Fría mañana ideal para un café ( Nimue Bellamy)

por **Zhannochka D'Cusa** Dom Mar 13, 2011 3:23 pm

Una bella mujer de despampanante mirada caminaba por unas de las muchas y atestadas calles parisinas.Esas calles que poseen un carácter especial y mágico,donde la gente de clase alta y media deambulan a sus anchas disfrutando de un bonito paseo por los alrededores del río Sena,mirando las mas lujosas tiendas o simplemente dejándose perder entre callejuelas.

Exactamente es lo que hacía esa fría y soleada mañana de invierno Zhanna.Con un bonito recogido que dejaba caer su larga cabellera morena por sus hombros, y uno de los últimos trajes adquiridos en una de las tiendas mas prestigiosas de la mentada ciudad.Solo llevaba un par de días disfrutando de la belleza parisina,y nunca había estado mas contenta consigo misma por haber tenido tan buena elección a la hora de escoger esta ciudad para vivir.Dubitativa, sobre si entrar a tomarse algo a una de los múltiples cafés de la zona, o entrar a alguna tienda para adquirir un nuevo traje, finalmente se decantó por la primera opción,puesto que era media mañana.

La belleza y elegancia de Zhanna no dejó indiferente a nadie y varios señores se voltearon disimuladamente a verla.Tampoco era muy habitual ver a una señorita de su clase entrar sola, pero eso a ella no le importaba.Que murmurasen cada cual a su antojo,nadie la conocía ahí.

por **Nimue Bellamy** Dom Mar 13, 2011 4:20 pm

Apenas había tenido tiempo para pensar que era lo que realmente había pasado aquella noche. Pero tampoco importaba demasiado , una vez más caminaba a la luz del día, bajo el viento frío del invierno parisino. Eso era algo, estaba viva. Y más de eso yo no le podía pedir a la vida misma más que vivir.

Ya fuera porque empezaba a creer en dios, o tal vez porque había logrado una suma bastante notable de monedas, aquella mañana tenía la sensación de que eran una de las más felices que iba a vivir. Había sentido como volvía a nacer después de mucho tiempo perdida en el hastío y la monotonía. ahora me encontraba observando a la gente pasear , felices e ignorantes ante la realidad peligrosa que les acechaba cada noche. Pero no iba a interponer mis miedo entre la felicidad y yo.Conté las monedas que tenía en la mano y escuché mis tripas aullar de hambre. Hacia frío y como siempre mi vestimenta era pobre. aun que esta vez limpia y sin descosidos. Había entrado en aquel café, donde ni ricos ni pobres se diferenciaban mucho puesto que era uno asequible a nuestra pobreza y bastante bueno para la riqueza de otros. Me senté en una de las mesas situadas al lado de la puerta, a mi lado un gran cristal dejaba ver el rio y los viandantes felices de aquella mañana invernal parisina. Pedí un chocolate caliente.

Y mientras esperaba con la barriga rugiendome entro ella. Todo parecieron desviar su atención a aquella puerta que se abrió y dejo pasar a una mujer joven, esbelta, con unos aires de princesa. Ataviada con lujos y con una larga cabellera castaña oscura. Desentonaba en aquel lugar, más bien para compartirlo con la familia que para estar sola como ella estaba. sonreí ante la idea de que tras de si entraran una pareja de niños pequeños. En el fondo a mi también me gustaba la idea de formar una familia. Era algo que nunca había tenido. Pero no fue así ella estaba sola. Y quizás por eso me llamó la atención y no por su belleza ni sus lujos. aun que...visto de otra manera, podría realizar unos de aquellos hurtos de antaño, pasarlo bien un rato y de paso, ganar unas monedas para comprar un vestido como el que ella llevaba puesto.

-Aquí tiene su chocolate caliente.- dijo el camarero dejando una taza humeante en la mesa, yo le pagué por anticipado.- Gracias.- el camamero se dispuso a irse.

-¿Sabe quien es?-[/b] pregunté señalando con un gesto de cabeza a la dama que estaba allí.-]b]Es una pena, cuando lo sepa, no dude en decírmelo, te recompensaré.- dejé que el camarero se fuera a hacer su labor, mientras yo no le quitaba ojo a aquella chica. Tenía que tener dinero, en alguna parte escondido, seguro. Y ese dinero iba a ser mio.

por **Zhannochka D'Cusa** Dom Mar 13, 2011 4:46 pm

Aunque Zhanna no era una chica temerosa ni introvertida,debía admitir que sentirse observada no simplemente por la atención que llamaba su indudable belleza en los hombres, o lo solemne y majestuoso de su apariencia y atuendos que sorprendían a los más pobres de ese local,si no por ser observada y criticada mas tardíamente,al comprobar todos que llegaba sola.Pero puesto que Zhanna era una chica bastante osada y despreocupada,no le importaba lo más mínimo que murmurasen a sus espaldas para criticarla.Es más,amaba ser el centro de atención ya fuese para bien o para mal,la cuestión era no pasar desapercibida, y eso pocas veces pasaba.En su corta vida no recordaba día alguno que no la hubieran volteado a ver o no hablasen de ella,quitando ese período de cerca de seis meses que permaneció encerrada en aquel horrible y solitario convento,donde al resto de monjas les importaba poco quien fuera aquella joven chica de enormes ojos claros que se encontraba bajo el hábito.Allí vivió los peores meses de su vida,no tenía dinero,ni ropas elegantes y caras,carecía de lujos,debía trabajar y no era admirada mas que por la Luna en las oscuras noches que deambulaba por el bosque cercano.Pero aquellos grises días habían pasado a la historia y esos recuerdos estaban mejor guardados en lo mas profundo de su ser bajo llave.

El camarero se acercó a los pocos minutos de situarse esta en una mesa apartada de la multitud,junto a un ventana con vistas a la calle.La escasa luz que se filtraba por el cristal bañaba la mitad de su rostro,mientras el otro permanecía oculto por las sombras que se producían a causa de la tenue luz en el interior del local.Este contraste de luces en su rostro le confería un aspecto misterioso.-Me gustaría tomar un café solo por favor, no se tarde.-Inquirió con su fría y a la vez dulce tonalidad de voz.Tras atender el camarero a Zhanna se acercó a atender a una mesa cercana a ella, en esta se encontraba otra chica solitaria de cabellos rubios de una clase menor a la suya por sus vestimentas y su apariencia.Sus miradas se cruzaron en un momento.Zhanna le sonrió levemente con una mirada intensa y a los segundos le apartó la mirada y la dirigió hacia el exterior.A ese vaivén de personas paseando con menor o mayor prisa por las calles.

por **Nimue Bellamy** Jue Mar 17, 2011 12:35 pm

Y aquella mujer que también disfrutaba de la compañía de la soledad, sonrió. su belleza era indiscutible, pero además de eso también lo era su posición alta en la sociedad. Eso era algo que me habían ensañado a detestar y por consiguiente un odio irracional e injustificable se apoderó de mi por unos momentos. Pero luego pensé, que quizás, no era odio, si no envidia. ¿Envidia? Eso no podía ser, si algo me había caracterizado siempre era que me gustaba ser como soy (salvo por la debilidad si me comparabas con Emhyr, por ejemplo)

Correspondí a su sonrisa con otra bastante artificial y continué observándola mientras daba sorbos al chocolate caliente que el camarero me había servido. El día era esplendido y ahora la presencia de aquella chica me lo había turbado, estaría recordando mi pasado y mis robos mientras ella permaneciera allí, o peor aún todo el día. Llamé al camarero con un gesto de mano y se acercó.

-¿Podía preguntarle a la dama a la que acaba de servir si podría acompañarla? Más que nada, porque ambas estamos solas, y parece ser que las miradas se desvían mucho hacia ella. ¡Solo Dios sabe que le podrán hacer si la siguen!.-dije con un tono preocupado bastante convincente.-Se lo pagaré , no se preocupe.-añadí viendo las pocas ganas que el camarero tenía para ejercer de mensajero.

-No parece que puedas malgastar tanto dinero...pero...-se fue murmurando cosas ininteligibles y se acercó a la mujer con su más amplia sonrisa. Estaba claro a quien prefería servir el camarero.-Perdone que le moleste. La señorita que se sienta sola allí enfrente desea preguntarle si usted estaría dispuesta a aceptar su compañía. Los motivos no me los ha dicho muy claros, pero dice que se a percatado de como la mira la gente y es algo incomodo. ¿Qué debo decirle?

El camarero esperó la respuesta. yo por mi parte me limité a sonreír y a saludar con un movimiento de mano a la chica, intentado parecer lo más natural y simpática posible.

por **Zhannochka D'Cusa** Jue Mar 17, 2011 1:59 pm

El tiempo parecía detenerse en aquel lúgubre pero selecto café del centro de la maravillosa ciudad de París. Esa ciudad había encandilado a la joven D’Cusa , que desde el primer día que había puesto el pie en la citada ciudad, se había quedado cautivada por esta. Sus calles, su gente, su exquisita arquitectura y otro tanto de maravillas escondidas en la capital francesa.

Permanecía sumida en sus más profundos pensamientos cuando una voz la arrancó del fondo de ellos para trasladarla a la realidad. Escuchó atentamente, con esa educación que le caracterizaba y que tan bién había aprendido en su niñez, al joven camarero que se dirigía a ella. Su mirada se posó moderadamente en la chica, tratando de pasar desapercibida. Pero aquella joven parecía estar observándola, por lo que sus miradas se cruzaron por segunda vez en poco menos de 10 minutos. Le sonrió nuevamente casi obligada a hacerlo y asintió con la cabeza educadamente. Luego miró al chico, el cual esperaba su respuesta. No sabía que buscaba esa chica en ella, seguramente no era hacerle compañía o servirle de escolta como pretendía hacerle creer. Aún así aceptó el trato.- Dile a la señorita que acepto su compañía. – tomó la mano del chico y le depositó un par de monedas que para ella no era más que una carga pesada.- Dudo que ella pueda pagarte mucho más…. –comentó en susurros girando la cabeza y posando su mirada de nuevo en la ventana que daba a la calle, dando la conversación como terminada.

por **Nimue Bellamy** Lun Mar 21, 2011 2:07 pm

El camarero volvió a donde me encontraba, mirando fijamente a la gente mientras paseaba por la calle ajena a todo el peligro que albergaba esta vida. Suspiré al recordar el tiempo en el que yo también era ignorante. Me hubiera gustado permanecer en la ignorancia y solo tener que preocuparme por sobrevivir un día más.

-La señorita ha dicho que acepta gustosa su compañía.- con aquella frase el camarero se despidió y me dejó de nuevo en la soledad vagando lentamente por mis pensamientos,me apuré el café y decidí levantarme y dirigirme a aquella mesa, donde la joven distraída miraba también como la gente. me senté sin decirle en un principio ninguna palabra. La observé mientras cavilaba cual sería la mejor forma para comenzar una conversación.

Era muy extraño que yo me hubiera decidido a actuar en plena luz del día. Pero la verdad era que nadie me lo impedía, simplemente me tenía que ganar la confianza, después lo demás sería demasiado fácil. siempre era igual.

-Me llamo Nimue.-comencé a decir con un tono de timidez en mi vos.- Me pareció extraño que una muchacha se encontrara sola en este lugar, por eso pregunté por si podía hacerle compañía. Yo también estaba sola, no es muy agradable a veces encontrarse sola, sobretodo cuando los demás no apartan la mirada de ti.-las palabras salian atropelladas de mi boca, eso era sin duda apropósito, ya que así le daba mucha más inocencia a mi personalidad.-Espero que no haya sido una impertinencia por mi parte. Si le molesto, no dude en decirmelo.

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