Blancanieves **Fedor & Tasha**

Llevaba apenas unos pocos días en París y ávido por conocer la ciudad y sus alrededores, me había encaminando en la empresa de conocer cada parte de ella; para esto la dividí en diferentes partes y cada día salía converso a encontrar nuevos paisajes y disfrutar de cada una de las mil situaciones que se presentaban en las calles parisinas. Aquella ciudad era todo un espectáculo donde todo transeunte se convertía en un personaje más, y al parecer yo era el espectador, cosa que para nada me desagraba pues así, en mi forma canina conocía a muchas buenas personas que jugaban conmigo, me llevaban a dar un paseo y alimentaban, era casi adictiva la sensación de tranquilidad cuando los otros se preocupan por ti y tu no tienes más que hacer.

Hoy había nacido un día especial, el sol brillaba en el cielo despejado y la gente parecía extrañamente alegre aquella mañana. Todo salía a pedir de boca, pues mi desayuno había mejorado tambien mi humor y dentro de poco iría a explorar más territorio francés lo cual me producía un poco de ansiedad al pensar con que raros y divertidos suceso me encontraría en el pasar del día.
Me levante con tantos animos que para la mañana ya estaba listo para salir, así que aliste todo, me convertí en el gran pastor belga negro y salí como un niño que llevado a un sitio nuevo, a gatas y curioso, dando pasos sin pensar en ningún peligro que pudiese existir en dicha zona franca.

Pasaron algunas horas en las que deambulaba sin detenerme, parecía incluso obsecionado con ello, pero depronto algo me detuvo, un gran bosque en las afueras, grande, frondoso y majetuoso tal y como los arboles que le componían. Mi instinto me impulso allí adentro y como a un gato, la curiosidad mató mi razón y me dirigí a lo más profundo que pude, y estando allí me tire en la suave grama, en el terroso terreno algo humedo pero hermoso, era un paisaje tremendo y bastante tranquilo, todo lo que yo necesitaba. Bastaron unos minutos en el suave suelo y como distracción las nubes para caer en un profundo sueño que acortaría mi viaje, cuando al fin desperte cambie mi transformación a lobo pues considere que no era lugar, el bosque, para andar transformado en perro y dí vueltas por el, tratando salir, sin saber la sorpresa que me aguardaba no más alla de unos cuantos minutos.

Pasarón no más de 20 minutos de andar por todo el bosque, aullaba tratando de escuchar los pasos de algún humano o escuchar la suave voz de una loba, pero nada de ello ocurría y cuando mis esperanzas se veían cada vez más perdidas, ella apareció. Una dama dormía con un libro en sus manos, su cara se me hacía conocida así que transformandome de nuevo en perro me acerque y empeze a lamer su cara, mas fue mayor la sopresa y la alegría cuando me dí cuenta que aquella dama no era nada menos que Natasha, mi tashi, pronto me volví humano ignorando mi desnudez y abrace su suave y dulce figura, lagrimas rodaron por mis mejillas mientras mi voz tenue solo podía pronunciar palabras como te extraño o te quiero....

Tashi se levanto, asustada, cosa que no me sorprendió cuando atiné a ver mi desnudez. Que tonto soy, ahora Natasha va a pensar mal de mi, pensé mientras por pudor me tapaba. La vergüenza se me pasó pronto al ver como había crecido mi niña, jamás espere verla vuelta toda una mujer, su cuerpo ahora decantaba unas hermosas curvas que me parecían bastante atractivas. Aproveche de verla mientras se tapaba los ojos, aunque me reprendí al instante pudiendo solo notar algunos detalles. Supongo que las cosas jamás son como lo recuerdas me decía a mi mismo mientras en mi memoria conrrían aquellos viejos tiempos en lso que jugabamos todo el día bajo el frío sol ruso.

su suave y hemosa voz pronunció mi nombre y aquello me hizó volver a tomar en cuenta mi realidad, mi corazón latió más rápido y bruscamente, mi estomago no pudo soportar aquella presión y casi sentía como un pequeño destello de amor iluminaba mi alma. Era mi niña, aquella mujer a la que tanto había querido, no lo podía creer y por un momento toda nuestras aventuras y historias rodarón por mi cabeza en un par de segudos. Mi mente se perdía, absorta en aquellos momentos gloriosos, pero depronto una cálida sensación hizó olvidarme por un momento del pudor y los recuerdos, y despertó en mi nuevamente la emoción de ver a mi mejor amiga nuevamente. Mis brazos abrazarón a aquella dama en la que se había convertido mi Tashi.

Sus ojos penetrarón en los mios y aquel destellos se hizo mayor como una gran explosión. Mi cuerpo se detuvo, y por un segundo creí que habí muerto, mi corazón no latía y el universo entero parecía haberse detenido con él. un segundo despues todo pareció volver a la normalidad, ¿ Qúé me había pasado?, no sabía nada en aquel momento, solo sentía su piel rozar con la mia, sus manos en mi rostro y sus lagrimas... No podía aguantar más y llore junto a ella.

Claro que soy real - mi voz se entrecorto y mi mente pareció dejar de funcionar por unos momentos, la volví a abrazar- Te extrañe mucho Tashi- susurre en su oído y bese su frente sin dejar de rodearla con mis brazos. Me aleje un momento algo preocupado, la observe detalladamente, esperaba no encontrar ninguna herida o signos de alguna enfermedad en ella. Suspire al verla prefecta y pude tranquilizarme. Vaya que has crecido, eres toda una dama... y una muy hermosa debo decir - mi voz sonaba alegre, casi tanto como mi alma.

La manta con la que me arropo me produjo una suave comodida, su cuerpo emanaba el calor suficiente para los dos y su mirada penetraba mi alma. Muchas veces escuche como el silencio conjugaba las mejores melodías, como podía ser un silencio tan importante como una frase y allí lo comprobe. El tiempo corría tan lento como lo fuese necesario y mi corazón latía tan rápido que podía escuchar sus tremulos movimientos permitiendome cada segundo vivir para ver en sus ojos la inocencia de la más pura infante convertida hoy en una magnífica mujer.

Su voz susurraba tiernas palabras que me hacían sentir afortunado de la suerte de mis ojos al nacer, no podía creer que ellos fueran tan especiales como Tashi lo hacía parecer. Pero era imposible no creerle, menos cuando sus brazos rodeaban mi cuerpo y su cabeza encajaba perfecta en mi hombro. Sentí melancolía. ¿ Por que no había ido antes a Francia?, ¿ por qué no la había buscado antes ? me reprimí, pero ahora estaba junto a ella, estaba con ella y otra vez podía sentir aquel cuerpo, percibir aquel efluvio de su alma suave y femenino y percatarme de su inocente calor. De repente sus palabras me dierón tanto alegría como confusión.
-¿Anatol ?. No , nadie más sabe...Aunque se suponía que ustedes habían muerto... claro que jamás lo creí, siempre pude sentirte en mi corazón.
Suspire y tome un poco de aire para plantear la pregunta que tal vez no sería la mejor , pero me daba curiosidad.
- De la familia real - balbucee- ¿ Quién sigue vivo?
Era solo una pregunta, pero me hacía sentir mal, así que decidí cambiar el tema antes de incomodarla y se me acababa de ocurrir la mejor idea que había tenido hoy.
- Olvidalo, sabes... vivo cerca, ¿ Desearías ir a cenar ? - pregunte alegre con una gran sonrisa, me hacía ansía compartir más tiempo con Tashi.