AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Últimos temas
Abaddon Parthenopaeus ~ Ficha
2 participantes
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Abaddon Parthenopaeus ~ Ficha
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Abaddon Parthenopaeus▲EDAD▲
32 Aparentes/4000 Reales▲ESPECIE▲
Vampiro▲FRASE▲
"Soy más de lo que aparento, toda la fuerza y el poder del mundo están en mi interior"▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase Alta▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Heterosexual▲LUGAR DE ORIGEN▲
Grecia▲HABILIDADES/PODERES▲
► PODERES INNATOS: → Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.
► PODERES A ELEGIR:
→ Persuasión: Habilidad para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona. Este poder logra que otras personas realicen acciones, sin que éstas puedan negarse o incluso darse cuenta, mediante palabras con entonación imperativa, es decir, ordenándolas.
→ Visión compartida y visión remota: Habilidad de poder ver a través de los ojos de los demás o en otros casos, hacer que los demás puedan ver lo que estamos viendo en ese momento. Esta habilidad funciona únicamente cuando se toca a la persona.
→ Infligir dolor por medio de la mente: Capacidad que consiste en causar dolor a una persona. Esto sólo funciona por medio de la concentración mental y el contacto visual.
Para poder hablar de Abaddon y describir su personalidad deberíamos de hablar de dos momentos o dos fases diferentes, la primera de ellas cuando era un humano y tuvo que llevar una vida como esclavo en donde él no podía tomar sus propias decisiones, eran otros las que las tomaban por él. Desde bien pequeño había destacado por su belleza y eso fue, entre otras cosas, lo que lo llevó a llevar una vida de esclavo donde él no era dueño de nada. Podría haber sido un hombre reprimido dado que siempre se imponían sobre él dejándole en claro cuál era su lugar, pero aprendió que los demás querían algo de él y con el tiempo supo aprovecharse de ello... aunque nunca olvidó cuál era su lugar para no propasarse demasiado. Eso le enseñó no solo a medir a las personas sino también a encontrar esos posibles puntos débiles para explotarlos siempre que podía intentando camelarse a aquellos que lo tenían esclavizado... algunos caían rendidos a su belleza y eso fue lo que hizo que terminara siendo esclavo de nobles, aunque vivía rodeado de lujo o de riquezas nada era suyo y no es que tuviera acceso a dichas riquezas. Su belleza no le eximía de castigos cuando sus amos lo veían conveniente, por lo que sabe bien y está familiarizado con los castigos, con el dolor y con la sangre, la humillación por la que lo hacían pasar con cada castigo, o el dolor cuando el látigo acariciaba su piel.
Como vampiro, cuando se convirtió en un ser de la noche, las cosas cambiaron para él y eso repercutió con el paso del tiempo en su forma de ser. Dejando atrás toda humanidad se convirtió es una persona fría, calculadora, sin escrúpulos, cruel, despiadado y sin ningún tipo de miramientos quizás por todo lo ocurrido en su época de esclavo. Suele mostrarse hostil en algunas ocasiones, y siempre se mantiene frío como un témpano de hielo. Es muy dominante con todo aquello que le rodea y no deja que nadie maneje su vida por él. Como vampiro que es le gusta ejercer su poder frente a los demás y es algo que disfruta haciendo, tras tantos milenios acumulados a sus espaldas es algo que maneja a la perfección porque ha “estudiado” al ser humano, los comprende porque aunque fuera cuatro milenios atrás él también fue humano un día y aún tiene recuerdos de serlo, su experiencia como esclavo –como él la denomina- es lo que le hace ser todo lo contario a lo que fue en su momento. Por eso sabe cómo manejarlos incluso sin utilizar sus poderes, es experto en doblegar sus voluntades aunque cuanto más fuertes y poderosas sean estas, cuanto más cueste doblegar a una persona, más le gusta y disfruta. Las cosas fáciles y sencillas le aburren porque no supone un reto para él, siendo vampiro hay pocas cosas que se le resisten y es por ello que prefiere los retos difíciles y complicados.
Abaddon es sobre todo un hombre bastante dominante al que le gusta tener todo bajo control, le gustan las mujeres y es un mujeriego al que le gusta divertirse y disfrutar de los placeres que otorga la compañía femenina. Sin embargo nunca se ha atado a nadie y aunque ha tenido amantes estas, siempre, han sabido que nunca podrían llegar a nada con él porque no es una persona que quiera mantener una relación con nadie, tan sólo momentos esporádicos de placer con las que acompañar sus noches solitarias. Las que no han hecho caso de sus advertencias y han querido tener algo más con él, o han insistido buscándolo demasiado o bien han acabado muertas, o sometidas por él y convertidas en esclavas de sangre con las que ya no solo se satisface sexualmente, sino también forman parte de su sustento. Con el paso del tiempo su carácter y su forma de ser se fue volviendo cada vez más y más oscura, sucumbido ante el demonio que él representaba dejó atrás todo atisbo de humanidad, aunque siempre quedó el recuerdo, y así nació el demonio de la noche que es, la pesadilla de cualquiera que atreva osarse a hacerle algo.
No es un hombre que tenga demasiados miramientos y tampoco alguien que se tome a la ligera que vayan a por él, que intenten matarlo o traicionarlo. Como vampiro antiguo que es tiene aliados aunque también tiene muchos enemigos que se ha ganado con el paso de los milenios, pero estos saben que es mejor no meterse con él porque no tiene escrúpulos a la hora de matar a sus enemigos por la más mínima importancia. No tolera que intenten estar por encima de él, le gusta que los demás se postren a sus pies y es por eso que a la menor duda no tiene miramientos en matar, y de hecho, deja la lección para que los demás puedan aprenderla. Abaddon es una persona oscura, fría, cruel, despiadado y con una nula empatía por los demás lo que lo hace difícil de comprender. Es un gran estratega y observador, ya que le gusta analizar todo cuanto le rodea y nada le pasa por alto desapercibido. Irónico y sarcástico hasta decir basta, todo él destila maldad y ponzoña que envuelve a los demás, sin embargo nunca hace las cosas sin pensar bien en lo que está haciendo, aunque sea un vampiro es por eso mismo que con todos los milenios ha sabido controlarse y aunque al principio cuando era un neófito y durante unos años fue un completo descontrol, desde hace ya cuatro milenios sabe controlarse y jamás hace nada de manera impulsiva. Para él enlazarse a alguien es darle a sus enemigos un blanco demasiado fácil, es demasiado orgulloso como para dejar que lo hieran de esa manera como ya ocurrió en el pasado. Por ese motivo ha erigido una muralla de hielo entorno a su corazón a modo de coraza, de escudo, para que no vuelva a pasar.
Como vampiro, cuando se convirtió en un ser de la noche, las cosas cambiaron para él y eso repercutió con el paso del tiempo en su forma de ser. Dejando atrás toda humanidad se convirtió es una persona fría, calculadora, sin escrúpulos, cruel, despiadado y sin ningún tipo de miramientos quizás por todo lo ocurrido en su época de esclavo. Suele mostrarse hostil en algunas ocasiones, y siempre se mantiene frío como un témpano de hielo. Es muy dominante con todo aquello que le rodea y no deja que nadie maneje su vida por él. Como vampiro que es le gusta ejercer su poder frente a los demás y es algo que disfruta haciendo, tras tantos milenios acumulados a sus espaldas es algo que maneja a la perfección porque ha “estudiado” al ser humano, los comprende porque aunque fuera cuatro milenios atrás él también fue humano un día y aún tiene recuerdos de serlo, su experiencia como esclavo –como él la denomina- es lo que le hace ser todo lo contario a lo que fue en su momento. Por eso sabe cómo manejarlos incluso sin utilizar sus poderes, es experto en doblegar sus voluntades aunque cuanto más fuertes y poderosas sean estas, cuanto más cueste doblegar a una persona, más le gusta y disfruta. Las cosas fáciles y sencillas le aburren porque no supone un reto para él, siendo vampiro hay pocas cosas que se le resisten y es por ello que prefiere los retos difíciles y complicados.
Abaddon es sobre todo un hombre bastante dominante al que le gusta tener todo bajo control, le gustan las mujeres y es un mujeriego al que le gusta divertirse y disfrutar de los placeres que otorga la compañía femenina. Sin embargo nunca se ha atado a nadie y aunque ha tenido amantes estas, siempre, han sabido que nunca podrían llegar a nada con él porque no es una persona que quiera mantener una relación con nadie, tan sólo momentos esporádicos de placer con las que acompañar sus noches solitarias. Las que no han hecho caso de sus advertencias y han querido tener algo más con él, o han insistido buscándolo demasiado o bien han acabado muertas, o sometidas por él y convertidas en esclavas de sangre con las que ya no solo se satisface sexualmente, sino también forman parte de su sustento. Con el paso del tiempo su carácter y su forma de ser se fue volviendo cada vez más y más oscura, sucumbido ante el demonio que él representaba dejó atrás todo atisbo de humanidad, aunque siempre quedó el recuerdo, y así nació el demonio de la noche que es, la pesadilla de cualquiera que atreva osarse a hacerle algo.
No es un hombre que tenga demasiados miramientos y tampoco alguien que se tome a la ligera que vayan a por él, que intenten matarlo o traicionarlo. Como vampiro antiguo que es tiene aliados aunque también tiene muchos enemigos que se ha ganado con el paso de los milenios, pero estos saben que es mejor no meterse con él porque no tiene escrúpulos a la hora de matar a sus enemigos por la más mínima importancia. No tolera que intenten estar por encima de él, le gusta que los demás se postren a sus pies y es por eso que a la menor duda no tiene miramientos en matar, y de hecho, deja la lección para que los demás puedan aprenderla. Abaddon es una persona oscura, fría, cruel, despiadado y con una nula empatía por los demás lo que lo hace difícil de comprender. Es un gran estratega y observador, ya que le gusta analizar todo cuanto le rodea y nada le pasa por alto desapercibido. Irónico y sarcástico hasta decir basta, todo él destila maldad y ponzoña que envuelve a los demás, sin embargo nunca hace las cosas sin pensar bien en lo que está haciendo, aunque sea un vampiro es por eso mismo que con todos los milenios ha sabido controlarse y aunque al principio cuando era un neófito y durante unos años fue un completo descontrol, desde hace ya cuatro milenios sabe controlarse y jamás hace nada de manera impulsiva. Para él enlazarse a alguien es darle a sus enemigos un blanco demasiado fácil, es demasiado orgulloso como para dejar que lo hieran de esa manera como ya ocurrió en el pasado. Por ese motivo ha erigido una muralla de hielo entorno a su corazón a modo de coraza, de escudo, para que no vuelva a pasar.
La historia de Abaddon se remonta a la Antigua Grecia donde nació de una familia pobre que apenas tenía lo suficiente para vivir o subsistir. Prueba de ello es que perdió a uno de sus hermanos en un crudo invierno al caer enfermo y no tener el dinero suficiente como para salvarlo, un duro golpe que lo marcó desde pequeño. Fue cuando cumplió los nueve años que se encontró con un noble que quedó cautivado por su belleza, por ese brillo azul de sus ojos y los hoyuelos en sus mejillas, que cayó prendado de él a pesar de los harapos o la suciedad que podía presentar. No fue fácil pero pagó una cuantiosa cantidad de dinero a sus padres por él con los que podrían tener una mejor vida, aceptaron el trato en pos de obtener una vida mejor, y Abaddon fue entregado a aquel noble que lo convirtió en su esclavo personal desde una edad tan temprana. Al principio no era demasiado lo que tenía que hacer y por el miedo que presentaba solo estuvo de sirviente personal de aquel hombre, incluso de su mujer también, mientras contemplaba a los demás esclavos y cómo los trataban. Para esa época él daba gracias de que no se propasaran demasiado con él y sus tareas fueran sencillas, aunque eso fue cambiando con el paso de los años... en especial cuando llegó a la pubertad y su cambio físico fue evidente, su cuerpo dejó atrás al niño que fue estando mejor alimentado que con su familia pese a ser esclavo, lo que llamaba la atención de todos los que posaban su vista en él. Mientras fue creciendo su carácter se iba dando a conocer imponiéndose a sus amos los que actuaban con crueldad para intentar hacerlo más sumiso, no les importaba utilizar el látigo de ser necesario para imponerse sobre él y dejarle ver cuál era su lugar, lo que se ganó varios castigos que terminaban con latigazos que marcaban su espalda. A los once años como era normal en la mayoría de niños incluso los que eran esclavos, los llevan a entrenarlos para el combate como era tradición en la región. Con dieciséis años fue cuando tuvo su primera experiencia sexual con la que era en ese momento su “ama”, quien cautivada por su belleza y el poder que ejercía sobre él muchas noches lo convertía en su compañero de cama. Terminó por convertirse casi en una costumbre los siguientes años que pasó a su lado, hasta llegar a los dieciocho cuando su destino tomó un nuevo rumbo.
A los dieciocho años tras una fiesta que dieron sus amos en la villa donde vivían fue vendido a un magistrado cuyo poder adquisitivo, y legal, superaba con creces al que tenía en ese entonces sus amos. Fue otro de los que cayó prendado en la belleza del joven al ser exhibido en la fiesta –como siempre solían hacer en cada una con él- y el precio que puso además del poder que tenía fue la baza que decantó la compra en su favor. Sus nuevos amos tenían mucho más dinero y riquezas pero eran mucho más crueles y sádicos que los anteriores lo cual, ante el carácter rebelde de Abaddon, hizo que se ganara muchos castigos donde fue castigado sin piedad con el látigo en numerosas ocasiones. No solo eso, también se convirtió en algo así como un esclavo sexual que satisfacía las necesidades o deseos de sus amos, ambos por igual, lo que lo llevó a convertirse en algo así como el “favorito” de los dos, pero al mismo tiempo con el que de manera más cruel y sádica se comportaban como si no quisieran que él pudiera pensar, o creer, que por obtener favores ya era mejor o estaba por encima del resto. Tal y como ocurría con sus anteriores amos también era exhibido en las fiestas que hacían, de una índole mucho más íntima e incluso en algunas ocasiones sexual, en otras ocasiones les gustaba que luchara frente a otros contrincantes por puro espectáculo. Aunque estaba prohibido mantuvo en secreto una relación con otra de las jóvenes que era una esclava como él, perteneciente al servicio del hogar, misma relación que pudieron llevar un tiempo en secreto gracias también a que ninguno de los otros esclavos se atrevió a revelar dicho secreto. Al menos hasta unos meses más tarde cuando descubrieron la relación que mantenían ambos y el castigo fue ejemplar para uno como para otro, pero mucho más duro para Abaddon pues de alguna manera era el “favorito” y el agravio era mayor. A ella la vendieron lejos a otros amos para separarlos y que nunca se volvieran a ver, y el castigo de él fue tan duro que casi lo llevó al borde de la muerte.
Aprendida la lección los meses siguientes se limitaba a hacer aquello que le pedían mientras esperaba la oportunidad perfecta para escaparse, para rebelarse contra sus amos. Dicha ocasión llegó casi como caída del cielo una noche en la que asaltaron la villa en busca de las riquezas que había en el lugar así como la libertad de los esclavos, aprovechando las revueltas que se sucedían en la ciudad. Los esclavos liberados lucharon junto a los llamados “rebeldes” aspirando a una libertad con la que tan solo podían soñar. No había sido el único sitio que fue atacado que tenía esclavos y al par de días Abaddon se encontró con aquella joven con la que mantuvo una relación, enterándose de la noticia de que estaba embarazada y por ese motivo al descubrirlo la mandaron lejos. Decidieron empezar una vida juntos en lo que pretendían ser una familia feliz, obtener aquello que al menos Abaddon nunca tuvo en toda su vida... pero las cosas se truncaron demasiado pronto pues la felicidad no siempre dura para siempre. La enfermedad volvió a golpear a su puerta llevándose esta vez a la mujer que amaba y a un hijo que nunca llegó a conocer, fue un punto que lo marcó puesto que ya no tenía nada que perder. Desde entonces se vendió al mejor postor que necesitaba a alguien que supiera luchar o utilizar una espada, y siempre viajaba por todo el país sin tener un sitio fijo pues no quería volver a empezar una vida que ya no le llamaba en absoluto. Un par de años más tarde fue cuando tras uno de los encargos que había aceptado donde se encontró a la vampira que, tras una pelea entre ambos al ser atacado, ella decidió no terminar con su vida sino que decidió condenarlo a una eternidad como le había sucedido a ella. Le había parecido un digno oponente que no se rindió ni cuando estaba en sus peores momentos en la lucha, rindiéndose a morir, que le concedió el don de la inmortalidad.
Los primeros días tras la conversión fueron confusos y extraños ya que detestó en lo que lo habían convertido y luchó contra su Sire en múltiples ocasiones, a esta simplemente le divertía ver ese fuego que desprendía siempre intentando imponerse sobre ella, fracasando pues la experiencia en dicha ocasión estaba en su contra. Vacío y oscuridad era todo lo que podía sentir en su interior y eso lo derrotó, lo carcomió demasiado empujándolo –junto a su Sire- a una espiral de frialdad y de oscuridad que quedó perpetuo haciéndose más notable en los siglos posteriores, hasta convertirlo en el ser que es hoy en día. En cuanto aceptó lo que era y en lo que se había convertido decidió que no sería como aquel esclavo que no tenía poder o voluntad alguna, algo en él cambió tornándose frío y oscuro, y se convirtió en su propio dueño despojado del humano que un día llegó a ser. Las cosas con su Sire fueron diferentes ya que, siglos más tarde, casi mató cuando él quiso emprender su propio camino pero ella se había acostumbrado a que Abaddon la siguiera casi como un fiel súbdito, algo que él decidió no ser nunca más. Desde entonces no ha vuelto a saber nada más de ella y él vagó por todo el mundo conociendo cada rincón de este, observando a los humanos luchar entre ellos en guerras patéticas solo por un baño de sangre. Aprendiendo de cada una de las batallas y de los imperios que se erigieron en su existencia empezó con una orden recolectando figuras antiguas cuyas descripciones las dotaban de ciertos poderes, aunque solo fueran mitos y leyendas, teniéndolas en su poder. Se alió con un vampiro que conoció en su época de esclavo con el cual mantiene una gran amistad y se ayudan todo lo que puede, conoce la causa que él emprendió hace un tiempo que además es el líder de dicha orden.
Desde hace unos años que terminó en la capital francesa donde decidió convertirse en el dueño del Museo del Louvre, por su acceso que tenía con los objetos y las reliquias que podía mantener bajo una vigilancia y control. Aparte de que es un gran fanático de estos por lo que siempre intenta –en algunas ocasiones gracias a sus poderes- obtener más reliquias que formen parte del museo donde se puedan exponer, aunque también ha recibido donaciones y ha hecho alguna venta y/o compra en pos del propio museo. Se considera algo así como un “guardián” del lugar y de la historia antigua, dada su longeva existencia le otorga las capacidades adecuadas para ser el dueño de dicho lugar, pues tiene conocimientos sobre diferentes épocas al haberlas vivido en sus propias carnes. Aunque posee varias mansiones por todo el mundo la más grande de todas es la que tiene precisamente en la capital francesa donde reside desde hace unos años. Incluso con su condición de vampiro ha sabido encontrar la manera para manejar el museo sin mayores problemas, utilizando algunos trucos para que la gente no notase demasiado que el tiempo no pasaba igual para él.
A los dieciocho años tras una fiesta que dieron sus amos en la villa donde vivían fue vendido a un magistrado cuyo poder adquisitivo, y legal, superaba con creces al que tenía en ese entonces sus amos. Fue otro de los que cayó prendado en la belleza del joven al ser exhibido en la fiesta –como siempre solían hacer en cada una con él- y el precio que puso además del poder que tenía fue la baza que decantó la compra en su favor. Sus nuevos amos tenían mucho más dinero y riquezas pero eran mucho más crueles y sádicos que los anteriores lo cual, ante el carácter rebelde de Abaddon, hizo que se ganara muchos castigos donde fue castigado sin piedad con el látigo en numerosas ocasiones. No solo eso, también se convirtió en algo así como un esclavo sexual que satisfacía las necesidades o deseos de sus amos, ambos por igual, lo que lo llevó a convertirse en algo así como el “favorito” de los dos, pero al mismo tiempo con el que de manera más cruel y sádica se comportaban como si no quisieran que él pudiera pensar, o creer, que por obtener favores ya era mejor o estaba por encima del resto. Tal y como ocurría con sus anteriores amos también era exhibido en las fiestas que hacían, de una índole mucho más íntima e incluso en algunas ocasiones sexual, en otras ocasiones les gustaba que luchara frente a otros contrincantes por puro espectáculo. Aunque estaba prohibido mantuvo en secreto una relación con otra de las jóvenes que era una esclava como él, perteneciente al servicio del hogar, misma relación que pudieron llevar un tiempo en secreto gracias también a que ninguno de los otros esclavos se atrevió a revelar dicho secreto. Al menos hasta unos meses más tarde cuando descubrieron la relación que mantenían ambos y el castigo fue ejemplar para uno como para otro, pero mucho más duro para Abaddon pues de alguna manera era el “favorito” y el agravio era mayor. A ella la vendieron lejos a otros amos para separarlos y que nunca se volvieran a ver, y el castigo de él fue tan duro que casi lo llevó al borde de la muerte.
Aprendida la lección los meses siguientes se limitaba a hacer aquello que le pedían mientras esperaba la oportunidad perfecta para escaparse, para rebelarse contra sus amos. Dicha ocasión llegó casi como caída del cielo una noche en la que asaltaron la villa en busca de las riquezas que había en el lugar así como la libertad de los esclavos, aprovechando las revueltas que se sucedían en la ciudad. Los esclavos liberados lucharon junto a los llamados “rebeldes” aspirando a una libertad con la que tan solo podían soñar. No había sido el único sitio que fue atacado que tenía esclavos y al par de días Abaddon se encontró con aquella joven con la que mantuvo una relación, enterándose de la noticia de que estaba embarazada y por ese motivo al descubrirlo la mandaron lejos. Decidieron empezar una vida juntos en lo que pretendían ser una familia feliz, obtener aquello que al menos Abaddon nunca tuvo en toda su vida... pero las cosas se truncaron demasiado pronto pues la felicidad no siempre dura para siempre. La enfermedad volvió a golpear a su puerta llevándose esta vez a la mujer que amaba y a un hijo que nunca llegó a conocer, fue un punto que lo marcó puesto que ya no tenía nada que perder. Desde entonces se vendió al mejor postor que necesitaba a alguien que supiera luchar o utilizar una espada, y siempre viajaba por todo el país sin tener un sitio fijo pues no quería volver a empezar una vida que ya no le llamaba en absoluto. Un par de años más tarde fue cuando tras uno de los encargos que había aceptado donde se encontró a la vampira que, tras una pelea entre ambos al ser atacado, ella decidió no terminar con su vida sino que decidió condenarlo a una eternidad como le había sucedido a ella. Le había parecido un digno oponente que no se rindió ni cuando estaba en sus peores momentos en la lucha, rindiéndose a morir, que le concedió el don de la inmortalidad.
Los primeros días tras la conversión fueron confusos y extraños ya que detestó en lo que lo habían convertido y luchó contra su Sire en múltiples ocasiones, a esta simplemente le divertía ver ese fuego que desprendía siempre intentando imponerse sobre ella, fracasando pues la experiencia en dicha ocasión estaba en su contra. Vacío y oscuridad era todo lo que podía sentir en su interior y eso lo derrotó, lo carcomió demasiado empujándolo –junto a su Sire- a una espiral de frialdad y de oscuridad que quedó perpetuo haciéndose más notable en los siglos posteriores, hasta convertirlo en el ser que es hoy en día. En cuanto aceptó lo que era y en lo que se había convertido decidió que no sería como aquel esclavo que no tenía poder o voluntad alguna, algo en él cambió tornándose frío y oscuro, y se convirtió en su propio dueño despojado del humano que un día llegó a ser. Las cosas con su Sire fueron diferentes ya que, siglos más tarde, casi mató cuando él quiso emprender su propio camino pero ella se había acostumbrado a que Abaddon la siguiera casi como un fiel súbdito, algo que él decidió no ser nunca más. Desde entonces no ha vuelto a saber nada más de ella y él vagó por todo el mundo conociendo cada rincón de este, observando a los humanos luchar entre ellos en guerras patéticas solo por un baño de sangre. Aprendiendo de cada una de las batallas y de los imperios que se erigieron en su existencia empezó con una orden recolectando figuras antiguas cuyas descripciones las dotaban de ciertos poderes, aunque solo fueran mitos y leyendas, teniéndolas en su poder. Se alió con un vampiro que conoció en su época de esclavo con el cual mantiene una gran amistad y se ayudan todo lo que puede, conoce la causa que él emprendió hace un tiempo que además es el líder de dicha orden.
Desde hace unos años que terminó en la capital francesa donde decidió convertirse en el dueño del Museo del Louvre, por su acceso que tenía con los objetos y las reliquias que podía mantener bajo una vigilancia y control. Aparte de que es un gran fanático de estos por lo que siempre intenta –en algunas ocasiones gracias a sus poderes- obtener más reliquias que formen parte del museo donde se puedan exponer, aunque también ha recibido donaciones y ha hecho alguna venta y/o compra en pos del propio museo. Se considera algo así como un “guardián” del lugar y de la historia antigua, dada su longeva existencia le otorga las capacidades adecuadas para ser el dueño de dicho lugar, pues tiene conocimientos sobre diferentes épocas al haberlas vivido en sus propias carnes. Aunque posee varias mansiones por todo el mundo la más grande de todas es la que tiene precisamente en la capital francesa donde reside desde hace unos años. Incluso con su condición de vampiro ha sabido encontrar la manera para manejar el museo sin mayores problemas, utilizando algunos trucos para que la gente no notase demasiado que el tiempo no pasaba igual para él.
✗ Tiene algunas cicatrices que le quedan como recuerdo de su época como esclavo.
✗ Nadie sabe que desde hace siglos lleva utilizando a hechiceros con el don de la creación de ilusiones, o la alteración de la apariencia, para que haya un "doble" suyo.
✗ En su mayoría dicho "doble" acude a reuniones o al museo por las mañanas para no levantar sospechas. Todo comandado y dirigido por él.
✗ Fue en esa misma época que conoció al que es su amigo, o "socio" Lysandros. Ambos compartieron un pasado y eso les ha forjado una amistad en todos estos siglos.
✗ Pocos, o casi nadie, sabe que "Abaddon" no es su verdadero nombre, es el que se puso cuando se convirtió en vampiro como una manera de empezar una nueva vida lejos de quién había sido. Su verdadero nombre es Zephir.
✗ Excelente en el manejo de armas y combate cuerpo a cuerpo. Hay veces que no quiere o desea utilizar sus poderes, solo pelear como en los viejos tiempos.
✗ En su mansión de París posee una colección privada de objetos pertenecientes a la antigua grecia. Lo único que tiene como recuerdo de su época como humano. Así como una una extensa colección de libros antiguos que guarda con recelo junto a algunos licores exquisitos de los que poca gente sabe que posee.
✗ Nadie sabe que desde hace siglos lleva utilizando a hechiceros con el don de la creación de ilusiones, o la alteración de la apariencia, para que haya un "doble" suyo.
✗ En su mayoría dicho "doble" acude a reuniones o al museo por las mañanas para no levantar sospechas. Todo comandado y dirigido por él.
✗ Fue en esa misma época que conoció al que es su amigo, o "socio" Lysandros. Ambos compartieron un pasado y eso les ha forjado una amistad en todos estos siglos.
✗ Pocos, o casi nadie, sabe que "Abaddon" no es su verdadero nombre, es el que se puso cuando se convirtió en vampiro como una manera de empezar una nueva vida lejos de quién había sido. Su verdadero nombre es Zephir.
✗ Excelente en el manejo de armas y combate cuerpo a cuerpo. Hay veces que no quiere o desea utilizar sus poderes, solo pelear como en los viejos tiempos.
✗ En su mansión de París posee una colección privada de objetos pertenecientes a la antigua grecia. Lo único que tiene como recuerdo de su época como humano. Así como una una extensa colección de libros antiguos que guarda con recelo junto a algunos licores exquisitos de los que poca gente sabe que posee.
Abaddon Parthenopaeus- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 06/03/2022
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Re: Abaddon Parthenopaeus ~ Ficha
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
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