AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
2 participantes
Página 1 de 1.
Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Paris...what a beautiful city! Hace mucho que no había paseado por sus calles, visitado sus plazas y museos por las noches, y disfrutado las exquisiteces culinarias que la capital de Francia ofrecía a todos sus visitantes tanto locales como extranjeros. Ya había dejado a mis sirvientes a cargo del equipaje así que decidí dar un nuevo recorrido, refrescando mi memoria con su maravillosa arquitectura y su brillante música, y qué decir de su gente: siempre amable y cordial.
Sin embargo, mi instinto canino me llevó a un lugar que yo antes no había visitado, por estar con esa mancha de mi pasado que ni siquiera me quiero molestar en recordar: El burdel.
Entré y mis sentidos se encargaron de inmediato de recordarme de aquel ambiente que había percibido en tantos países: alcohol de todo tipo, tabaco, afrodisíacos, varones por todos lados y mujeres de todo tipo dispuestas a cualquier cosa por sólo dinero. Y a mí, esa última cosa me sobraba, así que de seguro podría arrugar sábanas con calidad. Me ajusté la corbata roja que llevaba y me acomodé un poco la chaqueta del traje negro que tenía y me dirigí a la barra en donde servían los brebajes, para luego decirle a la persona encargada que me diera el mejor vino del burdel, a la vez que pasaba dinero más que suficiente para pagar. A los segundos ya tenía la copa en mi mano y lo probé con delicadeza, saboreando la delicia que tenía entre mis labios. Sonreí y me dirigí a un sillón (de esos en donde cabe solo una persona) de los pocos desocupados y me senté en pose seductora, algo inclinado y con las piernas abiertas, dedicándome a jugar moviendo un poco la copa, sin observar el vino que se revolvía entre sus paredes de vidrio. Mis ojos estaban enfocados en el desfile de bellezas que pasaban como si nada y me quedé esperando con una sonrisa insinuante a que alguna quisiera venir a mí, a jugar con este perro.
Sin embargo, mi instinto canino me llevó a un lugar que yo antes no había visitado, por estar con esa mancha de mi pasado que ni siquiera me quiero molestar en recordar: El burdel.
Entré y mis sentidos se encargaron de inmediato de recordarme de aquel ambiente que había percibido en tantos países: alcohol de todo tipo, tabaco, afrodisíacos, varones por todos lados y mujeres de todo tipo dispuestas a cualquier cosa por sólo dinero. Y a mí, esa última cosa me sobraba, así que de seguro podría arrugar sábanas con calidad. Me ajusté la corbata roja que llevaba y me acomodé un poco la chaqueta del traje negro que tenía y me dirigí a la barra en donde servían los brebajes, para luego decirle a la persona encargada que me diera el mejor vino del burdel, a la vez que pasaba dinero más que suficiente para pagar. A los segundos ya tenía la copa en mi mano y lo probé con delicadeza, saboreando la delicia que tenía entre mis labios. Sonreí y me dirigí a un sillón (de esos en donde cabe solo una persona) de los pocos desocupados y me senté en pose seductora, algo inclinado y con las piernas abiertas, dedicándome a jugar moviendo un poco la copa, sin observar el vino que se revolvía entre sus paredes de vidrio. Mis ojos estaban enfocados en el desfile de bellezas que pasaban como si nada y me quedé esperando con una sonrisa insinuante a que alguna quisiera venir a mí, a jugar con este perro.
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Un día más o, mejor dicho, una noche más. No tardé más que cualquier otro día en deslizar sobre mi cuerpo uno de esos sinuosos vestidos, darme un toque de polvos y perfumarme. Ya era algo rutinario lo cual juraría poder hacer con los ojos cerrados al igual que cumplir en la cama. En mi mente la consciencia era menor, la culpabilidad se desvanecía con cada segundo que acortaba el tiempo para salir a realizar mi trabajo aunque como siempre, intentaría que la chica elegida fuese otra y no yo. No siempre funcionaba, sobretodo con hombres inteligentes y jóvenes ya que eran más caprichosos pero por lo general, podía pasar un par de jornadas sin encontrarme problemas.
Al salir de lo que podrían haberse llamado camerinos, caminé hacia el salón donde todas mis compañeras ya estaban ocupadas. Ahora era mi turno de buscar un quehacer para esa noche o la mitad de ella. Mis ojos se deslizaron entre todos los hombres que llenaban la sala. En su mayoría, los que prometían dinero no estaban disponibles y los atractivos tampoco o eso pensé hasta encontrar a un recién llegado. Sonreí ladeadamente al ver la corbata que lucía, una llamativa que decía bastante de él o al menos sobre la impresión que quería dar.
Mis pasos me llevaron con gracia y sigilo hasta quedar tras él, deslizando mis manos por su pecho desde el respaldo del sofá. Acerqué mi boca a su oído, susurrando un simple "Bonjour, monsieur" antes de darle un ligero mordisco. Ese era mi trabajo, seducir a cualquiera que entrase al local y lo intentaba hacer lo mejor que la experiencia y mi mentalidad me permitían.
-¿Desea compañía esta noche?- pregunté rodeando el mueble hasta quedar frente a su vista de nuevo -Hay montones de chicas dispuestas a ello, solo tiene que elegir.
Enfatizando el "a ellas" con un gesto de mis manos, me entretuve en disimular la curiosidad que había en mis ojos. No me sonaba aquel hombre, debía de ser nuevo por esos lares lo cual era una pena ya que caer en el pecado nunca era motivo por el que alegrarse pese a tener su lado positivo, sacaría tajada de ello ya que cualquier hombre repetía la experiencia de estar con una cortesana una segunda vez. Claro, había excepciones ¿La sería él?
Al salir de lo que podrían haberse llamado camerinos, caminé hacia el salón donde todas mis compañeras ya estaban ocupadas. Ahora era mi turno de buscar un quehacer para esa noche o la mitad de ella. Mis ojos se deslizaron entre todos los hombres que llenaban la sala. En su mayoría, los que prometían dinero no estaban disponibles y los atractivos tampoco o eso pensé hasta encontrar a un recién llegado. Sonreí ladeadamente al ver la corbata que lucía, una llamativa que decía bastante de él o al menos sobre la impresión que quería dar.
Mis pasos me llevaron con gracia y sigilo hasta quedar tras él, deslizando mis manos por su pecho desde el respaldo del sofá. Acerqué mi boca a su oído, susurrando un simple "Bonjour, monsieur" antes de darle un ligero mordisco. Ese era mi trabajo, seducir a cualquiera que entrase al local y lo intentaba hacer lo mejor que la experiencia y mi mentalidad me permitían.
-¿Desea compañía esta noche?- pregunté rodeando el mueble hasta quedar frente a su vista de nuevo -Hay montones de chicas dispuestas a ello, solo tiene que elegir.
Enfatizando el "a ellas" con un gesto de mis manos, me entretuve en disimular la curiosidad que había en mis ojos. No me sonaba aquel hombre, debía de ser nuevo por esos lares lo cual era una pena ya que caer en el pecado nunca era motivo por el que alegrarse pese a tener su lado positivo, sacaría tajada de ello ya que cualquier hombre repetía la experiencia de estar con una cortesana una segunda vez. Claro, había excepciones ¿La sería él?
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
No pasó mucho tiempo hasta que un olor a perfume invadió mi sentido del olfato, seguido de unas manos traviesas que suavemente acariciaron mi pecho. Sonreí con aquel susurro, sonrisa que se amplió más con el mordisco que me hizo erizar la piel levemente. Sin responderle todavía esperé a que se pusiera enfrente de mí...y menos mal que lo hice.
Era una mujer preciosa, como todas las que estaban en ese burdel...pero algo me hacía sentir que ella era distinta a las demás. No me pregunten por qué, porque no sé como responderles. Pero en fin, continuemos.
Bebí otro poco de vino y continué jugueteando con la copa, sin dejar de mirar a la belleza que tenía en frente de mí. - Me encantaría, y una compañía como usted...sería perfecta. -respondi acomodándome sutilmente en el sillón. Era cierto, había muchísimo de donde escoger, y todas dispuestas a entregarse por unos cuantos billetes. De ser por eso, yo podría tener un harem de féminas en una sola habitación, una idea que me seducía mucho, igual como el esculpido cuerpo y los ojos de la joven. De uno de mis bolsillos saqué un fajo de billetes, cuya cantidad no mencionaré y los sostuve con la mano que aún tenía libre.
- ¿Qué serías capaz de hacer por todo este dinero? -dije en tono sensual, tentándola y bebiendo otro poco de mi copa, cuyo contenido ya se hacía escaso, tenía para un trago más. Pero no era algo que me preocupara...ahora mis sentidos estaban puestos en "ella".
Era una mujer preciosa, como todas las que estaban en ese burdel...pero algo me hacía sentir que ella era distinta a las demás. No me pregunten por qué, porque no sé como responderles. Pero en fin, continuemos.
Bebí otro poco de vino y continué jugueteando con la copa, sin dejar de mirar a la belleza que tenía en frente de mí. - Me encantaría, y una compañía como usted...sería perfecta. -respondi acomodándome sutilmente en el sillón. Era cierto, había muchísimo de donde escoger, y todas dispuestas a entregarse por unos cuantos billetes. De ser por eso, yo podría tener un harem de féminas en una sola habitación, una idea que me seducía mucho, igual como el esculpido cuerpo y los ojos de la joven. De uno de mis bolsillos saqué un fajo de billetes, cuya cantidad no mencionaré y los sostuve con la mano que aún tenía libre.
- ¿Qué serías capaz de hacer por todo este dinero? -dije en tono sensual, tentándola y bebiendo otro poco de mi copa, cuyo contenido ya se hacía escaso, tenía para un trago más. Pero no era algo que me preocupara...ahora mis sentidos estaban puestos en "ella".
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
En lugar de mostrarme con rechazo o cualquier otro gesto de acritud que podría haberle mostrado a otro cliente, con él fui..."amable". No dejé mi carácter de lado pero tampoco saqué las uñas. Yo me había ofrecido y él estaba dispuesto a pagar, además, era muy atractivo lo cual habría hecho de aquella una buena noche si yo no estuviera trabajando. Al recordar esto, esbocé una pícara sonrisa mientras coqueteaba un poco con él enredando un mechón de cabello entre mis dedos.
Al ver el dinero que sostenía, en lugar de fijar mi dinero en la paga, los fijé en sus ojos. Sería más que suficiente pues yo no ponía los precios si no los hombres que venían al burdel. Terminé de acortar distancias hasta posar mis manos en los brazos del sillón, dejándolo atrapado para mí, para recrearme un poco en ese poder que ahora sostenía entre mis manos.
-Creo que es más que suficiente para lo que anda buscando- susurré sobre sus labios para, sin reparos, terminar atrapando el inferior entre los míos. Fue un contacto que duró segundos antes de alejarme de nuevo, queriendo hacerme desear un poco más. -Sígame. monsieur.
Tomé el dinero de su mano con la única intención de poder guiarlo hasta la habitación en la que podría poner a prueba mis habilidades como cortesana, solo esperaba que no fuera uno de estos jóvenes ricos orgullosos y ostentosos que solo buscan someter a alguien pues, en ese caso, iba a ser una lucha reñida.
Al llegar a la habitación, abrí la puerta y dejé el dinero sobre una pequeña mesa con la intención de tener mis manos libres y disponibles para hacerlo disfrutar. Estas, tomaron su corbata tirando con suavidad de ella, acercándolo más a mí hasta quedar cuerpo con cuerpo. A su vez, di una patada a la puerta, la cual se encontraba a sus espaldas, creando un mundo independiente donde solo éramos él y yo. Ni si quiera mi mente había entrado.
Al ver el dinero que sostenía, en lugar de fijar mi dinero en la paga, los fijé en sus ojos. Sería más que suficiente pues yo no ponía los precios si no los hombres que venían al burdel. Terminé de acortar distancias hasta posar mis manos en los brazos del sillón, dejándolo atrapado para mí, para recrearme un poco en ese poder que ahora sostenía entre mis manos.
-Creo que es más que suficiente para lo que anda buscando- susurré sobre sus labios para, sin reparos, terminar atrapando el inferior entre los míos. Fue un contacto que duró segundos antes de alejarme de nuevo, queriendo hacerme desear un poco más. -Sígame. monsieur.
Tomé el dinero de su mano con la única intención de poder guiarlo hasta la habitación en la que podría poner a prueba mis habilidades como cortesana, solo esperaba que no fuera uno de estos jóvenes ricos orgullosos y ostentosos que solo buscan someter a alguien pues, en ese caso, iba a ser una lucha reñida.
Al llegar a la habitación, abrí la puerta y dejé el dinero sobre una pequeña mesa con la intención de tener mis manos libres y disponibles para hacerlo disfrutar. Estas, tomaron su corbata tirando con suavidad de ella, acercándolo más a mí hasta quedar cuerpo con cuerpo. A su vez, di una patada a la puerta, la cual se encontraba a sus espaldas, creando un mundo independiente donde solo éramos él y yo. Ni si quiera mi mente había entrado.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Desconocía el tiempo que esa mujer había estado en el burdel, pero lo que sí conocí en aquel entonces era que eso no importaba, ya que yo podría ser incluso su primer cliente en su vida y hacerme ver estrellas como si llevase más de una vida en aquel lugar. Me encantó verla acercarse así, como una tigresa al acecho, sintiéndome por unos instantes como su comida, la cual probó con esa sutil unión de nuestros labios.
Me levanté tras ella y bebí lo último que quedaba de la copa, dejándosela a un encargado durante el trayecto al que sería nuestro lecho de lujuria esa noche. Y tras llegar a nuestro objetivo, me atrajo hacia ella a través de mi corbata. Bendita corbata que me hizo sentir las bondades que el destino le había dado a su cuerpo, bondades que vería por largo tiempo, y sin esas prendas que mis ojos querían quemar con la mirada. Cerró la puerta y quedamos completamente solos, a lo que yo "ataqué" atrapando su cintura entre mis manos, apegándola todavía más, para que sintiera el deseo que tenía. La miré a los ojos y sonreí, seductor y ansioso.
Me levanté tras ella y bebí lo último que quedaba de la copa, dejándosela a un encargado durante el trayecto al que sería nuestro lecho de lujuria esa noche. Y tras llegar a nuestro objetivo, me atrajo hacia ella a través de mi corbata. Bendita corbata que me hizo sentir las bondades que el destino le había dado a su cuerpo, bondades que vería por largo tiempo, y sin esas prendas que mis ojos querían quemar con la mirada. Cerró la puerta y quedamos completamente solos, a lo que yo "ataqué" atrapando su cintura entre mis manos, apegándola todavía más, para que sintiera el deseo que tenía. La miré a los ojos y sonreí, seductor y ansioso.
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Me dejé atraer por sus manos, sumisa, pues sabía que aunque él fuera el cliente, jugaríamos bajo mis reglas. Había logrado que su sexo me reclamara con unas pocas insinuaciones que dejaban todo a la imaginación ¿Qué pasaría al empezar realmente con aquello? Su mirada no daba lugar a dudas pues reflejaban toda aquella lujuria que sentía hacia mí y no era para menos, mi trabajo era justamente ese, hacer que los hombres me mirasen de aquella forma y, una vez logrado, complacer todo ese apetito como muchas otras no sabrían hacerlo por recato o cualquier otra causa que no me importaba pero constituía la base de las cortesanas.
-¿Cuál es su nombre?- pregunté mientras mis manos comenzaban a desacerse de aquel complemento que sostenían.
Mi miraba iba de sus ojos a mis manos, unas que hábiles lanzaron la prenda al otro lado de la alcoba antes de obtener ninguna respuesta acerca de como llamarlo, cosa que no iba a importar demasiado, solo era pura curiosidad. Sin vencer aún las distancias entre nuestros labios, comencé a desabotonar cada broche de su camisa con una lentitud que revelaba mi ímpetu por hacer las cosas bien. Vale, no estaba cocinando ni construyendo un mueble pero también era un trabajo y lo haría lo mejor posible, sobretodo si con ello aquel jóven rico volvía a repetir la experiencia. Nadie solía pagar más de lo estimado.
Por fin, mis labios buscaron su piel pero no la de su boca si no la de su pecho, besando cada centímetro que iba quedando al descubierto de aquel moldeado tórax. Mi lengua juguetona hacía también de las suyas, tentándolo y como no, excitándolo más aún, queriendo que enloqueciera de deseo. Cuando la prenda estuvo completamente abierta, mi rostro quedó de nuevo frente al suyo y mis dedos delineaban su piel con maestría y, de forma tan suave que a penas era una caricia perceptible´. Su cálida respiración chocaba contra mi piel, estremeciéndome y lo besé, enredando nuestras lenguas y acallando cualquier pensamiento que me viniera a la cabeza. Era el momento de simplemente dejarse llevar.
-¿Cuál es su nombre?- pregunté mientras mis manos comenzaban a desacerse de aquel complemento que sostenían.
Mi miraba iba de sus ojos a mis manos, unas que hábiles lanzaron la prenda al otro lado de la alcoba antes de obtener ninguna respuesta acerca de como llamarlo, cosa que no iba a importar demasiado, solo era pura curiosidad. Sin vencer aún las distancias entre nuestros labios, comencé a desabotonar cada broche de su camisa con una lentitud que revelaba mi ímpetu por hacer las cosas bien. Vale, no estaba cocinando ni construyendo un mueble pero también era un trabajo y lo haría lo mejor posible, sobretodo si con ello aquel jóven rico volvía a repetir la experiencia. Nadie solía pagar más de lo estimado.
Por fin, mis labios buscaron su piel pero no la de su boca si no la de su pecho, besando cada centímetro que iba quedando al descubierto de aquel moldeado tórax. Mi lengua juguetona hacía también de las suyas, tentándolo y como no, excitándolo más aún, queriendo que enloqueciera de deseo. Cuando la prenda estuvo completamente abierta, mi rostro quedó de nuevo frente al suyo y mis dedos delineaban su piel con maestría y, de forma tan suave que a penas era una caricia perceptible´. Su cálida respiración chocaba contra mi piel, estremeciéndome y lo besé, enredando nuestras lenguas y acallando cualquier pensamiento que me viniera a la cabeza. Era el momento de simplemente dejarse llevar.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Mi cuerpo daba cuenta de mi creciente excitación con escalofríos y el aumento de ritmo de mi respiración al sentir sus suaves manos deshacerse de mi corbata y mi camisa, seguida de aquellos deliciosos roces que sus labios, lengua, y posteriormente sus dedos provocaban en mi piel. Sin embargo, cuando recién estaba quitándome la corbata respondí, antes de emitir un jadeo sonoro - Christian Taylor, My Lady.... Era de las mejores chicas por las que había pagado...y realmente estaba haciendo bien su trabajo, considerando el dinero que le había ofrecido.
Me besó y sentí cómo mi impulsividad animal clamaba por salir. Yo no era de andar gruñiendo y ladrando por cualquier cosa, incluso sacaba mi forma animal simplemente para dar paseos, o para conseguir unos cuantos cariños de mujeres fanáticas de los perros; pero con esta mujer era distinto. Mis sentidos pedían a gritos contacto, mis manos comenzaron a acariciarle la espalda con más energía, a la vez que yo le correspondía a aquel beso como hipnotizado, buscando atrapar su lengua con la mía en un choque lujurioso y lleno de placer.
Tras unos minutos no aguanté más y cambié su exquisita boca por su cuello, besando, lamiendo y mordiendo suavemente, al mismo tiempo que mis manos subían ahora por su abdomen buscando sus pechos, presionando un poco la ropa que me limitaba de su desnudez.
Me besó y sentí cómo mi impulsividad animal clamaba por salir. Yo no era de andar gruñiendo y ladrando por cualquier cosa, incluso sacaba mi forma animal simplemente para dar paseos, o para conseguir unos cuantos cariños de mujeres fanáticas de los perros; pero con esta mujer era distinto. Mis sentidos pedían a gritos contacto, mis manos comenzaron a acariciarle la espalda con más energía, a la vez que yo le correspondía a aquel beso como hipnotizado, buscando atrapar su lengua con la mía en un choque lujurioso y lleno de placer.
Tras unos minutos no aguanté más y cambié su exquisita boca por su cuello, besando, lamiendo y mordiendo suavemente, al mismo tiempo que mis manos subían ahora por su abdomen buscando sus pechos, presionando un poco la ropa que me limitaba de su desnudez.
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
La primera impresión de sobriedad que había tenido de él, había sido equivocada. Debajo de esa fachada de hombre rico se escondía uno apasionado, y ahora que conocía la de secretos que podían ocultarse tras esa corteza, los iba a descubrir todos aunque él fuera solo un cliente más pero mi curiosidad innata me impedía dejar todo ahí. Tenía la impresión de que no me iba a olvidar fácilmente de su nombre, sobretodo si volvía por ahí.
Sus manos, sus labios, todo su cuerpo me exigía más y yo iba a dárselo. Al notar sus caricias en mis senos, suspiré pues unido a sus húmedas caricias sobre mi piel eran una mezcla irresistible. Guié sus manos uno a uno por los delanteros broches del corsé, ayudándolo a deshacerme de él y dejando así mi torso completamente desnudo, al igual que el suyo. Una de mis manos, la cual se posaba en su nuca, le incitó a levantar el rostro, a mirarme a los ojos y dejar la piel de mi cuello aunque no era exactamente lo que deseaba pues ese era uno de mis puntos débiles.
-Un placer conocerlo, monsieur -dije sin mentar mi nombre y, en su lugar, esbozando una pícara sonrisa antes de morder suavemente su barbilla.
Mis manos tomaron las suyas, tirando de él hasta la cama donde, tras dejarla a sus espaldas, lo empujé de forma juguetona para que cayera boca arriba sobre esta. Con la agilidad de la experiencia, subí también a esta, gateando hasta quedar de nuevo rostro contra rostro. Una de mis manos, la que no soportaba mi peso fue a dar a su entrepierna, acariciándola sobre la tela del pantalón. No le iba a complacer tan rápido, aunque claro, estaba a su completa disposición por mucho que me esforzara en mantener la situación dentro de mi territorio.
Sus manos, sus labios, todo su cuerpo me exigía más y yo iba a dárselo. Al notar sus caricias en mis senos, suspiré pues unido a sus húmedas caricias sobre mi piel eran una mezcla irresistible. Guié sus manos uno a uno por los delanteros broches del corsé, ayudándolo a deshacerme de él y dejando así mi torso completamente desnudo, al igual que el suyo. Una de mis manos, la cual se posaba en su nuca, le incitó a levantar el rostro, a mirarme a los ojos y dejar la piel de mi cuello aunque no era exactamente lo que deseaba pues ese era uno de mis puntos débiles.
-Un placer conocerlo, monsieur -dije sin mentar mi nombre y, en su lugar, esbozando una pícara sonrisa antes de morder suavemente su barbilla.
Mis manos tomaron las suyas, tirando de él hasta la cama donde, tras dejarla a sus espaldas, lo empujé de forma juguetona para que cayera boca arriba sobre esta. Con la agilidad de la experiencia, subí también a esta, gateando hasta quedar de nuevo rostro contra rostro. Una de mis manos, la que no soportaba mi peso fue a dar a su entrepierna, acariciándola sobre la tela del pantalón. No le iba a complacer tan rápido, aunque claro, estaba a su completa disposición por mucho que me esforzara en mantener la situación dentro de mi territorio.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Me sentía extrañamente dominado por la actitud de la fémina que tenía frente a mí, tan dominado que ella guió mis manos por su torso, dejándome de acariciar sólo por instantes efímeros para desabotonar su corsé y traer ante mis ojos una fantasía prácticamente perfecta. Su susurro y posterior mordida sólo sirvieron para incrementar aún más mi deseo, que lentamente empezaba a manifestarse en otras zonas de mi cuerpo.
Hábilmente me tomó y me dejó en la cama, nuestro testigo silente de las cosas que haríamos en los próximos momentos. De seguro esa cama tenía muchas historias que contar, iástima que no hablase. Pero no tenía tiempo ni para escucharle, ya que la mujer de inmediato se subió como una tigresa al acecho y quedó sobre mi humanidad, contactando ambos pares de ojos entendiéndonos a la perfección, ambos sabíamos lo que queríamos del otro, y al menos por mi parte, estaba completamente dispuesto a disfrutar de un buen rato, obviamente con el respeto que una dama se merece.
Su mano se dirigió a mi entrepierna con nada de sigilo, al igual que el breve jadeo (pero sonoro) que mi boca dejó salir. Me gustaba, y mucho. Al parecer la mujer era experimentada, y eso mi cuerpo y mente lo agradecían bastante. Continué mirando sus ojos, su boca, su rostro entero y con las manos le tomé suavemente de las mejillas para traerla hacia mí y juntar nuestros labios de nuevo, con intensidad y pasión; regalándole a los oídos de la dama unos cuantos suspiros de conformidad por lo que estaba realizando.
Hábilmente me tomó y me dejó en la cama, nuestro testigo silente de las cosas que haríamos en los próximos momentos. De seguro esa cama tenía muchas historias que contar, iástima que no hablase. Pero no tenía tiempo ni para escucharle, ya que la mujer de inmediato se subió como una tigresa al acecho y quedó sobre mi humanidad, contactando ambos pares de ojos entendiéndonos a la perfección, ambos sabíamos lo que queríamos del otro, y al menos por mi parte, estaba completamente dispuesto a disfrutar de un buen rato, obviamente con el respeto que una dama se merece.
Su mano se dirigió a mi entrepierna con nada de sigilo, al igual que el breve jadeo (pero sonoro) que mi boca dejó salir. Me gustaba, y mucho. Al parecer la mujer era experimentada, y eso mi cuerpo y mente lo agradecían bastante. Continué mirando sus ojos, su boca, su rostro entero y con las manos le tomé suavemente de las mejillas para traerla hacia mí y juntar nuestros labios de nuevo, con intensidad y pasión; regalándole a los oídos de la dama unos cuantos suspiros de conformidad por lo que estaba realizando.
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Mis labios se movían al compás de los suyos con igual pasión, ahogando todos aquellos suspiros que escapaban de su garganta. Mi mano, exigente, continuaba sus caricias, deteniéndose únicamente para desabrochar la prenda inferior de Christian. Con picardía, abandoné sus labios no sin deslizar mi lengua por el inferior con una sutil caricia, un entremés de lo que vendría acontinuación. Mi boca continuó su trayectoria descendente por la mandíbula del joven, dibujando un sendero por su cuello hasta llegar al centro de su pecho. Mi miembro bucal rozaba tenuemente su piel, deslizándose por su abdomen hasta llegar al borde de su pantalón.
Mis manos deslizaron la prenda por sus piernas sin terminar de retirarla, eso era algo que carecía de importancia en esos momentos. Mis dientes capturaron el filo de su ropa interior, deslizándola también a la altura de los pantalones, quedando así su sexo completamente libre ante mis ojos y, bastante excitado. Sonreí mirando su rostro, uno que reflejaba cientos de cosas que no necesitaba interpretar pues aquello era cosa de instinto, nada más. Haciendo caso de la experiencia, acerqué mis labios hasta aquella delicada zona, besándola con suavidad pero nada más, no iba a complacerlo tan rápido.
Retiré por completo su ropa. Desnudo sobre la cama era más atractivo de lo que había pensado pero era solo un cliente, no debía de olvidarlo. Me tumbé a su lado, con los brazos estirados sobre mi cabeza, sugiriéndole que ahora era su turno y podía hacer lo que quisiera conmigo, literalmente ya que había pagado por mí o al menos dentro de unos límites. Las últimas prendas que me recubríaan comenzaban a estorbar pero no sería yo quien me las quitara.
Mis manos deslizaron la prenda por sus piernas sin terminar de retirarla, eso era algo que carecía de importancia en esos momentos. Mis dientes capturaron el filo de su ropa interior, deslizándola también a la altura de los pantalones, quedando así su sexo completamente libre ante mis ojos y, bastante excitado. Sonreí mirando su rostro, uno que reflejaba cientos de cosas que no necesitaba interpretar pues aquello era cosa de instinto, nada más. Haciendo caso de la experiencia, acerqué mis labios hasta aquella delicada zona, besándola con suavidad pero nada más, no iba a complacerlo tan rápido.
Retiré por completo su ropa. Desnudo sobre la cama era más atractivo de lo que había pensado pero era solo un cliente, no debía de olvidarlo. Me tumbé a su lado, con los brazos estirados sobre mi cabeza, sugiriéndole que ahora era su turno y podía hacer lo que quisiera conmigo, literalmente ya que había pagado por mí o al menos dentro de unos límites. Las últimas prendas que me recubríaan comenzaban a estorbar pero no sería yo quien me las quitara.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Tras excitantes caricias de todo tipo, incluido un beso en mi parte más "destacada" literalmente hablando, ella se colocó a mi lado, en una posición claramente incitante. Le estaba dejando el hueso a este perro, para que lo disfrutara como quisiera. Y eso iba a hacer, por supuesto.
Me acerqué y de un movimiento ya estaba sobre ella, sintiéndome como esos machos dominantes en una manada. Tenía a una belleza bajo mío y completamente a mis órdenes, todo gracias al querido amigo billete, aunque era lamentable también que fuera sólo por esas circunstancias. Pero bueno, era hora de ponerse a "trabajar". Quería escuchar a esa chica gemir y pedir más de este varón canino, y lo lograría de seguro. Con sutileza me acerqué a su oído acomodando mis piernas a cada lado de las suyas y le susurré mientras mis traviesas y ansiosas manos se paseaban por su cuerpo, eliminando las prendas que me limitaban de verla completamente desnuda - No quiero que se contenga...My Lady. Quiero escuchar y sentir su deseo. - Dicho aquello contemplé nuevamente su cuerpo y empecé a bajar desde su oreja hasta sus senos rozándole solo con mi respiración, llegando a aquellas piezas de piel redonda y perfecta, comenzando a estimularle uno de ellos con gran deseo y a la vez con delicadeza, esperando pronta respuesta.
Me acerqué y de un movimiento ya estaba sobre ella, sintiéndome como esos machos dominantes en una manada. Tenía a una belleza bajo mío y completamente a mis órdenes, todo gracias al querido amigo billete, aunque era lamentable también que fuera sólo por esas circunstancias. Pero bueno, era hora de ponerse a "trabajar". Quería escuchar a esa chica gemir y pedir más de este varón canino, y lo lograría de seguro. Con sutileza me acerqué a su oído acomodando mis piernas a cada lado de las suyas y le susurré mientras mis traviesas y ansiosas manos se paseaban por su cuerpo, eliminando las prendas que me limitaban de verla completamente desnuda - No quiero que se contenga...My Lady. Quiero escuchar y sentir su deseo. - Dicho aquello contemplé nuevamente su cuerpo y empecé a bajar desde su oreja hasta sus senos rozándole solo con mi respiración, llegando a aquellas piezas de piel redonda y perfecta, comenzando a estimularle uno de ellos con gran deseo y a la vez con delicadeza, esperando pronta respuesta.
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Al escuchar sus palabras, sonreí y me limité a cerrar los ojos para que aquellas sensaciones que quería otorgarme fueran más intensas y, quizás por otro motivo en el que prefería no pensar. No era él, eso estaba claro pero era atractivo y aunque solo fuera trabajo no tenía porqué no disfrutar y pasar un buen rato. La solución era desconectar, objetivo que logré al sentir su húmeda boca sobre mis senos. No reprimí un suspiro de alivio y deseo pues al fin y al cabo, no era de piedra por mucho que intentase aparentarlo.
Mis manos acariciaron su cabeza mientras continuaba con aquello y yo, haciendo gala de mi experiencia, liberaba unos cuantos sonidos de placer más bien fingidos pues, lo importante es que él pensase que era el mejor y que yo disfrutaba -quizás lo haría- pero lo primero era su punto de vista. Continué el descenso por su espalda, acariciando su piel con mis uñas de forma distraída. No me detuve hasta dejar mis manos posadas en su cadera, a los costados de sus nalgas, rozando estas con la yema de mis dedos.
-Es usted bueno, monsieur- susurré cerca de su oído, antes de descender a su cuello en el cual me perdí entre besos y ligeros mordiscos.
A casi todos les decía lo buenos que eran en la cama, a la mayoría les mentía pero él lo era, el problema era que no era un chico con el cual me acostaba por gusto, si no, tal vez en otras circunstancias, habría suplido mis expectativas. Posiblemente fuera culpa mía por ser tan rocambolesca y exigente pero ¿qué menos que algo de sentimientos en medio? Si no hubiera sentido nada por nadie, no me habría estado planteando eso en mitad de un polvo pero me olvidaría de ellos de la misma forma con la que había empezado a pensar. Me arqueé hacia él, buscando más de lo que pudiera darme.
Mis manos acariciaron su cabeza mientras continuaba con aquello y yo, haciendo gala de mi experiencia, liberaba unos cuantos sonidos de placer más bien fingidos pues, lo importante es que él pensase que era el mejor y que yo disfrutaba -quizás lo haría- pero lo primero era su punto de vista. Continué el descenso por su espalda, acariciando su piel con mis uñas de forma distraída. No me detuve hasta dejar mis manos posadas en su cadera, a los costados de sus nalgas, rozando estas con la yema de mis dedos.
-Es usted bueno, monsieur- susurré cerca de su oído, antes de descender a su cuello en el cual me perdí entre besos y ligeros mordiscos.
A casi todos les decía lo buenos que eran en la cama, a la mayoría les mentía pero él lo era, el problema era que no era un chico con el cual me acostaba por gusto, si no, tal vez en otras circunstancias, habría suplido mis expectativas. Posiblemente fuera culpa mía por ser tan rocambolesca y exigente pero ¿qué menos que algo de sentimientos en medio? Si no hubiera sentido nada por nadie, no me habría estado planteando eso en mitad de un polvo pero me olvidaría de ellos de la misma forma con la que había empezado a pensar. Me arqueé hacia él, buscando más de lo que pudiera darme.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Le escuché suspirar y gemir complaciéndome; no sabía si aquellos sonidos eran fingidos (lo que denotaría una vez más mi calificación de estar con una mujer experimentada en las artes de la prostitución) o reales, pero mi oído los tomaba por igual, como si estuviera realmente disfrutándolo. Por mi parte, aquellas sutiles caricias que realizaba mientras yo devoraba uno de sus senos me estremecían, haciendo que sus besos y caricias fueran un pasaje rápido al máximo placer...pero quería demorarme un poco más en aquel viaje. Sonreí pervertidamente mientras me daba una pequeña tregua de las caricias bucales y respondí.
- Gracias...My Lady. Me alegra que piense eso de mí...porque yo le tengo en muy alta estima... - susurré y de inmediato me dirigí al pecho solamente estimulado con mi mano, agregando lengua y saliva por unos cuantos minutos. Luego la sentí apegarse a mí y la abracé, haciendo que nuestros cuerpos hicieran aún más contacto. Y mientras eso sucedía abandoné su pecho y empecé a bajar con delicadeza, lamiendo el centro de su abdomen hasta llegar al área íntima de mi compañera, deshaciéndome de todo lo que pudiera interrumpir el avance de mi lengua hasta sus profundidades, comenzando a saborear con lentas lamidas su sabor.
- Gracias...My Lady. Me alegra que piense eso de mí...porque yo le tengo en muy alta estima... - susurré y de inmediato me dirigí al pecho solamente estimulado con mi mano, agregando lengua y saliva por unos cuantos minutos. Luego la sentí apegarse a mí y la abracé, haciendo que nuestros cuerpos hicieran aún más contacto. Y mientras eso sucedía abandoné su pecho y empecé a bajar con delicadeza, lamiendo el centro de su abdomen hasta llegar al área íntima de mi compañera, deshaciéndome de todo lo que pudiera interrumpir el avance de mi lengua hasta sus profundidades, comenzando a saborear con lentas lamidas su sabor.
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
Sonreí al escuchar sus palabras, unas que fueron precedidas de nuevas caricias.Sus labios, descendieron por mi cuerpo dejando un suave reguero de besos que desembocó en mi feminidad, una que no tardaría en clamar por aquello que estaba a punto de darme y lo hizo. Nada más notar sus húmedos roces, aferré la sábana con las manos mientras exalaba un suspiro de placer. No todos los hombres con los que yacía por trabajo eran así de atentos ni se preocupaban por lo que yo sentía pero él era distinto lo cual era de agradecer aquella noche en la que mi cabeza pedía a gritos un respiro.
-Monsieur...-susurré sin saber su nombre y, como acto involuntario, no intentaba reclamar su atención ni nada parecido.
Mis manos, fueron hasta su cabello azabache, acariciándolo con delicadeza mientras que intentaba que mis caderas permanecieran quietas, impasibles a sus caricias, cosa que, más o menos, funcionó. Lo atraje de nuevo hacia mis labios, no queriendo continuar derritiéndome entre sus brazos. Era mi trabajo que ocurriera al contrario y eso haría. Tras darle un ligero beso en los labios los cuales sabían a mí, lo hice recostarse en la cama, boca arriba pues era mi turno. Descendí hasta su sexo, tomándolo entre mis manos para seguidamente deslizar por él mi lengua con calma y lentitud, buscando enloquecerlo lo máximo posible y que él, no se olvidara de aquella experiencia. Poco a poco, comencé a utilizar mis labios pero, no duró mucho. Me puse de nuevo sobre su cuerpo, con una pícara sonrisa y su miembro aún entre una de mis manos, situándolo a la entrada de mi sexo, dejándole a él la decisión de seguir jugando un rato más o que entrase en mí sin dar más rodeos.
-Monsieur...-susurré sin saber su nombre y, como acto involuntario, no intentaba reclamar su atención ni nada parecido.
Mis manos, fueron hasta su cabello azabache, acariciándolo con delicadeza mientras que intentaba que mis caderas permanecieran quietas, impasibles a sus caricias, cosa que, más o menos, funcionó. Lo atraje de nuevo hacia mis labios, no queriendo continuar derritiéndome entre sus brazos. Era mi trabajo que ocurriera al contrario y eso haría. Tras darle un ligero beso en los labios los cuales sabían a mí, lo hice recostarse en la cama, boca arriba pues era mi turno. Descendí hasta su sexo, tomándolo entre mis manos para seguidamente deslizar por él mi lengua con calma y lentitud, buscando enloquecerlo lo máximo posible y que él, no se olvidara de aquella experiencia. Poco a poco, comencé a utilizar mis labios pero, no duró mucho. Me puse de nuevo sobre su cuerpo, con una pícara sonrisa y su miembro aún entre una de mis manos, situándolo a la entrada de mi sexo, dejándole a él la decisión de seguir jugando un rato más o que entrase en mí sin dar más rodeos.
Dael Groen- Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 04/01/2011
Re: Playing With The Dog [Privado Dael, + 18]
No había dudas en mí al considerar a la mujer como una de las mejores en su oficio. Quizás me considerarán exagerado...o halagador en demasía, pero es que lo que esa mujer provocaba en mi cuerpo era algo muy difícil de explicar en palabras; realmente deben sentirlo, deben estar con ella personalmente para que puedan entender mis palabras y mis pensamientos.
Su gemido me envalentonó más a continuar, al igual que sus caricias en el cabello que me hacían sentir como un perro que estaba haciendo su trabajo de buena manera, y efectivamente era así, porque la señorita bajo mi boca estaba disfrutándolo, y eso no podía ser fingido, por mucha experiencia que se llegara a tener en esas artes tan poco decorosas para la mayoría, pero arte al fin y al cabo.
Volví a estar bajo ella y pude admirar mucho mejor su anatomía, siendo un testigo privilegiado de la perfección con la que había sido esculpido su cuerpo, cuerpo que por esa noche era exclusivo de mi persona. Y la perfección de sus acciones, por supuesto.
Gemí largamente con esa seductora y a la vez morbosa maniobra, sintiéndome como si estuviera privado de pies, manos y vista, cuando en realidad estaba viendo cómo posteriormente se subía sobre mí, con mi virilidad entre su mano lista para iniciar el tan deseado y ardiente contacto. Le miré a los ojos y sonreí, a la vez que mis manos se paseaban por la piel que éstas podían alcanzar hasta que llegué a sus caderas. Las presioné como acostumbrándome a ellas y le sonreí sonrojado y pervertido, para luego decir, completamente preso del deseo:
- Hágalo...deje que nos unamos...y disfrutemos el uno del otro...
Su gemido me envalentonó más a continuar, al igual que sus caricias en el cabello que me hacían sentir como un perro que estaba haciendo su trabajo de buena manera, y efectivamente era así, porque la señorita bajo mi boca estaba disfrutándolo, y eso no podía ser fingido, por mucha experiencia que se llegara a tener en esas artes tan poco decorosas para la mayoría, pero arte al fin y al cabo.
Volví a estar bajo ella y pude admirar mucho mejor su anatomía, siendo un testigo privilegiado de la perfección con la que había sido esculpido su cuerpo, cuerpo que por esa noche era exclusivo de mi persona. Y la perfección de sus acciones, por supuesto.
Gemí largamente con esa seductora y a la vez morbosa maniobra, sintiéndome como si estuviera privado de pies, manos y vista, cuando en realidad estaba viendo cómo posteriormente se subía sobre mí, con mi virilidad entre su mano lista para iniciar el tan deseado y ardiente contacto. Le miré a los ojos y sonreí, a la vez que mis manos se paseaban por la piel que éstas podían alcanzar hasta que llegué a sus caderas. Las presioné como acostumbrándome a ellas y le sonreí sonrojado y pervertido, para luego decir, completamente preso del deseo:
- Hágalo...deje que nos unamos...y disfrutemos el uno del otro...
Christian Taylor- Cambiante Clase Alta
- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 30/01/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Dael Groen
» Esclavitud Sin Cadenas (Privado Dael, Posible + 18)
» La venganza de Pentesilea [PRIVADO para DAÉL DE VRIES]
» en la entrada del burdel ( Dael
» Daél de Vries
» Esclavitud Sin Cadenas (Privado Dael, Posible + 18)
» La venganza de Pentesilea [PRIVADO para DAÉL DE VRIES]
» en la entrada del burdel ( Dael
» Daél de Vries
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour