella carta un poco de suerte en su dicha y en aquella búsqueda.
Una voz interrumpió repentina en sus pensamientos, y sin moverse de donde estaba, borro su sonrisa creando un gesto más serio, y sus ojos, examinadores, le prestaron atención. Con todo el descaro, sin miramientos de cortesía, recorrieron de arriba abajo la figura de la joven situada a su frente. Delgada, de talle fino, algo más baja que él, bella, a su parecer y no tenía pintas de ser de una clase alta. Emhyr con tan solo ver sus modales, y su atrevimiento al hablarle había ya deducido aquello. En París el refinamiento en las damas y las desconfianza era muy común, sobre todo aquella de alta cuna, ninguna se atrevería en aquellas calles tan oscuras a acercarse a un tipo como él.
“Demasiado confiada..”
Pensó un instante, al concluir su silencioso examen.
Alzando la carta en su mano, dio un paso hacia delante retirándose del muro en el que se apoyaba, y por un instante sus ojos viajaba desde la carta a la chica, de un modo que daba a entender la comparativa.
“Me lo temía, la carta decía esto”
Con un poco de decepción en su rostro, por no ser aquello que esperaba que trajera la carta, un vampiro, se la mostró a la joven.
-Cartas españolas, no son tan raras de ver. -Su efímero gesto de decepción se borro mostrando una sonrisa simpática, luego esta cambio a la picaresca mientras con la carta aun la mano, alzo ambos brazos mostrándole las palmas de las manos. Un gesto, y la sota de oros desapareció en algún lugar quedando ambas manos vacías.
-Voto a Dios, señorita, que no es mi intención estafaros. -Su francés era fluido, pero no podía evitar mostrar el acento oriental de su lengua de cuna.
Una carcajada descarada y femenina interrumpió la escena, y el sonido de unos gastados tacones. Emhyr echo un vistazo al final de aquella solitaria calle. Una pareja paso de largo, y no tenían pinta de ser la típica enamorada que paseaba por los parques. El tipo que la llevaba por la cintura, debía de haber pagado bien por una noche, donde aquella chica calentaría seguro su piel, el cualquiera de aquellos callejones. ¿Por qué sorprenderse? Aquello era normal en aquellas calles y a aquellas horas de la noche.
Emhyr cruzó sus brazos disimulado, y no volvió a hablar hasta que la pareja desapareció.
-Y me pregunto yo, ¿qué hace aquí una jovencita caminando por estas calles de pecado, en soledad? ¿No deberíais estar en vuestra casa, rezando a Dios antes de iros a la cama?
Una voz interrumpió repentina en sus pensamientos, y sin moverse de donde estaba, borro su sonrisa creando un gesto más serio, y sus ojos, examinadores, le prestaron atención. Con todo el descaro, sin miramientos de cortesía, recorrieron de arriba abajo la figura de la joven situada a su frente. Delgada, de talle fino, algo más baja que él, bella, a su parecer y no tenía pintas de ser de una clase alta. Emhyr con tan solo ver sus modales, y su atrevimiento al hablarle había ya deducido aquello. En París el refinamiento en las damas y las desconfianza era muy común, sobre todo aquella de alta cuna, ninguna se atrevería en aquellas calles tan oscuras a acercarse a un tipo como él.
“Demasiado confiada..”
Pensó un instante, al concluir su silencioso examen.
Alzando la carta en su mano, dio un paso hacia delante retirándose del muro en el que se apoyaba, y por un instante sus ojos viajaba desde la carta a la chica, de un modo que daba a entender la comparativa.
“Me lo temía, la carta decía esto”
Con un poco de decepción en su rostro, por no ser aquello que esperaba que trajera la carta, un vampiro, se la mostró a la joven.
-Cartas españolas, no son tan raras de ver. -Su efímero gesto de decepción se borro mostrando una sonrisa simpática, luego esta cambio a la picaresca mientras con la carta aun la mano, alzo ambos brazos mostrándole las palmas de las manos. Un gesto, y la sota de oros desapareció en algún lugar quedando ambas manos vacías.
-Voto a Dios, señorita, que no es mi intención estafaros. -Su francés era fluido, pero no podía evitar mostrar el acento oriental de su lengua de cuna.
Una carcajada descarada y femenina interrumpió la escena, y el sonido de unos gastados tacones. Emhyr echo un vistazo al final de aquella solitaria calle. Una pareja paso de largo, y no tenían pinta de ser la típica enamorada que paseaba por los parques. El tipo que la llevaba por la cintura, debía de haber pagado bien por una noche, donde aquella chica calentaría seguro su piel, el cualquiera de aquellos callejones. ¿Por qué sorprenderse? Aquello era normal en aquellas calles y a aquellas horas de la noche.
Emhyr cruzó sus brazos disimulado, y no volvió a hablar hasta que la pareja desapareció.
-Y me pregunto yo, ¿qué hace aquí una jovencita caminando por estas calles de pecado, en soledad? ¿No deberíais estar en vuestra casa, rezando a Dios antes de iros a la cama?
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Me examinó tanto como pudo y más al igual que yo había hecho con él segundos antes. No podía culparle por desconfiar de una persona o por intentar saber lo máximo de ella antes de decir palabra alguna. De ese modo podría dirigirse a mi de la manera más adecuada posible. Su acento no era de por ahí, pero su francés era lo suficientemente bueno como para sobrevivir como mago de las cartas y estafas a algún que otro ricachón desprevenido o embriagado por el alcohol o el aroma del perfume de una cortesana.
El hombre calló por unos instantes, los pudimos escuchar las risotadas de una pareja-por llamarlos de alguna manera no despectiva- el calló, yo también. Hice una mueca de rabia y temí por unos instantes saltar sobre el cuerpo de la cortesana y empezar a propinarle puñetazos en la cara al acordarme de Calé, pero de nuevo conseguí reponerme.
-Nunca había visto una baraja española. Por muy poco raras de ver que sean.- dije a modo despectivo, en realidad nunca las había visto y tampoco me interesaban los trucos de magia.- Hace tiempo que no rezo a Dios antes de dormir, es más, diría que hace tiempo no duermo. Pero no es de extrañar verme por los callejones, mi vida es esta, supongo que igual que la tuya. Debo suponer que no eres de francés por el acento.-hice una pausa.- Permiteme que presente, me llamo Neumi Bellamy y soy como ya habrá podido observar una ladrona. De modo que eso contesta a tu pregunta de por que ando en soledad por las calles del pecado. Hasta ahora no hay nadie que se haya atrevido a acompañarme, supongo que mis planes tenían demasiadas vistas al futuro y demasiados peligrosos como para llevarlos a cabo. Pero no quiero echarme flores.
>Supongo que molestaré a tu clientela ¿señor...?-sonreí de una forma picaresca.Aún no se había presentado, pero no importaba, tarde o temprano sabría quien era, eso eran gafes del oficio y más del nuestro.
El hombre calló por unos instantes, los pudimos escuchar las risotadas de una pareja-por llamarlos de alguna manera no despectiva- el calló, yo también. Hice una mueca de rabia y temí por unos instantes saltar sobre el cuerpo de la cortesana y empezar a propinarle puñetazos en la cara al acordarme de Calé, pero de nuevo conseguí reponerme.
-Nunca había visto una baraja española. Por muy poco raras de ver que sean.- dije a modo despectivo, en realidad nunca las había visto y tampoco me interesaban los trucos de magia.- Hace tiempo que no rezo a Dios antes de dormir, es más, diría que hace tiempo no duermo. Pero no es de extrañar verme por los callejones, mi vida es esta, supongo que igual que la tuya. Debo suponer que no eres de francés por el acento.-hice una pausa.- Permiteme que presente, me llamo Neumi Bellamy y soy como ya habrá podido observar una ladrona. De modo que eso contesta a tu pregunta de por que ando en soledad por las calles del pecado. Hasta ahora no hay nadie que se haya atrevido a acompañarme, supongo que mis planes tenían demasiadas vistas al futuro y demasiados peligrosos como para llevarlos a cabo. Pero no quiero echarme flores.
>Supongo que molestaré a tu clientela ¿señor...?-sonreí de una forma picaresca.Aún no se había presentado, pero no importaba, tarde o temprano sabría quien era, eso eran gafes del oficio y más del nuestro.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
"Acertado"
Con aquellos brazos cruzados, Emhyr escucho con atención las palabras de aquella chica. Había acertado, otra hija de la calle. Emhyr sonrió para sí mientras ella hablaba, aquello significaba saltarse las finuras típicas de la cortesía y armarse de la malicia, es decir, ser desconfiado.
-Emhyr.-Él le ofreció tomar su mano, para besársela cortésmente.
"¿Por qué mentir en el nombre? ¿Al fin y al cabo quien me conocía? Es más lo importante es mi apellido, y hace tiempo que se olvidaron de mi en mi propia tierra."
Pensó para sí, recordando su pasado, y el destierro al que se sometía. Al fin y al cabo el no había nacido para ser alguien de la calle, el había nacido para la nobleza, pero todo fue arrebatado demasiado pronto y la supervivencia era lo primero que había que aprender.
-¿Ladrona? Lo siento pero no compartimos oficio. -Mintió aun con su mano esperando a la suya. De nuevo le sonrió, pero no con malicia, sino divertido y algo atrevido, al fin y al cabo admitía que era una joven bella e interesante, además parecía ser una fierecilla difícil de domar. -Pero, ya que nombro la cuestión de compañía, por mi parte no me importa ofreceros la mía si os sentís demasiado sola en la noche o os veis en peligro.
Emhyr por un momento considero demasiado descaro el que ella revelará su modo de sobrevivir, él por su parte prefería no revelar, el cómo sobrevivía con sus juegos tramposos vinculados con su don de orador. Él era más cuidados para aquello y tener una fachada de humildad era lo que le había salvado más de una vez.
Con aquellos brazos cruzados, Emhyr escucho con atención las palabras de aquella chica. Había acertado, otra hija de la calle. Emhyr sonrió para sí mientras ella hablaba, aquello significaba saltarse las finuras típicas de la cortesía y armarse de la malicia, es decir, ser desconfiado.
-Emhyr.-Él le ofreció tomar su mano, para besársela cortésmente.
"¿Por qué mentir en el nombre? ¿Al fin y al cabo quien me conocía? Es más lo importante es mi apellido, y hace tiempo que se olvidaron de mi en mi propia tierra."
Pensó para sí, recordando su pasado, y el destierro al que se sometía. Al fin y al cabo el no había nacido para ser alguien de la calle, el había nacido para la nobleza, pero todo fue arrebatado demasiado pronto y la supervivencia era lo primero que había que aprender.
-¿Ladrona? Lo siento pero no compartimos oficio. -Mintió aun con su mano esperando a la suya. De nuevo le sonrió, pero no con malicia, sino divertido y algo atrevido, al fin y al cabo admitía que era una joven bella e interesante, además parecía ser una fierecilla difícil de domar. -Pero, ya que nombro la cuestión de compañía, por mi parte no me importa ofreceros la mía si os sentís demasiado sola en la noche o os veis en peligro.
Emhyr por un momento considero demasiado descaro el que ella revelará su modo de sobrevivir, él por su parte prefería no revelar, el cómo sobrevivía con sus juegos tramposos vinculados con su don de orador. Él era más cuidados para aquello y tener una fachada de humildad era lo que le había salvado más de una vez.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
-Un nombre muy bonito.- dije al escucharlo. Ofreció su mano, seguramente para saludar como era debido, pero yo no extendí la mía hasta que no contestara a su pequeño planteamiento..- Todos los humanos abandonados por Dios compartimos oficio, y no lo supongo, lo se.- dije convencida de que la única manera que había para sobrevivir en las calles de París siendo pobre eran dos: robar o estafar con pequeños trucos.- Por otro lado no creo que, si es cierto que no compartimos oficio, quieras mezclarte con una persona tan desagradable como yo. Pero no estaría mal, distraes muy bien a la gente. Eso es bueno.
Se escucharon unos pasos, dos , tres cuatro, eran demasiados pies y muy alterados, a cada lado del callejón.
-¡Ahí está! ¡Traedme a ese furcia ladrona! ¡Después de cobrar se a llevado todo mi dinero!
Aferré el mango del cuchillo que tenía escondido bajo el pañuelo que llevaba atado a la cintura pero sin llegar a sacarlo y fue entonces cuando acepté la mano del joven. Con toda la fuerza que pude volví a apoyar su espalda contra la pared poniendo en cuchillo en su estómago y sin dejar de sujetar su mano.
-¿Estás con ellos? ¡Vamos dime si estas con ellos ya o te mato, no será la primera ni última vez que lo haga!- todo estaba saliendo cada vez peor, era cierto que me había acostado con aquel borracho a cambio de unas monedas, por desgracia también era cierto que había robado todo lo que llevaba, incluido un anillo dorado con una gran piedra granate en el centro.
Por ambos lados se empezaron a acercar los borrachos con botellas de cristal rotas en las manos.O luchaba o iba a morir sin ver su rostro por última vez.
-Si estás con ellos te mato, pero si por el contrario no lo estás este es el momento más oportuno para saber si podré confiar en ti si de verdad quieres acompañarme, aun que solo sea por diversión.
Se escucharon unos pasos, dos , tres cuatro, eran demasiados pies y muy alterados, a cada lado del callejón.
-¡Ahí está! ¡Traedme a ese furcia ladrona! ¡Después de cobrar se a llevado todo mi dinero!
Aferré el mango del cuchillo que tenía escondido bajo el pañuelo que llevaba atado a la cintura pero sin llegar a sacarlo y fue entonces cuando acepté la mano del joven. Con toda la fuerza que pude volví a apoyar su espalda contra la pared poniendo en cuchillo en su estómago y sin dejar de sujetar su mano.
-¿Estás con ellos? ¡Vamos dime si estas con ellos ya o te mato, no será la primera ni última vez que lo haga!- todo estaba saliendo cada vez peor, era cierto que me había acostado con aquel borracho a cambio de unas monedas, por desgracia también era cierto que había robado todo lo que llevaba, incluido un anillo dorado con una gran piedra granate en el centro.
Por ambos lados se empezaron a acercar los borrachos con botellas de cristal rotas en las manos.O luchaba o iba a morir sin ver su rostro por última vez.
-Si estás con ellos te mato, pero si por el contrario no lo estás este es el momento más oportuno para saber si podré confiar en ti si de verdad quieres acompañarme, aun que solo sea por diversión.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Con atención y metiendo su mano libre en el bolsillo, continuo escuchándola. Iba a decir algo, pero, unos pasos rompieron el silencio nocturno de la calle, Emhyr giro su rostro y su sonrisa se borro.
Luego noto como ella le empujo hacia la pared, él no opuso resistencia, solo dirigió su mirada a la de ella cuando noto el filo del cuchillo.
Una sonrisa maliciosa le lanzó, a la vez que confiada, mientras deslizaba su mano lisa por su cintura, este la apretó contra él sintiendo la punzada del cuchillo contra su piel sin atrevesarla.
-Creo que es evidente, no.
Sus dedos se deslizaron por el rostro de ella, una extraña vibración transmitieron sus dedos, y pareció susurran algo en otro idioma.
La voces resonaron en el callejón, Emhyr la empujo con fuerza para retirarla de encima de él y hecho esto comenzó a caminar por la callejón con ambos brazos extendidos.
-Señores, por favor os pido calma, creo que este no es el modo de resolver este agravio. Podemos hablarlo, ¿no?.
Luego noto como ella le empujo hacia la pared, él no opuso resistencia, solo dirigió su mirada a la de ella cuando noto el filo del cuchillo.
Una sonrisa maliciosa le lanzó, a la vez que confiada, mientras deslizaba su mano lisa por su cintura, este la apretó contra él sintiendo la punzada del cuchillo contra su piel sin atrevesarla.
-Creo que es evidente, no.
Sus dedos se deslizaron por el rostro de ella, una extraña vibración transmitieron sus dedos, y pareció susurran algo en otro idioma.
La voces resonaron en el callejón, Emhyr la empujo con fuerza para retirarla de encima de él y hecho esto comenzó a caminar por la callejón con ambos brazos extendidos.
-Señores, por favor os pido calma, creo que este no es el modo de resolver este agravio. Podemos hablarlo, ¿no?.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Quedé atónita ante su comportamiento. ¿A caso no temía a la muerte? ¿A caso su vida le importaba tan poco como para ser un suicida? ¿Que pretendía hacer?
Su mano rozó mi cara y me sentí extraña, era como si una hilera de mil hormigas recorrieran el camino que su mano había marcado en mi rostro. Sorprendida por su comportamiento tan kamikaze me quedé allí mirando la reacción de los hombres y sobretodo la de él.
-¿Hablar? ¡Esa furia nos a robado lo que teníamos¿Y pretendes que hablemos? ¡Si la vas a proteger tu también sufrirás las consecuencias! - un hombre rubio, alto y corpulento, camino en dirección al chico con un espadín y tambaleándose intentó asestarle un golpe a Emhyr.
Casi me muero al ver que había fallado, ya que sus fuerzas fallaban debido a los efectos del alcohol. Otros dos comenzaron a andar desde el otro extremo del callejón. Pero yo me interpuse entre ellos. Dándole la espalda a Emhyr y con el cuchillo en alto y amenazador mirando cara a cara a los que seguramente eran mis dos contrincantes.
-No saldremos vivos de esta. Debí rezar a Dios antes de salir de la pensión.- dije para mi misma en voz alta mientras me armaba de valor.-¿No os da vergüenza?- pregunté a los dos hombres los cuales me miraron estupefactos. Comencé a correr hacia ellos cuando estuve a la altura de uno le di en la boca con el puño, me hice daño pero mis nudillos no se rompieron ya que sujetaba el mango del cuchillo. El hombre grito de dolor, yo comencé a correr intentando ver una oportunidad para escapar.-Sois como niños pequeños, se os quita un dulce y ya estáis violentos. Patético, realmente patético.- Pretendía ponerlos nerviosos, un hombre cabreado no respondía a sus actos y se convertía en una persona torpe y sin razonamiento, eso era bueno para una mente privilegiada como la mía. Los dos hombres se volvieron hacia a mi y comenzaron a correr en mi busca, los esquivé, mirando de reojo a Emhyr, para ver como actuaba en una situación peligrosa.
Su mano rozó mi cara y me sentí extraña, era como si una hilera de mil hormigas recorrieran el camino que su mano había marcado en mi rostro. Sorprendida por su comportamiento tan kamikaze me quedé allí mirando la reacción de los hombres y sobretodo la de él.
-¿Hablar? ¡Esa furia nos a robado lo que teníamos¿Y pretendes que hablemos? ¡Si la vas a proteger tu también sufrirás las consecuencias! - un hombre rubio, alto y corpulento, camino en dirección al chico con un espadín y tambaleándose intentó asestarle un golpe a Emhyr.
Casi me muero al ver que había fallado, ya que sus fuerzas fallaban debido a los efectos del alcohol. Otros dos comenzaron a andar desde el otro extremo del callejón. Pero yo me interpuse entre ellos. Dándole la espalda a Emhyr y con el cuchillo en alto y amenazador mirando cara a cara a los que seguramente eran mis dos contrincantes.
-No saldremos vivos de esta. Debí rezar a Dios antes de salir de la pensión.- dije para mi misma en voz alta mientras me armaba de valor.-¿No os da vergüenza?- pregunté a los dos hombres los cuales me miraron estupefactos. Comencé a correr hacia ellos cuando estuve a la altura de uno le di en la boca con el puño, me hice daño pero mis nudillos no se rompieron ya que sujetaba el mango del cuchillo. El hombre grito de dolor, yo comencé a correr intentando ver una oportunidad para escapar.-Sois como niños pequeños, se os quita un dulce y ya estáis violentos. Patético, realmente patético.- Pretendía ponerlos nerviosos, un hombre cabreado no respondía a sus actos y se convertía en una persona torpe y sin razonamiento, eso era bueno para una mente privilegiada como la mía. Los dos hombres se volvieron hacia a mi y comenzaron a correr en mi busca, los esquivé, mirando de reojo a Emhyr, para ver como actuaba en una situación peligrosa.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Emhyr continuo con sus brazos extendidos, de manera inofensiva y sin estar dispuesto a luchar. Con aquella sonrisa confiada.
A pesar de que ya habían intentado asestar el primer golpe él no se movío.
-Más os vale apreciar la vida, no me suele gustar arrebatarla, pero sin remedio.
Emhyr de reojo observo a su compañera, más le valía ser diestra o tener buenas piernas veloces.
Rápidamente reaccionó cuando de nuevo otro ataque fue dirigido a él. Emhyr tomo el brazo que se dirigía a él aguantandolo con ambas manos, aprovechando que el torso desnudo por unos segundo le asesto una buena patada en el pecho dejandolo un instante sin aire. Unos pasos atrás y el hombre se retorcía inclinado, intentando tomar el aire que le faltaba.
Sin darse cuenta, otro se dirigió a acertarle otro ataque, el hombro de Emhyr fue golpeado con una botella que estallo en mis pedazos, un quejido doloroso se pronuncio entre sus labios pero con gesto de ir apartarlo de un codazo, Emhyr fue rápido y el sonido ahogado por la sangre hizo que algunos de los hombres de aquella calle dieran un paso hacia atrás.
"Lo que me faltaba, ya que me fichen de asesino, con solo recien llegar a la ciudad"
Con algo oculto en la manga Emhyr había degollado al hombre que le había estallado la botella en el hombro. Este se derrumbo respirando con un sonido humedo y agobiante.
Emhyr se giro hacia su compañera.
-¡Atenta! Nos vamos de aquí... -Metiendo sus manos en los bolsillo, Emhyr saco un pequeño saquito y comenzo a esparcir un polvo por sus manos. -¡Cierra los ojos, y cuando te diga corre!
Soplando el polvo casi invisible en la oscuridad, Emhyr pronuncio unas palabras extrañas y aquel polvo se encendió cegando a algunos de los hombres de la calle.
-¡Corre!
A pesar de que ya habían intentado asestar el primer golpe él no se movío.
-Más os vale apreciar la vida, no me suele gustar arrebatarla, pero sin remedio.
Emhyr de reojo observo a su compañera, más le valía ser diestra o tener buenas piernas veloces.
Rápidamente reaccionó cuando de nuevo otro ataque fue dirigido a él. Emhyr tomo el brazo que se dirigía a él aguantandolo con ambas manos, aprovechando que el torso desnudo por unos segundo le asesto una buena patada en el pecho dejandolo un instante sin aire. Unos pasos atrás y el hombre se retorcía inclinado, intentando tomar el aire que le faltaba.
Sin darse cuenta, otro se dirigió a acertarle otro ataque, el hombro de Emhyr fue golpeado con una botella que estallo en mis pedazos, un quejido doloroso se pronuncio entre sus labios pero con gesto de ir apartarlo de un codazo, Emhyr fue rápido y el sonido ahogado por la sangre hizo que algunos de los hombres de aquella calle dieran un paso hacia atrás.
"Lo que me faltaba, ya que me fichen de asesino, con solo recien llegar a la ciudad"
Con algo oculto en la manga Emhyr había degollado al hombre que le había estallado la botella en el hombro. Este se derrumbo respirando con un sonido humedo y agobiante.
Emhyr se giro hacia su compañera.
-¡Atenta! Nos vamos de aquí... -Metiendo sus manos en los bolsillo, Emhyr saco un pequeño saquito y comenzo a esparcir un polvo por sus manos. -¡Cierra los ojos, y cuando te diga corre!
Soplando el polvo casi invisible en la oscuridad, Emhyr pronuncio unas palabras extrañas y aquel polvo se encendió cegando a algunos de los hombres de la calle.
-¡Corre!
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Todo estaba pasando verdaderamente rápido. Estaba viviendo un déjà vu, uno demasiado intenso como para poder soportarlo. Me quedé paralizada observando cada movimiento de mi compañero y ahogué un grito cuando una de las botellas estalló contra su hombro -lo último que quería es que hicieran daño a alguien por mi culpa- intenté correr hacia él pero uno de los que estaban situados tras de mi aprovechó la distracción y me sujetó por la espalda.
Olía a alcohol. Y a prostitutas. Olía a mi.
Todos - o al menos eso me parecía a mi- observábamos como Emhyr luchaba como podía contra los ataques de aquellos. Uno se retiró enseguida, el otro calló al suelo en cuestión de segundos sangrando. Lo había matado. De nuevo tuve aquella sensación. Cerré los ojos intentando no perder los nervios. El hombre que me sujetaba aflojó su presa y yo pude zafarme a tiempo para que no volviera a cogerme. Las palabras de Emhyr eran claras: Cerrar ojos y correr.
Comencé a correr con todas mis fuerzas, hasta que consideré estar lo suficiente lejos- aun que en realidad es que no tenía aliento para seguir corriendo- Emhyr estaba cerca.
-¡¿Por que le has matado?! ¿Sabes lo que significa eso? ¿Tienes una idea de lo que me puede pasar A MI si llegan a descubrir el otro cuer...!-me callé al darme cuenta de que aquél hombre no sabía NADA sobre mi ni sobre mi pasado.- Debo irme a casa...-comencé a decir para mi misma, pero en realidad ¿A que casa iba a ir si no la tenía? Suspiré ya que era lo único que podía hacer en un lugar como aquel.
-Siento haber gritado de esa manera, no es la primera muerte que tendré que cargar sobre mi espalda, pero al menos espero que cumplas la promesa que me hiciste. Esa de ser compañeros, no es muy conveniente que , ahora que se lo que has hecho, no me ayudes ya que no dudaré en decírselo a la guardia si intentas venderme.
Volví a ser la Nimue de siempre, aquella que intentaba buscar una solución a los problemas que se presentaban.
Olía a alcohol. Y a prostitutas. Olía a mi.
Todos - o al menos eso me parecía a mi- observábamos como Emhyr luchaba como podía contra los ataques de aquellos. Uno se retiró enseguida, el otro calló al suelo en cuestión de segundos sangrando. Lo había matado. De nuevo tuve aquella sensación. Cerré los ojos intentando no perder los nervios. El hombre que me sujetaba aflojó su presa y yo pude zafarme a tiempo para que no volviera a cogerme. Las palabras de Emhyr eran claras: Cerrar ojos y correr.
Comencé a correr con todas mis fuerzas, hasta que consideré estar lo suficiente lejos- aun que en realidad es que no tenía aliento para seguir corriendo- Emhyr estaba cerca.
-¡¿Por que le has matado?! ¿Sabes lo que significa eso? ¿Tienes una idea de lo que me puede pasar A MI si llegan a descubrir el otro cuer...!-me callé al darme cuenta de que aquél hombre no sabía NADA sobre mi ni sobre mi pasado.- Debo irme a casa...-comencé a decir para mi misma, pero en realidad ¿A que casa iba a ir si no la tenía? Suspiré ya que era lo único que podía hacer en un lugar como aquel.
-Siento haber gritado de esa manera, no es la primera muerte que tendré que cargar sobre mi espalda, pero al menos espero que cumplas la promesa que me hiciste. Esa de ser compañeros, no es muy conveniente que , ahora que se lo que has hecho, no me ayudes ya que no dudaré en decírselo a la guardia si intentas venderme.
Volví a ser la Nimue de siempre, aquella que intentaba buscar una solución a los problemas que se presentaban.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Tras sentir como aquel pequeño incendió que sus palabras mezcladas con aquel polvo dañaron sus manos, Emhyr las agito dolorido levemente mientras corría aprovechando el despiste que había causado.
Una calle oscura tras otra, era cierto lo que decían de que las calles parecían mas largas justamente en el anochecer.
Su cabello largo y llamativo le servía de guia para seguirla, hasta que esta se detuvo. Emhyr supuso que estaban en lugar seguro. Y mientras ella comenzaba a hablar el miro la palmas de sus manos y la soplo.
Sus gritos resonaron en la calle, Emhyr parecía tener su atención la palma de sus heridas manos, luego pronunció un quejido al recordar el dolor de su hombro. Y las palabras de ella se suavizaron.
-Seremos compañeros, aunque no llegue a jurar nada, nos guardaremos las espaldas. Y no considero esta muerte como para que cargues con ella. "Mea culpa"
Emhyr le sonrio, mientras extraía un cristal de su hombro.
-¡Auch! No me asusta que se lo digas a la guardia, tengo mas facilidad de salir de un lugar e ir a otro que tú, no sabes lo que llevo ya arrastrado en otros países. Además estamos en igual de condiciones puedo decir lo mismo de tí.
Una calle oscura tras otra, era cierto lo que decían de que las calles parecían mas largas justamente en el anochecer.
Su cabello largo y llamativo le servía de guia para seguirla, hasta que esta se detuvo. Emhyr supuso que estaban en lugar seguro. Y mientras ella comenzaba a hablar el miro la palmas de sus manos y la soplo.
Sus gritos resonaron en la calle, Emhyr parecía tener su atención la palma de sus heridas manos, luego pronunció un quejido al recordar el dolor de su hombro. Y las palabras de ella se suavizaron.
-Seremos compañeros, aunque no llegue a jurar nada, nos guardaremos las espaldas. Y no considero esta muerte como para que cargues con ella. "Mea culpa"
Emhyr le sonrio, mientras extraía un cristal de su hombro.
-¡Auch! No me asusta que se lo digas a la guardia, tengo mas facilidad de salir de un lugar e ir a otro que tú, no sabes lo que llevo ya arrastrado en otros países. Además estamos en igual de condiciones puedo decir lo mismo de tí.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Escuché sus palabras aliviada por saber que de nuevo iba a tener compañía en las noches oscuras de París- aun que no era él precisamente al que quería tener cerca- eso me daba seguridad y algo de tiempo para hacer las cosas a mi manera. Tenía pensado hacerlo y lo haría.
No había vuelta atrás.
Emhyr sacó un cristal de su hombro, con la tensión de unos momentos atrás no me había percatado de su estado físico, el había salido peor parado que yo ya que mi cuerpo solo tenía unas leves contusiones. El tenía un corte, aun que ignoraba si profundo o no.
-Déjame ver la herida, no tengo poderes curativos,pero creo que podré taponar la herida y evitarte una infección, no sería muy recomendable que tu hombro sufriera ningún daño.-me acerqué más a él.- Aun que si prefieres podemos ir a algún lado donde haya más luz y así poder atender mejor la herida. Pero desgraciadamente, no tengo lugar donde ir. Déjame verla-dije de nuevo poniendo mi mano en su hombro, sabía que le dolería por ello me aparté y esperé a que me diera permiso para empezar a torturarle.-Si te sirve de consuelo lo he hecho otras veces, pese a mi edad he sido toda una mujer madura con mi antiguo compañero, y eso incluía curarle cuando se metía en un altercado.
No sabía como tratar a un hombre al que no fuera a estafar o que no fuera Calé, nunca me habían enseñado a ser sincera a confiar en alguien
Estaba empezando de cero. Estaba empezando una nueva vida.
No había vuelta atrás.
Emhyr sacó un cristal de su hombro, con la tensión de unos momentos atrás no me había percatado de su estado físico, el había salido peor parado que yo ya que mi cuerpo solo tenía unas leves contusiones. El tenía un corte, aun que ignoraba si profundo o no.
-Déjame ver la herida, no tengo poderes curativos,pero creo que podré taponar la herida y evitarte una infección, no sería muy recomendable que tu hombro sufriera ningún daño.-me acerqué más a él.- Aun que si prefieres podemos ir a algún lado donde haya más luz y así poder atender mejor la herida. Pero desgraciadamente, no tengo lugar donde ir. Déjame verla-dije de nuevo poniendo mi mano en su hombro, sabía que le dolería por ello me aparté y esperé a que me diera permiso para empezar a torturarle.-Si te sirve de consuelo lo he hecho otras veces, pese a mi edad he sido toda una mujer madura con mi antiguo compañero, y eso incluía curarle cuando se metía en un altercado.
No sabía como tratar a un hombre al que no fuera a estafar o que no fuera Calé, nunca me habían enseñado a ser sincera a confiar en alguien
Estaba empezando de cero. Estaba empezando una nueva vida.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Emhyr, poso su mano sobre donde había estado el cristal, sus dedos se mancharon de la sangre y el pensamiento de que tenía pinta de ser uan fea herida recorrió su mente, pero no sus labios. No deseo preocupar a nadie, ni mostrar debilidad alguna.
-Prefiero un lugar con más luz e higiene, sinceramente.
Suspiro, notando como sus fuerzas desistían y no solo por la herida, sino por aquel pequeño hechizo ígneo que había usado previamente en el callejón. Luego metió una de sus manos en el bolsillo de su abrigo buscando pensativo, para después sonreírle a su compañera indicando de que no era grave.
-Tenemos dos opciones, ir al cementerio, me estoy hospedando allí mientras este en esta ciudad o... -De nuevo se quejo, al sentir el leve escozor de la herida. -... Tengo algo de dinero, poco, pero es algo. Podemos alquilar alguna habitación donde sea al menos esta noche, y barata. Te dejo elegir, veo que conoces mejor el lugar que yo, aun.
Emhyr observó como ella posaba su mano precavida en su hombro, y luego la retiraba.
-Si ya veo tu madurez. -Dijo con ironía y medio bromeando. -Bueno, tendre que fiarme de tus "dotes" curativas. Pero aquí no, repito, no creo que estemos aun tampocos seguros por aquí, así que tu diras.
No era que se fiará del todo de aquella joven, pero no le quedaba mas remedió, además una compañía como aquella le vendría bien para aprender mas cosas de aquella ciudad, añadiendo que no le desagradaba aquella chica, tanto en actitud como físicamente.
-Prefiero un lugar con más luz e higiene, sinceramente.
Suspiro, notando como sus fuerzas desistían y no solo por la herida, sino por aquel pequeño hechizo ígneo que había usado previamente en el callejón. Luego metió una de sus manos en el bolsillo de su abrigo buscando pensativo, para después sonreírle a su compañera indicando de que no era grave.
-Tenemos dos opciones, ir al cementerio, me estoy hospedando allí mientras este en esta ciudad o... -De nuevo se quejo, al sentir el leve escozor de la herida. -... Tengo algo de dinero, poco, pero es algo. Podemos alquilar alguna habitación donde sea al menos esta noche, y barata. Te dejo elegir, veo que conoces mejor el lugar que yo, aun.
Emhyr observó como ella posaba su mano precavida en su hombro, y luego la retiraba.
-Si ya veo tu madurez. -Dijo con ironía y medio bromeando. -Bueno, tendre que fiarme de tus "dotes" curativas. Pero aquí no, repito, no creo que estemos aun tampocos seguros por aquí, así que tu diras.
No era que se fiará del todo de aquella joven, pero no le quedaba mas remedió, además una compañía como aquella le vendría bien para aprender mas cosas de aquella ciudad, añadiendo que no le desagradaba aquella chica, tanto en actitud como físicamente.
Última edición por Emhyr Van Emreys el Dom Sep 19, 2010 3:01 pm, editado 1 vez
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
-Monsieur, he de decirle que no me agradan los cementerios, allí solo van difuntos y yo aún tengo mucha vida por delante.- sonreí con gracia al meter la mano en uno de los bolsillos ocultos del pobre vestido que llevaba.-Además , si usted tiene algo de dinero, yo creo que e recogido bastante. Aquellos hombres no lo parecían pero eran lo bastante adinerados como para poder sostenernos a los dos durante una semana entera.-fue cuando saqué del bolsillo un saco negro, lleno, que resonaba con cada movimiento de mi mano.-Han sido unos descuidados, se lo he robado a uno de ellos mientras me sostenía,pero no hace falta que esta noche paguemos una pensión. Yo me hospedo en una cerca de aquí, es barata y limpia, el casero muy amable y allí tengo todo lo que necesito para curar esa herida. Que parece que va darle algún problema que otro.
Quise cogerle del brazo y pasear como había anteriormente con mi antiguo compañero pero sabía que no era el momento de tomarse tales confianzas. Ignoraba si él se encontraba en condiciones de andar a paso ligero, pero debía aguantar unos cuantos callejones más hasta llegar a la hospedería.
-El único problema- dije comenzando a caminar mientras miraba por el rabillo del ojo a aquel extraño y curioso hombre.-Es que al no poder costearme yo sola una habitación muy grande y ostentosa solo tiene una pobre cama y una ventana que da a un burdel de poca monta. El dinero podemos guardarlo para sobrevivir un poco más de tiempo y no derrocharlo tan rápidamente. Yo puedo dormir entre sábanas en el suelo, al fin y al cabo sin ti hubiera sido yo la que hubiera acabado con el cuello ensangrentado.
Ya había andado lo suficiente como para estar delante de Emhyr,me sorprendía lo fortaleza que había mostrado, también lo que había hecho para poder escapar de aquellos hombres. Pero ya descubriría como lo había hecho. Estaba segura de que era magia. O un milagro.
-Vamos, no te quedes atrás.Quien sabe si a esos les quedan ganas de seguir luchando con nosotros.- dije para apremiarle y llegar antes a la pensión. Estaba agotada, física y psicológicamente.
Había robado en una iglesia, puse en peligro mi vida, vendí mi cuerpo y luché por salvar mi vida. Era hora de descansar y respirar hondo. Aun que al decir verdad, eso mantenía mi mente ocupada y no me daba lugar a pensar en él.
Poco después , tras andar unos minutos que parecían eternos y de recorrer los callejones que no tenían fin. Llegamos a una pensión. El edificio era pequeño, en una calle poco iluminada y estrecha, los alrededores era un estercolero de hombres y cortesanas. a simple vista era un sitio podrido más. Un sitio podrido, en el que estábamos a salvo.
-Se que no es mucho, pero es suficiente para una ladrona como yo.- intenté excusarme por la pobreza del lugar, pero en realidad a mi aquello me gustaba, me hacía recordar que aun que las cosas iban mal siempre había gente que lo tenía peor.
Quise cogerle del brazo y pasear como había anteriormente con mi antiguo compañero pero sabía que no era el momento de tomarse tales confianzas. Ignoraba si él se encontraba en condiciones de andar a paso ligero, pero debía aguantar unos cuantos callejones más hasta llegar a la hospedería.
-El único problema- dije comenzando a caminar mientras miraba por el rabillo del ojo a aquel extraño y curioso hombre.-Es que al no poder costearme yo sola una habitación muy grande y ostentosa solo tiene una pobre cama y una ventana que da a un burdel de poca monta. El dinero podemos guardarlo para sobrevivir un poco más de tiempo y no derrocharlo tan rápidamente. Yo puedo dormir entre sábanas en el suelo, al fin y al cabo sin ti hubiera sido yo la que hubiera acabado con el cuello ensangrentado.
Ya había andado lo suficiente como para estar delante de Emhyr,me sorprendía lo fortaleza que había mostrado, también lo que había hecho para poder escapar de aquellos hombres. Pero ya descubriría como lo había hecho. Estaba segura de que era magia. O un milagro.
-Vamos, no te quedes atrás.Quien sabe si a esos les quedan ganas de seguir luchando con nosotros.- dije para apremiarle y llegar antes a la pensión. Estaba agotada, física y psicológicamente.
Había robado en una iglesia, puse en peligro mi vida, vendí mi cuerpo y luché por salvar mi vida. Era hora de descansar y respirar hondo. Aun que al decir verdad, eso mantenía mi mente ocupada y no me daba lugar a pensar en él.
Poco después , tras andar unos minutos que parecían eternos y de recorrer los callejones que no tenían fin. Llegamos a una pensión. El edificio era pequeño, en una calle poco iluminada y estrecha, los alrededores era un estercolero de hombres y cortesanas. a simple vista era un sitio podrido más. Un sitio podrido, en el que estábamos a salvo.
-Se que no es mucho, pero es suficiente para una ladrona como yo.- intenté excusarme por la pobreza del lugar, pero en realidad a mi aquello me gustaba, me hacía recordar que aun que las cosas iban mal siempre había gente que lo tenía peor.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
-Es lo único que tengo, aquí. -Le dijo como si nada encogiendo sus hombros, cuando ella se refirio al cementerio, luego acepto con gusto aquello que ella ofrecía.
Pensar en una cama, ¿cuántos años había pasado desde que no había dormido en una?, era algo bien atractivo para él, y el pasar una noche bajo un techo también.
Ella comenzó a caminar, y él la siguió siguiendole su ritmo con apariencia de no costarle, a pesar de todo lo contrario.
No era porque sus piernas estuviesen afectadas, pero haber hecho aquel hechizo había agotado bastante sus fuerzas. A veces el realizar aquello llegaba a llevarlo a la inconsciencia, y por ello penso en lo poco precavido que había sido haciendo aquello podía haber acabado todo aquello en peor sino hubiese aguantado el derroche se su propia energía. Pero no solo aquello hacía sentir su cuerpo débil y trabajoso, bajo aquella chaquela larga y su camisa, una mancha oscura y oculta se formaba, el corte había sido profundo y hacía que perdiese sangre.
Suspiró un instante durante su camino, sintiendo hondo el aire y aliviado para el esfuerzo que hacía por mantenerse de aquel modo. El camino se estaba haciéndo tortuosamente largo, más que había descubierto que en la palma de sus manos se había formados una pequeñas burbujas, escasas, pero escocían. Todo a causa de que se había quemado con el hechizo, fallo suyo el no haber protegido sus manos lo suficiente.
"Demasiado impulsivo y confiado estoy siendo..."
De repente ella se paro, frente un edificio, no era un palacio pero era un refugio.
-Es perfecto, creeme. Todo los días que llevo aquí en París, los he pasado al raso, y en el cementerio nombrado. No te lo sugiero... Noches demasiado frías, a las que no estoy acostumbrado. De donde vengo, el calor es lo que predomina.
Una sonrisa le dedico al nombrar aquello.
-¿Vamos?
Pensar en una cama, ¿cuántos años había pasado desde que no había dormido en una?, era algo bien atractivo para él, y el pasar una noche bajo un techo también.
Ella comenzó a caminar, y él la siguió siguiendole su ritmo con apariencia de no costarle, a pesar de todo lo contrario.
No era porque sus piernas estuviesen afectadas, pero haber hecho aquel hechizo había agotado bastante sus fuerzas. A veces el realizar aquello llegaba a llevarlo a la inconsciencia, y por ello penso en lo poco precavido que había sido haciendo aquello podía haber acabado todo aquello en peor sino hubiese aguantado el derroche se su propia energía. Pero no solo aquello hacía sentir su cuerpo débil y trabajoso, bajo aquella chaquela larga y su camisa, una mancha oscura y oculta se formaba, el corte había sido profundo y hacía que perdiese sangre.
Suspiró un instante durante su camino, sintiendo hondo el aire y aliviado para el esfuerzo que hacía por mantenerse de aquel modo. El camino se estaba haciéndo tortuosamente largo, más que había descubierto que en la palma de sus manos se había formados una pequeñas burbujas, escasas, pero escocían. Todo a causa de que se había quemado con el hechizo, fallo suyo el no haber protegido sus manos lo suficiente.
"Demasiado impulsivo y confiado estoy siendo..."
De repente ella se paro, frente un edificio, no era un palacio pero era un refugio.
-Es perfecto, creeme. Todo los días que llevo aquí en París, los he pasado al raso, y en el cementerio nombrado. No te lo sugiero... Noches demasiado frías, a las que no estoy acostumbrado. De donde vengo, el calor es lo que predomina.
Una sonrisa le dedico al nombrar aquello.
-¿Vamos?
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Sonreí abiertamente ante aquella sonrisa que el me dedicó. Tenía la sensación por muy extraña que fuera de sentirme en paz y harmonía con él. Me sentía identificada.
-Créeme, te podrías acabar acostumbrando al frío si es eso lo que en realidad deseas.- entré en el pequeño y derruido edificio. En su interior un pequeño hall nada lujoso nos esperaba, caliente y fuera del alcance de las miradas del pueblo que intentaba dormir a las alrededores del edificio.- Buenas noches Jalim.- dije al ver al pobre anciano y decrepito sentado en una silla de madera comida por las ratas tras un pequeño mostrador.- Se que no debería pero esta noche mi compañero dormirá conmigo en la habitación. Me a salvado la vida y como agradecimiento al menos he de curarle las heridas que su esfuerzo ha causado.
El pobre anciano se levantó y nos examinó a los dos con sus y olisqueaba con su nariz aguileña.
-Te dije desde un principio que aquí no quería rameras que trajeran a sus clientes.- replicó ante mis palabras.
-Jalim- dije acercándome al anciano.-Si este señor fuera un cliente. ¿Crees que con su aspecto podría pagar mis servicios? Solo es un pobre como yo que busca refugio . Te prometo, no te juro, que no es lo que estas pensado. Te pagaré un poco más. Ten.- dije metiendo mis manos en uno de los bolsillos ocultos para sacar un par de monedas y tendérselas en la mano al viejo.- A cambio quiero que me prestes una palangana de agua limpia, paños y una aguja e hilo. Tu hija no se negará a subirlo. Lo necesito y urgente.
El viejo se dirigió de nuevo tras el mostrador y llamó en un idioma desconocido para mi a una muchacha joven que no tendría mucha más edad que yo, demasiado morena como para ser parisina. La chica asintió a las palabras y se fue por donde vino. Yo me acerqué a mi acompañante y le cogí del brazo, intentando ser un punto de apoyo para él.
-Se que no estás bien. No hace falta que disimules.- comencé a guiarle por unas escaleras pequeñas que llevaban a un primer piso. Allí la puerta donde se dibujaba el numero 5 era la habitación donde me hospedaba, no tardamos en entrar.- Siéntate en la cama y ves quitándote la camisa que llevas para que te pueda curar la herida.- dije en un tono más serio y cansado. Todo aquello me ponía melancólica.
A los pocos segundos entro la joven muchacha con todo lo que le había pedido y encendió un par de velas más para iluminar la estancia. Se marchó en silencio.
-Dime.- dije llevando todos los instrumentos y dejándolos sobre la cama. Para después mojar un trapo blanco en el agua limpia que me habían proporcionado.- Antes has dicho que donde has venido suele hacer un clima cálido. ¿De donde vienes? ¿Que te a hecho desplazarte hasta un lugar frío y corrupto como París?- estrujé el pañuelo y alcé una ceja mirando al joven.-Vamos, que no me como a nadie. Al menos a nadie que no quiera ser comido.-dije intentando poner un poco de humor a la lúgubre escena.-Vamos , deja que te limpie primero la herida.
-Créeme, te podrías acabar acostumbrando al frío si es eso lo que en realidad deseas.- entré en el pequeño y derruido edificio. En su interior un pequeño hall nada lujoso nos esperaba, caliente y fuera del alcance de las miradas del pueblo que intentaba dormir a las alrededores del edificio.- Buenas noches Jalim.- dije al ver al pobre anciano y decrepito sentado en una silla de madera comida por las ratas tras un pequeño mostrador.- Se que no debería pero esta noche mi compañero dormirá conmigo en la habitación. Me a salvado la vida y como agradecimiento al menos he de curarle las heridas que su esfuerzo ha causado.
El pobre anciano se levantó y nos examinó a los dos con sus y olisqueaba con su nariz aguileña.
-Te dije desde un principio que aquí no quería rameras que trajeran a sus clientes.- replicó ante mis palabras.
-Jalim- dije acercándome al anciano.-Si este señor fuera un cliente. ¿Crees que con su aspecto podría pagar mis servicios? Solo es un pobre como yo que busca refugio . Te prometo, no te juro, que no es lo que estas pensado. Te pagaré un poco más. Ten.- dije metiendo mis manos en uno de los bolsillos ocultos para sacar un par de monedas y tendérselas en la mano al viejo.- A cambio quiero que me prestes una palangana de agua limpia, paños y una aguja e hilo. Tu hija no se negará a subirlo. Lo necesito y urgente.
El viejo se dirigió de nuevo tras el mostrador y llamó en un idioma desconocido para mi a una muchacha joven que no tendría mucha más edad que yo, demasiado morena como para ser parisina. La chica asintió a las palabras y se fue por donde vino. Yo me acerqué a mi acompañante y le cogí del brazo, intentando ser un punto de apoyo para él.
-Se que no estás bien. No hace falta que disimules.- comencé a guiarle por unas escaleras pequeñas que llevaban a un primer piso. Allí la puerta donde se dibujaba el numero 5 era la habitación donde me hospedaba, no tardamos en entrar.- Siéntate en la cama y ves quitándote la camisa que llevas para que te pueda curar la herida.- dije en un tono más serio y cansado. Todo aquello me ponía melancólica.
A los pocos segundos entro la joven muchacha con todo lo que le había pedido y encendió un par de velas más para iluminar la estancia. Se marchó en silencio.
-Dime.- dije llevando todos los instrumentos y dejándolos sobre la cama. Para después mojar un trapo blanco en el agua limpia que me habían proporcionado.- Antes has dicho que donde has venido suele hacer un clima cálido. ¿De donde vienes? ¿Que te a hecho desplazarte hasta un lugar frío y corrupto como París?- estrujé el pañuelo y alcé una ceja mirando al joven.-Vamos, que no me como a nadie. Al menos a nadie que no quiera ser comido.-dije intentando poner un poco de humor a la lúgubre escena.-Vamos , deja que te limpie primero la herida.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Mudo completamente, ejerciendo como observador detallos la escena que iba produciendose, Emhyr se mantenía pasivo y precavido en todo momento.
Le siguió hasta su habitación, aquel sitio era todo lo que podía pedir y para él era una suerte, después de sus meses y casi años durmiendo al raso en cualquier lugar. Solo podía recordar haber dormido bajo techo, pero en una carreta bien repleta de un grupo de gitanos, donde ningun hueco quedaba sin rellenar.
Aquel recuerdo le hizo sonreir un instante para él.
-¿Sabes qué eso de "siéntate en la cama y quitate la camisa" sonaba a invitación? -Bromeó un instante, riendo tranquilamente, mientras se acercaba a la cama y se sentaba quitandose él abrigo y dejandolo a un lado.
Aquella camisa inmaculada, se veía corrupta por una mancha oscura que recorría todo el hombro y parte de la clavícula de Emhyr. Emhyr le echo un vistazo como si aquello se lo esperase y resoplo con fastidio.
Botónn tras botón comenzó a ceder abriéndose la camisa, lentamente y dolorosa se desprendió de su camisa, una queja dolorosa al sentir como al sangre seca se despegaba al retirar la tela, no pudo evitar emitir.
Fuera la camisa, la sangre continuaba siendo lo más llamativo en la piel de Emhyr, a pesar de que su piel desnuda mostrase elementos más llamativos que aquellas heridas, sus diferentes y desplegados tatuajes bien repartidos por su hombro, no herido,y brazo no herido y aquella curiosas cicatrices que parecían o eran mordeduras.
-¡Ala! Aquí tienes trabajo que hacer. -Parecía que a pesar del dolor y la debilidad, el humor no le cambiaba y continuaba con un cierto optimismo, al menos en aquella situación.
Ella se acerco con aquello necesario para comenzar la cura, él permaneció quieto y obvediente en todo momento.
-Más bien, no soy de ningún lado en particular porque no consigo esteblecerme en ningún sitio. Decirte que mi última estancia fue en España, en el sur, Andalicía para destacar. Sé que mi madre era de allí y que yo nací allí, pero si te soy sincero yo me crié en Estambul, Turquía, de allí mi padre. -Pauso. -Y el motivo por el que estoy aquí, supongo que la casualidad, era lo que me tocaba. El azar me trajo aquí.
Aquello último había sido una gran mentira por su parte, el azar no le había traído allí, la busquéda de la inmortalidad, si. Vampiros, era su obsesión, los buscaba, y buscaba respuestas a las miles de preguntas que había quedado escritas en su piel con aquellas modeduras cicatrizadas.
-Y tú, supongo eres de aquí o...¿me equivoco?-Emhyr fue rápido al intentar desviar el tema, respento a motivos de estancias allí. Prefería guardar su obsersión y pasado.
Le siguió hasta su habitación, aquel sitio era todo lo que podía pedir y para él era una suerte, después de sus meses y casi años durmiendo al raso en cualquier lugar. Solo podía recordar haber dormido bajo techo, pero en una carreta bien repleta de un grupo de gitanos, donde ningun hueco quedaba sin rellenar.
Aquel recuerdo le hizo sonreir un instante para él.
-¿Sabes qué eso de "siéntate en la cama y quitate la camisa" sonaba a invitación? -Bromeó un instante, riendo tranquilamente, mientras se acercaba a la cama y se sentaba quitandose él abrigo y dejandolo a un lado.
Aquella camisa inmaculada, se veía corrupta por una mancha oscura que recorría todo el hombro y parte de la clavícula de Emhyr. Emhyr le echo un vistazo como si aquello se lo esperase y resoplo con fastidio.
Botónn tras botón comenzó a ceder abriéndose la camisa, lentamente y dolorosa se desprendió de su camisa, una queja dolorosa al sentir como al sangre seca se despegaba al retirar la tela, no pudo evitar emitir.
Fuera la camisa, la sangre continuaba siendo lo más llamativo en la piel de Emhyr, a pesar de que su piel desnuda mostrase elementos más llamativos que aquellas heridas, sus diferentes y desplegados tatuajes bien repartidos por su hombro, no herido,y brazo no herido y aquella curiosas cicatrices que parecían o eran mordeduras.
-¡Ala! Aquí tienes trabajo que hacer. -Parecía que a pesar del dolor y la debilidad, el humor no le cambiaba y continuaba con un cierto optimismo, al menos en aquella situación.
Ella se acerco con aquello necesario para comenzar la cura, él permaneció quieto y obvediente en todo momento.
-Más bien, no soy de ningún lado en particular porque no consigo esteblecerme en ningún sitio. Decirte que mi última estancia fue en España, en el sur, Andalicía para destacar. Sé que mi madre era de allí y que yo nací allí, pero si te soy sincero yo me crié en Estambul, Turquía, de allí mi padre. -Pauso. -Y el motivo por el que estoy aquí, supongo que la casualidad, era lo que me tocaba. El azar me trajo aquí.
Aquello último había sido una gran mentira por su parte, el azar no le había traído allí, la busquéda de la inmortalidad, si. Vampiros, era su obsesión, los buscaba, y buscaba respuestas a las miles de preguntas que había quedado escritas en su piel con aquellas modeduras cicatrizadas.
-Y tú, supongo eres de aquí o...¿me equivoco?-Emhyr fue rápido al intentar desviar el tema, respento a motivos de estancias allí. Prefería guardar su obsersión y pasado.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Mientras yo me dedicaba por completo a preparar las cosas para la cura. Emhyr fue bastante obediente, era todo un milagro que no hubiera lindado con el para que se quitara la camisa tal y como Calé lo hacia siempre. Eso me serenó un poco y me trajo de vuelta a la realidad.
Cuando le examiné cautelosamente una expresión mezcla de dolor y de compasión se dibujó en mi rostro, no solo por la herida producida por la botella, también por las cicatrices que recorrían la parte santa, si es que sana se le podía denominar a aquel brazo y hombro. Lleno de tatuajes inexplicables y sin sentido para mi. Tal fue la impresión de ver un cuerpo curtido y torturado que me quedé más tiempo de lo normal con la mirada fija en él hasta que su relato me devolvió a la realidad. Me obligué a hablar sin mostrar el dolor que sentía en mi cuerpo solo de ver la herida.
-Bueno, ¡Ala! Aquí tienes trabajo que hacer también a sonado a invitación.- dije intentando sonreir forzosamente.
Me senté en la cama junto a él. Lo primero que debía hacer era limpiar la herida. Y así lo hice con uno de los paños húmedos que la joven muchacha había traído.
-Y esta no va a ser la peor parte. Es muy profunda, como me temía hay que coser.-comenté más bien para mi misma que para él.
Una vez limpia la herida me volví a levantar de la cama y me puse a enfilar un hilo negro en una aguja bastante gruesa, parecía fuerte pero no confiaba en las agujas, en más de una ocasión se me habían roto al intentar corser carne humana. Desde lo más profundo de mi corazón deseaba que aquello no pasara.
-Contestando a tu pregunta. Si, nací aquí, pero desconozco quien me engendró o si tengo familiares vivos. Me crió una monja en un convento hasta que el cura decidió expulsarme por el tono de mi cabello. Parece una tontería pero una niña de apenas siete años no hubiera sobrevivido sola. Y puedo dar gracias porque casi no lo cuento.- me volví ya con la aguja y el hilo preparado.-Bueno, pero el pasado es algo que no importa. Al menos a mi. Solo el presente y el futuro, y espero tener un futuro muy largo para saciar todas mis ambiciones.
Hice una pausa en la que miré fijamente a Emhyr.
-Bueno, será mejor que te tumbes, quizás lo soportes mejor y así estaré más cómoda pero si te crees lo suficientemente fuerte como para soportar el dolor te coso sentado. ¿Que prefieres?
Estaba loca. Simple y llanamente demente. ¿En que estaba pensando? No solo podía hacerle daño, si no que también podría abalanzarme sobre él en cualquier momento y hacer aquello que con Calé nunca me dispuse a hacer.
-Bueno, venga, la herida no puede estar así más tiempo.-dije intentando distraer mis pensamientos.
Cuando le examiné cautelosamente una expresión mezcla de dolor y de compasión se dibujó en mi rostro, no solo por la herida producida por la botella, también por las cicatrices que recorrían la parte santa, si es que sana se le podía denominar a aquel brazo y hombro. Lleno de tatuajes inexplicables y sin sentido para mi. Tal fue la impresión de ver un cuerpo curtido y torturado que me quedé más tiempo de lo normal con la mirada fija en él hasta que su relato me devolvió a la realidad. Me obligué a hablar sin mostrar el dolor que sentía en mi cuerpo solo de ver la herida.
-Bueno, ¡Ala! Aquí tienes trabajo que hacer también a sonado a invitación.- dije intentando sonreir forzosamente.
Me senté en la cama junto a él. Lo primero que debía hacer era limpiar la herida. Y así lo hice con uno de los paños húmedos que la joven muchacha había traído.
-Y esta no va a ser la peor parte. Es muy profunda, como me temía hay que coser.-comenté más bien para mi misma que para él.
Una vez limpia la herida me volví a levantar de la cama y me puse a enfilar un hilo negro en una aguja bastante gruesa, parecía fuerte pero no confiaba en las agujas, en más de una ocasión se me habían roto al intentar corser carne humana. Desde lo más profundo de mi corazón deseaba que aquello no pasara.
-Contestando a tu pregunta. Si, nací aquí, pero desconozco quien me engendró o si tengo familiares vivos. Me crió una monja en un convento hasta que el cura decidió expulsarme por el tono de mi cabello. Parece una tontería pero una niña de apenas siete años no hubiera sobrevivido sola. Y puedo dar gracias porque casi no lo cuento.- me volví ya con la aguja y el hilo preparado.-Bueno, pero el pasado es algo que no importa. Al menos a mi. Solo el presente y el futuro, y espero tener un futuro muy largo para saciar todas mis ambiciones.
Hice una pausa en la que miré fijamente a Emhyr.
-Bueno, será mejor que te tumbes, quizás lo soportes mejor y así estaré más cómoda pero si te crees lo suficientemente fuerte como para soportar el dolor te coso sentado. ¿Que prefieres?
Estaba loca. Simple y llanamente demente. ¿En que estaba pensando? No solo podía hacerle daño, si no que también podría abalanzarme sobre él en cualquier momento y hacer aquello que con Calé nunca me dispuse a hacer.
-Bueno, venga, la herida no puede estar así más tiempo.-dije intentando distraer mis pensamientos.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Cuando Emhyr oyo su contestación a la broma sobre la "invitación", puso gesto burlesco.
-A lo mejor lo era. -Tan solo dijo sin miras, quedandose tan ancho.
Tranquilo, y suspirando cansado observo como ella preparaba la aguja, era lo que se temía. Al menos no era la primera vez que sufría ya aquello. Por un instante el pensar en la aguja se borro de su mente, ya que quedo distraída por el relato de aquella chica. La verdad es que tenía bastante razón con aquello de no pensar en el pasado, y solo pensar en el presente y futuro. Emhyr solía pensar en el pasado bastante, ya que este no había dejado de perseguirle, ni había querido de soltar sus ataduras. Era uan carga que con pesadas cadenas debería arrastrar en su día a día, hasta que encotnrase la solución.
-Oye, si ves que no puedes hacerlo, puedo hacerlo yo mismo. -Él le miró preocupado, ahora estaba poniendo en duda si aquello podría hacerlo o no, "a lo mejor nunca lo ha hecho"-No sería la primera vez que lo hago.
Tendiendo su mano para tomar la aguja, comenzó a tumbarse en la cama para que ella estuviese más comoda.
-Dame, yo doy la primera puntada y tu la continuas. Tranquila si me duele lo aguantaré, más no creo que pueda dolerme.
Con confianza le sonrio, desde la postura en la que se encontraba.
-A lo mejor lo era. -Tan solo dijo sin miras, quedandose tan ancho.
Tranquilo, y suspirando cansado observo como ella preparaba la aguja, era lo que se temía. Al menos no era la primera vez que sufría ya aquello. Por un instante el pensar en la aguja se borro de su mente, ya que quedo distraída por el relato de aquella chica. La verdad es que tenía bastante razón con aquello de no pensar en el pasado, y solo pensar en el presente y futuro. Emhyr solía pensar en el pasado bastante, ya que este no había dejado de perseguirle, ni había querido de soltar sus ataduras. Era uan carga que con pesadas cadenas debería arrastrar en su día a día, hasta que encotnrase la solución.
-Oye, si ves que no puedes hacerlo, puedo hacerlo yo mismo. -Él le miró preocupado, ahora estaba poniendo en duda si aquello podría hacerlo o no, "a lo mejor nunca lo ha hecho"-No sería la primera vez que lo hago.
Tendiendo su mano para tomar la aguja, comenzó a tumbarse en la cama para que ella estuviese más comoda.
-Dame, yo doy la primera puntada y tu la continuas. Tranquila si me duele lo aguantaré, más no creo que pueda dolerme.
Con confianza le sonrio, desde la postura en la que se encontraba.
Emhyr Van Emreys- Licántropo Clase Baja
- Mensajes : 678
Fecha de inscripción : 31/07/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Haciendo Trampas [Nimue Bellamy]
Una sonrisa pícara asomó mi cara ante sus palabras. Emhyr era un hombre simpático, nada que ver con la frialdad de mi antiguo compañero. Aún así seguía sin confiar demasiado en el chico, pero el hecho de que me había salvado la vida era un verdad, se lo debía y tenía que dejar la mente en blanco o temía que la herida aumentara debido a mi negligencia.
-No es que tema hacer yo la primera puntada.- dije poniéndome de rodillas a su lado junto al hombro herido.-Es que me a impresionado el estado de tu...cuerpo.- dije con total sinceridad refiriéndome a las cicatrices y a los tatuajes. Ya que si iba a ser mi compañero debía, al menos, ser sincera en las cosa más triviales.-Bueno se que por estar delante de una señorita va a guardarse para usted las blasfemias que podría soltar por esa boca si fuese un hombre, más cuando la señorita puede aceptar su invitación si ésta se hace formal.- dije con un tono bastante burlón.-De modo que aprovecharé ahora para hacerle todo el daño posible.- alcé la aguja.-Así cuando tenga sed de venganza por cualquier motivo estaré totalmente satisfecha.- Y di el primer punto en la herida.
Como era de esperar costaba atravesar con una simple aguja la carne humana, pero a base de hacer ese acto había fortalecido mis manos y sabía directamente donde debía hacer las cosas. Llevé más cuidado del que hubiera llevado con otra persona, ya que no quería precipitarme. En realidad, quería deleitarme un poco más tocando su cuerpo, pero eso era algo que una dama nunca debía decir.
En total di siete puntos. Creí que con eso iba a ser suficiente. Tampoco sabía si eran necesarios más o menos, no era curandera, ni médica. solo sabía salir del paso con bastante maña. Sabía que en el más hondo del corazón del chico estaba deseando pegarme, había sufrido en mis carnes los puntos al igual que el estaba haciendo y sinceramente, no era nada agradable.
No conté el tiempo transcurrido, pero mientras hacia lo que debía hacer me pareció eterno. No hablé hasta que terminé mi cometido.
-Bueno, ya esta.- dije incorporándome y secándome el sudor de la frente con el dorso de la mano, estaba agotada pero aún quedaba una larga noche.-No te muevas aún, voy a cubrirte la herida con unos paños limpios y secos, así no se pegará la sangre que tienes en la camisa y será más limpia y fácil la recuperación.- me dirigí al barreño de agua que me había traído aquella muchacha, limpié mis manos ya que estaban algo ensangrentada y cogí los paños limpios.
-Siento haberte hecho pasar por esto. A sido mi culpa. Si no te hubiera hablado en el callejón probablemente no tendrías esa herida, ni estarías aguantándome.- Volví a su lado, con los jirones de ropa limpia . Comencé a envolver parte de su brazo subiendo hasta el hombro, una vez cubierta toda la herida incliné la cabeza y rasgué con los dientes la tela para hacer un nudo.-Ya se que no es nada cómodo ir con un brazo venado, pero seguro que sabrás que es más cómodo que desangrarte.
Me tumbé en el poco espacio que había en el suelo, junto a la cama donde el se hallaba. Miré al techo, intentando sacar algún tema de conversación que no fuera doloroso pero la curiosidad era más poderosa que los buenos modales. Mi curiosidad iba en aumento a cada segundo que pasaba a su lado. Quería saber más de él. Lo quería todo.
-Esas heridas...¿Como te las has hecho?-pregunté sin cortarme ya que el "No te lo voy a decir" lo tenía asegurado.
-No es que tema hacer yo la primera puntada.- dije poniéndome de rodillas a su lado junto al hombro herido.-Es que me a impresionado el estado de tu...cuerpo.- dije con total sinceridad refiriéndome a las cicatrices y a los tatuajes. Ya que si iba a ser mi compañero debía, al menos, ser sincera en las cosa más triviales.-Bueno se que por estar delante de una señorita va a guardarse para usted las blasfemias que podría soltar por esa boca si fuese un hombre, más cuando la señorita puede aceptar su invitación si ésta se hace formal.- dije con un tono bastante burlón.-De modo que aprovecharé ahora para hacerle todo el daño posible.- alcé la aguja.-Así cuando tenga sed de venganza por cualquier motivo estaré totalmente satisfecha.- Y di el primer punto en la herida.
Como era de esperar costaba atravesar con una simple aguja la carne humana, pero a base de hacer ese acto había fortalecido mis manos y sabía directamente donde debía hacer las cosas. Llevé más cuidado del que hubiera llevado con otra persona, ya que no quería precipitarme. En realidad, quería deleitarme un poco más tocando su cuerpo, pero eso era algo que una dama nunca debía decir.
En total di siete puntos. Creí que con eso iba a ser suficiente. Tampoco sabía si eran necesarios más o menos, no era curandera, ni médica. solo sabía salir del paso con bastante maña. Sabía que en el más hondo del corazón del chico estaba deseando pegarme, había sufrido en mis carnes los puntos al igual que el estaba haciendo y sinceramente, no era nada agradable.
No conté el tiempo transcurrido, pero mientras hacia lo que debía hacer me pareció eterno. No hablé hasta que terminé mi cometido.
-Bueno, ya esta.- dije incorporándome y secándome el sudor de la frente con el dorso de la mano, estaba agotada pero aún quedaba una larga noche.-No te muevas aún, voy a cubrirte la herida con unos paños limpios y secos, así no se pegará la sangre que tienes en la camisa y será más limpia y fácil la recuperación.- me dirigí al barreño de agua que me había traído aquella muchacha, limpié mis manos ya que estaban algo ensangrentada y cogí los paños limpios.
-Siento haberte hecho pasar por esto. A sido mi culpa. Si no te hubiera hablado en el callejón probablemente no tendrías esa herida, ni estarías aguantándome.- Volví a su lado, con los jirones de ropa limpia . Comencé a envolver parte de su brazo subiendo hasta el hombro, una vez cubierta toda la herida incliné la cabeza y rasgué con los dientes la tela para hacer un nudo.-Ya se que no es nada cómodo ir con un brazo venado, pero seguro que sabrás que es más cómodo que desangrarte.
Me tumbé en el poco espacio que había en el suelo, junto a la cama donde el se hallaba. Miré al techo, intentando sacar algún tema de conversación que no fuera doloroso pero la curiosidad era más poderosa que los buenos modales. Mi curiosidad iba en aumento a cada segundo que pasaba a su lado. Quería saber más de él. Lo quería todo.
-Esas heridas...¿Como te las has hecho?-pregunté sin cortarme ya que el "No te lo voy a decir" lo tenía asegurado.
Nimue Bellamy- Humano Clase Media
- Mensajes : 323
Fecha de inscripción : 31/08/2010
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Haciendo Trampas [Libre]
» Nimue Bellamy.
» Vidrieras policromadas [Nimue Bellamy]
» Fría mañana ideal para un café ( Nimue Bellamy)
» Ahora mira este paisaje... no es que pretenda tocar ¿con las manos? El cielo... [Nimue Bellamy] ◊◊ ACTIVO
» Nimue Bellamy.
» Vidrieras policromadas [Nimue Bellamy]
» Fría mañana ideal para un café ( Nimue Bellamy)
» Ahora mira este paisaje... no es que pretenda tocar ¿con las manos? El cielo... [Nimue Bellamy] ◊◊ ACTIVO
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour