AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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KATHERINE SEYDOUX ID
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KATHERINE SEYDOUX ID
por Invitado Jue Feb 23, 2023 10:03 pm
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Katherine Luisa Seydoux▲EDAD▲
18 años▲ESPECIE▲
Humana▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲
-▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase Alta▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Bisexual▲LUGAR DE ORIGEN▲
París, Francia▲HABILIDADES/PODERES▲
-Katherine es una joven dulce, cuidadosa y tímida evitando ser el centro de atención en las fiestas que sus padres presentaban.
Rara vez presenta estados de enojo, venganza u odio. Suele ser altruista, sumisa e inocente en varios sentidos.
El último año su felicidad ha ido cayendo, sumiéndose en una tristeza de la que intenta salir con la religión y su decisión de continuar con su vida intentando olvidar su tragedia que siente más como una pesadilla.
Su personalidad crecerá con ella.
Rara vez presenta estados de enojo, venganza u odio. Suele ser altruista, sumisa e inocente en varios sentidos.
El último año su felicidad ha ido cayendo, sumiéndose en una tristeza de la que intenta salir con la religión y su decisión de continuar con su vida intentando olvidar su tragedia que siente más como una pesadilla.
Su personalidad crecerá con ella.
El Duque de Anjou, un hombre viejo que tuvo un amorío con una de las damas de su esposa, a la que embarazó y envió a París para tener al bastardo sin conocimiento de su esposa. La desconocida tuvo a una niña, al enterarse el padre se regocijo, sin un varón no habría impedimento en la sucesión, mientras el nacimiento se mantuviera en secreto no existirían reclamos.
La desdichada dama se vio en la obligación de entregar a su hija, con el corazón roto la llamo igual que la Duquesa de Anjou en venganza, Luisa y se la entregó a una familia noble para criarla como propia. El tiempo dejó a la joven crecer bella, saludable y llamativa a la edad casadera. Cuando supo de su origen, por murmullos de otros nobles, fue ella misma a visitar al moribundo Duque que le informó de su sangre real, también que su madre yacía en el ingresada en un convento ruso desde hacía años.
Luisa La Trémoïlle dejó su pasado atrás, se casó con un banquero de prestigio, Christopher H. Seydoux, codeándose con la nobleza y los millonarios, su primer embarazo la recibió con alegría, en este mismo se aprovechó el enamoramiento que tenía con su esposo para confesarle su origen, quien sonrió, la beso y salió esa misma noche volviendo en el amanecer.
Katherine Luisa Seydoux nació en París, una noche lluviosa en la que su madre falleció a la luz de las velas, con apenas una sirvienta y una partera para ayudarle. Su padre observó con descontento a la niña, esperaba un varón sano para presentarlo a la Duquesa viuda, en vano tomó a la niña observando la vida de su esposa esfumarse bajo las manos de aquella partera.
Katherine fue criada, al igual que su madre, en un entorno noble de clase alta. Sus abuelos maternos le legaron parte de su herencia al morir, gestionado por su padre para su educación ella continuó su vida sin sospechar lo que tramaban.
A la edad de cinco años Katherine conoció a su madrastra, una mujer pálida, rubia y alta de ojos oscuros. Se sorprendió al entender que se casaría con su padre ¿Por qué habría de querer una mujer tan extraña? Pero él le amaba con devoción, tanto que ni su enfermedad le impidió darle todo a su alcance.
La vida continuo en la familia, Isabella era la nueva mujer de la casa, enferma y hermosa, tan delicada que el sol le afectaba, se pasaba el día detrás de las cortinas y disfrutaba más las noches. Era seductora, inteligente y encantadora en palabras de cada persona, Katherine solo le observaba como un fantasma rubio con vestidos caros.
Con su mayoría de edad cerca uno de los invitados en las numerosas fiestas que su madrastra organizaba le comentó como su padre era tan joven, ni una arruga se formaba en su rostro, este rio alegando que el amor de Isabella le mantenía tan sereno como Dios mismo. Allí Katherine notó algo, una extraña mirada entre los casados, luego sus preguntas llegaron lentamente.
¿Por qué su madrastra era tan enfermiza durante el día y vivaz en las noches? Nunca se embarazó a pesar de estar casada más de diez años, apenas comía durante los almuerzos familiares siempre pidiendo que se oscureciera el cuarto por su delicada piel. La pareja nunca tenía arrugas, ni pelos blancos, ni un cambio en años cuando ella veía a otros envejecer. Como toda jovencita educada de su época abdujo aquello a la envidia, la razón de que su padre veneraba a esa mujer sin recordar a su madre.
Con la mente revuelta Katherine se acercó a una iglesia pidiendo confesarse, todas sus dudas fueron transmitidas al hombre del otro lado, este le pidió rezar durante tres noches y hacer ayuno para expiar sus pecados, ella obedeció sin saber lo que había liberado al confesor.
Empezó su expiación al día siguiente, el mismo en el cual su padre le confesó su origen, sangre real en ella, sangre de bastardo. El Duque de Anjou fue hijo del fallecido rey, tantos años atrás, Katherine estaba tan sorprendida que no habló, su padre besó su frente antes de despedirse prometiéndole que reclamarían su lugar como Duquesa, incluso si era nieta lucharían por su derecho en la sangre azul.
Katherine no lo quería, deseaba que su vida continuara normal, al terminar su ayuno se disculpó ante su madrastra por los celos, belleza y atención que tenía, la halagó hasta el cansancio arrodillada en el living implorando su perdón. Isabella la levantó y abrazó, su piel fría se sentía extraña, esta le prometió que Katherine ocuparía un lugar importante en su vida de ahora en adelante, uno que nadie podría quitarle.
Con la mente en paz ella se retiró a su habitación, otra noche lluviosa caía, la tormenta azotaba las calles parisinas cuando escuchó un llanto, casi como un quejido implorando, parecía un animal siendo cortado en la garganta para faenar. Salió de su cama con curiosidad, caminó a la oscuridad con la luz de una vela mostrándole el camino, cuando se acercó al living el horror le paralizó.
Su padre yacía en al suelo, pálido y bañado en sangre, su ropa rasgada mientras de su pecho abierto se descubrían sus huesos y órganos. Isabella estaba sobre él, masticando su cuello para luego morder su corazón y tragar sangre como si de una fuente se tratase. La vela cayó de sus manos en la alfombra, la madrastra levantó la mirada con una sonrisa, ensangrentada llamó a su hijastra quien salió corriendo hasta la cocina.
Tanto como pudo huyo por la puerta trasera entre los callejones de la oscura ciudad, la lluvia golpeándole como una pesadilla viviente hasta que la mujer fantasma la atrapó en una esquina. Con fuerza acorraló a la joven contra la pared, Katherine no se resistió a los ojos oscuros, su cuerpo se dejó llevar cuando Isabella mostró grandes colmillos en su boca cortando la yema de su dedo.
Algo oscuro goteaba, sangre de la misma asesina, lo coloco en sus labios sonriendo como el Diablo mismo, le susurró tan claro que solo su voz se oía en la lluvia.
- Beb... - no terminó, si lo hubiera hecho Katherine estaba dispuesta a obedecer.
Isabella bajó la mirada viendo una flecha atravesarle el pecho, por primera vez el miedo estaba en el rostro de la vampiresa que cayó de espaldas en un gritó atroz volviéndose cenizas como si el mismísimo infierno la hubiese consumido.
Un extraño se acerco a Katherine, ella se desmayó allí mismo. Al despertar estaba en su cama, policías rodeaban su habitación, confusa preguntó qué sucedía. Fue escoltada a la oficina de su padre donde se le informó que durante la noche un incendio arrasó el living donde su madrastra y padre perecieron, gracias al aviso de una de las sirvientas el fuego se controló.
El cuerpo de su padre se calcinó dejando pocos huesos, el de su madrastra enfermiza fue consumido rápido hasta las cenizas, llorando en desesperación Katherine se lanzó al suelo como una niña. Fue contenida por una sirvienta más, los policías la dejaron con su pena. Los días siguieron con el funeral, los abogados de su padre y papeles del banco que le mostraban cuantiosas sumas si se vendían.
Algunos amigos íntimos de la familia ofrecían a sus hijos en matrimonio para la rica heredera, ella miró a todos perdida en su angustia y se retiró a su habitación, bajo su almohada entre sabanas que no fueron cambiadas encontró una nota.
"Te hemos salvado de aquel monstruo que envenenaba a tu padre.
Lamentamos no haberle salvado antes, sin embargo, hemos cumplido con Dios salvándote a ti, él nos envió.
Ahora eres libre, sé feliz y no olvides que Dios está a tu lado protegiéndote."
Quemó la nota en la noche, el año continuó hasta su cumpleaños dieciocho, donde tuvo tiempo de estudiar sus opciones, reconstruir el living, vender y guardar cosas de sus padres, encontrar archivos, cartas y papeles importantes acerca de su madre.
Todo culminó en soledad, ahora Katherine heredaba una fortuna, los bancos y otros negocios abiertos en nombre de su padre. Cada franco en sus manos era ahora su decisión, podía irse o adquirir todo lo que le pertenecía, finalmente allí tomó la decisión de ser libre, vivir feliz como Dios quería haciendo su propia voluntad.
La desdichada dama se vio en la obligación de entregar a su hija, con el corazón roto la llamo igual que la Duquesa de Anjou en venganza, Luisa y se la entregó a una familia noble para criarla como propia. El tiempo dejó a la joven crecer bella, saludable y llamativa a la edad casadera. Cuando supo de su origen, por murmullos de otros nobles, fue ella misma a visitar al moribundo Duque que le informó de su sangre real, también que su madre yacía en el ingresada en un convento ruso desde hacía años.
Luisa La Trémoïlle dejó su pasado atrás, se casó con un banquero de prestigio, Christopher H. Seydoux, codeándose con la nobleza y los millonarios, su primer embarazo la recibió con alegría, en este mismo se aprovechó el enamoramiento que tenía con su esposo para confesarle su origen, quien sonrió, la beso y salió esa misma noche volviendo en el amanecer.
Katherine Luisa Seydoux nació en París, una noche lluviosa en la que su madre falleció a la luz de las velas, con apenas una sirvienta y una partera para ayudarle. Su padre observó con descontento a la niña, esperaba un varón sano para presentarlo a la Duquesa viuda, en vano tomó a la niña observando la vida de su esposa esfumarse bajo las manos de aquella partera.
Katherine fue criada, al igual que su madre, en un entorno noble de clase alta. Sus abuelos maternos le legaron parte de su herencia al morir, gestionado por su padre para su educación ella continuó su vida sin sospechar lo que tramaban.
A la edad de cinco años Katherine conoció a su madrastra, una mujer pálida, rubia y alta de ojos oscuros. Se sorprendió al entender que se casaría con su padre ¿Por qué habría de querer una mujer tan extraña? Pero él le amaba con devoción, tanto que ni su enfermedad le impidió darle todo a su alcance.
La vida continuo en la familia, Isabella era la nueva mujer de la casa, enferma y hermosa, tan delicada que el sol le afectaba, se pasaba el día detrás de las cortinas y disfrutaba más las noches. Era seductora, inteligente y encantadora en palabras de cada persona, Katherine solo le observaba como un fantasma rubio con vestidos caros.
Con su mayoría de edad cerca uno de los invitados en las numerosas fiestas que su madrastra organizaba le comentó como su padre era tan joven, ni una arruga se formaba en su rostro, este rio alegando que el amor de Isabella le mantenía tan sereno como Dios mismo. Allí Katherine notó algo, una extraña mirada entre los casados, luego sus preguntas llegaron lentamente.
¿Por qué su madrastra era tan enfermiza durante el día y vivaz en las noches? Nunca se embarazó a pesar de estar casada más de diez años, apenas comía durante los almuerzos familiares siempre pidiendo que se oscureciera el cuarto por su delicada piel. La pareja nunca tenía arrugas, ni pelos blancos, ni un cambio en años cuando ella veía a otros envejecer. Como toda jovencita educada de su época abdujo aquello a la envidia, la razón de que su padre veneraba a esa mujer sin recordar a su madre.
Con la mente revuelta Katherine se acercó a una iglesia pidiendo confesarse, todas sus dudas fueron transmitidas al hombre del otro lado, este le pidió rezar durante tres noches y hacer ayuno para expiar sus pecados, ella obedeció sin saber lo que había liberado al confesor.
Empezó su expiación al día siguiente, el mismo en el cual su padre le confesó su origen, sangre real en ella, sangre de bastardo. El Duque de Anjou fue hijo del fallecido rey, tantos años atrás, Katherine estaba tan sorprendida que no habló, su padre besó su frente antes de despedirse prometiéndole que reclamarían su lugar como Duquesa, incluso si era nieta lucharían por su derecho en la sangre azul.
Katherine no lo quería, deseaba que su vida continuara normal, al terminar su ayuno se disculpó ante su madrastra por los celos, belleza y atención que tenía, la halagó hasta el cansancio arrodillada en el living implorando su perdón. Isabella la levantó y abrazó, su piel fría se sentía extraña, esta le prometió que Katherine ocuparía un lugar importante en su vida de ahora en adelante, uno que nadie podría quitarle.
Con la mente en paz ella se retiró a su habitación, otra noche lluviosa caía, la tormenta azotaba las calles parisinas cuando escuchó un llanto, casi como un quejido implorando, parecía un animal siendo cortado en la garganta para faenar. Salió de su cama con curiosidad, caminó a la oscuridad con la luz de una vela mostrándole el camino, cuando se acercó al living el horror le paralizó.
Su padre yacía en al suelo, pálido y bañado en sangre, su ropa rasgada mientras de su pecho abierto se descubrían sus huesos y órganos. Isabella estaba sobre él, masticando su cuello para luego morder su corazón y tragar sangre como si de una fuente se tratase. La vela cayó de sus manos en la alfombra, la madrastra levantó la mirada con una sonrisa, ensangrentada llamó a su hijastra quien salió corriendo hasta la cocina.
Tanto como pudo huyo por la puerta trasera entre los callejones de la oscura ciudad, la lluvia golpeándole como una pesadilla viviente hasta que la mujer fantasma la atrapó en una esquina. Con fuerza acorraló a la joven contra la pared, Katherine no se resistió a los ojos oscuros, su cuerpo se dejó llevar cuando Isabella mostró grandes colmillos en su boca cortando la yema de su dedo.
Algo oscuro goteaba, sangre de la misma asesina, lo coloco en sus labios sonriendo como el Diablo mismo, le susurró tan claro que solo su voz se oía en la lluvia.
- Beb... - no terminó, si lo hubiera hecho Katherine estaba dispuesta a obedecer.
Isabella bajó la mirada viendo una flecha atravesarle el pecho, por primera vez el miedo estaba en el rostro de la vampiresa que cayó de espaldas en un gritó atroz volviéndose cenizas como si el mismísimo infierno la hubiese consumido.
Un extraño se acerco a Katherine, ella se desmayó allí mismo. Al despertar estaba en su cama, policías rodeaban su habitación, confusa preguntó qué sucedía. Fue escoltada a la oficina de su padre donde se le informó que durante la noche un incendio arrasó el living donde su madrastra y padre perecieron, gracias al aviso de una de las sirvientas el fuego se controló.
El cuerpo de su padre se calcinó dejando pocos huesos, el de su madrastra enfermiza fue consumido rápido hasta las cenizas, llorando en desesperación Katherine se lanzó al suelo como una niña. Fue contenida por una sirvienta más, los policías la dejaron con su pena. Los días siguieron con el funeral, los abogados de su padre y papeles del banco que le mostraban cuantiosas sumas si se vendían.
Algunos amigos íntimos de la familia ofrecían a sus hijos en matrimonio para la rica heredera, ella miró a todos perdida en su angustia y se retiró a su habitación, bajo su almohada entre sabanas que no fueron cambiadas encontró una nota.
"Te hemos salvado de aquel monstruo que envenenaba a tu padre.
Lamentamos no haberle salvado antes, sin embargo, hemos cumplido con Dios salvándote a ti, él nos envió.
Ahora eres libre, sé feliz y no olvides que Dios está a tu lado protegiéndote."
Quemó la nota en la noche, el año continuó hasta su cumpleaños dieciocho, donde tuvo tiempo de estudiar sus opciones, reconstruir el living, vender y guardar cosas de sus padres, encontrar archivos, cartas y papeles importantes acerca de su madre.
Todo culminó en soledad, ahora Katherine heredaba una fortuna, los bancos y otros negocios abiertos en nombre de su padre. Cada franco en sus manos era ahora su decisión, podía irse o adquirir todo lo que le pertenecía, finalmente allí tomó la decisión de ser libre, vivir feliz como Dios quería haciendo su propia voluntad.
* Su madrastra fue la partera en su nacimiento, apartando a la sirvienta para beber la sangre de Luisa La Trémoïlle y matarla con la excusa de sufrir un desangramiento.
* Aunque una fina línea de la realeza la conecta, no se encuentra interesada en revelar su secreto ni reclamar su derecho.
* Su padre, Christopher Henry Seydoux, fue esclavo de sangre de Isabella desde el embarazo de su esposa Luisa La Trémoïlle.
* Desea casarse por amor, consciente de esa dificultad se prometió a sí misma buscar esposo a los 21 años, alguien que no le amara pero fuera un hombre respetable.
* Está llena de dudas acerca de los sucesos que acontecieron su perdida, desea olvidar todo, las pesadillas le aquejan casi todas las noches.
* Las cartas, documentos y archivos de su padre revelan acuerdos monetarios, personales y otros enviados a la Duquesa viuda de Anjou quien respondió con indiferencia por la bastarda.
* Sabe que sin la religión en su vida no hubiese podido afrontar nada, es muy devota y todo lo hace en nombre de Dios.
* Anhela la tranquilidad mental e ignorancia que tenía antes.
* Su tristeza la alejó de los círculos que sus padres frecuentaban, muy pocos ya hablan de la trágica pareja y su huérfana hija.
* Ha viajado a Londres donde vivieron sus abuelos paternos, estos fallecieron cuando ella tenía 12 años en su Mansión de campo, su abuela es de origen ingles.
* Habla idiomas con fluidez latín, francés, ingles, italiano, alemán y español. El idioma que más le cuesta hablar es el ruso.
* Baila, canta, toca el arma, piano, y la flauta con maestría.
* Su vocación es la costura y el diseño de vestidos, dibuja mujeres la mayor parte del tiempo libre para darle colores y pomposos atuendos de su imaginación.
* Le gustan los lagos, la naturaleza y extraña los tiempos en que tenía vacaciones con sus abuelos.
* Mimada por su abuelo paterno aprendió a cabalgar y el tiro con arco en secreto, cuando quiso aprender disparo su abuela se lo impidió como mujer.
* Aún debe decidir si entregar las propiedades de su padre, o controlarlas mediante un grupo de hombres, aquí comienza su historia.
* Aunque una fina línea de la realeza la conecta, no se encuentra interesada en revelar su secreto ni reclamar su derecho.
* Su padre, Christopher Henry Seydoux, fue esclavo de sangre de Isabella desde el embarazo de su esposa Luisa La Trémoïlle.
* Desea casarse por amor, consciente de esa dificultad se prometió a sí misma buscar esposo a los 21 años, alguien que no le amara pero fuera un hombre respetable.
* Está llena de dudas acerca de los sucesos que acontecieron su perdida, desea olvidar todo, las pesadillas le aquejan casi todas las noches.
* Las cartas, documentos y archivos de su padre revelan acuerdos monetarios, personales y otros enviados a la Duquesa viuda de Anjou quien respondió con indiferencia por la bastarda.
* Sabe que sin la religión en su vida no hubiese podido afrontar nada, es muy devota y todo lo hace en nombre de Dios.
* Anhela la tranquilidad mental e ignorancia que tenía antes.
* Su tristeza la alejó de los círculos que sus padres frecuentaban, muy pocos ya hablan de la trágica pareja y su huérfana hija.
* Ha viajado a Londres donde vivieron sus abuelos paternos, estos fallecieron cuando ella tenía 12 años en su Mansión de campo, su abuela es de origen ingles.
* Habla idiomas con fluidez latín, francés, ingles, italiano, alemán y español. El idioma que más le cuesta hablar es el ruso.
* Baila, canta, toca el arma, piano, y la flauta con maestría.
* Su vocación es la costura y el diseño de vestidos, dibuja mujeres la mayor parte del tiempo libre para darle colores y pomposos atuendos de su imaginación.
* Le gustan los lagos, la naturaleza y extraña los tiempos en que tenía vacaciones con sus abuelos.
* Mimada por su abuelo paterno aprendió a cabalgar y el tiro con arco en secreto, cuando quiso aprender disparo su abuela se lo impidió como mujer.
* Aún debe decidir si entregar las propiedades de su padre, o controlarlas mediante un grupo de hombres, aquí comienza su historia.
Invitado- Invitado
Re: KATHERINE SEYDOUX ID
por Nicolás D' Lenfent Lun Feb 27, 2023 9:31 pm
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.
RECUERDA QUE A LA HORA DE ROLEAR HAY QUE RESPETAR LO ESPECIFICADO EN TU FICHA, PORQUE ÉSTA YA HA SIDO REVISADA Y APROBADA. NO PUEDES ALTERAR LA INFORMACIÓN Y AÑADIR A TU PERSONAJE COSAS DIFERENTES COMO PODERES O HABILIDADES DISTINTAS A LO QUE AQUÍ HAS SEÑALADO. DE OCURRIR ASÍ, LA ADMINISTRACIÓN TENDRÁ TODO EL DERECHO DE LLAMARTE LA ATENCIÓN Y/O PEDIRTE QUE HAGAS MODIFICACIONES, ALGO QUE NO QUEREMOS QUE OCURRA.
TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES. ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
I M P O R T A N T E:
RECUERDA QUE A LA HORA DE ROLEAR HAY QUE RESPETAR LO ESPECIFICADO EN TU FICHA, PORQUE ÉSTA YA HA SIDO REVISADA Y APROBADA. NO PUEDES ALTERAR LA INFORMACIÓN Y AÑADIR A TU PERSONAJE COSAS DIFERENTES COMO PODERES O HABILIDADES DISTINTAS A LO QUE AQUÍ HAS SEÑALADO. DE OCURRIR ASÍ, LA ADMINISTRACIÓN TENDRÁ TODO EL DERECHO DE LLAMARTE LA ATENCIÓN Y/O PEDIRTE QUE HAGAS MODIFICACIONES, ALGO QUE NO QUEREMOS QUE OCURRA.
TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES. ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
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