AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Un nuevo anochecer (Dael)
Página 1 de 1.
Un nuevo anochecer (Dael)
Caminaba sonriendo. Por fin había terminado su nueva arpa, sonando de maravilla. Se felicitó por enésima vez por su buen trabajo, que no había sido poco, ni poco tiempo había sido dedicado a él.
Se había permitido aquella noche, que gracias al cielo no poseía luna llena, para ir a cualquier lugar y beber algo. Él mismo se sorprendió, pues Henry no bebía alcohol. Imaginó que sería porque era lo que había escuchado siempre, de modo que, mientras recorría aquellas húmedas calles, decidió adentrarse en los más escondidos rincones de París y se introdujo dentro de los pequeños y oscuros callejones que formaban parte de las manzanas de la ciudad.
Gracias a su aguda visión nocturna, alcanzó a divisar pequeños detalles que no todo el mundo podría ver.
Caminó durante quizá diez minutos, a paso lento. Quería deleitarse con las pequeñas cositas que París escondía en sus entrañas dentro de aquellos olvidados lugares que gozaban de libertad anónima al tiempo que sufrían un grave abandono burgués.
Entonces, se detuvo. Escuchaba unos pequeños sonidos, como si fuesen tacones de mujer. Le extrañaba que a esas horas y por esos lugares, alguien del sexo femenino anduviera tan tranquila. De pronto, los taconeos cesaron, y acudieron en su sustitución gritos de socorro, a los cuales Henry respondió, primeramente, quedándose en la esquina, observando el panorama…
Se había permitido aquella noche, que gracias al cielo no poseía luna llena, para ir a cualquier lugar y beber algo. Él mismo se sorprendió, pues Henry no bebía alcohol. Imaginó que sería porque era lo que había escuchado siempre, de modo que, mientras recorría aquellas húmedas calles, decidió adentrarse en los más escondidos rincones de París y se introdujo dentro de los pequeños y oscuros callejones que formaban parte de las manzanas de la ciudad.
Gracias a su aguda visión nocturna, alcanzó a divisar pequeños detalles que no todo el mundo podría ver.
Caminó durante quizá diez minutos, a paso lento. Quería deleitarse con las pequeñas cositas que París escondía en sus entrañas dentro de aquellos olvidados lugares que gozaban de libertad anónima al tiempo que sufrían un grave abandono burgués.
Entonces, se detuvo. Escuchaba unos pequeños sonidos, como si fuesen tacones de mujer. Le extrañaba que a esas horas y por esos lugares, alguien del sexo femenino anduviera tan tranquila. De pronto, los taconeos cesaron, y acudieron en su sustitución gritos de socorro, a los cuales Henry respondió, primeramente, quedándose en la esquina, observando el panorama…
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Esa noche, buscando despejarme un poco, me decanté por salir a buscar clientes fuera del burdel como algunas de mis compañeras hacían siempre. No temerle a la oscuridad ni a la soledad, eran dos cualidades que tenía, necesarias para aquella pequeña aventura que iba a llevar a cabo aunque no era la primera vez que lo hacía. Mis pasos, eran rápidos sobre el adoquinado suelo de aquellos oscuros callejones por los que había decidido ahorrar tiempo para llegar al centro de París, donde de verdad a esas horas había hombres y sed de amor. Esta última era a medias de la que yo me encargaba. Paramí era trabajo, para ellos era sexo, para cualquier hombre sin sexo no hay amor por lo que anteponen el sexo a todo. Era un cálculo que había hecho durante mi primer mes en la profesión.
Escuché unos pasos tras de mí, los cuales venían siguiéndome unos metros atrás. No habría sentido miedo si el lugar hubiera estado transitado pero por allí no había un solo alma que pudiera socorrerme. ¿Qué querría? Me giré para enfrentar a quien fuese, encontrándome con dos hombres, de una clase más o menos media pero, no cabía duda de que estaban en malas condiciones, es decir, completamente ebrios. Qué bien, con tacones y contra dos hombres que doblaban mi peso. Habría echado a correr si el pensamiento de morir no me hubiera bloqueado. No sería el primer caso de asesinatos a cortesanas ni tampoco el último.
Cuando se abalanzaron sobre mí, reaccioné gritando y pataleando, buscando escaparme de las repugnantes manos de aquellos tipos que parecían dispuestos a todo. Si debía morir, no lo haría sin pelear antes y mucho menos sin llevarme la satisfacción de haberles pegado unas cuantas patadas en el estómago y lo que no es el estómago.
-¡Soltadme!- grité como una orden, con la voz agitada por el esfuerzo de que me dejaran en paz y el pelo revuelto del forcejeo. Si alguna vez me había sentido despojada de mi orgullo, no tenía comparación con ese momento.
Escuché unos pasos tras de mí, los cuales venían siguiéndome unos metros atrás. No habría sentido miedo si el lugar hubiera estado transitado pero por allí no había un solo alma que pudiera socorrerme. ¿Qué querría? Me giré para enfrentar a quien fuese, encontrándome con dos hombres, de una clase más o menos media pero, no cabía duda de que estaban en malas condiciones, es decir, completamente ebrios. Qué bien, con tacones y contra dos hombres que doblaban mi peso. Habría echado a correr si el pensamiento de morir no me hubiera bloqueado. No sería el primer caso de asesinatos a cortesanas ni tampoco el último.
Cuando se abalanzaron sobre mí, reaccioné gritando y pataleando, buscando escaparme de las repugnantes manos de aquellos tipos que parecían dispuestos a todo. Si debía morir, no lo haría sin pelear antes y mucho menos sin llevarme la satisfacción de haberles pegado unas cuantas patadas en el estómago y lo que no es el estómago.
-¡Soltadme!- grité como una orden, con la voz agitada por el esfuerzo de que me dejaran en paz y el pelo revuelto del forcejeo. Si alguna vez me había sentido despojada de mi orgullo, no tenía comparación con ese momento.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Los ojos del licántropo se abrieron en demasía en cuanto contempló tan terrible escena: dos hombres, a los que a olerlos los detectó como una cuba, sobre una muchacha que, a pesar de estar dedicada a eso que pasaba por su mente, no quería aquello.
Se dio cuenta de que, aunque fuesen dos, no estaban en condiciones de luchar, de modo que, como un rayo, apareció a los pies de los tres personajes.
- Buenas noches, caballeros - saludó cortésmente. Y antes de que pudieran decir nada, cuando alzaron la cabeza para hacerlo, Henry cogió ambas cabezas, y las hizo chocarse entre sé, dejando más inútiles todavía a los susodichos. Cayeron al suelo, inconscientes, pero el lobo, les pateó el estómago a uno y el costado al otro.
Luego, se dirigió a ellos, que parecían querer levantarse, algo atontados aún - Largo, energúmenos - espetó, con tono severo, y también lanzó un pequeño gruñido de énfasis y advertencia.
Después de que se marcharan mientras dibujaban ochos con sus desequilibrados pasos, Henry se dirigió a la muchacha que, aunque con expresión de horror, parecía encontrarse sana y salva - ¿Se encuentra bien, señorita? - preguntó amablemente, tendiéndole la mano para que se levantara.
Se dio cuenta de que, aunque fuesen dos, no estaban en condiciones de luchar, de modo que, como un rayo, apareció a los pies de los tres personajes.
- Buenas noches, caballeros - saludó cortésmente. Y antes de que pudieran decir nada, cuando alzaron la cabeza para hacerlo, Henry cogió ambas cabezas, y las hizo chocarse entre sé, dejando más inútiles todavía a los susodichos. Cayeron al suelo, inconscientes, pero el lobo, les pateó el estómago a uno y el costado al otro.
Luego, se dirigió a ellos, que parecían querer levantarse, algo atontados aún - Largo, energúmenos - espetó, con tono severo, y también lanzó un pequeño gruñido de énfasis y advertencia.
Después de que se marcharan mientras dibujaban ochos con sus desequilibrados pasos, Henry se dirigió a la muchacha que, aunque con expresión de horror, parecía encontrarse sana y salva - ¿Se encuentra bien, señorita? - preguntó amablemente, tendiéndole la mano para que se levantara.
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Por si no tenía bastante con dos hombres, ahora eran tres los cuales tenía alrededor. Comencé a sentir de verdad el terror ya que este último estaba sobrio pero las cosas cambiaron al ver como en lugar de ser uno de ellos, lo único que buscaba era ayudarme y yo no iba a ser tan orgullosa como para que, encima de que algún hombre tenía la decencia de salvar a una joven -como en los cuentos de hadas- la joven le espetara cualquier grosería, no, no sería así. Lo que sí me dejo sorprendida esla saña con la que golpeaba a los cuerpos, es decir, nadie se habría tomado esas molestias por alguien como yo.
Me retiré hacia atrás arrastrándome, hasta chocar contra una pared mientras miraba la escena con sorpresa y miedo. Una de mis manos fue hasta mis labios, intentando disimular un poco aquello que sentía o más bien que la mezcla se sentimientos no fuera tan notoria. ¿Y si se había librado de ellos para asesinarme él? ¿O y si quería violarme? Probé a agitar la cabeza para deshacerme de esos pensamientos a la vez que el ruido de pasos alejándose lograba que mi respiración se volviese más relajada.
Miré al hombre, uno que ahora se dirigía a mí con aquellla cortesía, incluso me ofrecía una mano. Titubeé antes de decidirme a tomarla para levantarme de aquel lugar. Abrí la boca una vez ya de pie con la intención de decir algo pero las palabras se negaban a salir ¿Qué tal un gracias? No estaba segura de que fuera suficiente pero mi mente no estaba para razonar demasiado en esos momentos
-Yo...esto...sí, gracias, monsieur- dije retirando mi mano con rapidez para dejarla muerta sobre la falda de mi vestido. Quería bajar la vista pero no podía, había algo tan enigmático en sus ojos... Al final, me obligué a ello, mirando los adoquines grises y sucios en los que podría haber llegado mi hora.
-Pensé que...- no me atreví a terminar la frase para no mostrar debilidad. Lo último que me apetecía en esos momentos era acabar llorando frente a un desconocido.
Me retiré hacia atrás arrastrándome, hasta chocar contra una pared mientras miraba la escena con sorpresa y miedo. Una de mis manos fue hasta mis labios, intentando disimular un poco aquello que sentía o más bien que la mezcla se sentimientos no fuera tan notoria. ¿Y si se había librado de ellos para asesinarme él? ¿O y si quería violarme? Probé a agitar la cabeza para deshacerme de esos pensamientos a la vez que el ruido de pasos alejándose lograba que mi respiración se volviese más relajada.
Miré al hombre, uno que ahora se dirigía a mí con aquellla cortesía, incluso me ofrecía una mano. Titubeé antes de decidirme a tomarla para levantarme de aquel lugar. Abrí la boca una vez ya de pie con la intención de decir algo pero las palabras se negaban a salir ¿Qué tal un gracias? No estaba segura de que fuera suficiente pero mi mente no estaba para razonar demasiado en esos momentos
-Yo...esto...sí, gracias, monsieur- dije retirando mi mano con rapidez para dejarla muerta sobre la falda de mi vestido. Quería bajar la vista pero no podía, había algo tan enigmático en sus ojos... Al final, me obligué a ello, mirando los adoquines grises y sucios en los que podría haber llegado mi hora.
-Pensé que...- no me atreví a terminar la frase para no mostrar debilidad. Lo último que me apetecía en esos momentos era acabar llorando frente a un desconocido.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
En las calles ya no sonaban sino las voces de ambos. El peligro ya había pasado, Henry lo sabía- Pero la muchacha estaba asustada todavía, podía olerlo. Y seguramente se estaba preguntando qué hacer o qué decir.
El licántropo se cruzó de brazos, observando los gestos de la chica, notablemente nerviosa. Sonrió de medio lado, algo divertido por aquel miedo que él sabía no tendría por qué tener, pero era comprensible - Me alegro de haber estado por aquí. Y me alegro de que se encuentre bien - confesó sinceramente con tono afable. Sin embargo, luego se endureció un poco - Puedo hacerme una idea de qué hacía por aquí, señorita - miró su ropa y su maquillaje -, pero no debería. Es peligroso, usted misma lo acaba de comprobar - Asentía al tiempo que hablaba, poniendo énfasis en cada una de sus palabras.
Se acercó a la muchacha y le puso las manos en los hombros, y bajó la cabeza de lado para indicarle que levantara la suya - ¿Está bien de verdad? ¿Necesita que la acompañe a algún lugar, señorita…? - indagó.
Henry no era de ir en ayuda de la gente. Pero en esta ocasión, había debilidad por uno de los bandos, y en cierto modo, los gritos de la chica cuyo nombre aún desconocía, lo habían conmovido. Sonrió, esperando la respuesta de la mujer
El licántropo se cruzó de brazos, observando los gestos de la chica, notablemente nerviosa. Sonrió de medio lado, algo divertido por aquel miedo que él sabía no tendría por qué tener, pero era comprensible - Me alegro de haber estado por aquí. Y me alegro de que se encuentre bien - confesó sinceramente con tono afable. Sin embargo, luego se endureció un poco - Puedo hacerme una idea de qué hacía por aquí, señorita - miró su ropa y su maquillaje -, pero no debería. Es peligroso, usted misma lo acaba de comprobar - Asentía al tiempo que hablaba, poniendo énfasis en cada una de sus palabras.
Se acercó a la muchacha y le puso las manos en los hombros, y bajó la cabeza de lado para indicarle que levantara la suya - ¿Está bien de verdad? ¿Necesita que la acompañe a algún lugar, señorita…? - indagó.
Henry no era de ir en ayuda de la gente. Pero en esta ocasión, había debilidad por uno de los bandos, y en cierto modo, los gritos de la chica cuyo nombre aún desconocía, lo habían conmovido. Sonrió, esperando la respuesta de la mujer
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Era genial que me hubiera ayudado, estaba realmente agradecida pero eso no le daba derecho a hablarme como lo estaba haciendo. Era lo suficientemente inteligente para que no me tratasen como a una niña estúpide e indefensa, por no hablar de la mirada que echó hacia mis vestimentas. Si pretendía venir a darme un sermón, iba a tener las cosas mal conmigo pues si me caracterizaba por algo era por no dejar pasar ni una a nadie. Esta, decidí perdonársela por lo que acababa de hacer pero si volvía a intentar ponerse protector, sacaría las uñas a la defensiva.
Levanté la cabeza con orgullo, mostrándole que aunque dos hombres me habían intentado hacer no sé qué, iba a continuar con mi ronda de esa noche cosa en la que él no debía inmiscuirse. Al alargar la frase, supe que quería saber mi nombre y, ¿por qué no dárselo? Era lo menos que podía hacer. Que odioso estar en deuda con alguien.
-Dael, Dael Groen y sí, estoy bien- respondí retirando sus manos de mis hombros las cuales me hacían sentir más pequeña aún -No soy una niña señor...¿Cúal es su nombre? -me atreví a preguntar. Igualdad de condiciones, era lo justo.
Mientras esperaba alguna respuesta por su parte, me alejé un paso hacia atrás, sacudiéndome la falda del vestido por si se hubiera podido manchar de polvo al caer al suelo. En realidad, buscaba algo en lo que centrarme y mantenerme ocupada.
Levanté la cabeza con orgullo, mostrándole que aunque dos hombres me habían intentado hacer no sé qué, iba a continuar con mi ronda de esa noche cosa en la que él no debía inmiscuirse. Al alargar la frase, supe que quería saber mi nombre y, ¿por qué no dárselo? Era lo menos que podía hacer. Que odioso estar en deuda con alguien.
-Dael, Dael Groen y sí, estoy bien- respondí retirando sus manos de mis hombros las cuales me hacían sentir más pequeña aún -No soy una niña señor...¿Cúal es su nombre? -me atreví a preguntar. Igualdad de condiciones, era lo justo.
Mientras esperaba alguna respuesta por su parte, me alejé un paso hacia atrás, sacudiéndome la falda del vestido por si se hubiera podido manchar de polvo al caer al suelo. En realidad, buscaba algo en lo que centrarme y mantenerme ocupada.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
El lobo ladeó la cabeza. No había hecho nada malo. Ni su tono de voz había sido represivo ni sus intenciones molestarla. Podía haberlo entendido mal, al fin y al cabo no lo conocía. En fin, de desagradecidos estaba el mundo lleno…
La vio retirarse unos pasos, y eso le hizo sentir incómodo. No importa, pensó, de todas formas no está acostumbrada a que la traten así. Se cruzó de brazos, algo ofendido por aquello - Lo siento, no pretendía ser grosero - confesó con un deje que dejaba ver algo más que disculpas en su tono de voz.
Miró al cielo. Definitivamente, nunca iba a entender a las mujeres, y menos a las cortesanas. ¿Acaso creían que todos los hombres eran malos? ¿O que todos buscaban lo mismo? ¿O que todos pensaban igual? Cerró los ojos pensando, y se acabó convenciendo de que daba igual. Total… un desprecio más en su vida no iba a notarse mucho…
- Si está bien entonces puedo retirarme. Que pase buena lo que quede de noche - y se dio la vuelta comenzando a irse - Henry - dijo con alto tono de voz, para que lo oyera - Henry Everill - y se metió las manos en los bolsillos mientras caminaba.
La vio retirarse unos pasos, y eso le hizo sentir incómodo. No importa, pensó, de todas formas no está acostumbrada a que la traten así. Se cruzó de brazos, algo ofendido por aquello - Lo siento, no pretendía ser grosero - confesó con un deje que dejaba ver algo más que disculpas en su tono de voz.
Miró al cielo. Definitivamente, nunca iba a entender a las mujeres, y menos a las cortesanas. ¿Acaso creían que todos los hombres eran malos? ¿O que todos buscaban lo mismo? ¿O que todos pensaban igual? Cerró los ojos pensando, y se acabó convenciendo de que daba igual. Total… un desprecio más en su vida no iba a notarse mucho…
- Si está bien entonces puedo retirarme. Que pase buena lo que quede de noche - y se dio la vuelta comenzando a irse - Henry - dijo con alto tono de voz, para que lo oyera - Henry Everill - y se metió las manos en los bolsillos mientras caminaba.
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Su voz sonaba sincera y yo misma lo sabía. No había querido ofenderme ni nada parecido pero a veces me ponía tan supceptible y a la defensiva. No supe reaccionar hasta que él se girí comenzando a andar, dejando su nombre flotando en el aire. Si lo dejaba marchar, el sentimiento de culpa que ahora sentía se haría más grande pero ¿Qué decirle para que no se fuera? A veces era tan difícil complacer a los hombres porque realmente, nunca sabes lo que quieren oír al contrario de nosotras.
-¡Espere, Henry!- exclamé para que detuviera el paso, no percatándome si quiera de que en lugar de usar su apellido, había mentado su nombre ¿Y qué más daba? Lo mejor en esos momentos era no pensar.
Mis pies reaccionaron, echando a correr antes de que se alejara demasiado. Nunca había odiado tanto aquellos zapatos como en esos momentos. Deseé que fueran de quitar simplemente y no con todos aquellos cordones. Solté una maldición olvidando que era una señorita, remangué mi vestido quizás más de lo necesario y por la torpe carrera ahora mi pelo estaba más suelto del recogido de lo que había quedado en la pelea por no hablar de las mejillas sonrojadas por diferentes causas.
-Lo siento-dije parando frente a él con verdadero arrepentimiento -Tengo carácter - dije con una sonrisa a la vez que me encogía de hombros. Era mi forma más sincera de pedir perdón.
-¡Espere, Henry!- exclamé para que detuviera el paso, no percatándome si quiera de que en lugar de usar su apellido, había mentado su nombre ¿Y qué más daba? Lo mejor en esos momentos era no pensar.
Mis pies reaccionaron, echando a correr antes de que se alejara demasiado. Nunca había odiado tanto aquellos zapatos como en esos momentos. Deseé que fueran de quitar simplemente y no con todos aquellos cordones. Solté una maldición olvidando que era una señorita, remangué mi vestido quizás más de lo necesario y por la torpe carrera ahora mi pelo estaba más suelto del recogido de lo que había quedado en la pelea por no hablar de las mejillas sonrojadas por diferentes causas.
-Lo siento-dije parando frente a él con verdadero arrepentimiento -Tengo carácter - dije con una sonrisa a la vez que me encogía de hombros. Era mi forma más sincera de pedir perdón.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Esperaba que su nombre hubiera bastado para saciar la curiosidad de la señorita. De echo, ella lo utilizó para llamarle y entonces Henry volvió a escuchar esos tacones, esta vez más rápido y acercándose más a él. Se paró en seco cuando la dama estuvo frente a él y procuró mirarla a los ojos, ver su interior. Miró aquella sonrisa con el rostro neutro, esperando algo más, y entonces vino aquella especie de disculpa que no supo cómo encajar. Porque era una disculpa, ¿verdad? Sino, no tenía sentido.
Agachó la cabeza un poco al tiempo que cerraba los ojos y creaba una pesada risa que no supo si oyó la dama - No importa - dijo sin abrir los ojos -, ya estoy acostumbrado - Y apoyó el peso en la pierna derecha, por si la señorita quería añadir algo más. De no ser así, Henry seguiría el camino que comenzara, queriendo perderse en las entrañas de la ciudad, pensando en su nueva arpa y su sonido.
Levantó la cabeza y se fijó entonces en el cabello de la mujer y en su ropa, pero sin maldad, como había podido creer ella. Sencillamente, le gustaba observar. Eso siempre había condicionado a Henry, pues su gusto por la admiración de las pequeñas cosas siempre había sido mal visto. Y lo mejor, era que nunca le habían dado una explicación para ello, excepto Dracy, que nunca le importó quién era, de dónde venía o qué era. Sencillamente lo aceptó y supo ver al verdadero Henry que se ocultaba tras tantas capas de carne y sangre.
- Señorita Groen, debo irme. SI no tiene nada más que decir, y si se encuentra bien… -Dijo, esperando que lo entendiera. Al fin y al cabo ella seguiría con lo suyo, imaginó. Aún era relativamente temprano, y en las calles había gente. Aunque, quien sabe… Igual ahora las cosas ya no eran iguales para aquella dama que había estado al borde de cualquier cosa innombrable que se le pueda pasar a uno por la cabeza…
Agachó la cabeza un poco al tiempo que cerraba los ojos y creaba una pesada risa que no supo si oyó la dama - No importa - dijo sin abrir los ojos -, ya estoy acostumbrado - Y apoyó el peso en la pierna derecha, por si la señorita quería añadir algo más. De no ser así, Henry seguiría el camino que comenzara, queriendo perderse en las entrañas de la ciudad, pensando en su nueva arpa y su sonido.
Levantó la cabeza y se fijó entonces en el cabello de la mujer y en su ropa, pero sin maldad, como había podido creer ella. Sencillamente, le gustaba observar. Eso siempre había condicionado a Henry, pues su gusto por la admiración de las pequeñas cosas siempre había sido mal visto. Y lo mejor, era que nunca le habían dado una explicación para ello, excepto Dracy, que nunca le importó quién era, de dónde venía o qué era. Sencillamente lo aceptó y supo ver al verdadero Henry que se ocultaba tras tantas capas de carne y sangre.
- Señorita Groen, debo irme. SI no tiene nada más que decir, y si se encuentra bien… -Dijo, esperando que lo entendiera. Al fin y al cabo ella seguiría con lo suyo, imaginó. Aún era relativamente temprano, y en las calles había gente. Aunque, quien sabe… Igual ahora las cosas ya no eran iguales para aquella dama que había estado al borde de cualquier cosa innombrable que se le pueda pasar a uno por la cabeza…
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Suspiré exasperada pues, definitivamente, los hombres no tenían arreglo. Estaba segura de que se vivía mejor sin ellos pero la vida es tan injusta a veces. Lo miré rogándole una silenciosa disculpa que pronto no sería silenciosa pero almenos era el principio. No quería que se fuese así...¿Acostumbrado a qué? No, no, yo no lo había rechazado, él me había hablado de aquella forma que mi carácter no lo permitía pero no era rechazo.
-Monsieur Everill, por favor, perdóneme- dije conmovida por aquella expresión en su rostro.
Sabía lo que era sentirse así y la verdad es que no se lo deseaba a nadie en absoluto. Puse una mano en su brazo, declarando una especie de tregua para ambos mientras me dedicaba a mirarlo con un puchero involuntario en mis labios. Siempre había sido mi forma de pedir perdón y aunque ya no era una niña. aquello era parte de mi subconsciente.
Escuché sus palabras y supe al momento que si quería que me perdonase o almenos que no se fuera así, debería rogarle que me acompañase. Mi trabajo era mentir a los hombres ¿Por qué en la vida real me costaba tanto y lo odiaba tanto? Carraspeé bajando la vista al suelo, buscando un poco de fuerza para decir aquello, pegándole patadas a mi yo independiente para que se escondiera en alguna esquina.
-¿Le importaría acompañarme hasta alguna transitada calle, por favor?- pregunté alzando de nuevo mis ojos a los suyos con una tierna sonrisa. Esperaba que no dijese que no.
-Monsieur Everill, por favor, perdóneme- dije conmovida por aquella expresión en su rostro.
Sabía lo que era sentirse así y la verdad es que no se lo deseaba a nadie en absoluto. Puse una mano en su brazo, declarando una especie de tregua para ambos mientras me dedicaba a mirarlo con un puchero involuntario en mis labios. Siempre había sido mi forma de pedir perdón y aunque ya no era una niña. aquello era parte de mi subconsciente.
Escuché sus palabras y supe al momento que si quería que me perdonase o almenos que no se fuera así, debería rogarle que me acompañase. Mi trabajo era mentir a los hombres ¿Por qué en la vida real me costaba tanto y lo odiaba tanto? Carraspeé bajando la vista al suelo, buscando un poco de fuerza para decir aquello, pegándole patadas a mi yo independiente para que se escondiera en alguna esquina.
-¿Le importaría acompañarme hasta alguna transitada calle, por favor?- pregunté alzando de nuevo mis ojos a los suyos con una tierna sonrisa. Esperaba que no dijese que no.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Su rostro aparecía algo sombrío por la falta de luz, pero aún así Henry pudo ver que le hacía falta un arreglo en el pelo. Sonrío de medio lado. Definitivamente, las mujeres siempre le iban a hacer gracia. Miró la mano de la dama en su brazo y parpadeó unas cuantas veces - Está bien, pero solamente hasta que encontremos una donde haya gente. Luego debo irme - aceptó.
Sin embargo, cuando comenzaron a andar, Henry se puso detrás de ella y le puso las manos en los hombros para que se detuviera. Y con bastante maestría le soltó el pelo y le hizo un nuevo recogido. Para él no tenía mucho mérito, pero al menos lo había intentado - Bueno, no es una obra de arte, pero servirá para el paso - declaró con voz burlona. Bajó las manos y dejó que la señorita juzgara por ella misma.
En un momento dado, Henry recordó su arpa. Cerró los ojos y recordó de nuevo cómo sonaba en sus manos y cuan delicado y dedicado había sido su trabajo.
Modesto, pero que te haga llorar, le había dicho Dracy tantas veces mientras aprendía a tocarla. Y por otro nuevo instante, el licántropo se preguntó que sería de su vida sin tan maravilloso instrumento dentro de ella.
Sin embargo, cuando comenzaron a andar, Henry se puso detrás de ella y le puso las manos en los hombros para que se detuviera. Y con bastante maestría le soltó el pelo y le hizo un nuevo recogido. Para él no tenía mucho mérito, pero al menos lo había intentado - Bueno, no es una obra de arte, pero servirá para el paso - declaró con voz burlona. Bajó las manos y dejó que la señorita juzgara por ella misma.
En un momento dado, Henry recordó su arpa. Cerró los ojos y recordó de nuevo cómo sonaba en sus manos y cuan delicado y dedicado había sido su trabajo.
Modesto, pero que te haga llorar, le había dicho Dracy tantas veces mientras aprendía a tocarla. Y por otro nuevo instante, el licántropo se preguntó que sería de su vida sin tan maravilloso instrumento dentro de ella.
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Sonrió, fuera por el motivo que fuese el caso es que logré arrancarle una sonrisa y, lo más importante de todo, una aceptación a mi propuesta. Ser una mujer tenía sus ventajas con respecto a los hombres ya que se nos hacía más o menos fácil tenerlos a nuestra merced claro que Henry se me había resistido un poco pero había logrado algo así como una tregua de paz entre ambos.
Iba a comenzar a andar, de hecho ya estaba en ello cuando me detuvo poniendo sus manos en mis hombros. No entendí lo que hacía hasta que acabó. Era extraño ver como se había preocupado por el estado de mi cabello. Llevé las manos al nuevo recogido el cual era muy simple pero así me gustaban a mí, sencillos o el cabello suelto. Sonreí entusiasmada con el hombre, girándome para mirarlo mientras liberaba una leve risita.
-Gracias- dije con sinceridad, besando con delicadeza su mejilla.
Me puse a su lado, enredando mi brazo con el suyo para comenzar a caminar tirando al principio un poco de él. Con la intención de que no se hiciera el silencio en el camino que nos quedaba por recorrer, busqué algún tema del que hablar pero no es que se me viniesen muchos a la cabeza. ¿Qué tal algo trascendental?
-Y...¿usted que hacía por aquí?
Iba a comenzar a andar, de hecho ya estaba en ello cuando me detuvo poniendo sus manos en mis hombros. No entendí lo que hacía hasta que acabó. Era extraño ver como se había preocupado por el estado de mi cabello. Llevé las manos al nuevo recogido el cual era muy simple pero así me gustaban a mí, sencillos o el cabello suelto. Sonreí entusiasmada con el hombre, girándome para mirarlo mientras liberaba una leve risita.
-Gracias- dije con sinceridad, besando con delicadeza su mejilla.
Me puse a su lado, enredando mi brazo con el suyo para comenzar a caminar tirando al principio un poco de él. Con la intención de que no se hiciera el silencio en el camino que nos quedaba por recorrer, busqué algún tema del que hablar pero no es que se me viniesen muchos a la cabeza. ¿Qué tal algo trascendental?
-Y...¿usted que hacía por aquí?
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Sus pensamientos lo habían sumergido en una especie de trance, del que la señorita Dael lo sacó besando su mejilla fugazmente. Parpadeó un par de veces más, sorprendido. ¿Tenía algo que ver que fuera una cortesana? Bueno, no le importó. A fin de cuentas, a Henry le gustaba la confianza, y no era quién para cuestionar algo tan inocente como un beso que parecía de agradecimiento.
- No hay de qué, madame - respondió con voz queda. Su rostro se suavizó hasta que se formó en ella una nueva sonrisa, al tiempo que comenzaban a caminar de nuevo, esta vez, tomados del brazo. Eso conmovió a Henry, pues hacía tiempo que nadie le hacía eso - Pensaba en ir a dar una vuelta y sentarme en algún lugar solitario para poder pensar en mi arpa, sin interferencias de nada ni nadie - respondió mirando al cielo. Era cierto. Le gustaba la soledad cuando se trataba de sus pensamientos. Y París de noche, era una lugar espectacular para aquello.
Llegaron hasta una esquina que bordearon, y llegaron a un cruce de dos callejones más. Por uno de ellos se oía algo de ruido, así que, siguiendo la petición de la dama, tomaron el de la derecha, de cuyo final también provenía algo de luz.
- No hay de qué, madame - respondió con voz queda. Su rostro se suavizó hasta que se formó en ella una nueva sonrisa, al tiempo que comenzaban a caminar de nuevo, esta vez, tomados del brazo. Eso conmovió a Henry, pues hacía tiempo que nadie le hacía eso - Pensaba en ir a dar una vuelta y sentarme en algún lugar solitario para poder pensar en mi arpa, sin interferencias de nada ni nadie - respondió mirando al cielo. Era cierto. Le gustaba la soledad cuando se trataba de sus pensamientos. Y París de noche, era una lugar espectacular para aquello.
Llegaron hasta una esquina que bordearon, y llegaron a un cruce de dos callejones más. Por uno de ellos se oía algo de ruido, así que, siguiendo la petición de la dama, tomaron el de la derecha, de cuyo final también provenía algo de luz.
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Su respuesta se quedó flotando en mi cabeza ya que significaba que yo había fastidiado su noche pero más que por eso fue por el arpa. ¿Tocaba ese instrumento? Es decir, era un hombre mientras que para el arpa yo siempre había oído que las manos debían ser ágiles y delicadas ¿Serían así? Las miré con curiosidad y parecían como las manos de cualquier hombre pero lo que importaba era la destreza que tuviera cosa que no podría saber si no lo escuchaba tocar.
-¿Le gusta la música?- pregunté mientras caminábamos por aquella nueva calle.
A mi siempre me atrajeron los instrumentos, las notas, las melodías... pero nunca tocaba pues de pequeña me habían enseñado a tocar el piano por obligación y por rebeldía me dije que no volvería a usar mis conocimientos.
-¿Ha oído hablar de Beethoven?- dije sonriendo, mirándolo con interés y esperando que, tal vez, no se negara algún día a tocar su arpa en mi presencia. Sería como un soplo refrescante en mi monótona vida.
Esperé que dijese algo, que compartiera alguna opinión conmigo ya que lo único que habíamos hecho hasta el momento había sido discutir, disculparnos y quedarnos en silencio. No tenía porqué ser así pues sí, las personas somos crueles y podemos hacer mucho daño pero yo no tenía esa intención y mi motivación en esos momentos era lograr que se abriera un poco a mí, que dejara su rígida postura como había hecho al peinarme.
-¿Le gusta la música?- pregunté mientras caminábamos por aquella nueva calle.
A mi siempre me atrajeron los instrumentos, las notas, las melodías... pero nunca tocaba pues de pequeña me habían enseñado a tocar el piano por obligación y por rebeldía me dije que no volvería a usar mis conocimientos.
-¿Ha oído hablar de Beethoven?- dije sonriendo, mirándolo con interés y esperando que, tal vez, no se negara algún día a tocar su arpa en mi presencia. Sería como un soplo refrescante en mi monótona vida.
Esperé que dijese algo, que compartiera alguna opinión conmigo ya que lo único que habíamos hecho hasta el momento había sido discutir, disculparnos y quedarnos en silencio. No tenía porqué ser así pues sí, las personas somos crueles y podemos hacer mucho daño pero yo no tenía esa intención y mi motivación en esos momentos era lograr que se abriera un poco a mí, que dejara su rígida postura como había hecho al peinarme.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Seguían caminando bajo el oscuro cielo. Algunas personas los miraban, sobretodo a él. Llevar del brazo a una señorita con aquellas ropas del brazo y a esa hora… Pero a Henry poco le importó. Es más, casi ni se dio cuenta. Sencillamente, él vivía su vida, y esperaba que, al no meterse él en la vida de nadie, nadie se inmiscuyera en la suya. Pobre… era tan cerrado, pero tan noble y vulnerable…
- Sí, me apasiona - confesó algo entusiasmado. Su afición por el arpa le había llevado también a conocer otros instrumentos y otro estilos. Y Beethoven por supuesto que sí - Claro que lo conozco, ¿y quién no? - respondió con una sonrisa. No estaba acostumbrado a hablar con desconocidos de sí mismo, pero una opinión musical no era gran cosa.
Mientras pensaba en sus bosques irlandeses, Henry esperaba una respuesta suya, puesto que ya comenzaban a llegar a lo que parecía ser el final de su recorrido.
- Sí, me apasiona - confesó algo entusiasmado. Su afición por el arpa le había llevado también a conocer otros instrumentos y otro estilos. Y Beethoven por supuesto que sí - Claro que lo conozco, ¿y quién no? - respondió con una sonrisa. No estaba acostumbrado a hablar con desconocidos de sí mismo, pero una opinión musical no era gran cosa.
Mientras pensaba en sus bosques irlandeses, Henry esperaba una respuesta suya, puesto que ya comenzaban a llegar a lo que parecía ser el final de su recorrido.
Invitado- Invitado
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
Sonreí sin poder evitarlo al saber que había oído hablar de Beethoven. Decían que era uno de los grandes pianistas de la época, que pasaría a la historia y la verdad es que estaba deseosa por oír alguna de sus obras. Una desgracia que se dedicara a tocar únicamente para los nobles en lugar de dar grandes conciertos. La gente del pueblo también sabíamos apreciar la música.Había oído que su maestro fue Haydn, mi compositor favorito pero, eso ya era otra historia.
-¿Algún día tocará para mí?-pregunté con una inocente sonrisa, esperando alguna excusa por su parte ya que no parecía gustarle que los demás disfrutaran de su música.
Miré la calle central ya tan cerca lo que significaba que nuestro encuentro iba a terminarse. Estábamos a escasos metros de una separación y quería conocer su respuesta. Podía ser un buen amigo y alguien con el cual hablar de música. No a todo el mundo le agradaba ese arte.
-Gracias de nuevo por haberme ayudado- dije parando y desentrelazando mi brazo del suyo. Lodejaría hacer lo que tenía pensado esa noche y a mí me correspondía trabajar buscando hombres que necesitaran mis servicios ¿Por qué alargar más aquello? Aunque su forma de ser me era muy interesante -¿Volveré a verle?
-¿Algún día tocará para mí?-pregunté con una inocente sonrisa, esperando alguna excusa por su parte ya que no parecía gustarle que los demás disfrutaran de su música.
Miré la calle central ya tan cerca lo que significaba que nuestro encuentro iba a terminarse. Estábamos a escasos metros de una separación y quería conocer su respuesta. Podía ser un buen amigo y alguien con el cual hablar de música. No a todo el mundo le agradaba ese arte.
-Gracias de nuevo por haberme ayudado- dije parando y desentrelazando mi brazo del suyo. Lodejaría hacer lo que tenía pensado esa noche y a mí me correspondía trabajar buscando hombres que necesitaran mis servicios ¿Por qué alargar más aquello? Aunque su forma de ser me era muy interesante -¿Volveré a verle?
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Un nuevo anochecer (Dael)
El sonido de un carruaje nació del silencio de las húmedas calles. Henry aún la llevaba del brazo cuando una extraña pregunta llegó a sus oídos. No se la habían realizado antes, y le causó algo de impacto. No… nunca había compartido el sonido de su música cuando tocaba esa maravilloso arpa. Parpadeó y miró al frente, tratando de evitar la pregunta, pero no tuvo valor de mentirle a aquella mujer - No sé, no estoy acostumbrado… - dijo, dejando la respuesta en el aire. Esperaba fuera suficiente… La verdad era que le daba algo de vergüenza. A Henry le ocurría con la música, lo que a ciertos escritores cuando escriben: que no les gusta que los miren, en este caso escuchen, mientras lo hacen. Se desconcentraría fácilmente, lo sabía. Parecía paradójico, pero aun siendo un “temible” licántropo, a menudo sentía vergüenza, y a veces de cosas quizá demasiado bobas o inocentes, como en aquel caso.
La muchacha soltó su brazo agradeciendo algo que Henry había hecho con gusto. Todavía no entendía por qué algunas personas calificaban de valiente o héroe a alguien que sencillamente ayudaba a otro. Incluso se les llamaba proezas a esas acciones. ¿Quién fue el listo que inventó esos calificativos? - No hay nada que agradecer, señorita Groen - dijo mirándola a los ojos -, ha sido un placer charlar con usted - y le besó la mano como señal de despedida.
No obstante, cuando aquel encuentro parecía finalizar, la voz femenina interrogó de nuevo al lobo que, expectante, no supo qué contestar por unos segundos. O ella era la lanzada, o era él el borde y antisocial. ¿O las dos? Quien sabe… - Puede ser, madame. Puede ser - informó con un tono dulce y enigmático.
Miró al cielo una vez más, y sonrió. Gracias a su estancia en el bosque, aprendió a apreciar la noche… y sus pequeños aunque intensos placeres - Espero que le vaya bien, Dael. Cuídese - se despidió pasando fugazmente su mano por la barbilla de la noble mujer.
Sonrió por última vez, y se dispuso a dar la vuelta para continuar con su trayecto, con destino hacia ninguna parte…
La muchacha soltó su brazo agradeciendo algo que Henry había hecho con gusto. Todavía no entendía por qué algunas personas calificaban de valiente o héroe a alguien que sencillamente ayudaba a otro. Incluso se les llamaba proezas a esas acciones. ¿Quién fue el listo que inventó esos calificativos? - No hay nada que agradecer, señorita Groen - dijo mirándola a los ojos -, ha sido un placer charlar con usted - y le besó la mano como señal de despedida.
No obstante, cuando aquel encuentro parecía finalizar, la voz femenina interrogó de nuevo al lobo que, expectante, no supo qué contestar por unos segundos. O ella era la lanzada, o era él el borde y antisocial. ¿O las dos? Quien sabe… - Puede ser, madame. Puede ser - informó con un tono dulce y enigmático.
Miró al cielo una vez más, y sonrió. Gracias a su estancia en el bosque, aprendió a apreciar la noche… y sus pequeños aunque intensos placeres - Espero que le vaya bien, Dael. Cuídese - se despidió pasando fugazmente su mano por la barbilla de la noble mujer.
Sonrió por última vez, y se dispuso a dar la vuelta para continuar con su trayecto, con destino hacia ninguna parte…
Invitado- Invitado
Temas similares
» Daél de Vries
» Dael Groen
» Ahoga mis penas II [Daél]
» en la entrada del burdel ( Dael
» Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
» Dael Groen
» Ahoga mis penas II [Daél]
» en la entrada del burdel ( Dael
» Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour