Pasando por Plebeya (libre)

por **Vanessa Siegert** Dom Ene 02, 2011 1:28 pm

El mercado ambulantes siempre era un excelente lugar para comenzar el dia.

No era realmente el asunto de que ella fuera de clase alta lo que le hacia frecuentar ese lugar, la mayoria de las damas que habia conocido en pais reconocian que en ese mercado ambulante habia de todo, desde los cachibaches mas humildes hasta las mas finas halajas de dudosa procedencia, pero ella en realidad se sentia mucho mas atraida por la vida que ese pintoresco lugar demostraba.

Ese dia iba disfrazada, bueno si se le podia decir asi, mantenia un simple y liso vestido color azul marino con un delantal color crema, y sus delicados bubles escondidos dentro de una caperuza del mismo color del vestido junto con unas botas viejas para proteger sus pies del frio. ¿Por que vestirse como alguien de clase baja siendo de la alta?

Por que ella odiaba , la mayoria del tiempo, no poder ser ella misma por los refinados modales que debia mostrar, no poder admirar todo desde una buena perspectiva por que su ropa cara no debia ensuciarse. Pero bueno, ahora podia hablar con la gente que a ella le llamaba tanto la atencion.

Fue entonces que un puesto aparecio frente a ella y al admirar la mercancia supo que este era un comerciante viajero, llevaba una canasta con comida que iba dando a la gente que trabajaba bajo la excusa de que un sacerdote se la daba para la gente en ese frio - Buenos dias Messie- menciono con suavidad- Gusta un panecillo para comenzar el dia?- y le extendió un bollo de miel.

por Invitado Dom Ene 02, 2011 2:37 pm

Habia salido a pasear, habia buen dia y me apetecia hacerlo asi que sali de casa vestida con uno de mis vestidos y tapando mi palida piel con el paraguas que llevabamos las mujeres de clase alta. Fui al mercado, me apetecia pasear por alli y hablar con las personas que habia alli me dabia igual que fueran de otra clase yo hablaba con todo el mundo. Sin importarme su clase social.

Fue entonces, cuando paseando entre puestos y mas puestos pensando que despues compraria algo me llamo la atencion una que habia un hombre mayor y una chica que le daba un bollo de miel. Sonrei ante los buenos modales de la chica. Me acerque a ellos y me coloque al lado de la chica.

-Eres una buena chica, tenemos que cuidar a estas personas que trabajan para darnos comida con la que alimentarnos.

Sonrei al hombre que me devolvio la sonrisa y mire su mercancia iba a comprarle bastantes cosas. No queria irme con las manos vacias y ese hombre se lo merecia por estar mayor y aguantando alli hiciera frio o calor eso yo lo admiraba muchisimo.

por **Kim Min Ho** Dom Ene 02, 2011 2:40 pm

Había salido a dar una vuelta por el mercado ambulante. Hace unos días consiguió unas cuantas monedas, por fin, y ahora podía ir a ver si compraba alguna cosa, sus tripas le pedían clemencia, le rogaban por algo de comida. Como gato solía comer pero aquello no alimentaba su gran estomago humano.

Caminaba cabeza gacha, con un abrigo al cual le subió el cuello para darse algo mas de calor. Además de un sombrero con visera. No había sol pero aquello le serviría para resguardarse, aunque fuera un poco, del frío. Ya se transformaría en felino después de comer y así al menos estaría mas calientito.

De pronto un aroma llamó su atención, olía bien, tanto que sus tripas sonaron fuertemente causándole que el color se subiera a sus mejillas por la vergüenza. Su nariz le guió hasta aqulla fuente de se aroma tan delicioso y fue cuando vio a una dama cargando una canasta con bollos- ¿Me alcanzará para comprar al menos tres?- Se preguntó a si mismo y decidido caminó hacia ella. Si no preguntaba jamás lo sabría.

Estando a su lado le tocó levemente el hombro y volvió a guardar las manos en los bolsillos- Disculpe...-Se quedó pensativo un momento buscando la palabra que seguía. Sabía que en París a las mujeres se les decía de una forma en especial- Mademua...Mademoiselle? ¿Cuál es el precio de su mercancia?- Preguntó concentrándose solo en la dama de la canasta, el hambre era grande, todo el día corriendo de un lado para otro, sobreviviendo en el bosque y cuando era un gato huyendo de los perros. Tanto ejercicio para un cuerpo tan alto cansaba.

por **Sadiq Annan** Dom Ene 02, 2011 3:09 pm

Ordenaba unas canastas sobre su carreta, cuando sintió que alguien se acercaba directo a él. Levantó la vista y aún cuando aquella dama llevaba una capucha, pudo ver los finos rasgos que eran parte de su rostro. Incluso aquellos rubios cabellos.- Günaydın...buenos días -Respondió, aunque primero usando su lengua madre.

Miró con curiosidad el bollo que le ofrecía, y para no ser descortez con una futura clienta lo acepto.- Teşekkürler...-Agradeció e hizo una leve reverencia con su cabeza- Con mucho gusto...-Tomó el bollo entre sus manos, algo cubiertas por las largas mangas de la ropa que traía, algo parecido a una túnica que iba encima de unos pantalones bombachos y su cabeza y cuello cubiertos por unos turbantes, para disipar algo el frío matutino. Con delicadeza olió aquel apetitoso aroma de la miel mientras cerraba los ojos.- Definitivamente mi día irá bien con un regalo como éste...-Lo llevó a su boca y mientras comía vio como se acercaba otra dama mas.

Esta parecía ser de clase alta, debido a las ropas que traía.- Gracias por ser tan considerada con nosotros los comerciantes. -Dijo a la segunda dama y sonrió, aunque su sonrisa no se notaba mucho, mas si sus ojos claros que parecían brillar mas al sonreír.

Dio otro mordisco mas al bollo cuando vio acercarse a un hombre, alto y definitivamente no era d París, tenía rasgos de la gente que había podido ver en China, pero aquel parecía mas interesado en los bollos que en su mercancía.- Entonces ¿Qué les podría ofrecer el día de hoy a ambas damas?.-

por **Vanessa Siegert** Dom Ene 02, 2011 4:11 pm

La chica le extendio el bollo con suavidad mirando como se lo llevaba a la boca para despues sonreir , levemente sonrojada por las palabras, a la dama que acababa de llegar - Oh es solo un poco de ayuda para el trabajo duro nada mas Señorita- hizo una suave reverencia cuando le tocaron el hombro, era un chico de rasgos muy diferentes a los que normalmente hubiera visto en paris y le extendio la canasta - Oh no no, mi mercancia ers un regalo , por favor Messie hagame el favor de tomar cuantos usted necesite- le dijo con una sonrisa suave [-b]Seguro tan temprano debe usted haber evitado un desayuno decente-[/b] le termino al joven hambriento.

Entonces escucho lo que mencionaba el comerciante - Oh mi Señorita me ha mandado a comprar un poco de tela para un nuevo chal e ire buiscando un poco, tiene alguna tela color cereza Messie? - pregunto para despues mirar a la señorita delicada a su lado - Busca algo en especial usted tambien?-

Estaba acostumbrada, cuantas veces antes se habia vestido como dama de compañia?

por Invitado Dom Ene 02, 2011 4:17 pm

Vi como llegaba un chico que le toco el hombro a la chica y le pregunataba cuanto valian los bollos, lo que digo la joven me hizo sonreir. Muchas mujeres deberian aprender de ella. Al joven se le podia ver hambriento eso siempre hacia que me preocupara de sobremanera, siempre intentaba ayudar como podia a esa gente. Sin hacerles senti mal por supuesto, era lo ultimo que pretendia. Entonces el comerciante capto de nuevo mi atencion. Deje que la chica dijera primero lo que queria y me dedique a observarla, era muy bella estaba muy bien cudiada y su pelo rubio se podia entrever por algunos sitios.

Mire la mercancia que el hombre estaba sacando y vi como sacaba una tela de color crema justo el que mi costurera estaba buscando para acabar un vestido que desde hacia tiempo me estaba haciendo. Lo cogi entre mis manos, era perfecto, justamente el que buscaba mire al hombre.

-¿Cuando vale esta tela?

Pregunte con una sonrisa al comerciante, me gustaba ser cariñosa con la gente y mas con ellos que se pasaban los dias alli. Sin importar el frio o el calor para poder tener dinero.

OFF: Chicos debemos poner un orden asi que sera asi primero Vanessa, luego yo, luego Kim Min Ho y luego Sadiq.

por **Kim Min Ho** Dom Ene 02, 2011 5:12 pm

Rebuscaba las monedas en su bolsillo y dejó de hacerlo cuando escuchó que aquellos bollos eran gratis. ¡Gratis! ¡De verdad eran gratis! Es decir que en París si existían mas personas con noble corazón además de su amigo Andrè. - ¿De verdad es gratis? -Preguntó asegurándose y estirando su mano al canasto para coger dos- Vaya...gracias en verdad...-Guardó un bollo en el bolsillo y el otro comenzó a comerlo en silencio mientras miraba toda la escena. Ambas mujeres, una de alta sociedad, otra que no sabía bien de donde vendría y un comerciante extranjero.

Se cuestionó como habría sido su vida si hubiese traído algo desde Japón para vender. ¿Habría estado igual que ese hombre? Quizás tendría mas dinero. No se quejaba de su vida, pero a veces...

Algo notó en la mujer de la canasta, algo que el comerciante también tenía pero la otra dama no. Una sensación familiar, algo que les unía a los tres. Era algo similar a lo que había sentido al toparse con la cambiaformas que visitaba el lago en el bosque.

Terminó de comer el bollo y se relamió los labios.- MinHo...me llamo Minho y me gustaría hacer algo a cambio de lo que usted ha hecho por mi. Si es mucho lo que comprará puedo ayudarle a cargar sus compras. -Dijo a la dama del canasto y puso una mano en el pecho a la altura del corazón y la otra en alto- Juro por mi honor que no le robaré, puedo no tener mucho dinero pero no soy ladrón.

por **Sadiq Annan** Dom Ene 02, 2011 5:37 pm

Se quedó pensativo mirando de reojo su mercancía, tenía los brazos semi cruzados y una mano en el mentón, rascándose la barba con el índice.- Color cereza...-Repitió en un murmullo y se descruzó de brazos para buscar entre la lana y lanilla.- Pues si la quiere para un chal, quizás ésta tela sea ideal -Sacó de la carreta la tela de un rojo muy parecido al color de las cerezas, tal cual le había pedido la primera joven.

Mientras estiraba las manos con la tela color cereza, su vista se iba hacía la otra dama quien también quería de lo que él vendía, y aquello solo le alegraba mas. Estaba seguro de que iba a tener una venta excelente ese día. Así como la dama preguntó con una sonrisa él contestó con la misma- Aquella tela solo cuesta 20 francos el metro. Claro, si desea llevar mas podría hacerle una rebaja...también tengo otras telas y unos hilos finos para lo que desee crear con aquella tela.- Siempre que alguien se interesaba en una cosa ofrecía mas, y esperaba que el enganche sirviera.

De reojo miró al joven asiático que se veía aún emocionado por los bollos y algo le pareció captar en él.- Y usted joven, no quiere llevar algo de aquí? - Preguntó.

por **Vanessa Siegert** Dom Ene 02, 2011 6:23 pm

A medida que la conversacion avanzaba , un sentimiento suave y extraño le iba viniendo dentro de ella, como cuando una jarra de te suave era llenada de aroma y calidez , de familiaridad con algo extraño ademas , solto una risita pequeña cuando el chico extranjero le dijo eso de aquella manera, con su gatuno instinto podia percibir peligro o cosas desgradables, pero nadie de los presentes le daba eso...

- Seria usted demasiado amable Mesie- murmuro con la candida sonrisa - si gusta puede tomar alguno mas, tambien hay un poco de leche , no queremos que lo seco de la resposteria le haga algun daño- Miro luego a la bella joven de la aristocracia como ella... Si... entre señoritas de la clase alta se reconocian, la pregunta que se hacia era... sabria ella de que clase era la propia vanessa? - Señorita no gusta usted unos bollos de miel? o quiza un pan de jengibre? aunque quiza para su paladar sea algo burdo- sonrio y luego le brillaron los ojos por la tela.

- Es Hermosa Mesie!!- exclamo tomandola entre sus manos - estoy segura que a mi dama le encantara esta tela seguramente - le miro volviendo a sentir esa cosa extraña de nuevo...

Y su instinto gatuno no le estaba mintiendo, la señorita era dulce, benevolente y hermosa... Los caballeros eran agradables y corteses...pero habia algo mas...

(acabo de darme cuenta de que somos puros gatos xD Señorita yunuete no quiere un harem felino para su proteccion? xDDD)

por Invitado Mar Ene 04, 2011 3:54 pm

Mientras miraba embelesada la tela, realmente feliz de haberla encontrado, pude notar como el chico que habia pedido comprar algunos bollos le decia a la hermosa joven que le ayudaria a llevar la compra y que no era un ladron. Eso me gusto, esas personas no tenian dinero pero eran humildes y eso me gustaba mucho y me hacia querer ayudarles mucho mas. Aproveche para estudiarla cuando se giro a verme, era muy hermosa y su piel estaba bien cuidada algo me decia que no era lo que aparentaba. Pero no dije nada alguna razon tendria para hacerse pasar por plebeya. Le sorei y acepte en un bollo.

-Claro, me encantaria probar uno de esos bollos señorita.

Dije con una sonrisa girandome hacia el vendedor que capto de nuevo mi atencion, recorde que mi costurera tambien queria hacer vestidos para ella y otras criadas. Asi que pense que les haria felices, ellas decian que no querian nuevos vestidos pero yo veia que si.

-Deme toda la tela de este color y si tiene de color rosa y de color blanco me haria un favor. Ademas de hilos de esos colores, mi costurera estara realmente feliz de poder acabar su vestido, el mio y el de mi criadas.

Dije de nuevo con una sonrisa mire la tela de la mujer de mi lado. Era preciosa, pero aun creia que esa mujer no era lo que queria aparentar algo me lo decia.

-Es un color precioso señorita.

OFF: Es verdad xD pues no me vendria mal

por **Kim Min Ho** Dom Ene 16, 2011 1:02 pm

(off: Perdón la tardanza, pero entré a trabajar y tenía turno de tarde y llegaba muerto a mi casa)

Ya estaba comiéndose el segundo bollo, la verdad es que no lo iba a guardar, mejor se lo comía de inmediato, recordaba que en su cabaña igual quedaba algo de comida aún. El sabor del bollo era exquisito, solo había probado cosas así en casa de Andrè, aquel chico que lo acogía en su forma gatuna sin tener idea que era un hombre. Por lo que supuso que la joven de los bollos debía tener contacto con gente de alta sociedad, esa clase de comida era de aquella gente.

Miró con gracia a ambas mujeres que se veían fascinadas ante las telas. Así como los niños se pegaban a las vitrinas al ver un juguete y los hombres se pegaban al burdel cuando veían cortesanas, habían mujeres que quedaban alucinando con telas costosas, joyas y otras cosas. De pronto se preguntó que podría tener aquel efecto en él...además de una buena comida, que con hambre o no siempre aceptaba pues era algo glotón.

Miró las telas también y otras cosas que ofrecía el vendedor y algunas se le hacían familiares- Hay cosas que traen desde China verdad? He estado allá y se me hacen familiares...-Comentó mientras miraba de soslayo a la dama que parecía de alta alcurnia. Era la única que en él no inspiraba algo familiar, no así el vendedor y la joven de los bollos, era como si algo compartieran con él.

por **Sadiq Annan** Dom Ene 16, 2011 3:16 pm

Asintió ante las palabras del asiático, algunos de sus productos venían de aquellas tierras, por eso les cuidaba con recelo en el puesto, para que nadie las hurtara. Si había algo que le molestaba era perder dinero. Aunque ese pensamiento era generalizado, pues no sentía mala intención del joven, solo curiosidad, tal vez nostalgia? Quizás había llegado hace poco de aquellos lugares.

-Así es, son de allá...¿Es usted chino? -Preguntó volviéndose hacia las damas que estaban encantadas con sus telas. Vaya, parecía que iba a ser un buen día.

Se dirigió a aquella dama de cabellos rubios y que lucía de clase alta -Entonces toda la que tengo de ésta aquí son aproximadamente unos 10 metros, también tengo en un tono rosa pálido y por supuesto, la blanca. Además añadiré los conos de hilos...de seguro su costurera sabrá trabajar muy bien con todo éste material y tendrá unos vestidos excelentes, bellos y exclusivos.

De su cintura colgaba un pequeño morral, con dos separaciones, en una había una tijera. La sacó y se dirigió esta vez a la daba que tan gentilmente repartía bollos.- ¿Cuántos metros de tela color cereza le gustaría llevar a usted señorita? -Preguntó tomando la tela y abriendo la tijera. Aunque soltó la tela y tomó una vara que tenía marcada la medida de un metro.

por **Vanessa Siegert** Lun Feb 28, 2011 12:36 am

( perdoooooon *se arrodilla* ;__; no tuve internet en casa un largo rato prometo que no pasa de nuevo)

A medida que los hombres hablaban ella analizaba su entorno, aquellos instintos felinos le indicaban algo diferente con cada uno de ellos, escucho sobre oriente analizando un poco las acciones pero era cierto que no podia tener nada en comun con ellos mas alla de ser ahora clientes, vendedor y ayudante, si se podia decir de aquella manera.

- Cuantos metros se necesitarían para hacer un vestido del tipo que tiene la señorita?- pregunto mirando a la rubia con una sonrisa al notar como le daba esa mirada, probablemente ella supiera cual era su verdadero origen pero en si no le molestaba parecia ser una mujer muy agradable asi que no tenia problema

- Esos lugares suenan como si vinieran de un sueño- se le salio decir riendo ante su propio comentario despues- Es decir jamas he estado en ese tipo de lugares, para mi son mas al norte, paises bajos, rusia...- menciono - pero oriente suena muy misterioso, es asi?- pregunto a los hombres que ya habian estado en ese lugar antes

por Invitado Jue Mar 03, 2011 1:38 pm

OFF: No pasa nada ^^

No sabia nada de la verdadera raza de mis acompañantes pero ahora estaba realmente interesada en las telas para mi costurera mire a la mujer de mi lado. La mirada que intercambiamos me hizo estar segura de que ella no era plebeya, estaba segura de que era una mujer de clase alta pero no iba a decir nada. Lo unico que no me gustaba hacer era descubrir a una persona que se vestia de otra para ayudar. Admiraba a esas personas. Porque yo tambien lo hacia.

-Pienso igual que usted señorita. Creo que oriente es es un sitio misterioso y bello y donde me gustaria viajar alguna vez.

Dije con una sonrisa mirandola a ella y despues a los hombres. Pero desvie mi mirada de nuevo a las telas, pense en llevarme los 10 metros de las tres telas que queria ademas de los hilos.

-Me llevare los 10 metros de las tres telas y los hilos. Quiero hacer feliz a mi costurera, ella siempre dice que su mayor deseo es acabar el vestido que empezo hace algun tiempo para mi. Es como una tercera abuela para mi.

Dije contando a mis dos abuelas. Las dos las habia perdido y aunque mi madre no lo sabia yo trataba a mi costurera como si fuera una abuela para mi. Era una persona realmente excepcional y la queria muchisimo.

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