Nínive Lastra ID

por **Nínive Lastra** Miér Jun 07, 2023 11:15 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Nínive Lastra / Amytis / Boadicea

▲EDAD▲

3800 años/ 14 edad aparente

▲ESPECIE▲

Vampiro

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Región de Sarajevo

▲HABILIDADES/PODERES▲

→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.

→ Seducción: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o emocionalmente a la persona poseedora del poder. El vampiro seduce a los demás hasta lograr controlar las emociones de su adversario a su antojo. Funciona en cualquiera de los dos sexos. Este poder funciona únicamente como atracción.

→ Persuasión: Habilidad para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona. Este poder logra que otras personas realicen acciones, sin que éstas puedan negarse o incluso darse cuenta, mediante palabras con entonación imperativa, es decir, ordenándolas.

→ Manipulación de la memoria: Concede la amnepatía y la recuperación mental, además ver los recuerdos de la gente y si se quiere proyectarlos en imágenes visibles para todos. También se puede aturdir a la gente mediante confusiones mentales dejándolos como "Enfermos mentales", pero solo temporalmente. Es muy difícil usar esta capacidad sin contacto ya que se requiere de mucha experiencia.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Una mujer de cuatro mil años atrapada en el cuerpo de una chiquilla. Nínive es una criatura única, hija del tiempo y testigo del cambio de las eras. La supervivencia ha marcado su vida desde que tiene uso de razón, llevándola a ser una persona táctica y desconfiada que no duda en utilizar a los demás para sus fines personales. Así mismo es engañosa y manipuladora, sabe muy bien cómo sacar provecho a su aspecto púber y seducir a los hombres para que hagan su voluntad. Le gusta rodearse de lujos y personal que satisfaga sus caprichos, así como destacar en eventos sociales o políticos.
Tras todo esto, Nínive es una persona muy solitaria y herida. Su fachada orgullosa y a la defensiva busca solventar las carencias vividas tras una larga existencia de abandono y crueldad, donde siendo tan joven debió hacer frente de manera estoica a las adversidades padecidas. Su mente adolescente percibe sus emociones con intensidad, encapsulada para siempre entre los anhelos, prejuicios e inseguridades de una joven de catorce años que cree saber todo del mundo. Podría decirse que es una persona bastante frustrada cuyos miedos la convierten en un monstruo, pues es consciente de que jamás podrá sobrevivir sola en un mundo lleno de inmortales que le doblan el tamaño y la estatura. Su aspecto juvenil tiene pros y contras, contando en los últimos una evidente dismorfia que se ha acrecentado con el paso de los años. Si antes era considerada una mujer, ahora todo el mundo le ve como a una niña que no sabe cómo ser tomada en serio. Acostumbrada a ser una figura de autoridad, reacciona de forma orgullosa y usualmente cruel para darse a respetar.
Debido a su tamaño, crear a otros vampiros es particularmente complejo y difícil. Las pocas veces que lo hizo seleccionó a sus compañeros con cuidado, un tipo específico de persona, siempre hombre y no mucho más grande que ella, para que sea su protector y acompañante. Nínive aprecia la lealtad y la fidelidad, es bastante exigente sentimentalmente hablando aunque ella evita comprometerse emocionalmente por miedo a salir herida. Es celosa y posesiva, también bastante rencorosa. Puede planificar por meses una venganza hasta llevarla a cabo de la forma más cruel y fría posible; tampoco teme ensuciarse las manos, aunque prefiere que otros hagan el trabajo sucio por ella.
Quien logre penetrar su gruesa coraza se encontrará con una joven callada y contemplativa. En momentos de intimidad y confianza, sale a relucir la parte más humana de Nínive. Es curiosa y hasta cierto punto ingenua. Al no saber cómo expresar sus emociones de manera correcta, tiende a actuar de manera infantil y tener berrinches, exigiendo afecto o atención de distintas maneras.

DESCRIPCIÓN FÍSICA

Nínive tenía alrededor de catorce años al momento de recibir la sangre inmortal. Su aspecto oscila entre la adolescencia y la adultez según sea su voluntad, optando últimamente por llevar el cabello corto y lucir un aspecto más asexuado. Mide 1.50 mts y pesa alrededor de 45 kilos. Su cabello pelirrojo y las cientos de pecas que surcan su rostro delatan la antigua sangre druida que corre por sus venas. Bajo la luz de la luna, sus ojos azules adquieren un amenazante brillo sobrenatural.
Es ágil y escurridiza, su cuerpo menudo es difícil de atrapar. Perfectamente capaz de sobrevivir en la naturaleza gracias a sus inicios célticos, no tiene reparos en jugar con lodo, agua o sangre. Gracias a su naturaleza sobrenatural posee una fuerza desmedida que no suele demostrar, optando por lucir siempre frágil frente a sus víctimas y enemigos para luego sorprenderles con su poder.

Nínive:

HISTORIA

El origen de Nínive es incierto a día de hoy. Se cree que nació en la región de Sarajevo, en la antigua Anatolia, en un asentamiento celta durante el período de expansión de los Sumerios. Para ese entonces, la vida era muy diferente a lo que se conoce hoy en día y sólo en la memoria imperecedera de Nínive se ocultan los secretos del mundo contemplado por sus ojos. Su nombre verdadero sólo lo guarda para ella y adoptó el nombre de la región que marcó un antes y un después en su vida.
La joven pelirroja resultó ser hija de la Sacerdotisa del pueblo y era llamada Druida por los suyos. Aún no llevaba una década en el mundo y su pueblo ya le rendía reconocimiento y respeto, pues la muchacha había sido a todas luces bendecida con dones dignos de admirar. La breve infancia se vio marcada desde temprano por el aprendizaje y la supervivencia. Sus manos aliviaban cualquier padecimiento y poseía un talento natural para la herbolaria y la medicina. Su emergente fama traspasó las fronteras de su pueblo y fue conocida como la Druida de Izmir, alcanzando el estatus de Líder al cumplir los doce años de edad.
No pasó mucho tiempo hasta que el ejército sumerio se apostó frente a la Druida. Su Emperador exigía su presencia y la rápida atención de sus dones, en una situación que los emisarios describieron como "compleja y de máxima urgencia". Si ella no accedía a ir, los soldados arrasarían con su pueblo.
Contra su voluntad, la Druida dejó atrás sus tierras para adentrarse en el desierto, en un largo y agobiante viaje que culminó en la impresionante Mesopotamia, donde enormes zigurath se alzaban imponentes hacia el cielo en un intento por alcanzar a los dioses. El viaje culminó en la ciudad de Nineveh, donde finalmente se presentó frente al Emperador. Como se esperaba, sus hábiles manos lograron salvar la vida del hombre y, a cambio, fue desposada por él mismo, pasando a convertirse en la Emperatriz de la poderosa civilización. Su reinado, sin embargo, fue bastante breve. Un par de años después, la ciudad fue invadida por el ejército acadio, un grupo semita que se originó en la región de Sumeria. El Emperador fue asesinado y la joven Emperatriz enviada a Egipto como obsequio para fortalecer las relaciones comerciales. Aquel seguramente fue el viaje más duro de su corta vida, padeciendo hambre, calor y frío a partes iguales. Fue humillada por su origen y creencias, siendo la principal diversión del ejército egipcio abusar de ella. La Druida, sin embargo, siempre se mantuvo firme y estoica, almacenando en silencio todo el rencor y el dolor padecido.
Noches previas a su llegada a Egipto, la luna roja iluminó los cielos provocando el temor de los hombres. Ya armado el campamento y mientras todos dormían, la joven Druida recibió la visita de un hombre misterioso, de larga barba y cabellos enredados cuya aura le hizo ver de inmediato que no era humano. Lejos de temer, la joven le ofreció su respeto y le expuso su situación, logrando un trato con la criatura. A cambio de su sangre y el cálido aliento de la vida, la Druida pasó a convertirse en un caminante de la noche, hija de la luna roja, y juntos llevaron a cabo su venganza. Tras asesinar al ejército dormido, en cuestión de minutos recorrieron las cientos de millas que les separaban del Imperio y juntos asolaron la ciudad como un espíritu hambriento. El horror que se vivió aquella noche en Egipto dio paso a cientos de leyendas que se fueron deformando con el paso del tiempo y que la Druida disfrutaba alimentar.
Junto a su creador, Bathûr, regresaron a Mesopotamia en busca de los traidores que usurparon su trono y recuperaron la ciudad. Reinaron por alrededor de una década, hasta que la gente empezó a sospechar del aspecto imperecedero de sus líderes y a cuestionar el rol de la Emperatriz en la ciudad, pues al ser extranjera y no haber dado a luz heredero alguno, no correspondía que se mantuviese en el poder. Ante la amenaza de un posible levantamiento, Bathûr decidió que debían marchar y juntos emigraron hacia el Oeste, internándose en el continente Europeo. Visitaron Roma, Grecia y la Galia Celta, así como Asia Central y Siberia en un viaje que duró cerca de un milenio. Para ese entonces, la Druida adoptó el nombre de Amitys y ante todos se presentaba como la esposa de Bathûr, de quien estaba profundamente enamorada. Juntos, hacían la pareja perfecta.
En más de una ocasión, la muchacha padeció de crisis nerviosas que rayaron en lo psicótico debido a la dismorfia. El saber que nunca se desarrollaría como una mujer normal ni sería capaz de tener hijos le atormentaba y ese sentimiento le llevó a cometer diversas atrocidades en contra de sus presas y su compañero. Como secuestrar a un niño humano en la Grecia Antigua a quien llamó Ganimedes, a quien crió como su hijo hasta que a sus treinta años, debido a un arrebato y tras discutir con Bathûr, la muchacha decidió experimentar con él y convertirle en vampiro. De esta forma Amitys descubrió las dificultades de la conversión, pues su diminuto cuerpo estaba limitado a compartir su sangre sólo con seres de similar contextura y tamaño. De no haber sido por Bathûr, Ganimedes seguramente habría muerto sin remedio, más el vampiro antiguo también le compartió su sangre sellando así la inmortalidad. No fue mucho el tiempo en que permanecieron juntos como una extraña familia, hasta que tras una discusión Ganimedes optó por tomar su propio camino.
A lo largo de los siglos, la pareja también se topó con otros que se hacían llamar vampiros. Bathûr prefería mantener distancia con el resto de los inmortales y adoptaba una postura protectora y celosa respecto a Amitys, pues veía en los otros el brillo malicioso cada vez que veían a alguien tan joven con el don de la inmortalidad. Entre estos seres existían reglas tácitas respecto a la conversión de niños y adolescentes y estaba claro que a sus ojos, la joven representaba una amenaza. En constante movimiento, era más difícil ser pillados por sorpresa.
La noche más oscura les pilló en un castillo oculto entre los bosques de Hungría. La pareja llevaba un par de años establecidos en la zona, gobernando un pequeño feudo, cuando un aquelarre de vampiros les atacó. Amitys reconoció varios rostros de su pasado y con horror presenció la muerte de Bathûr, logrando escapar apenas, con el corazón roto y llena de deseos de venganza. Por noches vagó desorientada y perdida, sin saber cómo enfrentar la pérdida y con el temor constante de ser encontrada. Como en la Antigüedad, elevó sentidas plegarias a sus dioses y nuevamente fue escuchada cuando se topó con los despojos de un ejército romano, una unidad de reconocimiento a quienes acechó por varias noches hasta finalmente tomar una decisión. Escogiendo al General para ser su nuevo compañero —un hombre joven llamado Tiberius—, se alimentó del resto de la tropa y creó a su primer compañero, valiéndose de la sangre de los sobrevivientes para alimentarse y completar el proceso.
Con Tiberius a su lado, vengarse fue un juego de niños. Se presentó como Nínive —en alusión a la ciudad que marcaría un antes y un después en su vida— y le sedujo para obligarle a quedarse junto a ella y hacer su voluntad. Tras abandonar Hungría y aprovechando el estatus social del romano, marcharon de vuelta a las tierras del César en donde se presentó como su nueva esposa, volviendo a ostentar el rango de poder que tanto le satisfacía. Sin embargo, nada volvió a ser igual. Aunque Nínive sedujera y manipulara a Tiberius, éste sólo pensaba en volver con su familia, sin importarle mucho su creadora. La frustración le llevó a ser cruel, pues su creador y el romano eran hombres abismalmente distintos. Tiberius no la amaba, pero se mantenía a su lado y se tomaba muy en serio la labor de protegerla. Por varios siglos la disfuncional pareja se mantuvo unida, pero el tiempo y la mala convivencia terminó por desgastar la relación.
Nínive decidió entonces marcharse a América, la tierra recién descubierta, con la idea en mente de ser el primer vampiro en esas tierras. Para su mala suerte, tampoco fue la única con esa idea y pronto, se vio en la necesidad de nuevamente buscar un compañero que pudiese protegerla. Paseaba por el puerto de Baltimore cuando se topó con Leigh, un joven poeta moribundo que en cuestión de segundos le robó el corazón. Nínive no lo pensó dos veces antes de convertirle, pero se llevó una enorme desilusión al descubrir que su seducción no tenía el efecto deseado en el neófito, quien tenía una extraña inclinación hacia el mismo género. Y no sólo eso, Leigh era ácido e individualista, pero también inteligente. En apenas dos años aprendió lo necesario para independizarse de su creadora y se marchó sin decir adiós, dejándola sola y a merced de sus enemigos.
A raíz de esa mala experiencia, Nínive decidió regresar a Europa y buscar a Tiberius en París, dispuesta a hacer lo que sea necesario para volver a tenerle a su lado. Se hace acompañar por dos hermanos llamados Sybelle y Benji, de 20 y 17 años respectivamente, quienes son conscientes de su naturaleza sobrenatural y cuidan de ella durante las horas de día.

DATOS EXTRA

→ Habla más de veinte idiomas, dialectos y lenguas. Desde el árabe, sánscrito, turco y mongol, hasta el latín, griego, francés, alemán e inglés.

→ Aunque no lo parezca, es bastante juguetona y caprichosa.

→ Siente una extraña fascinación por el mar y las masas de agua. Así mismo, le tiene terror a los eclipses.

→ Añar por dos hermanos llamados Sybelle y Benji, de 20 y 17 años respectivamente. Conoció a los hermanos en América y los tres son prácticamente inseparables.

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Jun 07, 2023 9:06 pm

FICHA APROBADA

bienvenido/a a victorian vampires

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I M P O R T A N T E:

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