Llegada... (Reservado xD)

Oscuridad, desde el momento en que me convertí en un ser inmortal me acostumbre a vivir en ella, ya que un demonio hijo de el mismo satanás no puede pasearse en la luz, ya que sería consumido por ella, aunque la amaba. Amaba la luz como no podía amar a nada ni nadie excepto a la sangre, esa si era mi pasión. Anhelaba la sangre cada segundo de mi maldita existencia. Esa era mi maldición.

Caminaba como lo que era un demonio inmortal maldito por siempre, así que me escondía en las sombras y solo me movía por ellas y entre ellas. Mi poderío me ayudaba en ellos, ya que tenía mas de 700 años caminando por este mundo de inmortales y de demonios, no conocía a algún vampiro mas viejo que yo. Escuché que en esta ciudad estaba llena de misterios, muertes violentas, desapariciones, seres terrenales y seres inmortales.

Como todos saben la curiosidad mató al gato, pero yo me sentía atraído por el hecho de conocer gente de mi misma especie, ya que a mis oídos llegaron rumores de que estos seres de parís se paseaban por las calles aparentando ser otros seres mortales. Esa idea me asqueaba. No podía soportar la idea de que nosotros los hijos de Satanás nos mezcláramos con los hijos de dios. Nosotros somos la maldad pura solo maldad y ellos simplemente eran nuestros corderos.

Miré mi atuendo y pude notar que llevaba todavía la larga túnica negra toda raída, estaba descalzo y sentía la suciedad en mi cuerpo y cabello, pero eso no debía preocuparme era un ser del infierno y maldito, solo la maldad era lo que importaba, sembrar el mal, beber sangres condenar a otros y inspirar miedo a los débiles.

Llegué hasta los límites del bosque entrando hacia la ciudad. Me movía solo entre las sombras saltándome los lugares inundados por la luz proyectada por las velas tal con movimiento espectral, muy natural de mi. me oculté tras una columna acechando a los humanos que pasaban para buscar mi próxima presa, estaba sediento. Pero le temía a esa luz del fuego que alumbraba la noche, desde mi posición podía ver a los mortales deambular alegremente por la calle que tenía en frente, sin sospechar que un ser maligno y despiadado estaba al asecho. Esperaba el momento exacto y a la victima deseada para saciar mi sangre esta noche. Si algo no lo impedía.


OFF: Bueno es mi primer rol como vampiro, espero que alguien se anime saludos chauuu pueden rolear cuantos quieran Jajaja

El olor a sangre inmortal impregno el lugar, sin darme cuenta el lugar había quedado a solas, la calle se vació mi mente comenzó a trabajar a una velocidad sobrenatural. <<¿Sería que sintieron mi presencia?>> No era posible los mortales no tienen esa capacidad de detectar el peligro cuando un demonio como yo los esta acechando, algo debía haber pasado que mis hermosas presas cargadas de mi amado líquido desaparecieran.

Pero también cabía la posibilidad de que por estar sumido en mis reflexiones, no halla notado el tiempo pasar como siempre me pasa cuando estaba en Tarquinia, aquella ciudad Italiana en donde me ocultaba y de donde era nato. Esa pequeña población del estado del Lazio que tanto amaba, con sus rocosas calles al estilo romano, los grandes fuertes militares alrededor de esta para proteger de los intrusos la ciudad, aunque ya no eran de mucha ayuda y solo eran parte de la decoración.

Un olor a no humano un ser sobrenatural igual que yo se movía cerca de mi pero no escuchaba ningún paso, no hacía ningún ruido, me sobresalté, sentí su poder era mas antigua que yo pero solo por unos años aunque nuestros poderes estaban casi nivelado por la calidad de sangre que me había dado Marius al transformarme. YA que este era un ser tan antiguo y poderoso que un pupilo de el tendría los dotes y la fuerza que yo poseía.

De improvisto me llego una imagen de ella a mi mente como si ella deseara que la viera o como si simplemente hurgue en su mente y busque su imagen, no me había visto lo supe porque caminaba sin prestar atención en nada como si estuviera perdida en sus pensamiento. Busqué mirarla pero ya ella había notado mi presencia, vi como su mano apretaba su empuñadura y habló con voz de mando, el tono de su voz me hizo pensar que ella estaba acostumbrada a que hicieran lo que ella ordenaba. Que todos cumplieran con sus caprichos.

Sonreí, me gustaba este juego que comenzaba. ¿Quién sería la presa ella o yo? simplemente deseé estar en la columna que estaba a su derecha y allí en un abrir y cerrar de ojos estuve, ya sabía como manejar estos movimientos yo era un demonio hijo y maldecido por el mismísimo Satanás y a el era el único a que debía obedecer. Me sonreí en mi mente haciendo que esta risa llegara hasta su mente, JAJAJAJAJAJA ella miró hacia donde yo estaba y por un segundo pudo ver mi rostro.

Yo supe lo que la chica vio. Un cabello castaño largo hasta la cintura, cara de niño angelical, con suaves rasgos italianos, piel muy blanca cejas pronunciadas y muy pobladas negra, ojos miel con un toque cautivador e inocente. Mi cara angelical, tal cual a la de un ángel del cielo pero mi vestimenta decía otra cosa. Volví a desear estar en la columna que ahora estaba a su Izquierda y volví a desvanecerme o mejor dicho mi velocidad hizo que se viera así y aparecer en la otra.

Quise decirle mas así que envié otra onda mental hacia la suya, amaba hacer esto << ¿Asustada? No temas hermosa inmortal que se niega a su destino solo estoy de paso>> quería ver hasta que punto era ella de llegar hasta hacer lo que me ordenaba, seguía apareciéndome una y otra vez detrás de las columna esperando cual iba a ser su reacción. La primera noche en Parí resultaba muy entretenida y eso me gustaba.